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Tu piel cálida se enfrio como el otoño, tus besos se combirtieron en gélidos recuerdos, de tu piel sobre mi en las noches, escondidos de la luna, que ahora se llenan de ausencia y soledad.
tus manos ya apagadas de caricias, tus pasos no marcar los minutos que pasaron, tu sonrisa ya se hizo peregrina de alegrías pasadas, y tu equipaje se lleno de palabras sin cumplir... sin mi.
tu presencia inmortal perdura aquí, en esta cama donde me decías te amo, en cada sonrisa robada por un beso, en cada suspiro al nadar en tu sudor,
tus miradas... hundidas en tus pies, como mirando el destino final de este amor que como pétalos caducos se desprende del soñar, del amor, del esperarte para decirte... te amo.
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Poeta
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Aquella mañana de ti me enamoré desde que te descubrí, fue mi primera vez, sin condiciones el amor entregué junto a ti imaginaba llegar a la vejez.
Lo más sensible de mi existir atestó tu vida de quimeras, estaba hechizado al poder sentir el tierno afecto que a mi corazón le dieras.
Cuando se manifiesta la adversidad consumiendo los cimientos del hogar la dicha se transforma en infelicidad. Por falta de valor no me quisiste apoyar.
Excusas, solo excusas me decías mientras yo solo purificaba el veneno. El veneno me agobiaba día tras día aquejaba mi vida, no dejaba nada bueno.
¡Te necesitaba a mi lado tanto! Desatendido sucumbí ante el padecimiento buscaba abrigo, calor, consuelo bajo tu manto, pero nunca acudiste a sanar el sufrimiento.
Aunque lejos de mi tierra duele más en la comarca ajena encontré paz para mi alma, me abandonaste porque no supiste jamás darme sosiego y algún remanso de calma.
Si ahora pretendes otra vez volver a humillarme con las mismas falacias del tiempo aquel, te diré que no encontrarás razón para que armes los pedazos rotos del viejo anaquel.
Julio Medina 7 de septiembre del 2011
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Poeta
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Yo no conocía a Dios hasta que en tus ojos vi la gloria, en éste paraíso te encontré ¡Antorcha encendida, luz para mi fe!
Oscuro andar el mío por caminos de peligro y tentación… arriesgando, probando; seduciendo, seducido nunca prometiendo, ni comprometido…
Horas sin tiempo ni distancia corriendo como río desbordado campos eriazos o de verde vestidos alimentando, arrasando; secanos e elusiones.
Pero fuiste roca en mi desatino de la loca vorágine que me envolvía… y sacudía mí pobre alma hasta los huesos quemando de angustia mi corazón enamorado.
Entonces apareciste tú amor bendito y cambié mi desdichada vida por tus besos dejando atrás mis pesares por tus alegrías porque hallé en ti, mi ángel, la tierra prometida.
Delalma Domingo, 04 de septiembre de 2011
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Poeta
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À tua ordem,minha amada,minha princesa, pediste-me,e a tua vontade então eu fiz: liberdade decretei a esta gente submissa,presa; afim de que se tornasse um povo mais feliz...
Não fosse a tua(minha então rainha)insistência, este país jamais teria uma outra sorte: o brado heroico gritei,então de independência a esta terra...independência...ou morte...
Conquistaste meu coração de forma serena e dele fizeste pleno e total domínio; se desobedecer-te,não quero por minha pena outra coisa se não,de minha vida o extermínio...
Tu és(amada)a minha rainha;a tua realeza é de um mundo de sonhos que construí... Teu humano coração repleto de nobreza é a causa da nobre realeza que há em ti!...
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Poeta
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Las ocho letras de un TE QUIERO, viven encarceladas, entre las paredes de mi alma, sin a viva voz expresarse, sin libremente poder en el viento remontarse, pero por verte, se transforman en líquidas palabras, y asoman furtivas, por el balcón de mis ojos.
Las ocho letras de un TE QUIERO, habitan dentro de mi corazón, alimentándolo a cada latido. Son mudas palabras, que por mis venas circulan como adrenalina, pero prohibido tienen expresarte su amor.
Las ocho letras de un TE QUIERO te miran por medio de mis pupilas, siempre calladas, siempre silentes, quisiera, más que a traves de una perspicaz mirada fuera a traves de un beso, que a ti escaparan, y al disfrutar despacio su dulzura, se quedaran atrapadas en tu boca, las ocho letras de un TE QUIERO!!
Claudia Alhelí Castillo 06'09'11
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Poeta
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Llevo en el corazón un hito silencioso que dibuja en mis ojos una sonrisa congelada de anhelos absurdos y poesías olvidadas dependientes de un secreto alimentado por la distancia... Quiero respirarte todos los días vestirme de tu piel maquillarme con tus caricias alimentarme con tus besos y caminar sobre tus pies Quiero que tu voz me arrulle cuando duerma y que tus brazos me cobijen hasta el amanecer quiero que mis pupilas se dilaten cuando te vea quiero todo y más. hasta hacerte enloquecer..... Cada palabra es muestra de lo que mi corazón siente y sé que el amor es quien escribe por mi cálidos susurros sobre el papel de mi alma con la tinta de tu nombre y la fuerza que coexiste por ti. Porque he sido marcada por el romance de unas baladas románticas y espero algún día... junto a ti, volverlas a sentir.
auris 29/08/2011
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Poeta
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la sed de tu amor es el sabor de tu boca que es deseo y es pasion te amo tenlo presente como tu me amas a mi sed y deseo en tus ojos que son mi calma y mi paz que es una idea construida en el deseo de tu piel
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Poeta
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amor en el aire entre tu mirada y tu touch deseo compartido aves que vuelan amor en el aire tu amor me lleva a las nubes es puro amor es puro deseo de piel de besos que nos unen
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Poeta
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DONDE ESTAS AMADA MIA
Autor: Juan Ignacio Macoñó Alba [email protected]
En tus pupilas anidó mi gloria Y en tu lecho durmió mi alma En tus labios escribí te amo Amada mía, ¿Dónde estás?
En esta noche estrellada y fría El suspiro es lento, Y la luz de la luna, palidece. Mis piernas tiemblan Y mi voz se quebranta Preguntando, amada mía: ¿Dónde estas?
Soñar no quiero Tampoco llorar deseo, Hoy solo quiero: recordar tus besos Tus suaves manos Escribir tu nombre En lo recóndito De mi corazón Para tenerte En el silencio Y no preguntarle Al desaliento Amada mía ¿Dónde estás?
Escribo estos versos Y recito al cielo Y mis palabras Se las lleva el viento De un lado a otro Van declamando versos inaudibles Frases de amor Van preguntando Al sur y al norte Al este y oeste, Amada mía: ¿Dónde estás?
Hoy te encontré El la suave brisa Del amanecer En el aroma de una flor En el tierno canto De un picaflor Estás aquí, en mi corazón Ya no preguntaré A mis días venideros Ni al romancero De versos tristes, Amada mía, ¿Dónde estás?
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Poeta
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No me digas si no sientes ni lo sabes, no me llenes de ilusión. Obligarte a que me ames sería fatal al corazón.
Si mientes, en tu descuido no digas lo que no quieres hacer, no sigas diciendo cosas sin sentido, el amor no lo entiendes ni lo vas a comprender.
No me busques, no me llames, de mí no te dejes ver, solo de pensar que ya no me ames es algo difícil de entender.
Ya sabía que algún día la triste verdad iba aparecer, a ese mundo de fantasías no quiero pertenecer.
No te siento, es infame todo lo sufrido por tu querer, si te complace ver de mis lágrimas el derrame eso no volverá a suceder. No me hables para decirme lo que no va a acontecer….
Julio Medina 23 de agosto del 2011
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Poeta
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