¡Cómo puedo decirte que no te amo
que llegado el momento podrás irte!
¡Cómo puedo decirte sin herirte
que se murió la rosa de aquel ramo!

Lágrimas dentro de mi alma derramo
que no dejan al desamor sentirte,
solo quiero con mi dolor decirte
que olvides para siempre mi reclamo.

¡Cómo te puedo decir sin mentir
que fue tu abandono y la indiferencia
las que nos dejaron sin el amor!

¡Cómo amarte si dejó de existir!
¡Cómo puedo decirte que es la ausencia
causante de tu pena y tu dolor!

Julio Medina
24 de julio del 2010

Cuando el fracaso abruma en el alma
esta adversidad
alimenta el dolor que deploro,
esa angustia donde no existe calma
y en el eterno silencio sin lágrimas lloro.

A solas he estado los últimos años
no importa si la realidad parece ser otra,
realidad con una magnitud de daños,
la causante del desdén que me postra.

Desprecio percibido en carne propia
llegando a lo más profundo del corazón,
perturba mis pensamientos como a una hostia
que me roba el sosiego hasta perder la razón.

Sufriendo la cruel decepción de perderte
y nuevamente vuelvo a sentir la soledad,
cruel amiga, jamás he de quererte
has llenado mi vida de infelicidad.

Humillado, herido y desesperado
intenté comenzar de nuevo.
¡Qué error! me encuentro atrapado
y no puedo levantar raudo vuelo.

¿Será la vida tan implacable
que me ha fijado un rudo destino?
La felicidad para mí es inalcanzable
y la desdicha es la virtud del camino.

Julio Medina
28 de julio del 2010

Amado, se vate fosses,
Meus olhos incendiarias
Sempre que lesse teus versos
Que por paixão me farias!

Caminaba por la vereda oscura
de una noche fría y lluviosa,
escuché ruidos extraños, habían grises mariposas
llenándome de espanto, de locura.

Me detuve a mirar, con el bastón agarrado,
a una imagen,
en la densa niebla flotaba dentro,
vestía un atuendo blanco, desgarrado
y venía veloz a mi encuentro.

El miedo se apoderó de mis sentidos,
mientras ese espíritu fugaz
me arrollaba, dejándome incapaz,
me lanzaba contra el suelo, estaba abatido.

¡Grité tanto!...
Lamentos confundidos con el silencio eterno,
agitado respiraba el aroma de tu perfume,
mientras suplicaba para que te esfumaras
sentía en mi interior
que estaba entrando al mismo infierno.

Julio Medina
12 de septiembre del 2010

Dejen a los niños jugar
blancos, negros, su color
no ha de importar.
Hay un hombre causándome terror
que me obliga a trabajar.

Mis amiguitos y yo
ya no podemos jugar…
Él con un látigo me castiga
una y otra vez
y de mi negra piel herida
un líquido rojo comienza a salir.

Que mis niños no sean de color
es el sueño de mi fantasía,
ellos sufren injusto dolor
en sus rostros no hay alegría.

Cuando llego a la casa
no me deja estudiar
va y toma la brasa
y me comienza a pegar.

Mi piel habré de cambiar
no quiero la original,
esclavo, abusado y marginal
por el mundo haré pregonar.

¡Qué jueguen los niños,
qué brinquen y corran,
entre parques y guiños
sus tristezas se borran!

Julio Medina
18 de Julio del 2010

Siempre pensé ser muy fuerte
nada ni nadie podría doblegarme,
vivía por vivir aunque deseaba tenerte,
nunca imaginé que ibas dejarme.

Llegado el momento de la separación
me sentí vacío, sin alma,
al verte partir me abrigó la desesperación
comencé a perder la calma.

Te pedí, te supliqué que no me abandonaras,
pero otras presiones tuvieron más valor,
y a pesar de que mi mente me controlaba
no pude esconder que lo que sentía por ti era amor.

El coraje que me embriagaba
no me dejaba mirar dentro de mí,
y al ver como te alejabas
mi corazón se desangraba por ti.

Porque yo te necesitaba
deseaba estar junto a ti,
cuando me di cuenta de cuanto te amaba
fue muy tarde y por eso te perdí.

Julio Medina
2007

Solo voy por la vida
buscando sanar mi dolor,
de esta profunda herida
que me ha causado tu amor.

Sabes, una vez fuiste mía
y te entregué todo mi ser.
Con un beso tierno un día
llenaste de luz mi padecer.

Sin ti estoy desesperado,
no tengo dicha en mi alma.
Mi corazón se ha desangrado,
es un temor donde no hay calma.

Estoy sentado en la banca
donde por primera vez te vi,
he visto volar la paloma blanca,
quien preguntaba por ti.

Julio Medina
4 de agosto del 2010

Recuerdo la sonrisa de tus labios
con entrega y pasión me embriagaba,
y esa mirada sin agravios
llena de dulzura enamorada.

Amor verdadero disfrutamos
respirando de tu cuerpo la fragancia,
un rico aroma que en la distancia
ese momento grato recordamos.

Te he buscado sin cesar,
vagando va mi pensamiento
en la inmensidad del tiempo,
de ti no me puedo olvidar.

Y hoy solo puedo recordarte,
aunque ya no estoy presente en tu corazón.
Al pensar en ti pierdo la razón,
por eso sigo tratando de encontrarte.

Julio Medina
5 de agosto del 2010