|
Que coração é este que tanto sente, que vive a música suave e bela de um piano, que se eleva ao infinito, que jubila em sentimentos. Obrigando as minhas cansadas mãos a procurar no vazio outras que as apertem e me levem para um baile no etéreo, onde sou silhueta branca revolteando suavemente entre o nada da existência oca do físico. Que interior místico é este que eternamente jovem, arrasta o meu corpo para a juventude plena e sábia de quem já não a possui. Mente vibrando de emoções que mudam as tristezas para alegrias e esperança de viver. Que almas me deram ao nascer tão limpa e doce, que força me rege no meio de tantas vicissitudes, dando-me momentos sublimes de ser o que não entendo. Porquê esta alma maior que o corpo, porquê este sentir tão profundo. Não sei. Mas sou feliz na diferença de ser diferente e única. Por vezes sinto pena da frivolidade que vejo á minha volta, mas continuo a ser eu na essência de ser a criatura que um dia numa madrugada fria de Abril nasceu num monte, tendo por tecto o firmamento, numa aldeia perdida junto á fronteira, onde o Meu Pai estava escondido. Nascer e morrer não tem hora. É só um momento. Mãe perdoa, devia ter esperado um pouco mais, mas sou culpada sem culpa. Que juntos hoje estejam orgulhosos junto a Deus desta vossa filha Não chorem por mim, não sofram, eu aguento. Era o destino meu, nada o modificaria, só tendo a força imensa que Deus me deu, posso dizer que amei e amo a vida! Mesmo vexada, insultada, abandonada, sou feliz e sou superior, porque sei que a inveja é a causadora de tanta miséria moral. Já pagarão. Como? Não sei nem quero saber. Simplesmente, sou feliz se tenho um relógio de cuco em madeira rude e branca. Como brinquedo numa casinha de bonecas. É bom. É doce. É o que sou. Um brinquedo nas mãos do destino. Porto,26 de Janeiro de 2015 Carminha Nieves
|
Poeta
|
|
NAVIDAD, triste noche sola sin familia. Invitada a casa de la de mi Amigo, acogida con amistad e cariño, no he conseguido, estar feliz. Añoranzas de tiempos lejanos, mi sonrisa era húmeda de las lágrimas que mi corazón lloraba. Noche de Reyes, en casa, trabajé hasta derrumbarme por el día. No quería pensar. Hace muchos, muchos años, sesenta e ocho, mi hermano Pepito, me dijo que iba a enseñarme como venían por el cielo. En el mirador en la noche helada e brillante llena de estrellas, me decía; mira, mira, aquella estrella ellos van allí. Creyente miraba e los vía, en sus camellos. La inocencia hace milagros e mirajes. Volvidos para dentro e com ansiedade estuve esperando hasta quedar dormida. Por la mañana mui temprano entre otros regalos tenía un coche de vidrio blanco con agua de colonia. Pobre criatura, si supieras como seria tu vida, no la desperdiciarías como lo hiciste. Pasa tan rápida que no nos damos cuenta que ya empezamos a bajar para el valle del olvido de los más jóvenes. Cosas de la vida. Como hay cosas del amor, muchas o pocas merecen la pena vivir. Si lo pudiera volver a hacer…. Mismo en mi valle olvido la edad e soy joven. Siempre lo seré. E los Reyes Magos existirán siempre para mí. Que todos tengan un recuerdo feliz, Un año Nuevo mejor e que nunca falte pan en la mesa e esperanza en el corazón. Oporto 5 de Enero de 2015 Carminha Nieves
|
Poeta
|
|
En todos los noticiarios ponen organizaciones que dan comida, bolsos con bienes de primera necesidad. En todos los súper mercados, te entregan un bolso para que donemos algo. Subastas de cosas regaladas para conseguir algún dinero para ayudar los que no tienen nada. Un contraste tremendo, entre no tener edad para trabajar y no querer hacerlo. Anduve dos o tres años buscando alguien que me ayudara en casa. No encontré a nadie. Yo sé cuál la razón. Ahora todos son técnicos, no quieren hacer ciertos servicios, tienen vergüenza de andar limpiando casas. Se olvidan que desde que nos casamos, somos empleadas domésticas para toda la vida y sin sueldo. Nadie nos agradece, no tenemos jubilación, solo somos empleadas para todo el servicio. Sin día de descanso ni vacaciones. Cuando ya criamos los hijos, ya no servimos para ser amantes de nuestros maridos, cuando cansadas queremos un poco de libertad y descanso, no hay nada para nosotras. Quizá una residencia, lejos de todos donde esperamos una migaja de amor y gratitud. En tiempos pasados ni pasaba por nuestra cabeza el miedo a la vejez. Lo tomábamos como natural devolver a quien tanto hizo por nosotros, hacerlo por ellos. Entiendo que los tiempos son difíciles, siempre lo fueran. Entiendo que hay desempleo, siempre lo hubo. Entiendo que trabajar cansa, siempre así fue y en peores condiciones. Entiendo también que el regalar en demasía es malo. Cuanto más fácil se nos ponen las cosas, peor es quedar sin ellas. Cogimos malos costumbres, todo fácil, no pensamos en el futuro. Una abundancia loca de cosas inútiles, para gastar dinero, como leyes, que no sirven para nada. Dinero a más para quien siempre tuvo el necesario es malévolo. Quitar a quien siempre lo tuvo y pasó de padres a hijos también. Pobres y ricos siempre desde que el mundo es mundo existen. En mi entender, la tercera edad compete a sus familias, no impuesta, pero salida del corazón. Que importa una vez por año dar un bolso con comida si durante el año están abandonados. Nada. Es un lavar de manos como Pilatos. En la vida todo tiene que existir separado pero formando un conjunto agradable de convivencia. Que las trompetas suenen, para despertar el hombre, que la justicia no sea un edificio lleno de pompa y circunstancia, que salga para las calles y resuelva servir la humanidad. Que importan las luces navideñas la música en las calles, si un ratoncito las puede apagar si entra en una grande central eléctrica. Es todo ficción, sueños falsos, por un puñado de días y noches que rápido pasan. D. Aniñas, vivía en una casita muy humilde, húmeda, pues por bajo pasaba un ribeiro. Tenía dos hijos, Vivian bien en sus pisos, con los hijos. Yo no era pariente, pero todas las semanas le llevaba no un bolso, pero los que hicieran falta con todo lo que necesitaba. La iba a buscar y la llevaba para mi casa para merendar y charlar, le daba lo que tanto quería de sus hijos, un poco de amor. Ya había sufrido mucho, había sido atropellada y abandonad, tenía un pie e parte de la pierna llena de alambres y tornillos. Mandaran hacer fisioterapia, no sé cómo la hicieran. Solo sé que le han estropeado aún más. Terminó sin la pierna, echada en una cama donde murió con una infección. D. Aniñas, era una buena mujer, desde vender pescado por las calles, hasta ir todos los años a Fátima a pie o de coche, llena de Fe, cariñosa, dulce, murió sin vivir en un apartamento aunque fuera de un dormitorio. Si fuera viva ya se le había llevado regalos, me acuerdo mucho de ella. Era el ejemplo de una vida que no debía de existir para nadie. De mi nadie se acuerda, de espacio todos se alejaran, para no quedar mal con la parte de mi familia que solo mienten. Por fin pasaré la Noche Buena en el seno de la Familia de mi Amigo. Lo hago porque sentí que me invitaran de corazón. Entre quince personas, estaré arropada e caliente, de amistad, no sola, llorando por dentro, recordando, las Navidades, de otros tiempos en compañía de mis Padres e hermanos. Sin mi niño Jesús acostado en su almohada con florcitas, que tanto quería tenerlo en mi nueva casa e con la frialdad me lo han cogido, ya otro arreglaré, para tener algo parecido. Que todos tengan Navidad siempre, un poco todos los días. Porto, 14 de diciembre de 2014 Carminha Nieves
|
Poeta
|
|
Sonrisas, complicidad, aventura Carencia, anhelo… Qué es lo que hace falta La confianza parece inalcanzable..
Pérdidas inesperadas.. quisiera poder Poder soltar y ser libre Sin esperar despedida alguna Sin necesitar un consuelo
Tan frágil, tan débil El tiempo no parece ganar fuerza Se desvanece Desaparece.. Torrente, Lágrimas ajenas Que difícil dejar ir…
Que difícil no aferrarse..
|
Poeta
|
|
Fui a Barbados cuando regresé vi barbudos, y yo lampiño.
|
Poeta
|
|
Queria que o tempo fosse vento, mudasse de rumo e devolvesse os anos que já passaram. Sem querer penso que vou adiantada no meu caminho e queria ter mais tempo, ou ser eterna. Novembro está quase a acabar, Dezembro termina o ano e é mais um que vivi. De novo talvez volte a apagar as velas do meu aniversário e mais penso que menos tempo tenho para ser a que sempre fui. Hoje vivo como me obrigaram, na altura de tudo deixar para trás e ter sossego, sem medo a violência, nem sarcasmos. Com ilusão e confiança, tudo deixei, pensando que com o tempo sentimentos que nos uniam voltariam a juntar-nos. Assim não aconteceu. A verdade é que o nosso destino, nada nem ninguém pode modificar. Por muito que rezemos, peçamos a Deus, façamos promessas, de nada vale. O que tem que ser tem muita força. Nunca recuperarei as noites sem dormir, a tentar compreender o que transformou as pessoas. Nunca voltarei a ser Mãe nem Avó. Muito menos retirar anos á minha idade. Nunca terei a certeza de ser amada de novo por alguém. Sou arvore de raízes profundas, que ventos de ilusão, nunca arrancarão da realidade do quer sou. A minha Mãe cantava.me muitas vezes uma canção antiga, que só recordo o principio e era assim: Vem bailar Carminha Carmela de sapato Branco e Meia Amarela. Não me lembro de mais. Só que nunca tive sapatos brancos nem meias amarelas para bailar, o que de musical tem a vida ou devia de ter tido. Para reactivar o corpo, caminho a subir uma avenida com quatro quilómetros, sem pressa mas ritmada. No fim sem cansaço e com vontade de andar mais, sento-me tomo um café com leite e um mini queque caseiro, numa esplanada qualquer. Quando não saio, queimo calorias com a testa suada a fazer exercício com a máquina de limpar o chão que é difícil de deslizar na madeira. Uma hora pelo menos. É em defesa da minha saúde obrigação, de nunca deixar adormecer o corpo para ter o cérebro lubrificado e saudável. Apatia nunca, ombros descaídos, costas curvadas, nem pensar. Enquanto puder assim farei, é um dever meu perante esta vida emprestada que Deus fez o favor de me deixar viver. E assim coisas pequeninas, desde a uma palavra agradável que me digam, a um abraço de uma funcionária de uma qualquer loja, é uma bênção. Palavras sábias da Mãe: Desconfia e acertarás, confia e te prejudicarás. Nunca o pus em pratica. Confio no meu Anjo da Guarda, Ele protege-me. Se estudasse-mos a nossa vivência, em profundidade, espantar-nos-íamos, a diversidade e confusão que ela contém. O que somos, donde vimos, para onde vamos e qual a finalidade de vivermos, ninguém sabe. Em cada religião, tentam dar um sentido, mas não o cerne do que é viver. Como ignorante que sou interpreto á minha maneira simples, que comandados como autómatos, de olhos vendados, pensamos ser o que não somos e somos o que não pensamos. De verdade só o sorriso, a lagrima, fantasia, sonhos e tristezas. O resto, só o espelho te mostra, se não o tiveres, nem sabes a tua aparência. Porto,24 de Novembro de 2014. Carminha Nieves
|
Poeta
|
|
Vontade de voar, rasgar as nuvens, pousar em árvores floridas, sentir que sou alguém na tristeza de nada ser. Que vontade de amar diferente, de chorar de emoção, com indeléveis desejos simples de sentir emoções. Ignorante, no meio de pensadores, de seres com sabedoria, no meio deles vivos. Talvez seja uma nota de música misturada na melodia relaxante que me transporta a outra idade e faz de mim a negação de envelhecer. Como pena branca e macia, planando no meio da brisa, do sentir e amar, no aconchego de alguém queria poisar e ser acolhida, Sentir o conforto de ser aceite e precisa para juntos sonhar a minha fantasia. Quem sou eu? Tanto esfrego o chão de joelhos como sou a Senhora, serei duas pessoas numa só? Sei lá. Não entendo. Procuro incessantemente, qual delas é a verdadeira. Ou serão as duas? Com atenção observo os outros e nada em comum encontro. Não sinto a idade, mas reconheço-a, não a posso evitar, entristeço, não queria pensar que ocupo um lugar que não é normal. Mas de coração aceito-o e agradeço a quem me ama. Sei que criticada sou, invejada também, mas sem culpa tenho esta dádiva e enquanto a minha jovem alma e o meu coração sem idade o queira, voarei pelo infinito do vibrar do pensamento, sem idade nem tempo. Amo a beleza do ser no verdadeiro sentido da palavra, em folhas brancas escrevo o que sinto, já que falar não tenho com quem sobre o meu sentir. Momento feliz em que sendo eu, consigo explanar o que sou na verdade. Levanto o olhar e detenho-o na jarra de flores e gosto. Há algo nele que tem um pouco de mim. Artificias mas com beleza e suaves cores como eu. Agora é tempo de baixar à terra e ser a normal dona de casa. Mas com uma louca esperança de que um dia me entendam. Quero tanta coisa! Simples e fáceis, somente ser como sou e sentir momentos como este e ser feliz. Valem a força de viver. Porto 17 de Novembro de 2014 Carminha Nieves
|
Poeta
|
|
Tudo fica mais gostoso quando você diz que me ama, penetrando-me com sua verdade e inundando-me de felicidade.
A.J. Cardiais 11.03.2011
|
Poeta
|
|
Atisbando el horizonte, desde la punta de la antena de una hormiga, el microbio se cree temerario titán observando el universo, hasta que la sombra de una suela malgastada lo aplasta sin siquiera saber de su existencia. El hombre, enorme ego de un microbio, busca dar reparo a su vergüenza, no importa si el piso son cabezas o si son almas cada peldaño en la escalera. "Las pinturas rupestres son escasas", como en la historia están ausentes las verdades, el dogma a la moral le queda cómodo, la fe nos amolda y nos amansa. La duda perturba al dominio, al que quiere certezas se lo impugna, es mas fácil someterse a evangelios que aceptarse como res propiciatoria. Como puede ser que el hombre crea en el espíritu si toda su existencia se rige por materia, no hay almas escondidas en monedas, ni dioses garantes de hipotecas Somos miedo y culpa de ser, que precisa siempre un responsable ajeno, con el yugo cómodo manteniendo la cerviz inclinada para que el dominante látigo tenga aliento "Las pinturas rupestres son escasas"...
Creado 08/11/2014 Catriel Cuestas Acosta
|
Poeta
|
|
A vida é uma beleza... Mas tem uma mania: às vezes dosa a alegria com pitadas de tristeza.
A.J. Cardiais 19.09.2014 imagem: google
|
Poeta
|
|