Qué sucesión de adversos y fatales acontecimientos Qué vicisitud intempestiva y cambiante que estamos padeciendo La naturaleza nos azota con sus fuerzas y movimientos Sus velocidades huracanadas son tan inmensas, que rebosa los conocimientos Huracanes y tormentas, que arrasan todo con sus fuertes vientos Dejando con su paso arrollador, lágrimas y sufrimientos Destrozando casas, hogares, árboles, infraestructura y campamentos Sólo quedan llantos, los quejidos lastimeros de los sufridos lamentos País hermoso, sumido en el caos, la desesperación llena de estremecimientos Hermanos nuestros, que han quedado sin posada, sin comida y sin alojamientos
Huracanes con sus fuertes vientos, que llevan velocidades tormentosas Llevando a su paso fuertes lluvias torrenciales, de ciclones poderosos Destrozando todo a su paso, de nuestro archipiélago hermoso Huracán Iota, arrasando con su paso mortífero, fenómeno espantoso
Con sus vientos catastróficos, llevando olas enormes e inundaciones Potencialmente mortales, derribando todo a su paso, árboles en todas las direcciones Fuerza de la naturaleza, de corrientes de los océanos, llenando al pueblo de preocupaciones Todo se nubla, los huracanes son terroríficos, llenando el ambiente de desesperaciones Dios es muy grande, protege y ama a los colombianos Unámonos en fraternidad, ayudando a los queridos paisanos Las lluvias azotan en todas las regiones, pueblos y caseríos y a los humildes ciudadanos
Es hora de elevar al Creador, unas plegarias y oraciones Estrechar los abrazos, los saludos y los corazones Ayudar al hermano caído, a levantarse y solventar estas terribles situaciones Colombia unida los estrechará con el alma, con sabiduría y comprensiones Entre todos reconstruiremos el archipiélago, de este desastre con determinaciones Que sientan los damnificados de San Andrés y Providencia, que no están solos en sus súplicas y exclamaciones Les ayudaremos a construir de nevo sus hogares, sus anhelos y peticiones
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga nov 17-2020
La contemplé anclada y escorada a babor...Ella se mantenía a la espera de la subida de la marea, con la finalidad de partir, con la misma alegría de cada día, regresando a su sutil balanceo... La observo con meticulosidad en su descanso, apreciando que tiene su mirada puesta en la lejanía, donde se divisa el devaneo del oleaje con cresta de espuma blanca. En su deseo, está el volver a surcar el lugar de sus sueños, donde el mar, se muestra embravecido, y el cielo se acerca a ella, tendiéndole su manto... Cuando llegó el esperado momento de partir, me limité a contemplarla con serenidad, viendo como se confundía en el horizonte, el cielo, el mar y sus enormes deseos...
Veloz se oculta entre celos, simulando las carencias, y va dejando regueros, de perdidas experiencias. Frunció los labios el tiempo, iracundo en su impaciencia, y devoró con sus horas, a la efímera inocencia.
Leve nota que se escapa, del concierto de los días, y estando libre desata, los nudos que la afligían. Verso al aire que destaca, buscando otro verso amigo, y en su pasión vive y ama, con la libertad de un niño.
Veloz nace la palabra, que va dejando sonidos, entre las voces hermanas, en labios que anuncian gritos. La sed cuajó en la mirada, atenta en su sacrificio, y sus notas son las olas, que en las orillas son ríos.
Amar a pesar de todo, ante el odio el desafío, con las ventanas abiertas, aunque viaje dentro el frío. Amor sobre las tormentas, el dueño de los sentidos, amor que a golpes despeja, de hojarasca los caminos.
Veloz el mundo da vueltas, aunque es lento el estribillo, y va perdiendo la fuerza, por el castigo infringido. La dignidad se ha perdido, disuelta en el torbellino, que arrebata la inocencia, de golpe, como un bramido.
Tierna voz que en la vorágine, parece un simple gemido, y al acariciar el ruido, nacen de esperanza notas, que dormitaban inanes, en auténticos sonidos. Voz etérea que al instante, vence al odio, habla al distinto.
Veloz escapa quien huye, sin mirar atrás, sin ruido, aprende a desaprender, sin despreciar lo vivido, la mirada en lontananza, sin olvidar lo aprendido, y un amar en la esperanza, para dar al amor brillo.
“Enseña de un pueblo herido que nunca será vencido . . .”
Provienes de noble cuna, Santa Fe de la Laguna, precioso sagrado lienzo preludio de un recomienzo.
Las costuras que te enmarcan tu virtuosismo resaltan, reminiscencia de amores cuatro campos de colores.
Ciénega, tinte morado, Maíz, rico manjar adorado, que se preserve el idioma materna lengua que aroma.
Azul, la Región del Lago, pescado blanco, un halago, Yácatas en las riberas memoria de viejas eras.
Once Pueblos, la Cañada, luz de amarillo . . . bañada, el Río Duero serpenteando la vida fertilizando.
Meseta, bosques serranos, el verde y madera, hermanos, su fecundidad promesa de inestimable riqueza.
Un escudo bello emblema rematado por un lema, voz, “Juchari Uinapekua”, frase que al verso se adecua.
Significa: “nuestra fuerza”, palabras de raza tersa, simbolismo michoacano herencia de un pueblo sano.
Como el canto de un pireri Dios del Sol, Curicaveri, transformado en obsidiana, fuego, brasa meridiana.
Veinte flechas puntiagudas, medio cuerpo sus figuras hacia puntos cardinales mensajes subliminales.
Cuchillo, de piedra blanca destino de esencia franca, filo que termina en punta, un puño hacia el cielo apunta.
Morena mano cerrada su poder será alborada de aire, agua, tierra, fuego, por Michoacán es mi ruego.
Tela de varias facetas todas éllas muy concretas, primeramente nacer, después en el bien crecer.
Reproducirse, morir, hasta la eternidad partir; fiel, . . . P’urhépecha Bandera a nuestra estirpe libera.
De injusticia, de miserias, de traiciones, de tragedias, etnia de ancestrales sabios olvidemos los resabios.
Vinculados a Quiroga con vigor que el llanto ahoga, pasemos el trago amargo ¡hay que salir del letargo!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Cherán, Michoacán, México, julio del 2011 Dedicado al diseñador de la Bandera P’urhépecha, el pintor y muralista Don José Luis Soto González; réquiem a los indígenas asesinados el 17 de noviembre de 1979, en Santa Fe de La Laguna, por los ganaderos y guardias blancas de Quiroga. Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Mujer que tomaste cartuchera y carabina en cruentas batallas fuiste paño y musa símbolo de la mexicana por excelencia junto a tus padres, tus hermanos o tu hombre empeñada en defender tu tierra, tus derechos y futuro
Hoy no sales con morrales ni rebozos no cocinas bajo los vagones de los trenes en el combate no cargas a tus hijos a la espalda en el closet guardas el gran sombrero y la guitarra pero todavía cantas mientras bregas a sabiendas de que la guadaña pende sobre tu cabeza
Tu ímpetu aún está vigente te armas de conocimientos en las aulas enarbolando por bandera los ideales de ver soberana y próspera a la patria
las balas has suplido por los libros y los blandes frente al enemigo como antes con coraje y con valor sueñas hacer que la letra renazca con su fuerza sueñas construir en el país lo que no ha podido a pesar de la sangre vertida en continua lucha
Adelita que con sudor riegas los campos de labranza y prefieres la muerte antes que abandonarlo a ningún precio te compran ni te vendes por más poderoso que sea el opresor en turno mujer que sus ancestros lleva en las venas mujer que los escucha gemir bajo sus pies
mujer curandera, obrera o artesana no es menor tu mérito en la batalla Adelita de dulces versos y sensible alma no es menor tu consuelo al atribulado cuando cansado está de no ver resultados
Adelita que enormes pesares lleva a cuestas pero con dignidad mantiene alta la frente mujer que disfrutas citadina calma mujer que acostumbrada estás a los colchones pero reaccionas si la tranquilidad se turba y la razón convoca a encender la llama dejas tu pedestal y te plantas firme decidida a ofrecer tu vida en aras de justicia
Adelita que no morirá porque su espíritu persiste Adelita que dejó su sello permanente de amor, filantropía y heroísmo de norte a sur en mi país eres leyenda viva y en cada niña concebida estás latente
Me encanta presenciar tu silencio, sobre todo, cuando levantas la mirada, contemplando el azul del cielo, te muestras como ausente de la tierra... ¿Desearías cabalgar a lomos de tu estrella preferida, con la intención de volver a visitar aquel idílico lugar, en el cual te sentiste tan gratificada?. Me fascina tu mirada, cuando se pierde en el intento de darle vida a ese mundo que deseas como propio. Adoro tus sueños, tus deseos, no sabes hasta que punto quisiera sentirme cómplice de tus secretos, pues sin apenas conocerlos, siento la misma necesidad de trasladarme a ese idílico lugar, donde has decidido que descanse tu silencio. El corazón amigos míos, tiene la facultad de ser libre, por esa misma razón, debemos tener el valor de escucharlo cuando nos quiere decir algo.
Mi vinculación a tí , es infinita, hemos creado cadenas invisibles, tu justificada tristeza me afecta, tu inesperada alegría me tranquiliza.
Yo no concibo la vida sin tu presencia, tu habilidad manual para crear de la nada, tu desinterés por la economía conjunta, debido a tu perpetua e infinita confianza.
Nos hemos distribuido las funciones y tareas, aquellas que no soy responsable me relajan, es bello ver cómo se desarrollan y ejecutan, las mías son menos prosaicas, administrativas y numéricas.
Hemos aprendido a estar juntos con espacios, aunque estemos contiguos no nos presionamos, sabemos respetar los tiempos ajenos, cada uno tiene sus propios y únicos ocios.
Me gusta observarte y mirarte, para mí siempre serás bella, porque en mi mente veo tu aura, haces que por tí trabaje sin desgana.
La gente dice que somos una bella pareja, aunque en algunos casos somos opuestos, en otros somos siameses y almas gemelas, sobre todo en cuidar nuestras voluntarias cadenas
En el lugar preciso, en el momento justo, en el instante óptimo, en un bello segundo, se ha plasmado la vida, a la verdad vislumbro, en una brizna lúcida, en un instinto ínfimo.
En selváticos tiempos, un sendero se esconde, un atajo entre sueños, vericuetos sin nombre. Se despeja el camino, de brozas enredado, de marañas de vidas, que entrecruzan sus halos.
Gritos son las caricias, reclamando su sitio, de besos alaridos, exigiendo su espacio. Grita así la mirada, que el derecho reclama, y libera la voz, de la palabra amada.
Grietas entre los ojos, como simas sin alma, en las cabezas vanas, en cerebros que albergan, vacíos en sus canas, fisuras en los ojos, de lágrimas airadas, de miradas que embisten, de reflejos que aman,
De negro viste el alba, de blanco la mañana, de claroscuro el verso, que despertó entre sábanas. De azules firmamentos, de fuego viste el alma, como de gris las noches, entre visiones mágicas.
Verde quedó la aurora, de rojo son sus simas, en su interior bañada, de brasas encendidas, resplandores que olvidan, pesadillas pasadas, y un conato de sueños, balbuciendo sin granas.
El derecho se extingue, cuando el poder se afana, nebulosas de vidas, procesiones famélicas, de cansados andares, de almas derrotadas, transitan entre sombras de luces matizadas.
Amor entre los grumos, de pesadas palabras, en busca de la vida, que entre fisuras habla, a manotazos ama, entre brumas lo alcanza, al otro amor que nace, entre esencias que manan.