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Sintiendo en la piel el calor del sol otoñal, mirando la calle, hablando conmigo, he tomado una decisión. A partir de hoy intentaré vivir con toda las fuerzas. Amar como sepa e dejar amarme. Hacer todo lo que me gusta, no ahorrar para dejar para quien tanto mal me hizo e están haciendo, no, primero yo, lo debo a mi misma, al final soy mi otoño, no sé si viviré otro verano, ni nadie lo sabe.
Que quede bien claro, amo la vida, el sol, mi frontalidad, todo lo que tengo de bueno, desde Joaquín mi compañero, amigo e protector, hasta el niño que ayer, quedó calmo e feliz con mis caricias, el viejo que pide limosna en el portal de la iglesia, a mis amigas que me dan fuerza al decirme que estoy más guapa. Será por las bofetadas que llevo sin manos de mi hija y nieta. Así es la vida, también mi fuerza, puede con todo.
En paz con serenidad, sigo, sin remordimientos por haber hecho algo mal. Sé que no lo hice. Soy la mujer que hecha de cariño amor e distinta, solo dejaré de serlo cuando pare mi corazón. Mientras tanto, como puedo hacerlo, viviré en plenitud mis facultades e aprendiendo un poco más cada día. Como siempre sola, sé funcionar con el ordenador, trago con avidez conocimientos, entiendo un poco de todo. Puedo hablar con magistrados, opinar con psicólogos, médicos, políticos, con analfabetos, con humildes, pobres o ricos, no tengo sabiduría, pero tengo siempre contestación rápida, sentido agudo de entender e saber cómo son las personas.
Reflejos rápidos, tanto mentales como físicos, Si nunca fui feliz en su verdadera acepción de la palabra, Dios me ha compensado con otras cosas. En este mundo no hay nadie que puede decir “te has engañado “Pueden pasar meses, años, pero lo que afirmo se vuelve realidad, contra toda la lógica. Nunca hablo en vano, pienso, estudio e llego antes que los demás a la conclusión cierta. En este momento tú estás pensando: mira esta tiene la manía que es más inteligente que nadie.” No, sé qué no lo soy, Hasta me llamo estúpida muchas veces, pero mi sensibilidad es tremenda y eso por veces me hace daño e mucho.
En un sitio donde se habla de todo siempre con una finalidad, como este, donde el poeta hace poesía, el político expone sus ideas, el comentador escribe de varios temas, yo no tengo lugar. Pero… no me critiquéis, si no tengo a mi entorno con quien comentar mi persona, lo hago para nadie o para algunas, si son benevolentes perdonan mi osadía.
Amigos de mi generación, hagan como yo, recuerden a los más jóvenes que sois gente con valor. Nunca bajen la cabeza a nadie. Vuestros derechos nadie los podrá quitar.
Oporto, 1 de Octubre de 2015
Carminha Nieves
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Poeta
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Para mí nunca llega. Quiero siempre más. No me conformo con la idea que ya no tengo algunos derechos. La parte consciente de mi pensar, me dice: Acuérdate de tu edad: ¿Cuál? Si no la tengo pues no la siento, algo en mí no está bien. Quizá sean los otros que no saben dar la vuelta por encima. Sí me siento libre, sí nada me prohíbe mi salud, si subir a una escalera para limpiar la parte de arriba de los muebles, sí de rodillas ando fregando el suelo, aspiro la casa, limpio cristales, salgo por las noches e me acuesto a las cinco lo mínimo de la mañana, si me gusta bailar, si nunca me canso, ¿por qué no vivir en pleno? Si me admiran, si soy diferente, en mi postura, algo llama la atención por mi elegancia e porte, ¿por qué no vivir?
Quiero ser algo más que la tercera edad. Eso está seguro. Si aún soy e me siento mujer en toda la acepción de la palabra, por qué no disfrutar de momentos dulces y abrazados quedar dormida en brazos que me quieren y me dan lo que en su tiempo, no tuve, ¿no los acepto? Al revés, busco de mil maneras, no envejecer, no esconder la edad, pero hacer envidia a los más jóvenes.
Casi de todo en mi vida tuve. Más tristeza y dolor, que alegría, más sufrimiento que felicidad. Por lo tanto, resuelta e consciente, aprovecharé sin pensar que estoy gastando, (tenía la manía de ahorrar,) para los otros. Esos no me importan nada ahora, ya están en un escaparate, cerraditos. Por veces parece que Dios me acompaña y disfruta de mi fuerza en alcanzar lo inalcanzable.
Las nueve menos veinte de la noche. De verdad un poco cansada, he lavado todas las alfombras. Cocinado, cocina sin punta de grasa, ropa ya secando, todo en sus sitios. Pero… me voy a arreglar e salir.
El mañana es ahora, no sé si la tendré.
Oporto, 6 de Setiembre de 2015
Carminha Nieves
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Poeta
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Nos vimos por casualidad, hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
Un poco de todo hablamos, cosas sencillas, sin importancia.
Sin esperar me pediste mi cariño, No te lo puedo dar. Aun que lo sienta nunca más lo sabrás.
Lo haz rechazado, miles de lágrimas he llorado, poco a poco fui sanando mi dolor, ahora, no puedo volver al pasado. Injustamente hiciste culpable a inocentes, empezando por mí, por celos, desconfianza, falta de inteligencia, perturbaciones en tu cabeza. Quizá haz dado como echo tu verdad e te equivocaste. Ni te pido que me dejes en paz, ni que me olvides, nada, no quiero nada a no ser mi dignidad, mi fuerza de mi querer de la vida un poco más que migajas. No soy el bichito do monte que por primera vez se mira en el espejo del rio e se espanta con su semblante. Me conozco desde muy pequeñita, siempre sin intervenir asistí lo que pasaba en la vida de los demás. Mucho he aprendido e lo puse en práctica, por eso soy como soy recta, sincera e sin embustes, nunca he perjudicado a nadie a nadie.
Te daba todo, no era necesario quitarlo-lo, sin más. Eres así, lo acepto. Pero no me pidas mi cariño, no te lo puedo dar, solamente hay cenizas frías, en el sitio de la hoguera que ardía en mi corazón. Por mí nada moriría, e aun nada ha muerto, pero solo yo lo sé.
Vete e busca cariño en otra, consciencia tranquila, reza e pide perdón, no a mí, pero a Dios.
Ya subí a la montaña, allí absorbí, el aire puro, oí el silencio, del nada, casi cogí en las manos nubes blancas que pasaban, como un pájaro sin alas, volé por el infinito e sentí que era insignificante ante la grandeza que mi vista alcanzaba.
Hoy, miro su cumbre, limpia de revueltas, sana de mis heridas, puedo vivir casi, casi feliz. ¡Pienso yo! nadie sabe su medida, cada uno tiene la suya.
Lo que importa es mirar la sonrisa inocente de un niño si le regalas algo sin valor.
Reflexionar mirando dos pajaritos besándose, en un gesto de amor.
Sentir que aun alguien te quiere, sin pedir nada en cambio.
Poder dar la mano a alguien que casi no puede andar e ayudarlo.
Saber que algo te protege e no sabes qué.
Gustar de la noche porque tiene luz sin saber dónde viene.
Tener edad e no sentirla. Vivir sin pedir lo imposible, aceptar lo que tenemos e agradecer.
Sin pedir, regalar, siempre lo que se pueda sin esperar, que agradezcan.
Pero tú no me pidas mi cariño, lo haz rechazado sin piedad.
Oporto,25 de Agosto de 2015
Carminha Nieves
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Poeta
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O que me move é o amor...
O amor é meu combustível.
Sem ele tudo fica horrível:
meu mundo fica sem cor.
A.J. Cardiais
28.05.2015
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Poeta
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Espero o poema acontecer...
Quando ele não acontece,
não tenho o que escrever.
Ai o poeta entristece.
A.J. Cardiais
13.04.2015
imagem: google
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Poeta
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Hace, meses que nada pongo en Poemas del alma, en Latino Poemas, solo en face book, en portugués.
Estuve en descanso mental, pues fingir no sé e no quería escribir lo que sentía.
Hoy, más conformada, con la certidumbre de que a toda hora algo me lastimará el corazón ya estoy un poco más conformada.
He pensado mucho y lo que debería hacer era gravar con mi voz, el cuento de una vida.
Joaquín, me dijo, “Ahora que ya conocí tu hermana, tu hija, nieta e yerno, entiendo cuanto de malo has pasado y continuas pasando”. Él no sabe la misa a mitad…
Me voy a retratar. Yo soy la esperanza que nunca muere, aquella que nunca ha perjudicado a nadie, la que llora sola e limpia la cara para que nadie lo sepa.
La que con una sonrisa hace sonreír a los demás. Quizá no sea tan bonita como ya fue pero es la que tengo.
Soy alguien indefinido, que no comprenden.
Soy la mano suave que roza la piel herida de quien sufre.
La que no perdona ni olvida, pero no pide venganza.
Soy una estrella entre miles que pasan en la noche oscura. Sin existir aun brilla.
Basura reciclable, que vuelve a ser útil. Para quien me ha echado en el contenedor del olvido e desprecio.
Luz que sale de la niebla e ilumina un corazón que sufre a mi lado por mí.
Fregando el suelo de rodillas, me levanto e me siento a la mesa de un Rey.
Mi cuerpo cansado de trabajar, por gusto, expuesto centenares de veces en residencias casi muriendo en bloques operatorios, con las entrañas en manos de cirujanos, reviví e seguí adelante.
Soy la inspiración distinta de Dios cuando me hizo a su imagen.
Soy yo en todas mis contradicciones e manera rara de ser.
Aquella que deja vivir e quiere vivir también.
Aquella que no tiene edad e puede amar como si una joven fuera.
Amiga de todos, amada e querida por algunos, odiada por otros.
Soy la infeliz feliz, soy lo que quieran, pero yo soy como quiero.
Aquí en este rincón, confortable conseguido con mi trabajo, soy la reina que envidian.
E así sea por muchos años con salud e mi compañero que no tiene vergüenza de mí. Al revés se orgullo de tener mi afecto.
Hoy día de la Purísima, mi plegaria. Mi MADRE MI SEÑORA SOBRE ESTA HIJA ECHAI VUESTRA BENDICION DIVINA DEL CIELO LA GRACIA ME DEIS.
Oporto, 15 de Agosto de 2015
Carminha Nieves
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Poeta
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Camino entre dos mundos que se arman de a pedazos,
soy un sueño peregrino en la cinta de Moebius
medular recuerdo por venir, memorias eternas
imágenes de espejos enfrentados,
replicados hasta el fin de la nada.
Halconeros cósmicos, hipnótica cetrería,
que controla al deseo ancestral del ser...
la muerte, herramienta poderosa que nos condiciona
a la ignorancia, al mendrugo de conocimiento
nunca completo, a la herida impiadosa de la existencia.
Y la causa siempre golpeando la puerta que no se abre.
desesperación ante mi finitud y la pauta,
Atravesar el umbral dejando mi cuerpo para ser
la memoria perdida de mi mismo,
para en el regreso solo ser un deseo, una añoranza,
La sensación en el fondo de la mirada y ser otro
Mientras Dios se ríe a carcajadas
creado 13/07/2015 Catriel Cuestas Acosta
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Poeta
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En la libertad, no somos libres. En la dictadura tampoco. Andamos a tropezones, en medio del miedo e de la incertidumbre del mañana.
Quería una montaña, solo mia, donde de mis ojos alas libres volaran en medio de las nubes. Descansada, sin temores, ni precaución, suelta sin destino, no buscar nada, ni querer nada, volar, solo volar, hasta que volviera a mi montaña.
Oír los pájaros en la rama verde de los árboles, ranas saltando de piedra en piedra en medio del lago. Sentir la sombra de Águilas pasando entre el sol e yo.
Una casita blanca, con cortinas amarillas bailando al sabor de la brisa. Trepaderas, acariciando las paredes coloridas de mil tonos.Una gatita blanca, dulce como la que he tenido. Mi viejo ordenador descansando, la caja de recuerdos con su lazo azul guardada en el cajón.
Miles de fotos llenando las paredes de las habitaciones, mis dedos resbalando por ellas, sintiendo que es mi vida en imágenes.
No saber de quien sufre, muere nasce, me quiere mal. Aislada, de todo. Cuantos bellos poemas no haría! No por cobardía quería esto todo. No. Solo para ser yo misma hablar alto con Dios, no oír reproches ni acusaciones.
Mezclada con la naturaleza, como flor en medio de cardos, he vivido. Ahora queria ser una flor en un jardín, E lejos los cardos se picarian unos al otros.
Cansancio de no ser, de ser lo que no soy, cansada de tanta hipocresía, cansada de viver sin hacerlo. Agotada de caminar por senderos, evitando hacer daño e siendo dañada con brutalidad, por tantos, que con abrazos me apuñalaran la espalda.
Arreglaría manera de poder oír mi música, dormir bajo un árbol, por la tarde, llenarme del olor de romero, glicinias, rosas, del Jazmín, de todo lo que la tierra regala sin pedir nada.
Toda la vida disfrazada, con trajes, cabello arreglado, era la mujer que admiraban. Pero mi interior tan sencillo e libre, pasó la vida encarcelada en la sociedad.
Ahora era justo tener mi tiempo en mi montaña, con mi soledad, sin estar sola, no tener frio ni calor, tragar con ansia el silencio e vivir para mí. Solo para mi e para lo que me haría feliz. Sin tener miradas cortantes hablando mal de mí.
Metida en un cajón en un edificio, Mirando por las ventanas a la calle, pregunto a mí misma ¡qué hago aquí! Nada, vegeto. Pisoteo lo que debía guardar con cariño en mis manos e mi querer. ¡Libertad! Explotar como volcán e ser yo en mi desnudez sencilla, sin maldad ni pensamientos para allá de ser etérea, sin materia e volátil, como el aire.
Quedaría feliz, me alegraría mucho que mi Amigo fuera conmigo, Era oro sobre azul.
Oporto 05-07 de 2015
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Poeta
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LA RUEDA GIGANTE
Por mucho que sea el deseo, de salir e poner los pies en tierra firme, no podemos. Arriba tocamos casi las nubes, soñamos, los pájaros pasan por nosotros, sentimos una libertad inmensa, llena de esperanzas. Cuanta cosa deseamos e soñamos, Pero al empezar a bajar la brutalidad de la realidad nos coge. Mientras soñando éramos casi felices, el tiempo pasó y casi nada tenemos, a no ser el espejo que nos grita: "Tu tiempo de soñar casi ha terminado." Al rededor miramos e casi nada quedó. Solo recuerdos, esperanzas perdidas, amores olvidados, juventud que no supimos disfrutar. Unas cuantas migajas, que quedaran en los bolsillos, de tiempos pasados, que la navaja de la ingratitud ajena rompió.
Madre sin hijos, abuela sin nietos, como arena de desierto, vamos con el viento a parte ninguna. Ya hemos sido todo, guardián de la Familia, la que no vivió, para que todos vivieran. Lo único que queda es que piensen que aun somos seres humanos, no la herencia que al morir dejaremos, si algo tenemos que quieran.
No acuso, no perdono, no olvido. Solo quiero justicia Divina e que reciban lo que merecen. Tristeza por tener que haber residencias para mayores, soledad infinita en ojos cansados de tanto llorar, sin lágrimas, pero con el corazón, sangrando.
En la rueda de la vida, aun ando, subiendo abro mi alma a la esperanza a mis deseos e sueños. Llegando arriba, los cierro e hago por no sentir nada, olvidar todo e esperar que vuelva a subir.
Oporto, 04-Julio 2015
Carminha Nieves
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Poeta
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*Tenho pensado muito que tenho pouco tempo para ser o que sou. Por muito que se faça o corpo modifica, tenho dado muita atenção a quem vejo e nota-se que se definha, o andar, as costas, postura de cansaço, diz sem querer a idade que se tem.
Por muito que se tente em centros de estética, a idade entra em nós e não se pode esconder.
Um pouco enganados porque o espelho só mostra a nossa frente, o ar que deixamos ao passar é de muitos anos.
Pudesse dar dez dos meus anos ao meu companheiro. Era tão bom! Consciente de mim e da natureza, uma tristeza invade o meu coração. Tenho muita pena. Queria tanto não ter a minha idade! Fiz contas e ser como sou se Deus me der saúde cinco, ou quatro anos restam para não ser ridícula. Então que fazer? Simples, viver o amanhã já hoje, usufruir do poder de compra e ter prazer em fazer tudo o que o dinheiro me pode dar. Ser livre, não poupar, nem fazer contas, seguir em frente e viver tudo quanto possa deixando uma reserva para quando sinta que devo, acomodar-me a ter uma vida diferente, ou seja da terceira idade.
Lágrimas escondidas, retidas dentro de mim, sensação de impotência de não poder modificar a natureza. Na leveza do ser, tudo está, mesmo a fantasia de pensar que comigo vai ser diferente.
Por pensar e meditar em tudo, sou duma frieza para comigo, que não a tenho para com os outros.
Quando rodeada de gente analiso todos. Se soubessem como corre o tempo depois dos quarenta de certeza que seriam mais humildes. Sem darem conta estão no fim da representação no palco da vida.
Quando se tem quarenta, os de vinte não os catalogam, sessenta, os primeiros chamam-lhe cotas, os de quarenta não notam a diferença. E assim por diante.
Mas setenta, já são diferente, aproveitam sempre para dar alfinetadas encobertas. Noto-as bem. É aí que com atenção vejo o decote atrevido, peito subido á força e a pele um pouco envelhecida. Cabelos brancos que teimam em brilhar entre os pintados.
Sem luminosidade, opaca a pele da cara e pescoço, avisa que está sem juventude. No fundo desejam estar como eu se chegarem à minha idade. Mas o egoísmo é muito e não aceitam que se note a minha presença jovial, pouca maquilhagem e fresca, mas clássica.
Cinquenta ou sessenta é igual, vestem roupa mais juvenil, mas a idade está lá, assim como a de Todos. Não me zango, mas sei que criticam que viva com alguém mais novo vinte anos. E graças a Deus que assim é. De outra maneira viveria num hotel entre quatro paredes, num espaço mínimo. Uma solitária renegada pelos filhos e netos sem família, só pode agradecer a companhia que teve como presente sem contar num momento tão difícil na vida. Não forcei, não comprei, não fingi, só pago com carinho e amizade. Nada pede, nada quer monetariamente. Nós só queremos sinceridade e o carinho imenso que nos une. Ninguém deve tentar julgar, o sentimento que nos une. Pois nem eu sei qual é. Por isso lhe digo; Se pudesse dar-te dez anos era muito bom; Podia ter mais tempo para disfrutar da sua companhia. É a realidade e estou um pouco triste, só por essa razão.*
Porto,16 de Junho de 2015
Carminha Nieves
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Poeta
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