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Predator y los Pavos Reales.
En la nave marciana, equidistante de los dodecaedros, geométricamente imposible, de oro y cristal y níquel, de vidrio azul y rosa y naranja, con formas contrahechas y deformes, prismas y cubos y escaleras sin fin hacia el vacío, el guerrero Predator y sus compañeros de cara de cangrejo, atléticos como gallos de pelea y feos como arañas, se pasean. Están rodeados de pavos reales de cuello azul y copete irisado, majestuosos y silentes, aves de diez grados bajo cero, extásicas como ponientes sevillanos, verdes sus colas que esconden ojos de tigres, altezas imperiales de lo onírico, que recrean con sus bellas plumas un extraño jardín sin flores, entre los cubos y los prismas de cristal violeta y rosa, en las escaleras sin fin hacia el vacío que se despeñan sobre extraños abismos de luz y música de órgano soberbias. Los guerreros, horrorosos y bellos, con sus asquerosas caras y sus cuerpos sublimes, parecen estatuas con extrañas lanzas de oro, y los pavos reales los observan galardonados de electricidad, mientras pasa el minutero del reloj atómico y la nave, catedral y laberinto de topacios y oros, se pasea entre raros mundos de hielo y de fuego, Caribdis y Escilas múltiples, donde llueven los diamantes y las esmeraldas, donde reinan las llamas criminales y las tormentas de luz y de odio, entre soles verdes, naranjas o rojos, entre satélites azules llenos de agua purísima o Hidrógeno o Helio, entre estrellas de neutrones que se tragan la luz y expelen rayos X cancerígenos, entre mundos de mármol negro o rosa, entre lunas de nieve refulgente, entre asteroides de granito destrozados, lentamente poseídos por demonios de mirada roja que juegan a estrellarlos unos contra otros, entre planetas con exóticas vegetaciones y exóticas faunas. Entre planetas nubosos en los que eternamente llueve, o entre planetas desérticos y amarillos en los que sólo hay escorpiones rojos. Los Predatores charlan levemente, musitan leves palabras de amor y de odio, cargando la cruz a cuestas de ser bellísimos de cuerpo y terroríficos de rostro, híbridos de cangrejo y arcángel, productos de la mente de un psicópata, y los pavos reales alzan sus colas y soberbios levantan las orgullosas cabezas azules, inalterables al horror, fríos como el hielo, dolorosos como astillas en las uñas, igual a pellizcos en la carne viva, deliciosos, en toda su sorprendente hermosura, como un premio a la soberbia dionisíaca de sus dueños, desposeídos para siempre de la belleza en sus rostros, pero bellos y musculosos como sublimes panteras. Nunca trémulas las soberbias aves resisten al pavor de la fealdad criminal de sus dueños, hermosos de cuerpo, igual a arcángeles. Guardianes de los secretos del universo, que hacen girar la nave en el espacio entre mundos de acero y cristal, duros como corazones sin Amor, eléctricos como alternadores de Tesla, volcánicos, o desérticos. Suenan las alarmas en la astronave, se encienden la luces rosas y amarillas, aúllan las sirenas como lobos y los Espantos de belleza se despiertan de su letargo y los pavos reales se turban levemente recogiendo sus colas verdes, escondiendo los ojos cíclopes de los tigres de plumas y dejando de picotear las cristalinas losas del suelo de la nave. Son exquisitos los dueños de los pavos, mantienen conversaciones en secreto con la Muerte, hoy tienen que visitar un extraño planeta en el que está castigada la música, y en el que sus moradores se fustigan y se ametrallan y se odian y se estragan, eternamente en Guerra desde su Génesis. ........................................................................ Francisco Antonio Ruiz Caballero. Yo hasta que no vea a Sir Anthony Hopkins haciendo de Hannibal Lecter rodeado de Pavos Reales no voy a parar. Por los Clavos de Cristo. Es malísimo este relato pero es que a parte de mediocre no tengo ningún sentido del Humor.
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Poeta
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UN PERRO LADRANDO.
UN DOS TRES CUATRO CINCO POR EL CULO TE LA JINCO.
Hace veintitantos años estaba yo de vacaciones en Sanlucar de Barrameda, el pueblo de mi madre. Y fui con mis hermanos a la Discoteca “EL MURO”. Estaba en la discoteca tomándome mi cubatita de ginebra con coca cola y empezó a sonar la música, y vi que cuatro chavalas se bajaban a la pista de baile. Como la música era buena decidí yo bajar también a la pista de baile para bailar un poco. Y nada más bajar yo a la pista de baile gritó el Disc Jockey: UN DOS TRES CUATRO CINCO POR EL CULO TE LA JINCO. Claro. El Disc Jockey me vio guapo, me vio bien vestido, me vio joven, y reconcomido de envidia el asqueroso, en todo su poder, gritó el exabrupto. Un tío que era un saco de mierda, que espero que no haya llegado nunca al poder porque sería como poner a un tigre en el cielo, un tío que de tener el poder sería peor que un asesino en serie. Porque estaba en todo lo alto y utilizó todo su poder para hundir a un chavalito, que era yo, por pura envidia. Un demonio. Un criminal. Un asesino. En vez de elevarse aún más y poner más buena música utilizó el altavoz de la discoteca para una asquerosidad repugnante. Para hundir a un chavalito, que era yo, que quedé en ese mismo momento marcado de por vida. Con 25 añitos que yo tenía. El Hijo de puta del Disc Jockey de la Discoteca “EL MURO” de Sanlucar de Barrameda, un asesino en serie, un criminal hijo de puta, un mierda, un tigre en celo, un envidioso. En vez de elevarse a lo sublime se arrastró hasta mi altura para hundirme. Un auténtico hijo de la gran puta. Y todo por envidia. Como me vio joven, como me vio macho, como me vio rodeado de niñas, como me vio guapo, como me vio bien vestido el Hijo de puta gritó TELAHINCO. Un Envidioso que si un día llega al poder será un asesino en serie. Por que estaba en todo lo alto y bajó al suelo para gritar MIERDA. En vez de elevarse hasta el cielo. El Disc Jockey de la Discoteca “EL MURO” de Sanlucar de Barrameda. Un criminal hijo de puta. Un Perro. Hace veinte años. .......................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Atavío Anhelado (Texto Neosurrealista)
Lo curioso de ésto, es que sea tan común y corriente, como la sed elegante, salada, que del mar se desprende, arrojando al desierto azúcar, con la carne de sol marino, con la ternura compasiva, y habitual de unas tumbas, salvajes, envueltas por el camino recorrido en la memoria, sembrada con ramas, en la multitud de tímidas cortinas, que llaman a la calle sin escucharla, y despiertan al espejo en la mañana, por el ruido de la puerta meciendo una ventana, y sentando al árbol en un viejo vaso de hojas invisibles, por el más lento relámpago durmiendo. Helado Antes De vestir la desnudez Atada Al Navío bordado, engalanado, al frente.
De los tropeles de los caballos encendidos, por el morral fiel al perdón, que los placeres brindan, que al alma erizan, y la nieve hundida se agita enfebrecida, tenaz en plenitud, tierna enardecida, en el esplendor de los verdores deseados, vistiendo a la luz afanosa, con la inmensa soledad callada, como un lirio teje y desteje al destino, de los jardines transparentes, de los suspiros vestidos de súplicas, por los riscos resignados, y la sombra voluptuosa en su blancura... Sin embargo, lo más importante que revelan las crisis sobre nosotros mismos, es lo que hacemos para encararlas.
Por El espacio Tiempo Pequeño en el pasado con el amor en un instante con gotas de oceánicos oleajes del cielo prometido tan azul y común como curioso.
¡Anhelo desvestido, transparente, invisible e inservible!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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CON TUTIPLÉN SOBERANÍA (Texto Neosurrealista)
El cuello del deseo se ha enamorado lloviendo de la imagen tatuada en la nube sin dueño ¡Pasión sin raíz, sólo hoja!...
Es como ordenar las estampas repetidas de una serie de otoños entre paradojas del mañana, metáforas en letras añejas, y calificativos sin peligro, al sentir la presión de las últimas premisas. Sobre todo las que en el ensueño lloran, con la puerta fatal de los alientos. En ese encuentro de siete palabras, a pesar de la noche, y de la situación dónde hay miles de hijos sin padres, en los modernos techos que solo a veces vociferan, agrios, y perforando al aire con las tumbas que flotan en las oficinas, que toman la ley de los cangrejos con el precio más barato, y que lava el odio cuando apenas tiene doce años en la fabricación de plumas de gallina, y una pobre máquina de coser en la cocina cruda, y sobre la ventana vacía en la orilla de las flores del cosmos seco a sus ojos, porque doblan las rodillas las estrellas en las cavernas.
Pero ésto no nació ayer, por el túmulo dónde se recorta el aliento, y se abulta el sudario de nieves y silencios. ¡ No !... Proviene de un brumoso pasado que podría ser en realidad más antiguo que muchos ayeres descoloridos y refugiados en un pizarrón de risas y vinos, de arrogancia y culpa, porqué la roca podría solo estar soñando el aire, con el material ardiente centímetro a centímetro en los periodos poco conocidos, y excavados en el suelo de ocre de lémures y camaleones... ¡Cobrando el sueldo por aplaudir!.
En palabras dulces, otro espacio es el escepticismo de los jardines en la seguridad de un lápiz, y la libertad cosmopolita que mantiene preocupadas a las bicicletas recién cortadas, con la voz temblorosa, de un proyecto que abarca varias generaciones entre las enredaderas que mecen al aire tibio de forma geométrica, y de modo semejante a los bloques en que alguna vez habían estado escondidos...
Así las cosas, la majestuosidad del entorno se encuentra libre en un rincón del olvido, vagando por regiones raras, usando los alimentos autóctonos con los refrescos en las proporciones suficientes para una fuga legal y gloriosa. Preparada con frescas tumbas de aceite y algodón, en los establecimientos donde bien se vende la consciencia, y puede usarse la leche en polvo conservada en formol.
Como esto es tan importante, se le considera indisoluble en cloro, debido a que habla con señas, y con énfasis especial en los problemas de como iluminar al sol, y como continuar ventilando el fondo marino, sacrificando los altos niveles de certeza en la basura, con el sueldo de un ratón codificado como asesino de las vacas que golpean inmisericordes al mercado de los precios bajos, cuando las esporas son ingeridas por los herbívoros en una noche de carbohidratos tímidos e ignorantes... ¡Ah, tutiplén soberanía!... Como un regio tesoro muestra las ubres llenas, la honestidad en un horrísono estampido, y el mal se obstina en no regresar por el profuso suelo rojo que jamás tendría ninguna sangre en el enjuiciamiento del más sabio de los escritorios en cuarentena por el asombro turbio al pasar por un paisaje de trompas y de faros, y de continuar considerando a los aeroplanos culpables del azul de cielo y la conservación de las nubes rosas
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Ayer Por la Noche. Nochebuena. A eso de las Ocho de la Tarde.
Saqué a mi perrito a pasear para que hiciera sus necesidades fisiológicas más apremiantes. Y ya me venía para mi casa cuando en la calle en la que está mi casa me vi venir de frente cuatro moros que acababan de comer en el Comedor Social de las Monjas. Pasan justo al lado mío y en ese momento uno de ellos escupió un gargajo asqueroso justo al lado de mi oído GUAAAAAGGGGGrg, de forma que creí que me escupía el asqueroso gargajo en la espalda, y al mismo tiempo venía un negro en bicicleta a mis espaldas y los moros y el negro, que debían de conocerse, empezaron a reírse con grandes y desagradables carcajadas, y un poco más y me quedo inconsciente y me desmayo del ruido que hicieron GUAGRGRGR JA JA JA JA JA JA, todos a la vez. Un poco más y me caigo muerto. Cuando llegué a mi casa, en cuestión de diez segundos, le dije a mi hermano Miguel: Miguel, mírame la espalda que creo que un moro me ha echado un gargajo. Qué tíos más puercos y más asquerosos, un poco más y me desmayo. Qué canallas más asquerosos y más puercos. Un poco más y me caigo al suelo del ruido tan asqueroso que hicieron. Llamé enloquecido al Teléfono de la Esperanza de Badajoz para contarlo, de lo que me dolió. Habría que hacer una limpieza en España y echar de España a toda esa inmundicia negra y mora. O en su caso llevarla a la Casa de Mónica Prats Castellví que es una roja asquerosa. O a la casa del Rey. Qué asco por Dios. VIVA HITLER. ...................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. Un poco más y me hubiese muerto de asco allí mismo, en mitad de la calle de mi casa.
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PRELUDIO INUSITADO ( Neosurrealista)
Con el infinito huésped en el corazón de una gota, el vuelo sueña unas alas, y unas olas su mar, de cortezas como plumas de nieve, y la espuma en una burbuja, medita y anida, como el delirio en una sombra solitaria, que aún palpita de ansias, por amar su luz, en las entrañas de un eléctrico drama... En la quietud inerte, de un hondo arcano, que al fuego derrite, en su pecho. Por el latido encarcelado el aliento vertiginoso espiga irresistible fruta vistiendo anhelos de apresuradas llamas envueltas con la luna delicada, intacta...
¡Arpegio brillante, obertura relampagueante!. ¡Transfiguración... Procreadora. No como acto No como posibilidad de cumplimiento Sino Como Nostalgia Creadora. ¡Irreductible presa del momento!.
¡Tibia flor!. De pan nuevo el día con labios y caderas de miel con alfileres y cadenas tejidas con sigilo decimal, decorado, delante, delicioso, perfumado prólogo esférico, especial, estimulante, por el lecho tierno del susurro y movimiento... ¡Aterciopelado resonando!.
El pasado, es una mezcla extraordinaria de singularidad, y misterio, por una fértil llanura de materiales de aluvión, y la bondad humedecida, con el portento candoroso de la sonrisa, en un espejo sin reflejo, como estremece el vuelo de mariposa a las montañas lejanas, que por sus vivos colores palidecen, con el vigor de los robles, entre la vanidad y la envidia, regando las mustias azucenas, del arte malogrado. Al principio sólo tormentas arriba y abajo rompiendo los hilos de la vida con la consciencia triturada de los peores engendros de la tierra ahogando de azul al cielo blanqueando más la nieve contándole arenas al desierto ¡Por esta primicia, por este chispazo!. Cualquier dios es solo debut.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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MI HERMANO MIGUEL ES UN GILIPOLLAS Y UN VICIOSO ASQUEROSO. LE HAN TOCADO 1500 euros en el Gordo de Navidad. PERO SE VA A GASTAR 600 Euros en el Sorteo del Niño. ES UN PERDEDOR Y UN GILIPOLLAS. En vez de gastarselo en un viaje, ir a restaurantes, comprar un buen jamón, y ser feliz una semana, o ahorrarlo para las vacaciones de verano. Se lo va a gastar en papel sin valor. NADA MAS QUE TIENE EL ANSIA DE GANAR DINERO, LA AVARICIA, EL DEMONIO METIDO EN EL CUERPO. QUERER MÁS Y MÁS Y MÁS Y MÁS, COMO LOS BORRACHOS, QUE HASTA QUE NO SE CAEN AL SUELO NO TIENEN BASTANTE. ES COMO LOS ALCOHÓLICOS QUE A BASE DE BEBER DESARROLLAN UNA CIRROSIS. NUNCA ESTÁN HARTOS. Y ADEMÁS CON SU AVARICIA HUNDE A TODA LA FAMILIA. ES COMO SI TUVIERAMOS EL DEMONIO METIDO EN CASA. CREO QUE LE VA A CASTIGAR DIOS, LO MALO ES QUE POR SU CULPA EL DEMONIO TAMBIÉN ME VA A CASTIGAR A MI, PORQUE CUANDO ALGUIEN SE AHOGA Y SE ABRAZA EN MALA POSTURA A SU SALVADOR HUNDE TAMBIÉN AL SOCORRISTA. EL SOCORRISTA TIENE QUE EVITAR QUE EL QUE SE AHOGA LE HUNDA TAMBIÉN A ÉL. ES UN POBRE IDIOTA OLIGOFRÉNICO Y UN TÍO MUY POBRE, PERO ADEMÁS DE POBRE TAMBIÉN TIENE MUY POCA CABEZA. LE POSEE EL DEMONIO DEL JUEGO IGUAL QUE A MI ME POSEE EL DEMONIO DE LA LUJURIA. ........................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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HERENCIA DEL OLVIDO (Neosurrealista)
Ahí. ¡Oh, memoria! hecha de mares e islas de sueños huracanados en ruinas de tiempo ¡Imperio!. De manecillas sin reloj.
En el último punto, donde la intencionalidad pierde énfasis, porque estaba equivocado, al ver la progresión de la variables, en los sentimientos excesivamente largos, de las afirmaciones descuidadas, más escalonadas que las olas en el centro de una burbuja, en los amores irrigados, negociados, con el mayor interés en el salario de la noche, en las cumbres de las colinas dónde la caza es menor... A pesar del intercambio de información, en la desembocadura del río, como consecuencia de los rumores que se habían extendido sobre las casas de madera anhelando recordarlos...
¡Dónde se mezclan relámpagos de seda!. ¡Dónde no importa el dolor padecido!. Por dormir púrpura, la mitad de la noche ¡Qué embellece todo lo lejano!. Y contempla calendarios perdidos.
Al borde de un bajío, una línea de pedruscos discurre, tímida, sufriendo por las miles de especies de animales y vegetales, desaparecidas las regaderas y lavabos, en las pensiones ruines más agitadas del barrio, con la ansiedad de terminar con la riqueza, y la necesidad de mantener la violencia, con sexo, y con muerte, tras muerte bajo luces giratorias , al ritmo de la música, colocando sus anuncios en las ventanas, porqué al igual que los humanos, los orangutanes almacenan grasa cuando la comida es abundante, y tienen huecos alargados de origen volcánico, que son intermitentes por el tiempo desteñido de los besos cristalinos.
¡Oh, cuántas hojas hay!. En el alfabeto de un otoño, de las lluvias acuarteladas, en la espalda relampagueante, de las pisadas entre las nubes.
Por el sonido que se produce por la vibración de los cuerpos, en los conceptos ondulatorios de las pasiones, como una luz de lámpara fugitiva, y el rubor secreto de los nardos y dardos, cuando los dos ocupan posiciones idénticas, en el medio elástico oscilatorio y armónico, con sus campos magnéticos ilusionados, con los tubos fluorescentes, con la emisión de radiaciones núbiles, porque el filamento se fabrica con tungsteno bajo el pecho, y eleva la temperatura, bajo la denominación genérica de circuito impreso, en el alma de un suspiro, que será depositado en dispositivos ligeros y sensibles, aplicando en sus extremos una corriente de amor espeso.
Ahí, donde las mentiras se amotinan banales desoladas, cayendo, heridas, por la breve e iracunda... ¡Verdad violeta del cielo!. ¡Qué de azul tejió la distancia que nunca existió. Eternamente!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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AL EMPALIDECER (Texto Neosurrealista)
Al empalidecer. Espesos los cartones arrepentidos, van por el bosque ansiosos. ¡Qué descansa murmura y escapa!. Porqué...
Con estos cambios en la quietud antigua de la campiña alterna el recuerdo de las viejas hoy esperanzas ligeras que hallarían al fin la raza, la holgura en los fresnos del jardín de enfrente y se estremecerían como la pupila de gato rojo que vibra ufano con el viento, y se queda gris asombrado por los vértigos de una ampolleta al fin de su camino con la edad de los faroles, y el temblor de los versos dispersos inversos.
Pálidos, sí!... Por los versos en cuarentena, y por el escalofrío viudo del humo rosado en la carne jugosa del último platillo peregrino de las estrellas, con la ortografía desesperada por el azul de las sirenas que se confunde en amarillos escalones sin acentos, y el delirio de tuercas y tornillos, al mirar un martillo en una minúscula larva de nostalgia, por el cristal desnudo con el aire suelto bajo el cabello.
Las variedades más importantes de esta hora sin minutos, son la palidez común en el centeno de grano pequeño, y poco nutritivo cuando es indispensable respirar aire vitaminado, kilo a kilo, en la rusticidad del clima, con el mayor número de raíces secundarias por el ropero, y la reducción progresiva en el volumen de la masa industrial de los botes sanguinarios.
Una práctica común, es facilitar la depauperación de la fantasía, en las etapas de crisis con papas hoy fritas, y mañana crudas realidades, con el estímulo adecuado por el hecho de haberse separado agua y el aceite, cuando la nuez original nunca tuvo nada que ver con el romance de los limones, y a todas las campanas les importaba un reverendo cacahuate, pidiendo que no hicieran nada estúpido.
Por el contrario, empalidecer se convirtió en una vieja costumbre por su suavidad, sabor y rigidez, además de la ropa y accesorios para el patio del vecino, que no aplica con otras promociones.
Así que, para aumentar la mano de obra respecto al índice de conchas en proporción con las hojas, y con las técnicas medievales, los árboles están menos secos el fin de semana más barato del mes.
Cuando esto pasa, por más de nueve meses sin generar intereses, la palidez va perdiendo fuerza especialmente después de sesenta exhibiciones interactivas, y la sofisticada apariencia que suele presumir en los grandes eventos de los cepillos dentales, y el corte de cabello en las rutinas que nunca se ven por la esquina en actitud cariñosa.
Finalmente, se debe considerar, el vestido negro ceñido, con escote decorado de legumbres al ir al baño con más de diez transportistas, sin el permiso especial de los patos, por los graves daños a la honestidad de los rumores sobre el torrente de noticias, y como complemento de un brazalete que arranca con las prendas del mejor invierno, elegido con anillo y abanico. ¡Y nada más por ésto, empalidecer hoy es una práctica común, tan obsesiva como descolorida!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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OFICIOSIDAD Y ESCOZOR (Texto Neosurrealista)
En esta tarde que mastica una luna en el lago del eco en la mañana ¡Vuelve en polvo la experiencia!.
Este proceso es el medio para aquietar el miedo, en la tortuga que se agita viajando en una carroza tirada por una cabra disgustada que trata de fijar en el reflejo un sólo espejo... Uno de los modelos del propósito versátil, es dejar el cabello hermoso y
saludable, situado aproximadamente a tres metros de la placa magnética de corto alcance, para ver, desarrollar, construir y lanzar una sonrisa con las uñas. Pero los orangutanes no son animales huraños. Así que utilize las gafas que vienen en este ejemplar, y mire de cerca el mural para examinar los rasgos más distintivos de las letras, las palabras se verán, y se encuentran devolviendo la atención a los pocos homínidos con solo unos microgramos grises de la materia en cincuenta años a la redonda...
A medida que se procesan las imágenes ocupadas, tratando de hacer ajustes independientes al clima vertical, permanente e inapropiado para las pobres confidencias de cada estatua indefensa y austera. ¡Y con solo el escozor en la punta de un cabello!. Dejando atrás las huellas de sus seis pies en la nube de la primera roca que utiliza gafas, y que vienen caminando junto al gran cráter guiado a control remoto con una especie de pelota cuadrada.
A partir de estos elementos, el sentimiento sufre las transformaciones electrónicas en la distancia más sencilla, sujeta al cautiverio, y lograda por la perfecta armonía, entre el asombroso espacio del hambre, y el trabajo con el sistema de frenos grises antibloqueo de color más bien crema, y alegando que pudo haberse hecho mucho más... Por otro lado, en tiempos de escasez, se muelen los pecados en unos graciosos morteros preparando un sabroso alimento capaz de atrapar todo apetito.
Es posible, no obstante, que la fotografía sea menos cuidadosa que una escultura, y ahora piense más que las ocasiones por venir, y también que se haya comprado un libro para divertirse por cien años que no saben la verdadera fórmula de la paz. Por lo que el primer paso es una caída del tres por ciento en el producto interno bruto, a pesar de ser ilegalmente inteligente en las servilletas con ropa de fábrica, y en los edificios jubilados con una parrilla eléctrica y galletas .
La pregunta fundamental es un golpe atronador como el más absoluto silencio, en la población de las ballenas dentro de un paquete de cambios en el chasis, y la suspensión tan densa, que no puede verse más allá de unos cuantos centímetros en las parejas de turistas. A pesar de la oficiosidad, los invitados golpean con los palillos las manzanas arrepentidas casi seis veces de su extensión original, y todavía soñar en la selva tropical empleando la expresión ...sería usted tan amable... con las mismas características de un gato comiendo su automóvil , con los pájaros paseando ociosamente en el jardín de los huesos personalizados, y con su vanidad elaborada, independientemente de la opinión de los geólogos, y de las ranas con cualquier grado de envidia... ¡Vaya escozor!. Y de la oficiosidad ni qué...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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