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Deja que me refugie en ti, cuando la soledad me aceche. Cuando mis sueños naufraguen, y la lluvia borre mi sendero. Y si mis lágrimas se rompen como cristal... Acógeme; como ayer.
Si mi vuelo es lento y me faltan las fuerzas. Si el camino equivocado me hace rodar. Si la soberbia o el desden se tornan mi compañera... Perdóname; como ayer.
Cuando me encuentre perdido en el eco del silencio. O solitario en la bruma me quiera ocultar. Si me arrastra la duda como la marea... Rescátame; como ayer.
Que cuento contigo por si fallo en la vida. O si falla el amor que creía tener. Si se esconde la noche. O la luz del dia no me deja ver... Acompáñame; como ayer.
Al amanecer. Encuentro tus brazos que acunan mi ser. Y vuelvo a ser el niño que se esconde en mí. El que se siente perdido si no encuentra tus manos. Y que llora en silencio, si no lo puedes mimar... Arrúllame; como ayer.
Que no existe silencio, que no rompa un sollozo. Ya sea de pena... Ya sea de amor... Ya sea de pena de un hijo triste... Que por larga distancia, no te puede besar. Y con lágrimas de flores te dice... ¡Cuánto te amo mamá!
f.n.h.a.
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Poeta
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Amor No Es...
Ya ni versos escribo, sólo queda este soñar de lágrimas teñido, y una queja distante en el olvido azul lejano de tu voz de seda.
Amor no es, es algo que remeda la desmembranza del rosal caído, donde ya ni las sombras hacen nido, ni el viento en rondas de cristal enreda.
Algo que ayer fue lirio de mi fuente, frescura de mi noche, y suavemente luminar en mi senda florecida.
Algo que en mi agonía aún retengo, porque es la única verdad que tengo y no puedo arrancarla de mi vida.
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Poeta
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Búscame
¿Qué no me encuentras? ¡Si es que no me has buscado!
Búscame tras tu sombra o en las retinas de tus ojos claros. Búscame entre tus dedos o en tu boca de sándalo.
Yo soy un soplo vivo a tu vida arraigado.
Búscame por tu alcoba entre tu sueño alado, o por la senda rosa de aquel amor lejano.
Por sobre tu orgullo, en las flores azules de los prados. Yo estoy dentro de ti como un amor sellado.
¿Que no me encuentras dices? Siendo en tu misma vida que me pierdo… ¡Si es que no me has buscado!
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Poeta
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Loco
Si amarte con locura lo encuentras poco. Entonces sumaré la ternura que de mi corazón provoco. Y así, con mucha dulzura, te estrechare poco a poco y apreciaras la cordura; con que puede amar un loco
f.n.h.a.
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Poeta
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Navegando amaneceres. (Dedicado a Paola. La mujer que amo.)
Navegando amaneceres solía soñar con tus besos, gaviota de madrugada, fuego de mi luna blanca de mi vida eres la rosa, ¡rosa de mi mar en calma! Eres la estrella perfecta que entre la noche y el alba, le acaricias el alma, a este peregrino seductor. Soy, quien te trae una flor, y te declara su amor con profundo sentimiento. soy cómplice del viento, cuando acaricia tu pelo. soy de tus alas, el vuelo. soy de tu barca un madero. soy el fiel marinero que quiere acompañar tu viaje, el que sin mayores ambages, trae solo de equipaje, el corazón abierto. Y eres tú mi puerto, la aurora que me provoca, eres el sol que me toca, y que alumbra mi horizonte, la que en la cima del monte, pudo detener mi vuelo, la que anclo mi velero en la bahía de sus brazos, eres de mi huella, los pasos, para mis penas, regazo, eres del amor un retazo que encontré en el camino, y que cambió mi destino, al sentir que te quería. Hoy, tus ojos son mis días y compartimos las mañanas, y entre tus manos mis canas, se vuelven adolescentes, porque tu amor inocente, me llena de sueños el alma.
f.n.h.a.
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Poeta
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DIME VENCEDOR RAPAZ
Dime vencedor Rapaz, vencido de mi constancia, ¿Qué ha sacado tu arrogancia de alterar mi firme paz? Que aunque de vencer capaz es la punta de tu arpón, ¿qué importa el tiro violento, si a pesar del vencimiento queda viva la razón?
Tienes grande señorío; pero tu jurisdicción domina la inclinación, mas no pasa el albedrío. Y así librarme confío de tu loco atrevimiento, pues aunque rendida siento y presa la libertad, se rinde la voluntad pero no el consentimiento.
En dos partes dividida tengo el alma en confusión: una, esclava a la pasión, y otra, a la razón medida. Guerra civil, encendida, aflige el pecho importuna: quiere vencer cada una, y entre fortunas tan varias, morirán ambas contrarias pero vencerá ninguna.
Cuando fuera, Amor, te vía, no merecí de ti palma; y hoy, que estás dentro del alma, es resistir valentía. Córrase, pues, tu porfía, de los triunfos que te gano: pues cuando ocupas, tirano, el alma, sin resistillo, tienes vencido el Castillo e invencible el Castellano.
Invicta razón alienta armas contra tu vil saña, y el pecho es corta campaña a batalla tan sangrienta. Y así, Amor, en vano intenta tu esfuerzo loco ofenderme: pues podré decir, al verme expirar sin entregarme, que conseguiste matarme mas no pudiste vencerme.
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Poeta
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ESTE AMOROSO TORMENTO
Este amoroso tormento que en mi corazón se ve, se que lo siento y no se la causa porque lo siento
Siento una grave agonía por lograr un devaneo, que empieza como deseo y para en melancolía.
y cuando con mas terneza mi infeliz estado lloro se que estoy triste e ignoro la causa de mi tristeza. "
Siento un anhelo tirano por la ocasión a que aspiro, y cuando cerca la miro yo misma aparto la mano. Porque si acaso se ofrece, después de tanto desvelo la desazona el recelo o el susto la desvanece.
Y si alguna vez sin susto consigo tal posesión (cualquiera) leve ocasión me malogra todo el gusto.
Siento mal del mismo bien con receloso temor y me obliga el mismo amor tal vez a mostrar desdén.
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Poeta
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La inquietud del rosal
El rosal en su inquieto modo de florecer va quemando la savia que alimenta su ser. ¡Fijaos en las rosas que caen del rosal: Tantas son que la planta morirá de este mal! El rosal no es adulto y su vida impaciente se consume al dar flores precipitadamente.
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Poeta
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Indolencia
A pesar de mí misma te amo; eres tan vano como hermoso, y me dice, vigilante, el orgullo: «¿Para esto elegías? Gusto bajo es el tuyo; no te vendas a nada, ni a un perfil de romano»
Y me dicta el deseo, tenebroso y pagano, de abrirte un ancho tajo por donde tu murmullo vital fuera colado... Sólo muerto mi arrullo más dulce te envolviera, buscando boca y mano.
?¿Salomé rediviva? ?Son más pobres mis gestos. Ya para cosas trágicas malos tiempos son éstos. Yo soy la que incompleta vive siempre su vida.
Pues no pierde su línea por una fiesta griega y al acaso indeciso, ondulante, se pliega con los ojos lejanos y el alma distraída.
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Poeta
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Alma desnuda
Soy un alma desnuda en estos versos, Alma desnuda que angustiada y sola Va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola, Que puede ser un lirio, una violeta, Un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta Y ruge cuando está sobre los mares, Y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares, Dioses que no se bajan a cegarla; Alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla Con sólo un corazón que se partiera Para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera Dice al invierno que demora: vuelve, Caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve En tristezas, clamando por las rosas con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas A campo abierto, sin fijar distancia, Y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia De un suspiro, de un verso en que se ruega, Sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega Y negando lo bueno el bien propicia Porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia Palpar las almas, despreciar la huella, Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella, Como los vientos vaga, corre y gira; Alma que sangra y sin cesar delira Por ser el buque en marcha de la estrella.
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Poeta
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