Ven y nutre mi fuego quemando mis labios Ven que necesito tu cuerpo para aliviar a mi alma que atormentada espera a mi ruego Ven y consume mi fuego que está quemando la espera para seguirte adorando Ven y toca mis receptores con tus hermosos botones para aliviar mis dolores Ven y despierta mis locas pasiones recorriendo con tus labios mis eróticas ilusiones
Al dormir verde la tarde rosa, porqué al margen del tono impregna, la espuma naranja del patio, en las curvas del agravante hecho, rojo soñar la noche amarilla, en las retinas fuera, en los trances pálidos, en los desengaños dentro, ¡Una moneda extraña hogaño!. Solo colorea el aire.
Descoloridos todos los verdes rosas anaranjados, amarillean en las cejas del licor gris, descoloridos.
Al dormir los transparentes soñares opacos. ¡Son de los epígonos ardor turbio!. Como la caricia que envuelve al molde blando. Del amor en la irrealidad profunda. Entre los muslos presumiendo ser impune. Sobre la misión disuelta infame fuga. ¡En la sorpresa!...Del qué la tierra escarba. ¡Anhelante!... Una hormiga temeraria canta. Del girar al mecanismo sobrio la balanza solo.
Descoloridos, íntegros encandilan las texturas, de la transgresión acuarelas escuálido desmigajar, descoloridos.
Por el rigor, desenfrenado, un gusano pregona, la materia del sentido perdido al final siempre, acusando al Caos en su defensa y a los párpados de piedras, donde todos saben que no hay formas que exculpen ni arropen en la monumental desvergüenza los colores en la inmovilidad expresiva luctuosa. ¡Del pez luego veloz pluma!...En la intemporal instancia...¡Cuándo la llegada sale en contra!.
Descoloridos más que putrefacción en toda la consciencia han pluralizado menesteroso al cielo descoloridos.
En el gris más profundo, de lágrimas innúmeras. De la pobre tela del aliento. Ondean las colmenas sedientas. De la madera tallada añorante. Dejando moribundos los pañuelos. De la vieja porcelana orando. De los colores vacíos miles. De la cerámica inflamable. ¡Color de tragedia!.
Por la resurrección de la escalera dónde un escarabajo engendra el sol negror de las mil noches solo protegido por la escoba sacrílega es... slippery-schlüpfrig-glissat...
Resbaladizo antropoide amorfo Siendo que fue el escorpión de la silla infame, huyendo ahora, se encontrará las más bellas Erinias en las noches nubladas de añejas uvas bebiéndose ya... steep-raide-erto-steil-íngreme...
Escarpado humanoide ambigüo
De las escuadras torcido tormento dónde vuelan los montes muertos con las mantas en las manos en las cadenas cansadas de la suerte del rastrojo.
Homúnculopático
En la mujer de nieve hecha brecha El sol profundo engendra Los acordes del lento hielo El cielo postrado precipicio Con las escaleras del naufragio.
¡De atmósfera tauromorfo!
Por el miedo de las piedras blando el aire renace empujando al eco de las nubes dolientes en la cuna del exilio en el astro de lluvia oculto.
Homúnculopático
Por el rincón, maldito, gota a gota cultiva campanas inmóvil la sonrisa hecha ceniza al ritmo del panteón la voz de inocentes miles.
Megalopático fúnebre
Por todos los teñidos de ausencia permanente al extremo insigne de la piedad tremendo teatro de la luz acribillada humeante en la herrumbre color de tiempo.
Al no hallarte sobre la tierra Y sabiendo que mi amor buscabas En un mundo mágico te busqué Abriendo camino entre ninfas y elfos… Cabalgando sobre un unicornio En un inmenso llano, allí te divisé…
Tus cabellos de oro echados al viento Tu mirada profunda como el cielo Tu cuerpo perfecto cual Venus del Olimpo, Llenaron el espacio de magia… De luz y color, desaparecieron mis penas Y de ti me enamoré.
Se esfumaron los cenagales Y todo fue verde como mis esperanzas. bajó el trote el mitológico unicornio Y al acercarte… ¡sólo tu sonrisa brillaba! Iluminando este mí extraño mundo Donde ahora moramos los dos.
¿Hasta dónde el querer es tormento? Porque este tormento de querer, ya me pesaba. Cuando me hablaste, oí cantar al zenzontle Sus asombrosos cantares al alba, Y a tu lado fui, un turpial enjaulado Trocando un amargo llanto, en alegre canto.
Delalma 30/12/2012 11:01:09 p.m.
tratando de salir del oscurantismo en el que una pena muy grande me había sumido. Gracias por leer.
Recuerdos del futuro, espectros penitentes, se retuercen en el purgatorio de mi mente, desquiciadas cuadriculas, de un rompecabezas surrealista, abisales moluscos incrustados en el horizonte de mi cordura son imágenes potenciales, sucesos nonatos que esperan su instante hechos imaginados, en neuronales matrices, torturadas por el dolor de querer... ser, que sangran lagrimas, de olvido, tapados gemidos, ansiosos de... nacer, sentidos recuerdos, luchan intemporales, eternos carentes del espacio útil, que otorga la materia de la realidad, para convertir por maléfico conjuro un vuelo, libre etéreo, en concretos barrotes de... soy donde lo abstracto termina hoy, asesinado... siempre
El mundo no se acabó!! como dicen que el Maya profetizó el mundo sigue girando y el hombre sigue soñando en alcanzar lo anhelado Espero que el mundo nuevo renueve la luz de antaño y libere la mente de la ignorancia esclavizante para que el hombre renovado viva plenamente sin ataduras de su pasado viviendo en el nuevo mundo ECM 211212
La naturaleza grita suavemente, en los oídos de egoísmos alegres, por sentir tu aroma subir por el viento. ¡Creí que todo se volvería a mi! Al ver mi tristeza sin fin, pero aun la desfallecida habitación, el mundo seguía girando sin razón, sin saber que bajo el techo, moría yo. Aun cuando más grande resultó mis sentimientos, ni siquiera el sol se de tuvo a pensar, ¿por qué muero yo? Las noches, las estrellas, las pisadas de hombres soñadores, que despiertan en seguir soñando nuevamente, ni aun así se preguntaron, ¿por qué un raudal de llanto? Saliendo de mi alma, creí que todo terminaría, pero me di cuenta que el amor en mi se consumía…
Truenos de alocadas nubes, provocando la sombrilla de sonidos tristes, llorando en pañuelos viejos, erizando mi cama por volver a vivir en tus cabellos, que mataban la agonía de oscuros días; creí nuevamente que todo se volverían a mi, al ver que sufro por ti, al ver las gotas de sangre y huesos secos que llaman solamente por ti, el mundo gira igual, y lo seguirá haciendo, ni siquiera es capaz de preguntarme ¿por qué vivo sufriendo?.
Autor: José Monnin elpoeta Limpio-Paraguay Derechos reservados Del libro: “Tu poema entre las sombras”
Entre telas, formada en sillón, el polvo trasnochó la amargura que jamás se oyó, mientras afuera llueve sin razón, tus pies buscan el pecho que tengo yo, heridas rotas, tiempo cuajado en un vaso de aromas soñolientos bajo el techo que se olvidó mojar mis esperanzas de nubes equivocadas, ni aun así, era escatimada aquel laberinto de archivos y memorias tristes que son alimentos para el moho verdor, burlándose entre los archivos de polillas soberbias pisoteando mi fe. ¡Y, todo mi amor…!
El olor a mudo viejo, que no aprendió a deletrear, el afán de tus besos secos, como sello registrado para mi tiempo cuajado. ¿Qué digo? ¿Por qué lo digo? Si soy un vaso roto, sin valor para tus ojos; sangre hirviendo techos de arenas perdidas entre las arenas de aquel hogar subterráneo de gusanos, bailando por mis llantos, como si fuera una canción de amor para sus pies sin botas que no van a mi compás; ni aun así será imprescindible las letras de húmedas esperanzas, de que más tarde, tal vez, pueda ya desaparecer, cuando vengas a este atardecer, dónde el tiempo se cuajó por verte desparecer; no abras entonces las memorias de mi ser.
Autor: José Monnin elpoeta Limpio-Paraguay Derechos reservados Libro: “Tu poema entre las sombras”
Cuando la ceniza muere de mar vertical. El pájaro corroe cubriendo rinocerontes. Porque en la pradera vuelan los relojes. En armonía del infiltrarse al estropicio. Del hombre frasco al sol una mejilla. Diciendo hojas al otoñal refugio grave. ¡Cada mariposa tiene cocodrilos dientes!.
En la copa una distante maleta. ¡De la jirafa que un leopardo merece!. Por morir imaginando cuatro dulces hormigas. En la soledad qué cubre camas a cucharadas. En los techos del olvido que no termina una pijama un pétalo traga. En el tiburón sonriente la tortuga tibia. Por eléctrico agujero.
Infiltrar se entre los besos espirales. ¡Al vértigo caldeado del vigor áureo!. Desnudando Al Destino inmortal recuerdo. ¡Noche y día!.
En la retina rebelde luz de las pestañas. Un escritor de colores al perder un verbo, en el título que exclama. ¡Animales desnudos!. Y con los insectos hablando unas sillas ríen. Tan fuerte, como impresas tienen el sabor. ¡Del nutrir la clara mata un huevo llama!. Por el íntimo permanecerse ajeno a cada rato. En el fondo del porque, donde nace sin misterio, la memoria del centavo tejiendo incertidumbre, al prudente clavo, del tono anaranjarse pálido.
¡Más inmortal entre una mínima eternidad frágil!.
Estropicio, es tropicio del dormir atropellado. En el camino perplejo de apretones. Desvistiendo. Al... Transparente asombro yerto. ¡Siglo a siglo!.
Con la clara confusión que oculta se denuncia. ¡En el permanente secreto más evidente!. Con la fruta de los ídolos equívocos. En la discontinuidad opaca del ópalo quedarse. Del hastío, del estropicio, propicio es infiltrarse.
Del hastío. En vigoroso vuelo joven. El claro alondra el frío. Donde mudas flores sin nueces suenan. ¡Al malsano licor matinal en cuarentena!. Sereno nadador.
Por la esfera de los valles voluptuosa blancura. ¡Surge minuciosa cada erupción!. Tan cifra literal, lateral del litoral. Una carreta descortés alumbra. ¡Al ínfimo descansar pulsátil!. Haciendo lombrices águilas. De puntas patentes parcas. ¡Ventas, jabón jamón cartas virtud del tiempo!. ¡Ratas, ratón rudo enredadera virtual del humo!. En la opinión amarilla del nopal un pordiosero.
Será Vidriosa La sed de los peces nada desgajada es, migajas de arroyos, en fuertes cataratas, engranajes en la sección áurea, arenosa, en la escuadra del papel, cobre al vidrio, por eso, las burbujas. Las marcas dan, a los dedos en los extremos incomprensibles, del cemento. Del álamo amarillo y lejano.
En Lo disímil Del No obstante En Los rasgos Esenciales De bellas formas Hay Un irreductible Porqué Del silencio Que atraviesa La Instancia del espejo Del imposible Al nuevo margen perdido. ¡Con la ficción que corre, bajo el discurso!.
Sed de espantar rastreo obscuro peluche escucha amable esquirla.
Migajas sobre espectros sanos. ¡Seis salen nadando orando!.
Será el porqué de vidrio disímil plástico. ¡Qué recorre incorpóreo al bosque!. La razón fracturada el pecho. El sentido viable, inestable. ¡En la realidad anclado sueño!.
Por La voz vivida del candado. Espinoso.
Lenguaje despojado que desmiente. Al papel del emerger insomne. ¡En el ámbito qué solo excluye!. La deshecha y marginada consciencia. Un torbellino entre pocos charcos. ¡Al tigre del arroz cocido!. Pecera y billetera.
Paz de pena. Pana y porcelana. ¡Paso vil!. Inmediato. Desigual.
¡Quejumbre de podredumbre!. Ensordecimiento del quebrantamiento. ¡Deshonroso garboso alabancioso!.
Pecera del pesar pesado. En La Timidez Accidental Del Ágil sólido hábil neófito ¡Del escándalo fructífero satélite! Como ¡Del célebre célibe cíclope!.
¡Oh, ya no lo sabemos!. Olla de fantasía. Ollar de caballería vacía. Del ánfora disímil una pecera vana acuosa.