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Solitario.
Esta noche triste y desolada,
oscura, como el silencio, mi amigo,
susurro al viento, que calle mi quejido.
Es mi mano la invitada, esta noche,
a saborear del fluído que resbala,
como cascada de plata,
desbordándose por mis hondonadas,
estrechando a sus anchas,
esta piel que se hincha, en cada pajeada.
Pasa, mi mano, de caricias a locura desbocada,
cada vez más rápido, pulsando mis pulmones,
a tomar el aire suficiente,
para que mi corazón no falte,
en los momentos, del delirio evocado.
Con que dulzura paso el tiempo,
pensando en culos de tan solo sueños,
dejando que mi mente se divague,
deleitando la morbosa osadía.
Pego el grito a mi mundo molido,
que me deja sin aliento alguno.
Con una erupción sin paralelo.
Y mi mano, cansada, acariciando mi falo,
agotado, borracho y flagelado .
Ha sido un momento desolado,
con mi mano y mis tributos,
haciendo lo que más quería
Mario Vásquez
julio 8/08
[email protected].
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Poeta
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EN SILENCIO
Mil fantasias, entre húmedas almohadas,
no es el lloro, lo que alejan tu mirada,
son tus sueños que dibujan otra morada,
en medio de tu bruma, que inconscientemente quema,
mi querida dama.
Desde donde los dos miramos,
a esos nuevos horizontes soñados,
la poca razón, mataba dos enamorados.
Mientras tu mirada ausente navegaba,
derramaba sangre, dentro de mi corazón,viendo tu sin razón.
Nunca perdí tu camino encantado,
mis pies pisaron tus sagradas pisadas,
y tus ojos permitieron, ver muy dentro en tu guarida,
tu conciencia disfrazada, perpetuaba tu ausencia devaluada.
La ilusión del día en que nos conocimos,
cociente de que el amor es tan solo un camino,
nunca llego a tus venas ni a tu medroso corazón,
mientras yo ponía mis dedos, que perpetuaban las caricias ajenas,
tu violabas todas las fronteras, de este amor divino.
Locuras que arrebataron mis tormentos,
dejaron en silencio, estos versos con sentimiento
y aunque después de mucho tiempo, que te sigo queriendo,
nada me importaría, si encontrara una sonrisa
y en el silencio, un beso, que sofocara lo que estoy sufriendo.
Mario Vasquez
[email protected]
03/02/2010
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Poeta
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SUAVE BRUMA
De marea a marea lunar,
me revuelcas en una avalancha de liquido cristal,
y en tus placidas olas, se recrea mi abrumado cuerpo,
desnudo...., derritiendose como estatua de sal.
La suave vision de la blanca espuma,
ajena de miradas extrañas, se esfuma,
y llenan de ansiedad tus frigidas pupilas azuladas,
cubriendo mi cuerpo en dulce intimidad.
Me situas sobre tu fuerte cuerpo jovial,
atrasando mis latidos, en la profundidad de tu mar,
alterando el metronomo de mi razon,
arrebatando mil y un a fantasia a mi corazon.
Alivias mis suspiros, en inocentes juegos,
con tus suaves roces, mi ilusion se aloca,
llegando de tus manos y tu boca,
mi roca se derrite, al vaiven de tus espasmos,
sacudiendo con fuerza, las delicias de un orgasmo.
MARIO VASQUEZ
[email protected]
02/26/2010
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Poeta
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Te mueves con fuerza inaudita,
y en el filo del horizonte te elevas
buscando alcanzar el cielo, grandioso llevas
el tesoro del agua bendita.
Dentro de la blanca espuma
te abrazan los tiernos besos,
al mirarlos quedan impresos
transparentes entre la bruma.
De enamorados eres escenario
en una romántica velada del atardecer.
Las olas inmensas se han de enfurecer
celoso está el viento, fuerte el adversario.
Como una fogata todo está encendido,
alumbra la luna con su luz de plata,
pintando el romance color escarlata
vienen los marullos en su acometido.
Estrellas del mar se van a lucir
navegan las algas entre la corriente,
forman remolinos que no están ausentes,
majestuoso y bravío se oye tu rugir.
Idóneo idilio amoroso logras alcanzar,
los valientes marineros testigos serán
de la unión en la lejanía donde se amarán,
el cielo, la luna, el viento y el mar.
Julio Medina
1969
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Poeta
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Cruenta bestia de alas dulces,
ceguera de mi conciencia,
te aprovechaste de mi inocencia
provocándome emociones.
Te me figuraste ángel,
cuando menos un vergel,
pero al pasar el hechizo
te me convertiste en súcubo.
Y me heriste con desprecio,
con afectos embusteros,
con tus besos asesinos
me condenaste al abismo.
Cerca estuve de la muerte
y hasta le miré de frente,
cuando conseguí sacarte,
también logré sosegarme.
Este amor que fue penumbra,
hoy se alumbra con aquella,
que no es ángel ni vergel
pero es mi mayor querer.
Edxon J. Martínez.
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Poeta
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En febriles noches y apasionada madrugadas
rebasamos las fronteras del amor…
aunque donde hay dos seres que se aman
nada es prohibido, ni entrar al paraíso.
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Las palomas que dormían en tu pecho
desplegaban alas para tomar vuelo,
mi boca ha ganado en el intento
mordiéndolas con ansia excitadora.
Tu cuerpo como brasa al rojo vivo
entregado al mío que era pira,
se fundían en una solo llamarada
cual bola de fuego rodando en una cama.
Tus gemidos, carbón para mi flama…
enterrando mis dedos en tu piel abrasadora
recorría montes y colinas,
de tu cuerpo ardiente y avivado.
Saciar la sed que padecías
dándote más de aquello que pedias
era lo que yo me había prometido
y es mi orgullo, el haber siempre cumplido.
Viviendo como esclavo… de rodillas
alimentando tu lumbre con más leña
voy atizando el fondo de tu hoguera
mientras brota lava que me abrasa.
Tu cuerpo ha sido lumbre salvadora,
he gozado de tu vientre y tus afanes,
y de todo lo más bello
que tú amor me ha regalado.
Delalma
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Poeta
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Vivir en esta tierra árida y seca
que ya no siente el suspiro de las flores
ni se escuchan a los pájaros cantores
con sus finas melodías.
Las mariposas, ya no alegran la luz del día
con sus mágicos colores.
Madre tierra, estás herida
tus montes, valles, tus praderas
sin el susurrar de las golondrinas
tienes el alma abatida.
Sin el arrullo del agua cristalina,
agua pura que corre por el ancho río,
la flora y la fauna están perdidas.
El hombre te ha destruido,
con tu sangre se está manchando las manos,
y en su ambición ha pretendido
abarcar los terrenos que cuidamos.
El amor a la naturaleza ya no existe,
siendo tú la que permitiste
habitar bajo el azul cielo
entregando las riquezas del suelo.
El hombre con sus instintos bárbaros
envenena el cielo, el aire, los mares,
creando peligrosos males,
dándole prioridad a sus deseos avaros.
¿Sabes lo maravilloso que es
oír el cantar del ruiseñor
en una mañana hermosa,
escuchar sus dulces melodías,
sentir sus trinos de amor,
ver como el sol con su resplandor,
a la vida enriquece,
y en las noches estrelladas,
mirar como un lucero resplandece?
¿En dónde está la conciencia
de este hombre modernizado,
que la tierra ha destrozado
sin importar las consecuencias?
Madre tierra, justicia harás
sobre todo aquél que te destruye.
A quien con el oro del mundo
sin escrúpulos construye,
la madre tierra lo castigará.
Julio Medina
1969
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Poeta
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[img width=300]http://www.poemas-del-alma.com/blog/wp-content/uploads/imagenes-poemas/e459340.pjpeg[/img]
Una vez fui joven,
una vez di todo de mi,
ahora me miro en el espejo
Reflejo de lo que fuí.
Miro mi rostro de ese entonces,
joven, hermoso, privilegiado
y cautivador.
¿Donde está esa mujer,
de la que hoy hablo yo?
soberbia, altiva y vigorosa,
que su hombre amaba,
y otros a ella la deseaban.
Ahí se quedó
decía su mente,
atrapada en el espejo,
gacela bella, de fuerza y ternura,
su mirada reflejaba con gargo
su hermosura.
Solo quedan ahora,
los recuerdos de lo que fué,
resignada y consciente,
con armonía y paz ,
dentro de su alma llevará
su galope,espada y armadura.
Su corazón sigue vivo,
como vivo su pensar,
latiendo con dulzura aún esta ,
haciendo remembranzas,
hasta que llegue su final.
Fue un día feliz,
tal vez otro infeliz,
ambas experiencias de la vida,
que aún así ,
a veces añora revivir.
Flor marchita por fuera,
que alberga tesoros de alegría,
algunos grandes pasajes de su
vida no quiera recordar,
en el último trayecto por andar.
platica infinita con ella misma
en su espejo,
soy lo que quise ser,
o lo que la vida me pudo ofrecer.
Tomé de élla lo mejor,
ahora encierra lo que soy,
una gran inspiración.
Aparecerá
pronto mi partida,
la recibire con gusto
no como si fuera mi enemiga.
Porque demuestra mi paso,
que estuve aquí en la vida,
ya nada espero
ella todo me lo dio,
tampoco me obsesiono,
sí,
si pude haber sido lo mejor,
mis seres queridos los llevo,
aquí en mi corazón.
Esa es la mujer,
de cabello blanco,
con alma cansada ,
pero de la vida enamorada.
Me marcharé
serena y fuerte,
como siempre supe ser,
con esa imagen en mi memoria,
de mujer bella,
bella y cautivadora,
reflejo en su espejo ahora.
Lo sé,
mi tiempo está por terminar,
dejo los mejores años de mi vida,
pero me voy en paz.
Dejo mi legado en mis hijos,
que solo una mujer
a tenido el don de procrear
en mis hijos y amigos,
viva voy a continuar.
Ese es el rostro
de una vida personal,
o como tantas otras,
que en ese maravilloso espejo
se pueden reflejar.
Ese es el reflejo,
satisfecha,
del rostro que dejo en el espejo,
continuando el proceso natural,
de un paso a otro,
en el espacio sideral ,
me dirijo hacia el umbral.
AUTOR :IRMA PERIBAN VILLA....MEXICO
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Poeta
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Lamento pelo meu peito,
Pelo meu amor esquecido desfeito,
Pela enorme dor que me consome sem jeito.
Lamento pela paixão,
O sentimento nobre que conduzi em vão,
Os pensamentos belos e tão singelos,
Do meu amor sonhado, mas hoje flagelo.
Lamento pela minha lágrima,
Tão derramada e mal cuidada,
Em noites tão claras enluaradas,
A minha linda amada comigo não estava.
Lamento por meu sonho,
Desprezado sem glória,
De um amor sem história,
Que se vai da memória.
E ele parti,
Como uma brisa ou vento,
Que se vai do pensamento,
E por nós dois eu lamento.
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Poeta
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Minha angustia persiste oh voraz solidão,
Meu peito entorpece lividamente,
A dor o corroe lentamente,
No crepúsculo da vida o amanhã sem salvação.
Os dias estão passando meu dolorido coração,
Desse tempo que é o teu maior inimigo,
Nas asas do amor que não encontraste abrigo,
E os anjos dos céus que não te deram as mãos.
Tuas noites são sempre frias,
Como o orvalho que se forma sob os lírios,
Nas madrugadas que vives em martírios,
Nos calafrios das tuas agonias.
Ah meu purificado coração,
A feroz dor que inunda o meu ser,
É nunca ter te dado uma fervorosa paixão,
Pra livrar-te do abandono que te faz perecer.
E de tanto sofrermos juntos,
Hoje estamos a sóis, eu e você,
Áridos, pois tuas lágrimas já secaram,
E nossos sonhos se eternizaram,
Num tempo de aflição que não fizemos merecer.
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Poeta
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