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Sueño contigo recostado sobre tu pecho, con mis labios posados muy cerca de tus senos, mirando al destello de tus ojos morenos, piel con piel suspirando en el lecho.
Mis manos jugando con tu cabello, esas fibras de oro negro despiertan mi locura, respirando en tu cuello, el aroma me captura y nos hace vivir ese momento tan bello.
Sintiendo tu suave voz susurrando en el oído repitiendo una y otra vez: “te amo, te he deseado”. La felicidad me embriaga, ya tengo el amor soñado, aunque sea en el sueño por un amor prohibido.
Julio Medina 1969
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Poeta
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Y la luna fue testigo silente de este amor apasionado, que siempre hemos ansiado con ese fuego ardiente.
Lo que viví intensamente desde que te conocí, lo he deseado, en tus aguas he navegado dejándome arrastrar por la corriente.
Escalando tus hermosas montañas llenas de deseo y ternura, fue en la arena humedecida por la frescura cuando penetré en tus entrañas.
Pero en la oscuridad del atardecer el néctar del amor invadió la profundidad de tu cuerpo, te agarraste del mío con intensidad, y nos fuimos por un alborotado mar de placer.
Julio Medina 30 de enero del 2011
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Poeta
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Tú no comprendiste que yo te quería con desesperación te amaba, pero la traición asechaba y otro corazón tenías.
Bajo la luz del alba te amé por ti lloraba ¡cómo me moría! Pero tú solo fingías y dudaste del amor que te juré.
Te reíste, te burlaste he sido un incomprendido, como dices que nunca me has querido y que de mí te cansaste.
¡Y ahora pretendes volver otra vez a mi lado! Aquel amor se ha terminado, ya no te puedo creer.
Julio Medina 1970
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Poeta
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Para tus cabellos van mis manos
Rápidas ligeras como tu sabes.
El sol seduce lo silvestre del campo.
Mis palabras llenan todo lo que de ti nace.
El viento entorno a ti especula. No estoy sordo.
Serenatas de pájaros en los árboles componen tus paisajes.
A tus océanos voy con los brazos anclados
con las redes abiertas para capturar tus soles.
A tu voz va mi cuerpo.
A tus manos mi corazón.
Jardín de invierno.
Volcán en llamasme asolas hasta envejecer.
Triste viste el otoño con tu lejanía.
Bosques espesos de ilusiones levantan alas.
El silencio trae tu nombre….
Solo un beso bastaría para mi calma.
Para tu adiós van mis manos.
Para mi corazón tu voz de naufrago.
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Poeta
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Esta noche no estaré contigo Me alejare despacio en medio de tantas dudas. La noche……. Un sepulcro. Velo mortal de ideas. Tormenta sin respiro
Saber tus manos lejos Sentir que te he perdido Consume mis ganas de amante Destruye mis fuerzas Desterrado estoy en tu olvido…
Amor, locura, Es la tormenta que no quiero Un día fuimos solo uno Lloro por haberte perdido.
Lejos la primavera el amor que un día conocimos.
El tiempo nos dará nuestros nombres La propia identidad. Un día quizás comprendas todo lo que fuimos.
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Poeta
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Sentado sobre el mundo al igual que una rueda constante. No soy el mismo. Ya no soy el de antes.
Despierto después del largo sueño, te dibujo entre sábanas de seda. te escudriño completa. Pero sin tocarte. Solo para saberte en mi hábitat solo para sentirte cerca.
Hija de la tierra. Madre, fuego, agua que recorre mis anhelos. Te construyo entre mis sueños, en mis noches sedientas te bebo hasta saciarme. Te construyo en mis guerras para dormirme tranquilo.. En tu pecho. En tus dulces colinas que sacian mis deseos. Que calman mi sangre. Que alimentan mi cansado cuerpo de combatiente mal herido. Después del largo día. Después de la locura. Para perderse en tus brazos. Para volver a la carga y al orden de las fuerzas.
Eres tú. Fundida entre la niebla. La piedra angular de mi alimento. La voz que me duerme y acaricia. Para levantarme nuevamente… Para vivir.
Me alejo pera sentirme desolado. Para sentirme niño entre tus brazos. Para quedar desnudo Para necesitarte.
La noche se derrumba y el tiempo se cae. El silencio duerme en las paredes. En las almohadas duermen mis sueños. Te tengo cerca. Mi piel te busca para sentirme completo. Mis manos te acarician para adorar tu frágil cuerpo. Para amarte. Y darte el consuelo de mi voz primitiva. Quieta como una tumba. Serena como las hojas de mis versos.
En tu voz descansa, la lucha de la mujer doliente. En tu manos el arma del trabajo sin pausa. En tus ojos la voz del amor que abraza. En tus cabellos, el sol de la mañana que se baña.
Ojos de mujer. Remedio del hombre afligido. A ti te amo antes que a la tierra. Antes que a mi mismo. Antes que mis versos.
No basta el tiempo para callar mi voz en tu oído. Para amarte en las cortas madrugadas. Para adorarte como el pilar de mi tierra. Para vivir en tu amor como un hombre terrestre.
Gonzalo Giuseppe Diaz Bacigalupo
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Poeta
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Cabellos de Mujer Para tus cabellos van mis manos Rápidas ligeras como tu sabes. El sol seduce lo silvestre del campo. Mis palabras llenan todo lo que de ti nace. El viento entorno a ti especula. No estoy sordo. Serenatas de pájaros en los árboles componen tus paisajes. A tus océanos voy con los brazos anclados con las redes abiertas para capturar tus soles. A tu voz va mi cuerpo. A tus manos mi corazón. Jardín de invierno. Volcán en llamas me asolas hasta envejecer. Triste viste el otoño con tu lejanía. Bosques espesos de ilusiones levantan alas. El silencio trae tu nombre…. Solo un beso bastaría para mi calma. Para tu adiós van mis manos. Para mi corazón tu voz de naufrago.
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Junte el tiempo vil y perpetuo A tu sonrisa nocturna Y el espasmo cedió, La ansiedad ocultaba mi propósito Y un fuego iracundo Cocinaba las horas dejadas; Por qué me abandonas A ese ritmo enajenado de tus silencios, Al encanto afiebrado de tus ardores Por qué así...[/color] Junte el tiempo vil y perpetuo A tu sonrisa nocturna Y el espasmo cedió, La ansiedad ocultaba mi propósito Y un fuego iracundo Cocinaba las horas dejadas; Por qué me abandonas A ese ritmo enajenado de tus silencios, Al encanto afiebrado de tus ardores Por qué así... [/color]
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Ojos de mujer te asemejas a la palabra poesía. Poesía es todo lo que tú eres. La voz de tus miradas la luz de tus palabras. Socavan lo profundo de mi alma.
Yo nací para quererte Para ver florecer tus crepúsculos en primavera Para abrazar tus sueños Para enraizar tu fuente y amar el fruto secreto de tu tierra. Yo nací para ti.
Prefiero ser la noche Conquistar tus palabras nostálgicas Prefiero ser la noche
En la oscuridad del silencio tu recuerdo se hace constante. Letras invisibles dibujan palabras olvidadas. No quiero leerlas.... Calla……. Calla……..
Enaltecida bella y concebida te visitan los otoños con sus hojas Un dedo esculpe en el polvo del piano tu silueta latente. Por no estar contigo…. Por no tenerte cerca.
Colmo de mi sangre. Inspiración de mi eterno ser. Bésame, bésame hasta la muerte hasta el último suspiro de tus labios, hasta que la noche acueste los árboles. Hasta que me quede dormido Solo bésame……..
Gonzalo Díaz Bacigalupo
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Poeta
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Solitario escribo en mi dormitorio poemas, canciones y versos, trayendo recuerdos adversos, los que expongo a mi auditorio.
Frases de un amor fingido, melodías que alborotan el recuerdo, sentimientos que estuvieron en desacuerdo, desamores por los que he sufrido.
Así he tenido un largo camino, los momentos difíciles me han tocado, perdiendo la fe en lo que he amado, con heridas que cambiaron el destino.
Es la dicha inalcanzable objetivo, la soledad se obsesiona en castigarme, con su látigo no deja de azotarme. el dolor siempre me ha perseguido.
No hay espacio en mi vida para el amor, cuando nací el cielo me arrancó el corazón, en su lugar colocó veneno del aguijón, lo que toco destruyo con amarguras y dolor.
Julio Medina 25 de agosto del 2010
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Poeta
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