Cuentos :  COQUETA
En los llanos venezolanos,
hay rebaños de vacas y toros,
algunas vacas están con sus becerros
pero la mayoría están sin pareja a
la hora del pastisaje.

Pero había una vaca que era coqueta,
porque era la que llevaba el cencerro,
era la campanera. Luego, se acilacaba y,
al sentirse hermosa, salía para ser ordeñada,
siendo su leche fresca y dulce.

El dueño de la finca, se preocupo
porque otras vacas, le podían ensesñar
malasss mañas, y separó a coqueta del rebaño
pero coqueta al verse separada de sus compañeras,
se entristeció, y ya no salía a pastar.

El dueño se preguntó pero qué le ocurrea coqueta,
no pasta, no se arregla, no brinca para que le suene la campana, y un viejo de la comarca, que conocía al rebaño, le dijó: patrón regresela con
sus compañeras, a coqueta, la está matando la soledad, a nadie le gusta estar solo, ni siquiera a los animales.

Al día siguiente, fué llevada con el rebaño,
y era como si le hubieran devuelto la vida, en seguida, se metió en la laguna, salió se lamió
hasta secaarse, y volvió a sonar el cencerro.
Todas las vacas se reunieron y prometieron no dejarse separarse más.

Desde ese entonces,todas se volvieron coquetas,
daban grandes litros de leche, muchas tuvieron nuevos becerros.

Moraleja: Nadie se hizó para estar solo, todos debemos tolerarnos, comprendernos y respetarnos
para vivir en familia.

21/07/12 delfin
Poeta

Cuentos :  la marioneta y el paraguas
La marioneta era muy divertida, se alegraba porque le llenaba la vida de alegría a quien la veía actuar. El paraguas también se sentía encantando ,ya que protegía, que lo abrían del sol y de la lluvia.

Tanto la marioneta como la sombrilla vivían felices, con la utilidad que le prestaban a los demás.

Por una de esas casuallidades de la vida, la marioneta tenía una presentación, y la persona que, cargaba el paraguas, llegó a la función.

La marioneta hacía toda clase de bromas y movimientos, para que la gente pasará n rato divertido. Al terminar la funcióm comenzó a caer tremendi palo de agua. Cuando la persona dueña del títere,se entristeció, porque los colores de su traje de lentejuelas, se dañaría.

Mientras,la marioneta lloraba, alguien le habló:
Por qué lloras?
Porque seguramente,mi traje se dañará, y no podré
hacer mis funciones.

Haremos lo siguiente.
Ambos compartirán el mismo taxi. eso dejámelo a mi y tú encargate de que quien te lleva a ti, acepte, y al llegar a casa, yo te cubriré , y seguirás hermosa.
Qué dices?
Vale.

Al llegar a casa, uno abrió el paragua,y el otro
se cubrió él, el nuevo amigo.

MORALEJA: no se debe ser egoista ante todo hay que saber compartir, incondicionalmente.

12/07/12 delfin
Poeta

Cuentos :  ES INVEROSÍMIL… PERO ES CIERTO
ES INVEROSÍMIL… PERO ES CIERTO
Cierta vez con su caña un pescador
Apoltronado en un rincón del muelle
Abúlico esperaba, que algún pez picara
Más la marea, era quién sólo su pies besaba.

Por la tarde ya, casi entrada la noche
Macilento y sin bocado alguno
La luna, ante sus ojos pareció emerger,
Calmando las aguas undívagas del mar.

Una figura sin embargo a sus ojos deslumbró
Radiante, mitad humana, mitad pez;
Una diadema en la frente apenas sostenía
Su negra, larga y abundante cabellera.

Ojos grandes para su cara pequeña
Sus senos descubiertos, naranjos de miel
Y una cintura de aquellas que hacen los orfebres
O han perpetuado en oleos los artistas.

¡Tú debes amar al mar y todo lo que guarda!
No te has movido desde que te vi, y era al alba
Tus ojos fijos en el horizonte del inmenso mar azul…
¿Acaso me esperabas? ¿Aguardabas por mí?


Días ha que desde mi cueva en lontananza
Te veo inmóvil, taciturno… como esperando
No te alegra el sol, ni la luna te entristece
¡Vamos… dime algo y tal vez te lleve conmigo!


Sus ojos yertos, ya sin vida el pescador
Con la mirada fija parecía que escuchaba
Aquella dulce voz que sus oídos acariciaba
¡Y el alma le volvió… volvió a la vida!

Agarró en el aire la última frase que ya expiraba…
¡Si… te aguardaba! Respondió resuelto, inmutable.
¡Entonces ven conmigo y disfruta de este reino
Yo soy princesa… y príncipe te haré!


Al cabo de unos años, volvió el pescador
Hablando de otros mares, de quimiosíntesis, y más
Hablaba entusiasmado de otra vida, y luego
Para siempre se marchó, es inverosímil… pero es cierto.

Delalma
02/08/2012 11:40 a.m.
Poeta

Cuentos :  Hermano de Neptuno
HERMANO DE NEPTUNO

Vivía el gesto elástico y venerable anciano.
El tiempo doblado y esférico. Pitágoras programable.
Vibración en unidad y disco duro reblandecido
Una constancia razonable por las
arañas y sus redes.

Ese venerable anciano era un gran fluir de sueño.
Que domaba los torbellinos y corregía el curso de los días.
Y con solo transmutar una
calma y obediencia al tiempo.
Y respirando armonía y sosiego avispado.

Su pensamiento vigoroso de Titán, sin hundirse como el mágico,
transatlántico de vacíos ricos y retorcidos carbones.
A través de las escotillas y los senos sagrados enormes.
Lagos subterráneos de las vírgenes,
sacrificadas y acuosas.

Ese anciano se volvía joven a voluntad. de espejo y reflejo.
Y a cada nuevo espejo introvertido interrogaba.
Floreciendo...Recapacitando.
..Meditando.
¡La pestilencia y podredumbre, del humano codicioso absurdo!.

No esperaba más, y simplemente contemplaba,
y contemplaba.
Hipócritas. Arrogantes. Retorcidos e Improvisados directivos vanos.
Y seguí y seguí al venerable
anciano.
Y en cada tiempo enfermizo, pensaba osado.

Como un sano oso, como una luz que carece de sombra.
Y su venerable cordura invitaba a todas las cautelas.
Vivía tolerando las orillas, los caos y anarquías.
Y simplemente se tornaba trans
parente.

Agua de nube. Arena de playa y fuego.
Leyenda y coyuntura escala
fluyendo.
Regios misterios ostentosos, carne de ignorantes.
Mundos subatómicos, en espacios indeterminados.

Y con la energía de su masa salían los fotones.
Y con la antimateria se bañó sonriendo.
Animando las entrañas de su esencia.

Silencia elocuencia emergía maravillosa.

Con cada gesto, elástico y como liga cada templo.
Plegaria auténtica de la nobleza, templanza y honor.
¡Sin exhibición!, Siempre un esplendoroso arrojo sin cerrojo.
Ojo celeste ciego al dolor
humano desalmado solitario.

Un infinito frío de caverna y un amén perpetuo y sanguinario.
El venerable fue anciano, joven contemplación verdadera y atractiva.
Un día con acierto se tornó invisible.

Y ahora. ¡Oh, esté ahora su presencia sin ausencia permanente!.

Sé que vivía en cada gota en las lluvias del océano.
Y que era el venerable hermano eterno con el
agua.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  La molécula del mal.
La molécula del mal

Hace muchos, muchos siglos en la vibración violácea de un poema está representada la
misma longitud de onda con las nociones
de
violencia, agresión y amargura de una época
del tercer milenio, antes de la gran des-
trucción desoladora e irreparable de la cons-
ciencia humana, que se había iniciado como
un minúsculo neoplasma. social invasivo, y aún

los oncólogos sociales fueron incapaces de abor-
dar el problema con efectividad, a causa de la
falta completa de cooperación internacional.

La leyenda según me la contaron, no se permitió
fijarla en ningún medio material indeleble.
Y partió de un viejo monasterio transparente hecho

de los especiales campos energéticos de fuerza
espiritualmente evolucionada en el alma de éste personaje, más allá de la comprensión racional habitual.
Y fue... ¡Qué...!

Caminando por la esquina de un viejo sueño se le
ocurrió mirar el lado que brotaba de los ecos pe-
dregosos desfigurados del dormitorio paralelo a
la ventana cerrada.

En el microcosmos del inconsciente colectivo era evidente el desequilibrio peligroso, las campanas imparables emitían insospechados capítulos del fracaso incuestionable del progreso, en los millones de turbias pretensiones enmascaradas de
las manos en la espalda.

El tiempo y el espacio se fusionaron en una especie de plasma antimaterial desconocido hasta
ese entonces, dentro del cual estaba reconstruyendo los sutiles modelos teleológicos en el campo teórico, en la escala subatómica.
Ahí las hipótesis más plausibles encontraban la punta matemática infinitesimal del cálculo
geométrico... ¡Sabiendo qué no podría decirlo!.
En el ambiente había una luz mortecina como la carne que se deseca y se momifica de alguna manera a pleno sol. Los resultados apuntaban en la
dulce dirección de los electrones producidos du-
rante la descomposición de la glucosa al pasar la
barrera hematoencefálica y con los enlaces covalentes inestables se posaban en amplias zonas del sistema límbico, deteriorado y sin control.

Era sorprendente. ¡Por la vía aeróbica y proliferando los más primitivos impulsos
destructivos, en los más perfeccionados modelos
filogenéticos.

Inquieto, pálido, con quince kilos menos de su peso habitual, su pensamiento dirigía el análisis
a la nutrición. ¡Oh! Ese inmenso complejo mecanismo metabólico multisistémico tan mal comprendido en las esferas directivas
espantosamente carcomidas y agusanadas incurables.
La llamó nutrición Holozóica Ciberespacial (HC), si bien, la nutrición saprótrofa (NS) es de importancia clave, sobre todo, en las etapas seg-
mentarias de históricos conflictos consignados en
múltiples documentos, en sus particulares descubrimientos por la lógica simbólica. que utilizó como método ese día.

Sudoroso, incapaz por el momento de comunicar sus resultados, de alguna manera, el pensamiento sentía humillado y aterrorizado por la insensibilidad global progresiva.

Entonces por el piso vio el mundo de varios años, las calles tapizadas. frescas y cadavéricas, enrojecido el asfalto, cientos de automóviles per-
forados, vidrios por todas partes, rotos los rostros y lágrimas, inundando los edificios
de las tristes chozas.
___¡Ayer será un día difícil de analizar
mañana en la imagen hecha jirones!.
Y la del centro, aún más, por la indiferencia
de los papeles carbonizados más digitales.

Oprimió el botón holográfico de pronto
desnudo en la pared enmarcando un ángulo
insólito en la mente en blanco
en esa vigilia convenida asomando,

no importando la excusa ni la hora menuda por los mosaicos estremecido. Y recordó el escrito como un poema de fondo. Intitulado que aparecía.

Por la ausencia que reflejan
las sombras en la distancia
en la voz del desaliento
el dolor qué huele al odio
el eslabón desfilando aleteante
¡Bóveda qué clamorosa muerde!
Al estanque removiendo,
las ropas al aroma del ahondarse,
los barrancos sembrando aplacan.
¡Mustias ascuas a raudales!.
Mustias
Ascuas
¡A raudales íntimos dardos combatiendo!.
El atropello del metal fangoso,
la redonda limpidez manchando,
al brutal precipicio acompañando,
las arrogantes hachas de la hierba,
huracán dilatado de la cumbre.
¡Talando las heridas entreabiertas!.
Como,
sin decir. Como...
Algodones sedientos bajo la tierra.
¡Arena sin remedio lóbrega rama!.
¡Erizados medran cielos!.
Agrandando hambrientas yuntas,
entre los martillos espumosos parpadeantes
.

Y pensaba, letra a letra los mensajes de las estrofas combinadas, verticales, en zig-zag, en lecturas ascendentes y asimétricas, ahí estaba el misterio del pensar adherido a la memoria y la emoción colectiva percibida año con año, siglo a siglo, en unas cuantas horas ondulando.
Sin embargo, se decía en el fondo.
___¡Nada funcionaba en el destino fabricado
con el dinero mutilado del azúcar
radiactivo en la red del sistema activador
ascendente!.

Los instintos desvestidos anidaban ya el aire de los bolsillos y los vientres de los humanoides maleables y metálicos depredadores millonarios.
___Pensaba en los resultados teóricos definitivos,
y por lo irrealizable de la prueba cubría sin notarlo sus rodillas adoloridas al embalsamarse
dentro del sueño de creer vencer al mal
reinante. ¡Como si fuera la molécula aislada!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Aracnoideo sortilegio... (Anticuento)
ARACNOIDEO SORTILEGIO

Llegó afilando el fondo de la quebrada penumbra,
alguien inasible, jugaba con ese silencio, alado,
al salir del anillo eléctrico, obstinado,
la fábrica confidencial de las arañas,
haciendo talleres, en toneladas cálidas.

Y en ese presente demorado, año con año,
el papel velado construía una revista.

Interiormente la noche moría recostada
en la luna tejiendo estrellas inundadas
de fisuras amontonadas en la corteza
de la semana anterior. ¡Arañas moleculares!.
Instrumentos lectores de sueños y pesadillas,
desenredando eléctricos impulsos neuronales,
biopartículas misteriosas, en las pantallas.

___ ¡Y el muy perro me soñó como un gato!.
Dijo el canario transeúnte más
enfrascado, sondeando los rincones,
de las camas, apetecibles, recolectoras,
sedantes, tardes mendigando.
El aire sudaba gotas de luna esa vez,
en la pared clavada del reflejo encima
del foco iluminando al débil camastro
las palabras esbeltas corriendo el vidrio
en la extraña escena de aquél joven
accidente atónito paréntesis cotidiano.

___¡Fuera de la cama!.
Era decodificado el mensaje procedente
del año luz previo, al descomprimirse los
fotones teñidos de antimateria... Más allá,
la vela escondía su rostro céreo con la flama
entusiasta de las multicolores fantasías, y
en los procesadores virtuales transmembranales
del aviario. Si, como un papagayo instalado
en un parque azulado de metálico césped coloide.

La cápsula había derramado el rústico polvo
convertida en una inmensa laguna flotante
justo dónde el letrero luminoso dejó de serlo
cubriendo al cuerpo al fondo impalpable
dejando la humedad del mediodía.

En las masas mesas nubes grises
vistas a lo lejos de los solitarios meses
sin eludir la censura cultivando mosquitos
entre las ventanillas de las bocinas idealizadas
quedaba ensortijado el extraño incidente,
y en el recuadro un trozo de memoria.

Representaba no más de cincuenta años,
en la granja metabólica de la tradición,
semejante al cabrestante nanométrico
de la séptima generación, discretamente
teleférico... Y no eran sólo los años comprimidos
entre los sistemas entrecruzados. No, no, eso
jamás lo hubiera visto.

Y menos en aquélla época, con los retorcidos
mecanismos perversamente electrónicos en la
inversa biomecánica relativista, tan llena de ilusos,
de disimulados proyectores radiales entre la nueva
maleza del sintético satélite de moda.

Lo recordaría. ¡Muy vagamente!. Acaso,
invisible, de no haber sido así.
Y nada podría contar ahora, de este suceso intersubjetivo,
¡Hubiera necesitado una almádena para la memoria!
Pero no es así.
En cada uno de los días grabados en ése anillo,
el tiempo eléctrico quedó atrapado en telarañas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Termogénico tercero
Termogénico tercero

Nada parecía distraerlo, y abandonó el planeta.
Pensó en los minutos elongados y la energía
desatada por el gránulo intermitente...
En los cuerpos en conjunto en ruinas.
En la sangre misma asustada del eclipse
por el abuso atrincherado de las armas en
las almas arrodilladas a los dioses empapelados.
De vez en cuando, vestía con luz su tercer cuerpo
en las interioridades del instante con gran nitidez
proyectando mil nimiedades en los antiguos quarks
desconcertantes. Con la humedad de los ánimos
neblinosos entre las hambrientas inconsciencias.
Esta vez, caminando por el rayo blando pronunciaba
cálidas palabras al vendedor de las mentes...
En los submundos, cruelmente invadidos por el acoso
de los disímbolos mensajes transdérmicos con los
impulsos del teledirigido temperamento hostil y al
momento de perder peso la medianoche.
___ ¡No es posible volver a la tierra!.
Y sentía cargar los depósitos de las penosas ausencias
devoradoras de la memoria nítida. Sepultadas entre
millones de palabras traicioneras y deformes ingentes.
___¡Una vez atrapado!
La culpa realmente se enroscaba y desenroscaba en los
ácidos nucléicos en forma de serpientes impacientes
con las abruptas espinas de redes subatómicas.
___Nadie lo sospechaba a cien años luz había descubierto
lo inimaginable, la desaceleración volitiva supuestamente
imposible del tiempo curvo y el espacio plano contráctil...
Lo cierto es qué había desarrollado un método infalible
de diseño plasmático con los viajes extracorporales
instantáneos, al probar individualmente los ancestrales
conocimientos de la física teórica de la humanidad degradada
en la escala axiológica más primitiva...

Fue al distribuir su energía al fondo del último agujero negro qué anteriormente lo había bloqueado indefenso.
Pero ahora...
Las cortinas impenetrables solo eran remolinos sumergidos en la penumbra del plasma íntimo acogedor pequeño de la ignorancia del pensamiento deteriorado por el instinto.

A lo lejos el espacio aparecía sombrío, el azul era el mismo engaño del cielo entre lúgubres retinas desérticas y absortas en el poder efímero de los metálicos abusos sobre los débiles.
¡Con toda la silueta de las partículas desnudas del escombro!.

___¡Ser y no ser, en el mismo espacio simultáneo!. Entre la maldad dispersa en expansión y esperar del mal obtener el bien... ¡Vaya buena inteligencia perversa!. Más aún querer aniquilar la maldad transitoria con el perdón eterno... ¡Bonita fiesta de la infinita ignorancia!.

___En fin, el espacio desaparece empalmando una cosa sobre otra, la causa y el efecto son sincrónicos e irreversibles a menos que. ¡Bueno, ya no lo haría otra vez!.
El segundo cuerpo había experimentado la extinción abiótica y el recuerdo aún dolía.

Más ahora, en la interestelar misión el contacto físico era completamente ininteligible al nivel molecular arcaico que había logrado reproducir en el sonido del cero absoluto al abolir el pensamiento.
___Dejó el primer cuerpo latente en la fantástica irrealidad inmóvil, en los párpados incubada obscuridad, en lo divino
en las fauces premonitorias de los hilos estupefactos al emerger de las profundidades aletargadas y fue un volverse diacrónico y transversal impulso prolongado extensible.
Bien lo sabía, en el mismo fondo qué callaba enquistándose, ensimismándose más allá de las estrellas tenebrosas imágenes, con la certeza de otros tiempos, dónde el abismo era incomprensible y sólo a veces traspasado por el genio iluminado del vacío real, y en el tabique de las coordenadas ficticias desintegradas.
___Pero ahora, fuera del cuerpo como explicar el mecanismo inefable por el haz de luz oculto, a la humanidad esquelética devorada casi por completo por los instintos desenfrenados.
¡Termogénico tercero!.
Repetía el eco grabado en el rostro del espacio-tiempo.
Y...
Así fue al final en el espejo infinito
la obscuridad fue reflejada más
allá de la mente y de la luz.
En
El
Venciéndose a sí mismo en los tres cuerpos.
¡Del fuego originalmente desconocido!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Historia de un cuento
HISTORIA DE UN CUENTO

Desde el vientre de una diminuta pluma antes,
quetzal era su madre solo en la mano aunque
no con mucha frecuencia del principio al fin
entre las hojas, ramitas, frutos a veces volando,
cuando empezó a salir muy pequeño pero muy
visible, con unas letras tiernas balbuceando...
En los renglones imaginarios de las blancas
hojas recicladas. Luego marchaba, torpe y lento,
como gateando cuatro verbos y el sujeto, a veces
caminaba en un pie pues le dolían los adverbios
y alguno que otro artículo de taciturnas frases entre
largas y cortas oraciones.


A poca distancia bajo una vieja y desteñida
gorra estaba su padre cultivándole sueños,
reales o alegóricos [/font]ensueños gráciles, en
los intrincados caminos de grises y blancas
substancias amables e imaginativas circun-
voluciones que ascendían inocentes hacia
ahí, a ese lugar especialmente secreto, desde
la región reticular del tallo de los deseos del
despertar y de la protuberancia sutilmente.

El día avanzaba sin piedad, entre nublados
melancólicos, sin duda de carácter débil,
pues aún atormentados, la sequía continuaba.

Esa vez, su madre fue tomada amorosamente
por la misma mano de su padre qué lo había
engendrado, bajo la sombra del árbol, qué
caía sobre la gorra, y le indicaba suavemente
plasmar en letras confortables a los imagina-
tivos ojos qué tal vez leyeran.


Al principio, recordaba él, no se escribía.
Hilo contado parecía y seguía, y muchos
lo pasaban de boca en boca como a él,
que recordaba muchos, de
sus abuelos,
mitos, fábulas, leyendas... Estaban en su
memoria varios, desde los Vedas Hindúes,
hasta los de Sherezada seguidos de una
interminable lista de épocas y lugares..


Tras su confinamiento en aquél cajón
polvoriento y pálido estaba plasmado, pasmado
a veces sobre unas letras irregulares.
Había viajado en sobres, bolsas, cajas,
maletas, carpetas, en fin una vez le cayó
agua de un techo y por poco y se ahoga.

___Así se sobrelleva el embate del destino,
se decía, bosquejándose tiernas arrugitas
del papel amarillento donde estaba___

¡Y del qué misteriosamente desapareció!.

Esperanzado pensaba en lo inmaterial del
tiempo inmemorial, diciéndose:

Algún día alguien me verá con buenos ojos
abriendo sus ventanales creativos, y podrá
reconstuirme, encontrarme quizá, en la
misma fibra de su vida, coloreada entre
realidades, fantásticas, o doloridos vientos
susurrando, multiforme ideas y estilos.

Y me verá correr, sonriendo moralmente serio,
extraño artístico y despeinado, fumando filosofía,
ó cazando historias hechas o por hacerse, entre
sabores románticos y olores mágicos, o en las
infinitas formas y esencias qué mejor les acomode.


Aunque por éstos tiempos, esperaba, invisible,
hasta cierto punto creación en germen, y solo
dialogaba con algunos de sus hermanos textual-
mente físicos y muy variados electrónicos digita-
lizados increíblemente antiguos.


No obstante, vivía latente en blandas mentes,
en el fondo espiritual de corazones razonables,
en el mismo ser encarnado del relato... Y solo
esperaba. Esperaba salir de nuevo, al espacio
psíquico multicolor trascendente tal vez algún día.

___Para hacer su propia historia y contarla__

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  El lector ¨X¨... (Anticuento Fantaciencia)
EL LECTOR "X"

Léase qué leía...
La música empezaba a desvestirse,
empalideció en el rincón y quedó
inmóvil, el silencio derramó la
puerta del fondo serenamente, con
las sábanas tibias de la brisa,
al
borde de los senos, enteramente dí-
ferentes al caer. Los ojos de la noche.

Había cruzado esa dimensión,
flotando temblorosa la espiral,
del cuerpo dejado atrás
como ceniza,
como una gota, arena, grano.

La tierra muda de sorpresa ya no
existía en los mapas estelares, según
la fuente de los rumores casi contra-
dictorios en la Caología Teórica de
la Metafísica Ondulatoria.

Léase que leía...
A veces, nada más para confirmar
el mantenimiento hipotético de la
humedad en los bosques de Venus,
posterior a la introducción del
valor inverso del cilindro en la
Ley Corpuscular de correspondencia.
.
El lector "X"...
Conocido en los anales de la Mecánica
Clásica de los cuerpos blandos y en
los descubrimientos termodinámicos
aplicados a superficies elásticas.

Estaba preocupado en su más reciente
experiencia, sobre todo en el campo transcibernético de transporte extracorpóreo.

Si bien, era matemáticamente probable en la
Lógica Simbólica de características sagradas,
él llegó a seberlo por cuenta propia.


En esa dimensión, los trasplantes de alma
eran una cosa sencilla, y los espíritus
podían elegirlas. Ya no eran solo rumores,
tenía evidencias subjetivamente interiorizadas,
y convenientemente materializadas para dejarle convencido de ello.
Pensaba y pensaba, letra a letra, en los diferentes lectores qu le servían
de apoyo, ópticos, lasser, biomoleculares, trans-
dérmicos, de microimpulso neuroeléctrico
y demás.
En su nuevo traje invisiblemente brillante
se llevó la cabeza a las manos y trató de
elegirse un alma apropiada, sin muchas vidas
superficiales,y de pecados abolidos,
recubierto de apariencias insubstanciales, de reproches a la gramática cuántica, se decía un tanto incómodo, entre la notable expansión desinformativa del hiperespacio.
Y la fractura dimensional en el campo transcibernético,
que hacía esencialmente
raquítico el banco almogénico sacro-celeste, en
esa dimensión de su experiencia.

Léase qué leía... El lector "X", carbonizado entre
las urnas fantasmagóricas de mercuriales cenizas
plasmogénicas y etritrocíticas
ingenuidades.
No obstante...
El eco de la voz retrocedió a la dimensión previa,
y decodificado el mensaje convenientemente, de manera objetiva significaba.
Un... "Ustedes los hombres creen qué ésto es
muy fácil, uno debe elegir su alma,
con el pasado
y el futuro fusionados, y con la esperanza limpia
de culpas, por los inframundos angustiados,
aún
después del viejo truco, y del azul celeste de su
cielo"
Pero...
Nada de dientes apretados.
Ni de llorar soles.
Entre lágrimas verdes de nubes.
Ni de cultivar sueños.
¡Aquí la realidad devora cualquier

pesadilla y no hay a quién echarle
la culpa del infortunio!.

(Los chivos expiatorios no existen y no se crean).
La causalidad es geométricamente esférica y el
espacio inmanente se calcula en la autodestrucción, programada desde lo
extracorpóreo del área vitalmente compartida.
El lector "X". Léase qué leía...
Pero en lugar de analizar el común denominador
como un poseído, leía... Y, Z, W, XXX...
Después de todo, la inercia contemplativa
construía una intimidad compacta entre

los ruidos indescifrables, rugosos y calambres,
al cerrar la puerta al mundo.

En el fondo, el lector "X", sabía que pasaría
largo tiempo renglón tras renglón, antes de
comprender los fenómenos anteriormente descritos.

Esta vez, estuvo observando sospechosamente el
sonido de aquél idioma incomprensible, a primera
vista, con giros monosilábicos y guturales
unos, y en otros graves y aglutinantes galimatías...
Por lo menos, así le parecían en la imagenología
acústica que había desarrollado, al haber cruzado
los campos dimensionales por una teleolisis trascendental. ¡Y abundantes estados alfa acumulativos en el tallo cerebral y sistema
límbico neoformado por estimulación transcraneal.!

El caso es que, él lector "X", encefalizado emotivamente, sentía pensar, abstraído en la
neumática del impulso vital, sin un
propósito
definido radicalmente, en que quedaría incorporado
finalmente al universo energético, al margen de
cualquier fantasía planeada. En X o Y...
Previamente y claramente.
Urnificado en diamantes sintéticos, y un rubí óxido, sería una seria advertencia a la transformacióndel plomo en la poliédrica inconsciencia colectiva. Leía repitiéndose dudoso.

En esa dimensión, continúa edificando el subsuelo
de los sótanos inconscientes, y tiende puentes
conceptuales para remodelar comprensivamente los cambios de irradiaciones helicoidales, en su
alma herida con metástasis demonogénicas,
esperanzado en la reconstrucción del futurismo
que profesa.


Si bien, se llevó toda la ceniza inmemorial a la
urna Z,Y,W, al paso rítmico de una quietud deliberada, quería elegir su nueva alma, pues la que tenía había enfermado irreversiblemente, y en
esa dimensión, los trasplantes de alma fueron
la mejor alternativa en los planetas agónicos.

Aunque nadie concebía que hubiera patología del alma, y mucho menos intercambios axiológicos deteriorantes hasta la misma profundidad subatómica de los neurotransmisores,los receptores ontológicos nunca habían sido reprogramables.

Así lo había evidenciado, la última tendencia de la prostituida estadística, en las encuestas de los gusanos de una enana blanca de la constelación del sombrero. Después de haber hecho el cálculo infinitesimal, con la piedad pulsátil apropiadamente diseñada para tal efecto.
Tal vez, la solución era un trasplante de alma.
Y.. Cruzó la dimensión antes de concluir
la lectura de su vida, "X", y se transformó en el lector cósmico. ¡La suprema leyenda!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Fantasmalmente... (Anticuento-Fantaciencia)
FANTASMALMENTE

Erase una vez un hombre sentado
en la esquina de su luna, donde estaba,
ligeramente vivo en atención a sus
temores de no morir completamente
en los complicados conceptos de la
biología espacial, intergaláctica, en
las versiones intradérmicoleosas.

Pensaba en astrobiología microscópica,
y en los virus informáticos, bacteroides,
y en...las algas de una vecina oruga
que oscilaba todavía en su cápsula
supersónica, sin sentir qué la llama del
mechero y en los tubos de ensayo, la flama
de la vida no necesita de testigos, es decir,
papel testigo de que la esterilización del
material ha sido llevada a cabo, al vapor
o con presión simple, y calor metabólico de las
hormonas endorfinoides, transpiernosas por
fricción, de carácter suave y complementario.

En ocasiones, la fantasía fantasmal recorría las pequeñas arteriolas, teledirigidas en sus aspectos volitivos, ausente entre artificios,
insensibles, no así.
En las porciones más
didácticas de la vitalidad reversible. ¡Claro!.
En aquéllas circunstancias propositivamente
delicadas, y en el sigilo más prudente y decente.

En el aire unos destellos fosfóricos contenían varios miligramos de forasterina para inmigrantes, y un aframbuesado sabor desconocido en ese mundo.
Érase además, que las conversaciones le daban cierta singularidad frente al espejo, en el retrovisor de aquélla cabina elástica con la
mejor voluntad de comprender el texto reciente,
reluciente de tapas transparentes, como eran
los metaloides transuránicos y blandos.
En el frente del mismo, se encontraba el título, aunque no siempre, de la misma manera, podía ser
trasladado con un movimiento del dedo suavemente.

Si bien, lo importante del contenido textual, trataba del asunto que le preocupaba.
¡Nada menos qué la teleología en el campo
de la biología molecular!.
"Un...¡Telar ocular desnudándose lentamente!"

Recuerdo cuando lo vi por primera vez, ligeramente pálido, y despeinado, se frotaba pañuelo en mano, la frente, un poco
mareado, dentro de una camisa arrugada, traslúcida del tipo intercambiable de valina y leucina sintéticas. Desde cierta distancia,
la luz tornasolada quedaba como plateando unos
ojales, asimétricamente colocados bajo unos
botones esmaltados, con interesantes dudas, y ligero temblor en algunas partes íntimas,
en la consciencia geométrica de aquél triángulo.

Cuando miró hacia atrás, todavía estaba el reflejo de la imagen, fingiendo que aún estaba
ahí, observándolo.
__Bueno, todavía no soy fantasma.__Pensó, para
tranquilizarse, ya que de improviso salí de
su campo de visión un poco estrecho tras
los cristales de alta graduación, casi siempre
acoronelados, y de plástico flexible,
ajustable entre ceja y ceja. Insistía
.

A poca distancia, en el crepúsculo, aún límpido, aprecié la luna, casi llena,
de vagas notas que parecían un laberinto,
de calles estrechas, desiertas, silenciosas,
entre la vida y la muerte, como precisamente
había pensado que serían los virus entre
las algas amablemente prestadas, para reproducirse
un buen número de feromonas naturales, con
suficiente imaginación en un acolchonado labora-
torio espacial, diseñado para el efecto génico.

Y desentrañar los misterios de la biología reproductiva más placentera a nivel microscópico, y en el interior de la consciencia cibernética, se decía, no obstante, preocupado por definirse la vida, particularmente abiótica a temperaturas de cero absoluto.
Pero, aún ahora, que ya soy el fantasma de
ese lugar, donde habito, tampoco he logrado
saberlo, hasta ahora, en esta nueva mente fantasma. ¡Mal qué bien, tal vez!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta