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¿Quién te puede sacar una sonrisa en días de lágrimas? ¿Quién te puede hacer sentirse vivo en un mundo de muertos? ¿Quién está allí para atraparte en todas las orillas Y sacarte todos tus miedos?
¿Quién te puede calentar en inviernos infinitos? ¿Quién te puede cantar en días de sordez? ¿Quién te puede decir que todo va a estar bien Más de una vez?
Fue caminando por el hilo entre el sonreír y el suplicar Que tuve delante de mí, tan bella y divina, Más que un ángel, tan buena y sencilla, Una mujer quien jamás podría dejar de amar. Aunque nos aparten miles de meses o días, Quilómetros de fríos mares y océanos, Quizás veranos a lo largo de los años, Es en tu sonrisa que comparto mis alegrías.
En los ojos que nunca llegué a mirar O en las palabras que he oído al acaso Me pierdo y felicito en el sueño de un abrazo Y vivo la vida por verla triunfar. Pero sí me pierdo en oscuros pasillos Sé que basta tu presencia para que a la cumbre Llegue tan bien y sin ninguna incertidumbre De que en el pico puedo construir mi Castillo.
Así que quien me puede arrancar sonrisas en medio a ríos de lágrimas Es quien me puede hacer vivir en medio a la oscuridad: Una mujer de quien nada conozco, codicio o quiero Aparte de tu existencia para alejarme el malo y traer la felicidad.
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Poeta
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Imaginación…
Con imaginación voy a llenarte el corazón y mi voz va a suplir el ruido de la cascada, el sonido del viento, mis manos te harán creer que tienes a la tierra entre tus manos y mi cuerpo en oratoria, no parara de seguirte describiendo con portento y sentimiento lo que está mi forma de pensar te quiere expresar.
Imaginación.
Tu mirada hizo en mi lo que el canto de sirena al marino, tu presencia rebota mis sentidos, no hay tranquilidad salvo al escucharte, sí te siento no es para alagarme, mas bien para soñarte, soy un lio, que no sabe donde empezó, ni cuándo terminará, seguro es que esto va más allá de mis sentidos, de mi forma de pensar.
Imaginar, imaginarte, soñar, estar contigo, verte, amarte, decir y compartir, todos son instancias a las que puedo llegar… si como hasta ahora sigo pensando en ti.
Y más y más cosas sucederán y yo…y yo, ya no estaré ahí!!! ® ALEK666 ® TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
® ALEK ® Puedo decirte mil formas de amarte… Pero ninguna se comparará con el estar realmente contigo.
© Copyright 2010 – All Right Reserverd © Todas las cosas cambian, y el amor hace cambiar a las personas!!!
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Poeta
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El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos de mal: el lobo de Gubbia, el terrible lobo, rabioso, ha asolado los alrededores; cruel ha deshecho todos los rebaños; devoró corderos, devoró pastores, y son incontables sus muertes y daños. Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados. Los duros colmillos dieron cuenta de los más bravos perros, como de cabritos y de corderillos. Francisco salió: al lobo buscó en su madriguera. Cerca de la cueva encontró a la fiera enorme, que al verle se lanzó feroz contra él. Francisco, con su dulce voz, alzando la mano, al lobo furioso dijo: ?¡Paz, hermano lobo! El animal contempló al varón de tosco sayal; dejó su aire arisco, cerró las abiertas fauces agresivas, y dijo: ?¡Está bien, hermano Francisco! ¡Cómo! ?exclamó el santo?. ¿Es ley que tú vivas de horror y de muerte? ¿La sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanto que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tanta criatura de Nuestro Señor, no han de contener tu encono infernal? ¿Vienes del infierno? ¿Te ha infundido acaso su rencor eterno Luzbel o Belial? Y el gran lobo, humilde: ?¡Es duro el invierno, y es horrible el hambre! En el bosque helado no hallé qué comer; y busqué el ganado, y en veces comí ganado y pastor. ¿La sangre? Yo vi más de un cazador sobre su caballo, llevando el azor al puño; o correr tras el jabalí, el oso o el ciervo; y a más de uno vi mancharse de sangre, herir, torturar, de las roncas trompas al sordo clamor, a los animales de Nuestro Señor. Y no era por hambre, que iban a cazar. Francisco responde: ?En el hombre existe mala levadura. Cuando nace viene con pecado. Es triste. Mas el alma simple de la bestia es pura. Tú vas a tener desde hoy qué comer. Dejarás en paz rebaños y gente en este país. ¡Que Dios melifique tu ser montaraz! ?Está bien, hermano Francisco de Asís. ?Ante el Señor, que todo ata y desata, en fe de promesa tiéndeme la pata. El lobo tendió la pata al hermano de Asís, que a su vez le alargó la mano. Fueron a la aldea. La gente veía y lo que miraba casi no creía. Tras el religioso iba el lobo fiero, y, baja la testa, quieto le seguía como un can de casa, o como un cordero. Francisco llamó la gente a la plaza y allí predicó. Y dijo: ?He aquí una amable caza. El hermano lobo se viene conmigo; me juró no ser ya vuestro enemigo, y no repetir su ataque sangriento. Vosotros, en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios. ?¡Así sea!, contestó la gente toda de la aldea. Y luego, en señal de contentamiento, movió testa y cola el buen animal, y entró con Francisco de Asís al convento. * Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo en el santo asilo. Sus bastas orejas los salmos oían y los claros ojos se le humedecían. Aprendió mil gracias y hacía mil juegos cuando a la cocina iba con los legos. Y cuando Francisco su oración hacía, el lobo las pobres sandalias lamía. Salía a la calle, iba por el monte, descendía al valle, entraba en las casas y le daban algo de comer. Mirábanle como a un manso galgo. Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, desapareció, tornó a la montaña, y recomenzaron su aullido y su saña. Otra vez sintióse el temor, la alarma, entre los vecinos y entre los pastores; colmaba el espanto los alrededores, de nada servían el valor y el arma, pues la bestia fiera no dio treguas a su furor jamás, como si tuviera fuegos de Moloch y de Satanás. Cuando volvió al pueblo el divino santo, todos lo buscaron con quejas y llanto, y con mil querellas dieron testimonio de lo que sufrían y perdían tanto por aquel infame lobo del demonio. Francisco de Asís se puso severo. Se fue a la montaña a buscar al falso lobo carnicero. Y junto a su cueva halló a la alimaña. ?En nombre del Padre del sacro universo, conjúrote ?dijo?, ¡oh lobo perverso!, a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? Contesta. Te escucho. Como en sorda lucha, habló el animal, la boca espumosa y el ojo fatal: ?Hermano Francisco, no te acerques mucho… Yo estaba tranquilo allá en el convento; al pueblo salía, y si algo me daban estaba contento y manso comía. Mas empecé a ver que en todas las casas estaban la Envidia, la Saña, la Ira, y en todos los rostros ardían las brasas de odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos. Me vieron humilde, lamía las manos y los pies. Seguía tus sagradas leyes, todas las criaturas eran mis hermanos: los hermanos hombres, los hermanos bueyes, hermanas estrellas y hermanos gusanos. Y así, me apalearon y me echaron fuera. Y su risa fue como un agua hirviente, y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente; mas siempre mejor que esa mala gente. y recomencé a luchar aquí, a me defender y a me alimentar. Como el oso hace, como el jabalí, que para vivir tienen que matar. Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad, vete a tu convento, hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad. El santo de Asís no le dijo nada. Le miró con una profunda mirada, y partió con lágrimas y con desconsuelos, y habló al Dios eterno con su corazón. El viento del bosque llevó su oración, que era: Padre nuestro, que estás en los cielos…
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Poeta
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La noche morena indolente hoy te ha traído un presente, no sabe que estás ausente que vives solo en mi mente. La noche morena preciosa y la luna caminera vanidosa, vienen vestidas con prosa y lucen muy presuntuosas. La noche morena, la luna y su brillo… ¡Hacen cantar a los grillos, y en una mata de membrillo ha anidado un pajarillo! La noche morena está inquieta no te ha visto salir coqueta, la luna caminera se va… secreta y los grillos callan su cantaleta. ¡La noche morena escuchó un lamento! ¡Ay, y yo que la amaba tanto! ya no hay canto, solo llanto, él, es puro dolor y quebranto. La noche morena y noviembre en un ataúd grande de mimbre… velan los restos de un nombre cuatro candelabros y un hombre… delalma
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Poeta
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Que dulzura la del dulce, endulzar lo amargo de nuestras vidas, por lo que el rigor del día amarga lo dulce del cotidiano día.
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Poeta
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Largos caminos anduve, ora cálidos, ora fríos acompañado por el sol a veces y otros por la luna y fue sólo por ti. Pero hoy he visto claro busco alguien como tú con ojos como el cielo y pelo color noche. Que tenga brillos multicolores como plumas de colibrí que cante como la alondra o el jilguero con voz blanca o carmesí. Con torrente de voz clara y melodiosa delicada como un lirio alegre y triste como un violín gitano. Pero ya no busco más porque sin tenerte… ¡te tenía! sin hablarme… ¡yo te hablaba! y eras tú, amiga… ¡Mi mejor amiga!... Delalma
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Poeta
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Te vi profundamente dormida fría, tan quieta como una roca, no palpaba en tus labios el color de rosa, no podía creer esa era tu partida.
Vestida con ese atavío blanco en un ataúd te llevaban a tu última morada, el cortejo fúnebre de mí se alejaba entre rituales y tristes cantos.
Lloré sin consuelo, con mi alma herida lágrimas derramé sobre mi guitarra, por la desdicha que a mi corazón desgarra, es un golpe fuerte que me da la vida.
La tumba adorné con blancas azucenas evidenciando el amor puro, transparente que en el corazón floreció y ahora está ausente; me acongoja tu ausencia, me destroza esta pena.
Julio Medina 29 de octubre del 2010
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Poeta
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Yo soy perfecto bien sin egoísmo, En mi no existe envidia ni rencor. Yo soy vida, yo soy paz, yo soy amor, Soy energía soy fuerza y dinamismo. Frente a toda circunstancia soy el mismo, Nunca he temido tragedia ni fracaso; Con gran firmeza voy dando cada paso: Yo soy seguridad y optimismo.
Yo soy del mundo la mayor riqueza; El más humano de todos los humanos, Pues nadie tiene mi mente ni mis manos Que son emblema de paz y de grandeza. Yo soy consuelo donde hay tristeza, Yo soy alivio donde hay dolor Y donde hay odio, yo soy el amor; Soy el milagro de la naturaleza.
Yo soy la luz donde hay oscuridad, Yo soy el agua para el que está sediento Y para el hambre yo soy el alimento; Yo soy salud donde hay enfermedad. Donde hay engaño, yo soy la verdad, Yo soy la vida que no conoce muerte; Donde hay debilidad, yo soy el fuerte; Donde hay cadenas, yo soy la libertad.
Yo soy como el águila que en firme vuelo, En lo alto o lo bajo va siempre serena. Yo soy inmutable en alegría o en pena; A mí no me cambia el fuego ni el hielo. Conozco la altura, yo he subido al cielo Y de lo profundo conozco el infierno. He visto lo antiguo, lo nuevo, lo eterno; Nada me es oculto, nada tiene velo.
Los siglos para mí, no han trascurrido; El tiempo y sus afanes no me dañan Y los que saben engañar jamás me engañan; Porque conozco lo oculto y lo escondido. Lo que yo sé de nadie lo he aprendido; Porque soy el saber y soy la ciencia, Aunque también la ignorancia y la inocencia; Yo las conozco porque de mi han salido.
De todo tengo la cuenta bien completa, Cuantos centímetros de agua tiene el mar, Los voltios que hay en la energía solar Y los gramos que pesa este planeta. Pinto mil cuadros si pinceles ni paleta; En un instante dibujo el universo Y transformo el infinito con un verso; Porque soy el literato y el poeta
Yo soy la luz de la sabiduría, Soy claridad en mi no hay nada oscuro. Yo soy pasado, soy presente y soy futuro; Yo soy el tiempo, soy la noche y soy el día. Ninguna fuerza se iguala con la mía, Amo y señor total, soy invencible. Soy majestuoso, soy fuerte y soy temible Soy jefe máximo en toda jerarquía.
Si alguien quiere conocerme: aquí estoy, En el aire, en la tierra y en el mar. A cualquier hora, en cualquier clima o lugar; No tengo ayer ni mañana solo hoy. Yo soy presente, no vengo ni voy, De lo que existe soy la esencia y soy el alma; Yo soy la tempestad y soy la calma; Príncipe del universo: EL GRAN YO SOY.
ALEJANDRINO CALVO SANGUINO
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Poeta
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un beso que es como una cereza en el ártico....
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Poeta
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silenciosas,las agujas del pino tejen el delicado perfume del oxígeno....
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