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Nuestros momentos Son páginas escritas en el libro de poesía Son encuentros de fabulas y sueños De pasiones envueltas en sentimientos De besos y caricias
Nuestros momentos Son nubes en el firmamento Aguas que se encuentran en algún momento Es magia y sueños Son deseos transformados en besos
Nuestros momentos Son rosas y claveles Mar y cielo Estrellas y universo Vida y anhelos
Nuestros momentos Son palabras calladas, que esperan su tiempo Brazos abiertos en espera de tu cuerpo Labios ansiosos Entrega y sensibilidad al viento
Nuestros momentos Son almas que tienen su encuentro En el silencio intenso del firmamento
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Poeta
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[size=small] Desde que te has ido, en mi habitación sólo hay un sonido de soledad, de hastío; de risa hueca y de vacío… todo se ha desvanecido, casi todo lo he perdido esperando al amor que ya es olvido.
Los caminos cubiertos de flores y de sueños que antes me vieran pasar como tu dueño, quedaron tirados y marchitos, ya no pasaremos por allí, tú te has ido y el amor partió contigo.
¡Me he quedado solo, sin amor… y sin alma! como quedan los muertos allá en el campo santo con los ojos cerrados, cubriendo mi dolor y los puños crispados por la rabia.
Mas, el trinar de un pajarillo en primavera me recuerda que estoy vivo y que aun siento, siento un año más de mi desdicha y tu abandono, y ésta realidad brutal de quererte y no tenerte.
De pronto… mi mente tiende un puente entre el ayer y el presente, y todo pasa nuevamente tu cara, tu sonrisa y los rizos de tu pelo cayendo suavemente por tu níveo y terso cuello.
Y sonrío… como cuando recordaba junto a ti el día que te conocí hasta el día en que me dijiste: ¡sí! … Con rictus de dolor miro al infinito, ¡Deseando ver tu rostro bonito!...
¿Olvido?... no hay olvido, hay soledad y melancolía, y la ilusión perdida de saberte ¡siempre mía!… ¡y éste dolor que llevaré hasta la muerte! por haberte dejado partir… ¡y no detenerte!
Delalma
01/11/2010
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Poeta
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Con ella el silencio mi alma esconde su nombre En el cofre sagrado del recuerdo Todo el misterio que se guarda Da vida a los anhelos
Con ella no hay soledad ni silencio No hay ausencia de sonido, todo es eco Sus manos no son tacto son caricias Su primer beso fue con la mirada
Con ella la noche es clara y tranquila Es Viento que acaricia y emprende la huida El Paraíso buscado es esta vida Con ella todo es sueños y abrazos que cobijan
Es hoja de otoño, flor de primavera Prosa del poema de amor escrito Corazón herido que de esperanzas ha vivido Es estrella del universo de mi vida
Con ella no hay frió El aire se calma al llegar conmigo Me besa la lluvia Del cielo soy amigo
Con ella me ilumina la luna y juega conmigo Las olas me acarician No hay noche oscura todo esta iluminada por luceros Con ella no existe temor se fueron los miedos.
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Poeta
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Después de esta noche No habrá, mas tiempo que nuestro tiempo Ni más viento que tu aliento Ni más luz que el destello de tus ojos
Después de esta noche El canto del aire, será más fuerte El agua de la fuente mojara tus labios Las estrellas serán más brillantes
Escucharas el canto del grillo En el silencio inmenso, que dejaran nuestros labios El danzar de la llama en la hoguera Mostrara la desnudes de tu silueta
Refugiaras tu frió,, en mi cuerpo Sentirás el aire que respiro Como lava quemando tus labios Después de esta noche
La Blanca azucena, sedera el paso a la rosa En esta hermosa noche, de verano Llena de estrellas, tu mano en mi mano Tu boca buscando mis labios
Después de esta noche Tu nombre quedara grabado junto al mió
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Poeta
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Estoy tirado al frente junto a la puerta y llamo soñando que te acerques a conversar conmigo. Yo fui de tus mañanas el que acortó las horas; tú fuiste de mis días el aire, el vino, el trigo. Recolecté los pétalos de la olvidada rosa que acompañó mis lágrimas el día que caí como las ramas caen cuando la brisa llega. Con tu recuerdo dulce no supe más de mí. Llévame entre tus brazos a donde vayas, vida. Quédate con mis horas cuando te sientas triste. Abrazaré tu cuerpo y escucharé tu canto. Bendeciré el momento cuando hasta mí viniste. © 2010, Cristino Alberto Gómez www.dominicanpoet.com
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Poeta
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tus palabras de amor,tu mente de deseo en tus ojos y en tu piel que es espacio vacio que procuro llenar amor deseo,amor amor cris ,cuando el amor comienza es cuerpo de amor es mente y deseo compartido de nuestros momentos unicos de nuestros cuerpos que celebran nuestra union marginal y magica
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Poeta
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Flores negras ¡qué tristeza nos embarga el corazón! La soledad es la riqueza y con ella perdemos la razón.
Flores negras, esta vida tan cruelmente nos separa, entre copas curo mi herida y la copa es quien me ampara.
Flores negras, esta dicha de mi alma cada vez más se aleja, y tan solo desdicha nuestro semblante refleja.
Flores negras ¡qué amargura de este amor ilusionado! Y esta vida que es tan dura nuestros sueños ha destrozado.
Flores negras, quizás un día cuando tú quieras quererme, entonces sabrás que fuiste mía, y no supiste tenerme.
Julio Medina 1977
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Poeta
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Cierro los ojos y me deleito en lo vivido Respiro profundamente Llenándome de placer y escalofrió Se va con un suspiro que me Extrémese por completo lo sentidos Son acaso tus labios Tus manos que me acarician O esa mirada penetrante que a soñar me incita Será acaso tu cuerpo Caliente y húmedo La que al placer me invita
A las Pasiones descontroladas en nuestros cuerpos sentidos En el velo de la noche con la luz de la luna Las estrellas revueltas se alegran al ver Como juegan los cuerpos en sus deseos prohibidos
Deseos que enloquecen Donde se pierde la coherencia, con aroma a sudor Besos que queman Cuerpos inquietos En una dulce entrega Y en la mañana muere con el deseo prohibido Por el amor ajeno, por el ser desposeído Robarte un dulce beso, mirándote a los ojos Escampándonos en la noche para vivir lo prohibido
Noches intensas, con miedo impresas Donde me besas, sin pensar en lo prohibido Solo en entrega, alocando los sentidos Dejando a fuera, lo inhibido Solo tu calor y el mió
Que queman los cuerpos poseídos Por el deseo prohibido, y tus manos que me acarician Que dejan en mi cuerpo el sudor del placer que al que te invito
Cerramos la puerta dejamos a fuera Los miedos y todo lo que conlleva Para hacernos uno en esta entrega De cuerpos fundidos En un amor prohibido
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Poeta
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Hoy quiero escribirte amor A ti que lloras cuando me recuerdas Cuando algún detalle, que yo te daba A un suspiro conlleva A ti, a la que ame con locura
A la que a la luz de la luna Un verso recitaba A ti musa de mi poesía A la que cada letra que escribía La embarraba de ternura y melancolía A ti que aun en la alegría me recuerdas A ti que te alejaste,, dejándome tristezas A ti te escribo hoy, a la que lloras cuando me recuerdas A la que dejo marchitar el amor, que florecía en su verja A la que ríe,,, y me recuerda
A ti escribo hoy Hoy que me recuerdas A la mujer que me dio alegrías y tristezas A la que me besaba con su mirada Y cobijaba mi alma con su sonrisa
A ti a la que se alejo de prisa Dejando soledad y cenizas
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Poeta
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Lejos de casa, sintiendo la tragedia sabiendo que el retorno es imposible, separado por siempre de todo lo que amas, te arrancan de tu esencia a los tuyos.
No se puede derramar lágrimas, solo que el rostro ya no puede soportarlo, porque en él se refleja una temblorosa súplica.
La vida de inocentes criaturas ha sido devorada, sanguinarias cadenas aprisionan tu destino.
Y quieres escapar de todo eso, te reúnes con el que antes era tu enemigo planificas la finalización del cautiverio, pretendes detenerte, pero ya no es posible.
Ahora te toca recoger los cuerpos que tendidos en el campo de batalla quedaron. Oh no, pero no hay tiempo para eso simplemente los más fuertes escaparon.
Después de todo esto, por el bosque divagas consternado, aún te embarga esa ansia de escapar, de irte lejos, de ser realmente libre, intentas volar sin previo aprendizaje…
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
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Poeta
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