|
“Pátzcuaro, momento aciago . . .”
El lago está moribundo, sin embargo, en lo profundo de su más sangrante entraña, cual lagrimal que se empaña.
Brotan los ojitos de agua, la naturaleza fragua recóndita, restringida, una posibilidad de vida.
Pocitos intestinales quieren curarle sus males al estanque michoacano, desean a “japhonda” sano.
Ecológica esperanza ya que la lluvia no alcanza; mientras resurge esa veta, han de tomar la estafeta.
Chapultepec, Urandén, San Pedrito, sin desdén, venajes de agua bendita que la cuenca necesita.
Surtidores reducidos tras lamentos, tras quejidos, con su más sincero llanto anhelan colmar tal manto.
Descubierta está la fuente, de manera inteligente habrá que explotarla en pleno y hacer que surja de lleno.
Pongamos la fe en afluentes, en acuáticas simientes, los veneros escondidos siempre serán bienvenidos.
Aunque ha estado muy ausente la humedad se hace presente, que nazcan más manantiales con líquidos celestiales.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 05 de junio del 2021 (Día Mundial del Medio Ambiente) Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
Una noche, cansado de volar mis pensamientos al pasado dejaré esta vida de placeres para volver a vivir sin prisas ni dolores pues cansada esta mi alma de llorar en vano, y vivir, ya no es vivir Un día mi cansado corazón no sentirá más un solo desprecio ni mis ojos miraran como otros labios besan lo que ayer fue mío, no habrá llanto en mis ojos ni el filo del cristal de la mentira me lastimará hasta sangrar Cuando alguien me pregunte por qué jamás me case le diré que mi destino fue así más llevare por siempre en cada rinconcito de mí, los recuerdos de cada dama que en su momento ame Cuando su pregunta se torne más insistente le diré que para qué el matrimonio en papeles si es más bonito cuando se escribe en el corazón, que de mi parte escogí los recuerdos por esposa y duermo con la soledad pues con ella he escrito los momentos más tristes y felices de mi vida Aunque nadie sabe que muy en el fondo creo nací para llorar y el dolor para mí son los brazos de una dama, su nombre, no importa, no tiene sentido todo en mi vida ha sido en nombre del amor Pero que hermosa ha sido mi vida pues cuando me vi llorando comprendí que de verdad estaba amando y cuando creí que me amaban me dieron siempre la espalda para comprender así que solo estaba soñando más de lo pasado, ya nada importa Solo hay algo que me espanta pero tengo la esperanza de vivir más de cien años después de partir en una de mis frases, en uno de mis versos y postergar un poco más mi nombre de la muerte.
|
Poeta
|
|
“Agitador placero nato . . .”
Pues, López sigue en campaña no se le quita la maña, olvida que es “presidente”, muy falso embauca a la gente.
Como en vil candidatura, dentro de su dictadura inicia por la mañana su “gira virtual” temprana.
En Palacio Nacional, recinto sensacional, tiene casa de campaña, al pueblo “sabio” así engaña.
No ha gobernado ni un rato, como “eterno candidato” cada que se sube al podio vierte su discurso de odio.
Contra de sus adversarios lanza sus ataques varios, a opositores humilla, le da bien duro a la “grilla”.
Con su lento hablar cansino, politiquero genuino al INE mal ningunea al son del “puej”, “ejte”, “ojea”.
Promete, miente a sus chairos, desvaríos múltiples diarios, con desparpajo y cinismo hace su proselitismo.
De forma nada serena a favor de su morena, le preocupa la elección de junio, no la nación.
Dos años y medio en la silla han sido de pesadilla, ¿resultados?, nada, cero, nato agitador placero.
En sus genes hay pendencia, anda en la senil demencia, Andrés nunca ha mandatado ni ha sido Jefe de Estado.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 02 de junio del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
En medio del viento, qué no se ve, pero se siente yo allí estoy, transparente, sola con mis pensamientos sintiendo mis diferencias hacia los otros, me dejo llevar. En verdades lo que todos hacemos. Solamente vamos por la vida, pero no como queremos, la vida es la que nos lleva. Muchos se sienten como un rey, otros olvidados, pobres, sin tener derechos para reclamar. Nada es asi. Hacemos sufrir nuestras Madres al nascer. Siempre sufrirán por los hijos. cuando llega la vejez o una enfermedad, casi nadie pára para pensar. Agradecer tampoco. Por esto, ando en medio del viento, mirando e evitando sentir mis dolores. Soy feliz, tengo abrazos cariñosos, me siento querida, por alguien que nunca me lastimó. Como digo cuando Dios me hizo estaba alegre. En realidad salí distinta, de lo que me orgullo agradeciendo todo lo que tuve hasta ahora, cantando, llorando, sufriendo, pero quiero vivir un poco más, mismo en medio del viento que me llevará hasta el infinito, que no sé lo que es. Porto, 3 de junio de 2021 Carminha nieves(decreet50)
|
Poeta
|
|
Castelo esquecido No leste europeu Família aniquilada.
|
Poeta
|
|
Cuatro años y unas semanas más… resultaban una diferencia lapidaria, para José, un niño de doce años, que miraba con ojos de hombre enamorado a la hermana de su mejor amigo, que el año pasado cuando cumplió quince, pudo verla con ese hermoso vestido rosa, maquillada, sonriente… preciosa; desde entonces, algo ocurrió en su interior para siempre, así que le resultaba muy difícil tratar de disimular su incontenible atracción por Liliana. Se turbaba, olvidaba lo que iba a decir, tartamudeaba, escapaba a caerse tras varios tropiezos, amén de sonrojarse y la sudoración aquella que molestaba tanto… a todo esto, Liliana le sonreía y continuaba con sus días y actividades sin enterarse del viacrucis del pequeño José, “pequeño”, es que además, aún no se había estirado y le faltaban unos quince centímetros de estatura, por lo menos para igualarse con Liliana. Ella, grácil de figura, atractiva por ese ángel que tienen algunas mujeres, que sin cobijarse con los estándares de belleza del mercado y la sociedad de consumo, era hermosa, por sus ojos claros, su sonrisa angelical y esa agilidad felina para deslizarse al andar, cuántas veces había hasta delirado imaginando poder abrazar esas formas, esas curvas peligrosas decía, porque le sería muy difícil mantener el control… y cuando hablaba, dejaba admirara una boca que a José le provocaba atrapar a besos… José, además de resignarse a verla enamorado, pero como un imposible, tuvo que aceptar algo que iba más allá de sus ilusiones; Liliana, su bella Liliana se iría a estudiar lejos… una suerte de eclipse total, cubrió los días y noches de su vida, que a pesar de los chispeantes años de la adolescencia, siempre tenía un corto circuito que lo sumía en una melancolía, que evocaba los detalles de la amada Liliana… Tuvieron que transcurrir como quince años, José se graduó, obtuvo una tecnología, se casó y fue a trabajar en una planta industrial, en donde la vida le tendría guardada una sorpresa del tamaño del universo: Liliana trabajaba también allí en el área administrativa, no había crecido tanto como José, que era quien ahora pasaba con varios centímetros a “su” Liliana, que aún causaba revuelo en su comportamiento. Estaba soltera, José de inmediato pensó a sus adentros: ¡ojalá hubiese sabido!, la habría esperado, la habría buscado… pero tenía una pareja, esa noticia sin embargo, no desinfló a José, que estaba feliz, saludaba y se despedía de “su” Liliana con beso en la mejilla, habían ido consolidando su amistad interrumpida; su amigo, hermano de Liliana, había salido a estudiar fuera del país y se quedó a vivir con los gringos, se consiguió su gringuita y no pensaba en volver por ahora. Los lapidarios cuatro años, ahora no se notaban, el porte y aplomo de José, habían causado especial simpatía en Liliana, que sin darse cuenta, se sentía atraída por el ya no pequeño José. Liliana dejó de hacerse acompañar por su parejo, llegaba y se iba sola del trabajo, así tenía más minutos para poder compartir con José. Él por su parte, iba superando los nervios y a medida que charlaban y compartían, sentía que de alguna manera era correspondido. José tenía dos hijos pequeñitos, que adoraba y su esposa, era un amor de persona, preciosa como las flores en primavera y habían levantado un hogar, que había causado la admiración y envidia de muchos en su entorno; esto le causaba remordimientos y en varias situaciones le inhibía de dar cuerda a eso tan bonito que compartía con Liliana. En particular, había un instante que era de alguna manera incómodo: las despedidas, porque sin querer o queriendo, se acercaban un poquito más para darse el beso de despedida, que de a poco iba remordiendo distancias, hasta remorder comisuras de labios y tras varios intentos o refrenamientos mutuos, finalmente desembocar en un inevitable beso con hambres atrasadas, que quien sabe cuánto duraría… allí supieron cuánto se atrajeron y cuánto más se ansiaban. Liliana que sabía perfectamente, la condición de José y su hogar, se adelantó con total contundencia a señalar, que ella también tenía su relación y que jamás podrá aceptar que José abandone su hogar, sus hijos, su futuro con ellos; ella no se había casado, no le atraía esa condición y prefería desde hace mucho, tener su pareja y nada más, esto a pesar de sus dos últimos enamorados, que habían querido tomarla por esposa… De los besos y caricias furtivas en esos intervalos del trabajo, dieron el salto a verse fuera de la planta industrial; encontraron el tiempo y en una residencial, el espacio para explosionar todas las ganas acumuladas; ella quiso amarlo y él, cual púber enamorado se dejó llevar por ese vendaval de la mujer de sus sueños, por su obsesión adolescente, su más delirante ternura también… a quien según él, había dedicado hasta su primera masturbación… Se besaron, se descubrieron a través de miles de caricias y miradas, se amaron y volvieron a amar, se quedaron dormidos y al despertar se amaron una vez más, como el primer beso, con hambres atrasadas… fue una conjunción única, exquisita, inagotable… Liliana ofició como maestra de ceremonias, José obedeció, la amó y aprendió, no paró de hacerlo… Iniciaba o continuaba así, una relación muy especial, en que se entregaban desaforadamente, como náufragos encontrados, sin exigencias, sin condiciones y cada encuentro, era esa oportunidad exquisita, para brindarse plenamente, para inventar, para recrear, para explorar, llegaban ilusionados y se despedían felices, sin horarios ni calendarios, cuando podían se ponían de acuerdo y lo demás era tan solo la urgencia porque transcurran los minutos y se encuentren una vez más solos, dueños del universo, del tiempo, de ellos mismos… Por sus compromisos, tuvieron largos corto circuitos, pero siempre se volvían a buscar, a encontrarse y a quererse como sólo ellos, o como diría José, como quería Liliana, la sacerdotisa de su amor, de su cuerpo, del placer y como toda relación, con aportes de la pareja, José también buscó sorprender a su amada, explorando nuevas caricias, besos, espacios, tiempo… de a poco fueron necesitando más tiempo para ellos y buscaron noches enteras, días enteros, tras los cuales, venían las pausas, para necesitarse otra vez… con esas hambres atrasadas, que tanta magia traían, que cuánto placer almacenaban y compartían… Cada uno por su lado, aceptarían después, que esa construcción amatoria, sería únicamente de ellos, jamás podrían replicar con sus parejas, provocando por el contrario, congelamientos muy críticos que apenas escapaban a ponerlos en evidencia… así mismo las no exigencias y no condiciones, dejaron de ser tales y afloraron en escenas de celos y en necesidad de más tiempo juntos; esto último de manera intermitente, cuando Liliana exigía, José no podía y viceversa, pero nunca se debilitó esa atracción, el deseo, las ganas infinitas de juntarse, de sentirse, de inventar más, de sorprenderse con algo nuevo, de derrochar ternura, pasión, lujuria, en cada nueva exquisita ocasión que la vida les brindara… Varios años después los lapidarios 4 años que agobiaban a José, cuestionaron a Liliana, que se sintió algo más “madura”, que su amado; si a José nunca le importó esa diferencia cuando era apenas un niño, ahora no cambiaría por nada esa condición, Liliana era su mujer, ella le enseñó a amar, él era su púber amante y lo sería para siempre… Un día José tomó la mano de Liliana y se la colocó en el pecho, su corazón latía como un tropel de caballos desbocados, varias veces le había hecho sentir esa sensación, esa arritmia, alegría, conmoción, lo que sea, que Liliana provocaba en él; fue su manera de explicar sin palabras, que no pueden: apenas cuatro años y algunas semanas, detener ese ímpetu conque él siempre amó a su Liliana, la hermosa mujer de felino andar, de preciosos ojos, cara bonita, sonrisa angelical, boca deliciosa que adoraba devorar a besos, cada palmo de ella, transcurridas algunas décadas, seguían siendo motivo de sus ansias para amarla más… Juntos construyeron ninguna rutina, juntos aprendieron a reinventar esto de ser parejas y de aprovechar cada segundo que la vida les permitía compartir con toda la intensidad de quien vive para ello, juntos siguen siendo un tsunami de emociones, de expresiones, de detalles, que bien deberían ubicarse con estrellas en el infinito, allí donde no importa el tiempo… donde amores así, son eternos…
|
Poeta
|
|
“Muy tercas, pero, . . . bien chulas.”
Católica religión, Pascua, la Resurrección, sesenta días han pasado del calendario marcado.
¡Vamos tempranito a misa! amor, corazón de prisa, Jueves de Corpus llegó sufrimientos relegó.
Es el día que más disfruto, el trabajo ya dio fruto recibamos sus “primicias” festejemos mil albricias.
A Dios llevemos ofrendas cumplamos sus encomiendas, sigamos la procesión, la fiesta, la tradición.
Bendito día de las mulas especiales, las más chulas, de hoja de maíz reseca artesanía que no peca.
Con barro fresco, lozano, obra fiel de un mexicano que se compra en los mercados, en los tianguis afamados.
Cuatro palos para afuera no de madera cualquiera, sostienen tierno animal muy terco, pero, . . . formal.
Mulas tenaces cargueras, en las sendas las primeras portando sillas divinas adornadas, diamantinas.
Cargan las lucidas flores de perfumados olores, rítmico vaivén, costados llevan preciosos atados.
Cajas de tablas, huacales, enjarrados los mezcales, miro cestas tamaleras también cucharas moleras.
Comales, cazuelas varias, metates, jícaras parias, hondas ollas frijoleras, tinajas que son pulqueras.
Tienen brida, usan rienda, así necedad se enmienda, un hilo les guía el camino pender será su destino.
Acémilas regalemos, nuestro “folclor” reforcemos fomentando las costumbres se olvidan las pesadumbres.
Vistamos a nuestras niñas con faldas, con blusas finas, moño, trenza a la cabeza, reboso, collar turquesa.
Ataviemos bien los niños, huaraches, gabán, divinos, paliacate, ropa manta y sombrero paja santa.
En cultura popular las mulas hay que adorar por siempre, serán eternas pues tienen almas fraternas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 04 de junio de 2015 Dedicado a mis “mulitas” preferidas: Samantha Ramos Hernández y Marijose Rodríguez Ramos Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
O tempo apanhou o vírus, Está sonolento, sem força para se sacudir e dar o cheiro a verão. Eu cá em baixo sonho com fins de tarde e noites cálidas, esplanadas abertas, tomar um café depois do jantar, ouvir o canto dos grilos, ver céu estrelado o murmúrio das ondas, sentir que ainda o mundo e o mesmo. Só espero que algum pedaço de sucata que o homem manda lá para cima não me caia na cabeça. Por aqui, só as beatas dos fumadores incomoda. E estive a pensar, se a sucata se desintegra a entrar na atmosfera, podiam mandar lá para cima a de cá de baixo e resolvia-se a poluição terráqueos. É melhor brincar e esquecer tanta coisa que me preocupa. Mau caminho seguimos, estragamos o mundo e estamos a estragar o nosso firmamento. Nem vale a pena pensar se vai haver reformas, estamos a caminhar para sermos digitais.
|
Poeta
|
|
“¡Qué verdadera tragedia!”
Falleció Don Héctor Suárez hay tristezas, hay pesares, luto entre los comediantes se fue “El mil usos”, “Tirantes”.
El “No hay” encontró la muerte, mas, Dios nos brindó la suerte de disfrutar su comedia que iniciara en la tragedia.
Teatral, así, muy incipiente, año sesenta naciente, quiere triunfar, a eso aspira, guiado por Carlos Ancira.
Obras de Kafka, Ionesco, lo absurdo en talento fresco, Marcel Marceau pantomima, el joven Suárez germina.
Que buena suerte la de él tomar clases con Marcel, primeros logros de mimo iniciando buen camino.
El cine le abrió los brazos, el set, sus primeros pasos pudiendo dar un “gran” salto debutando en “El asalto”.
Citaré solo unas cuantas de sus películas, . . . tantas, casi cien en la memoria, de ahí grandeza e historia.
“Mecánica nacional” donde lució excepcional, “La picardía mexicana” le confirmaba la fama.
En “Lagunilla mi barrio” tuvo, al punto, muy buen fario, su actuación de maravilla se reflejó en la taquilla.
¡Uy!, “En la cuerda del hambre”, “Trampas de amor”, ¡qué raigambre!, Premio Ariel, Diosas de Plata, tres no más de gloria grata.
El destino así se traza, recordemos “¿Qué nos pasa?” su programa en Televisa que nos sacaba la risa.
Histrionismo por bagaje, “Flánagan”, qué personaje, gritaba: “¡queremos rooock!”, comiquísimo el stock.
De figuras populares que representaba Suárez, gustosas reminiscencias, semejanzas, coincidencias.
Con nuestra amplia sociedad, comedia e hilaridad de “El Licenciado Buitrón”, “Doña Zoila”, ¡Señorón!
Que fue en la televisión, “La cosa” en Imevisión, cómo olvidar a “Tomás”, doble sentido, ¿qué más?
Algunas telenovelas: “El carruaje”, “Las gemelas”, “El derecho de nacer” que nos encantaba ver.
Lo diré en un “fast track”, pues Comedy Central Roast reconociendo su fama lo “rostizó” en un programa.
Por el teatro nuevamente incursionó diligente, con “Toc toc”, en su “Estoy loco”, se mostraba aún más docto.
“El crédito” siempre suyo, actuando crecía su orgullo, “Los locos Suárez” con su hijo igual que él actor prolijo.
Le vino el cáncer maligno, la fatalidad designio, como todo un hombre recto percibió el fin del trayecto.
¡Gou Producciones, presenta: “La Señora Presidenta”!, trabajar fue medicina, mas, toda gesta termina.
Breve, corta, esta semblanza, ya que, el papel nunca alcanza para reseñar la vida de un genio que, de subida.
Hizo toda su carrera, jamás se quedó a la vera un proyecto de Héctor Suárez, pongámosle sus altares.
Con ceras y veladoras que sean muy imploradoras, pena entre los comediantes, ya, nada será como antes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 02 de junio del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
Na campina esquecida As flores morrem No inverno cruel.
|
Poeta
|
|