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Me llevo esos recuerdos momentos de alegría intensa que una vez llenaron mi vida de felicidad inmensa.
Tristezas que evolucionaron en lo más profundo de mi ser, ideas que mi mente cambiaron hasta la forma de las cosas ver.
Me voy con mis secretos los que a nadie pude confiar, amores que nunca fueron discretos y que marcaron mi manera de amar.
Y hoy que se me acaba la vida pienso en el amor que una vez te di, se termina el tiempo, es mi partida y lloro porque sé que te perdí.
Me llevo esos dulces momentos dentro de mi corazón escondidos, cuando a solas en mí pienses será muy tarde, ya habré partido.
Julio Medina 2004
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Poeta
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Lloran las flores porque te has ido dejando un espacio triste y sombrío, aquel abrazo lento y tardío no surtió el efecto pretendido.
Y te alejaste sin mirar atrás sin aceptar la realidad, aquí espero una oportunidad, no quiero perderte jamás.
La fría lluvia haciéndome recordar cuando te dije: “toma mis manos, nuestros errores corrijamos, no nos dejemos de amar”.
Y me quedo aquí pensando porque lo nuestro tuvo que fallar, busco repuestas que no puedo hallar, aún sabiendo que te sigo amando.
Julio Medina 8 de octubre del 2010
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Poeta
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Siempre estás conmigo adonde quiera me acompañas, con las intrigas me engañas tu amor así lo consigo.
El futuro era incierto entre tu vida y la mía, con serenidad me decías que mi sueño estaba muerto.
Así en el tiempo fui cediendo entre la angustia y el desamor, me acostumbré a tu dolor y ahora te estoy queriendo.
Julio Medina 8 de octubre del 2010
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Poeta
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Ah, belleza, anhelado tesoro Que todos buscan y nadie logra encontrar! ¿Dónde estás? Dime, te imploro ¿Cuál es el camino, cómo te puedo hallar?
¿Acaso estarás en la delicadeza de una rosa? ¿En la armonía artística de la danza? O en el caprichoso vuelo de la mariposa Debo concentrar mi más necia esperanza?
Sí, necio es buscar una aguja en un pajar Pues, luego de mucho pensar, lo he llegado a vislumbrar No podras hallar jamas la belleza perfecta, Si eso buscas no obtendrás más que el frío de la derrota Tampoco existe para lograrla una fórmula correcta No la hallarás en la rosa, la danza o la mariposa
Pues la belleza de la rosa sólo admira Aquél con sensibilidad para disfrutarla E impregnar su espíritu con el aroma que respira Y únicamente en el alma podrás hallarla
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Poeta
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Por esa mirada tuya que es sol, luna, mar tierra, estrellas y mucho más qué no daría, amor mío. Por verte al lado mío iluminándome con tu sonrisa, acariciándome como la brisa, elevándome majestuosa como el pétalo de una rosa que se deja llevar por el viento y recorre así el firmamento daría mi vida, lo juro. Por este amor tan puro, savia vital de mi alma que me devuelve la calma, que está presente en mis manos, el brillo de mis ojos, mis labios y en cada poro de mi piel, creo que he vuelto a nacer. Por eso mi alma, mi vida, Mi corazón, mi alegría, todo, todo lo que soy, amor, todo lo daría por vos.
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Poeta
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Melancolia de mis ojos que no te ven Melancolia de mis manos que no rozan tu piel Melancolia de aquel beso que nunca fue Cuando nos vimos ese día por ultima vez
Una hermosa tarde soleada Los pájaros cantaban alegres, Sus notas me hablaban de amor Acariciando mi alma extasiada El aire se tornó embriagador
Con ansias yo te esperaba Llegaste y fue como un sueño Que se rompió con aquella mirada Atravesando cual puñal mi pecho
Pues no había en ella pasión Ni asomos de nuestro gran amor Apenas escuché tus palabras Si ya lo sabía, sola me dejabas.
Y el sol de pronto se apagó, Las nubes se apoderaron del cielo, los pájaros callaron su canción la soledad me cubrió con su velo y la sonrisa de mi rostro se borro.
Ah! Muerte lenta y dolorosa Eso es la melancolía Como los pétalos de la rosa que caen un poco cada día
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Poeta
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Caminando por la senda de la vida Paso a paso, poco a poco Voy descubriendo mi verdad Por más que llegue a tenerlo todo Al terminar el camino, nada me ha de quedar
De qué vale tener el más bello hogar Sin alguien con quien compartirlo Si cuando yo me vaya, a nadie puedo legarlo, Para qué entonces esforzarme en lograrlo Si cuando ya no esté, será sólo un lugar vacío?
Las riquezas materiales Son la espuma de las olas del mar Tal como llegan, así también se van Lo que vale es lo que el mar nos deja Es la sal que se queda en la arena
Son las experiencias de la vida Las acciones de todos los días Que hacen la riqueza del alma La que impacta en las personas queridas Y marcará una huella, recompensa merecida
Pues es éste el mayor tesoro, Mirar hacia atrás y no haber vivido en vano Que por nuestras acciones seamos recordados Y dejar una huella que quede cuando nos vayamos
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Poeta
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Siempre dices que me quieres que por mi amor lucharás, pero al no estar conmigo me hieres aunque digas que nunca me dejarás.
Tu manera de amar me entristece porque me tienes en último lugar, si jugar es lo que te apetece no estoy dispuesto el hacerme rogar.
Prefieres vivir en otro lado simulando que todo está bien, sin embargo estoy desesperado porque te alejas y yo no sé con quien.
Quizás has ignorado que mi amor por ti es verdadero, a solas en las noches he pensado que lo que dices sentir no es sincero.
Partiré a tierras extrañas donde el amor quedará en la distancia y será el tiempo quien dirá si empaña a un sentimiento que te entregué con ansias.
Siguen los días pasando en la letanía de mi pesar, el amor se está olvidando porque me tienes en último lugar.
Julio Medina 25 de junio del 2010
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Poeta
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Ella es el alma en mis poesías ella es el éxtasis fugaz, inofensivo fuego voraz de las dulces melodías.
Ella es la canción melodiosa cuando alegra al corazón, que conmueve a la pasión, ella es de mi amor la diosa.
Ella es mi inspiración en las horas de tristeza, ella es la belleza que yo exalto en mi canción.
Ella es la lágrima de mi llanto, la alegría que está en mi sonrisa, ella vive en las notas de mi canto, es el aire que respiro de la brisa.
Ella es mi pensamiento, mi amor, mi fe, mi desvelo la mujer que añoro con esmero, la inspiración de mi sentimiento.
Ella es el cielo, la tierra, el mar es la bendición de mi vida, ella es la mujer querida, ella es a quien yo quiero amar.
Julio Medina 1971
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Poeta
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Mientras la cálida y fugaz lluvia caía jugaba con la perla cristalina, en la lluvia danzaba allá en la esquina me mojaba y me mojaba, gritaba y reía.
Gotas suaves acariciando tu piel toda empapada bajo el árbol seco, aquel suave sonido se une al eco de un tierno beso dulce como la miel.
Esas manos arrullo, humedecidas transmiten a mi cuerpo fuerte calor, que estremece y eriza todo mi ser.
Esas mejillas frías, enrojecidas de frío tiemblan y se sonríen del dolor al sentir esa copiosa lluvia caer.
Julio Medina 10 de julio del 2010
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Poeta
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