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Entre dos soles, entre dos lunas, entre dos cielos , entre dos mares, cobijos , cobijos de la vida en la piel como ninguna.
En lo más profundo de la inmensidad, donde nadie había podido llegar, nacen civilizaciones como el agua azul , que derrama el ancho y verde mar.
Por accidente o incidente civilizaciones unidas consideradas ya perdidas se pudieron encontrar.
Gran resplandor, sus riquezas y brillo a todos asombro y nadie afuera menciono. Multiples rostros, rostros de bellas mujeres , exquisitas figuras todo en sueño , nada con miedo, los contiene.
Imagenes sorprendentes, humores mezclados, de hadas, elfos, guerreros, terricolas, pastores ,animales y dibujos animados.
Todas las razas reales o ficción , en ese pequeño o gran mundo se observo.
Mezclas sorprendentes , como en cuentos , con grandes dirigentes , haciendo hermanos, uno a uno tomados de las manos se entrelazan fuertemente.
A nadie privaban de sus libertad a nadie maltrataban, ayuda mutua entre ellos generaban.
Entre dos soles, entre dos lunas , entre dos cielos, entre dos mares, cobijos, cobijos de la vida en la piel como ninguna.
Muchos mundos, muchas razas, rincon desconocido , aún para la bruma. que nunca los abraza. No existía guerra, no tenian temor, no había sangre, ni tampoco el horror.
Sus hermosas cascadas entre las montañas, se bebía el agua pura cristalina todas las mañanas.
Lo verde del campo, lo frondoso de los arboles, lo limpio y podado del jardin el fresco aíre los niños respiraban cuando jugaban por ahí.
Los viejos nunca se cansaban, mantenian solo el orden, sabian que un día formarían parte de las estrellas y constelaciones en todas direcciones.
Todo era paz, melodía y armonía, prosperidad por los poros se vertía, la obscuridad ellos fulminaban, con sentimientos y valores que cada uno generaba.
Pero llego lo negro, lo negro de la maldad, los relampagos tronaban, los rayos que mataban , la lluvia no paraba, inundaciones se acercaban.
Era la mano mezquina , por sus malos actos desterrado , su nombre nunca se escribió, para ellos murio y por siempre en el olvido se quedo.
Se empezaron a esconder todos temerosos comenzarón a correr, otro paraíso perdido en medio del eden.
Días de tormenta, noches de gran desolación, horas tenebrosas , hambre sin pasión , por momentos se vivió.
Llegada la calma, se paran a ver el alba, solo es un aviso , que pasaría con sus almas.
Salen de sus guaridas asustados, a seguir con sus vidas, tal vez es el recuerdo , de que a sí llegaría la hora de poblar otra vida.
Flores esplendorosas, flores de manantial, entregan miel y su aroma sinigual.
Nos perdimos como niños, nos perdimos tierra muy dentro de tí, aunque la puerta esta abierta, ya no queremos salir y al mundo redimir.
Mundo ordinario muere la vida, mundo de hoy que se pierde de tantas heridas.
Nos perdimos como niños, nos pedimos tierra muy dentro de ti , aunque la puerta está habierta el regreso no queremos sentir.
Entre dos soles, entre dos lunas, entre dos cielos, entre dos mares , cobijos, cobijos de la vida en la piel como ninguna.
Todo evoluciona, evoluciona sin medida, caminos, caminos de la vida que nos guían como la estrella al pastor en cada uno de sus días.
Entre dos soles , entre dos lunas, entre dos cielos, entre dos mares, cobijos, cobijos de la vida en la piel con ninguna.
AUTOR: IRMA PERIBAN VILLA...MEXICO.
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Poeta
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