Cuentos :  ESE OLOR A HUMO
ESE OLOR A HUMO

No sé porqué tengo tanta dificultad para recordar los nombres, no solo de personas circunstanciales, sino hasta de aquellas con las que tengo un trato frecuente., inclusive cercano a la amistad., Inversamente tengo una memoria olfativa sorprendentemente desarrollada, de olores asociados a sucesos, lugares y personas que trasciende el paso del tiempo. Este prologo es a propósito del hecho que me retrotrajo a los lejanos años de mi juventud,.. La muerte de mi madre. Ella estaba viviendo con mi hermana quien durante el velatorio me dijo, esta carta te la dejo mamá y me dio un sobre cerrado a mi nombre, Aunque la ansiedad por conocer su contenido se hacía dolorosa, no lo abrí hasta llegar a casa.. Dentro del sobre, un sobre abierto dirigido a Neco Tapera, Blaquier, ferrocarril General San Martín, provincia de Buenos Aires: No tenía remitente, pero en el borroso sello del franqueo podía leerse, octubre de 1968. Octubre de 1968... Para esa fecha yo estaba estudiando en Buenos Aires.y solo iba a mi casa en las vacaciones Eso explicaba porqué la carta la había recibido mi madre,.pero nó, porque la abrió y la guardó. Rastree en mi memoria algún hecho relacionado con esas vacaciones del verano del 68 , y ahí recordé lo que te voy a contar. Con Canuto, Mingo y Codeguín, creo que tambien iba Cotolo, si claro vos no coces a ninguno, bueno con unos amigos, fuimos a un baile de un pueblo cercano, Villa Saboya. Esto era habitual, ya que aparte de la vuelta del perro, en el nuestro no había demasiados divertimentos y siempre se ganaba más como forastero. Por la novedad, cansadas de ver las mismas caras,:por curiosidad romántica.o para transgredir una moral pequeño burguesa de aquellos años, en que las chicas buenas no hacían esas cosas... mucho menos con los del pueblo, porque pueblo chico.. los forasteros iban a nuestro pueblo y nosotros al de ellos.. Aparte yo venía de la capital y eso aumentaba mis chances
Ese tipico baile de Club Social y Deportivo provinciano, con las mesas dispuestas alrededor de la pista, selectas grabaciones y un cuarteto característico, como los que dieron origen a la música cuarterera cordobesa, era el prometedor programa de la noche. Al entrar solo faltaban las trompetas y la alfombra roja
Nos sentamos en una mesa, estratégicamente elegida, pedimos el clásico vino blanco y nos dedicamos a engordar el ojo con la mercadería que se exhibía al ritmo de un baión. Una morocha de ojos claros, enmarcados en un pelo negro. unas caderas cimbreantes sobre unas piernas perfectas me marcó..Basta para mí, ya había elegido mi presa y reciprocamente. En el ambiente de machos no se visualizaba mayor competencia, son todos chacras, sentenció el Mingo.
Terminado el tema se ubicó en una mesa cercana con unas amigas. Desde ese momento nuestras miradas fueron un arco voltaico. El cuarteto arrancó con un bolero, yo caminé en el aire hasta su mesa. Su cara, sus pechos, su vientre y sus piernas se fundieron en mi;. su aliento y su mano acariciando mi cuello, la mía, su cintura. .Y ese olor que salía de su pelo, ese olor que me embriagaba, ese, que me excita recordarlo. Ese olor a humo. Sí cagate de risa... olor a humo. Ni a flores ni frutado, ni Channel, ni Kenzo, ni Thierry Mugler... Olor a humo.!.. Viste que los animales en celo se reconocen por el olor, bueno eso, olor a hembra en celo. Hablamos poco, apenas si nos dijimos nuestros nombres, yo no recuerdo el suyo. Seguimos así durante varios temas hasta que una mano me tocó el hombro,- joven...aquí no se puede bailar así... Salimos del salón sin soltarnos, la noche de verano nos dio la bienvenida. La calle tenuamente iluminada y solitaria y entre la calle y la vereda, la cuneta, un zanjón en forma de V, hecho para el desagote de la lluvia, pero que en épocas de sequía cumple la noble función de lecho de amantes ..con su pasto tierno, fresco y mullido. Allí hablaron nuestros cuerpos y se saciaron nuestras ganas.
Desde el club, como una serenata nos llegaba la música. Era común que los bailes pueblerinos terminaran con una rancherita. El sonido de Mate Amargo y la presencia cercana de gente nos avisaba que este llegaba a su fin. Nos despedimos con menos ardor que cuando nos conocimos. Te escribo, nos dijimos..Yo no pude recordar su nombre y nunca recibí sus cartas...
Y esa carta era de ella?.. Ah !...No sé...En el sobre solo había una cinta celeste atando un suave mechóncito de pelo... y ese olor a humo. Edgardo Neco Perata
Poeta

Cuentos :  PREMONICIONES
PREMONICIONES



Ese sábado, salÍ de casa a las diez de la mañana hacia la parada del colectivo 37 con destino a Callao y Corrientes. A un par de cuadras decidí prender un cigarrillo, notando con fastidio que los había olvidado. Volví sobre mis pasos hacia el kiosco que había pasado metros atrás. Tuve que esperar un tiempo porque en ese momento había un par de chicos comprando golosinas. Eso me puso impaciente. Qué boludo, me dije, podría haber comprado cuando pasé, pero claro, estaba seguro que tenía..Igual me puse de mal humor. Sentí la premonición de que tendría un mal día. Viste que hay veces que te levantás con la pata izquierda y que todo, en pequeñas dosis se va sumando para tener un día de mierda?...Bueno, así pintaba ese...No es que tuviera apuro por llegar a destino, en realidad iba hasta el centro a comprar un libro para mi hermano que cumplía años y no tenía ningún compromiso hasta el festejo de esa noche. Prendí un cigarrillo, casi mecánicamente, miré la hora, las 10 y 10...qué lo parió!..habían pasado 10 minutos y solo había hecho dos cuadras, faltaban dos para la parada. Estaba a metros de llegar cuando veo pasar, raudo y veloz un 37...Qué mala leche!.. ahora seguro iba a tener una larga espera, porque estos pasan cuando se les dan los quinotos y después vienen hasta el orto de gente...Otra vez el mal presagio, estaba visto que ese día no le iba a salir nada bien... Por esos cigarrillos de mierda !... y encendí otro para bancar la espera. Aveces lo hacía por cábala, apostando a que eso haría aparecer el bondi y me obligaría a tirarlo recién prendido. Cinco fasos me fumé con la misma apuesta, pero evidentemente ese día les importaba un carajo que muriera de una angina tabacal. Al sexto lo tiré recién pitado. "Tanto va el pucho a la boca que al final acierta"...Me festejé el refrán, podía servir para un cuento.
Subí, saqué boleto y contra lo esperado estaba semi vacío. Me senté en uno de dos pasajeros, hasta pude elegir el lado de la sombra, al toque se sienta a mi lado una mujer, su voz me sacó de mis cavilaciones.
.-Parece que somos compañeros de viaje...
Ahí la miré, buscando la fuente de ese manantial de frescura. No lo podía creer, me quedé sin respuesta, Varias veces me había cruzado con ella en el barrio, una morocha infartante, con unos faroles incandescentes, que nunca se habían enfrentado con los míos que la miraban hipnotizados. No te miro, no te veo, no existís y seguíamos nuestros caminos, yo con todos los ratones en la cabeza pero aceptando que esa mina no me daba, ni me daría, bola. No es que yo tuviera baja estima es que ella era mucha mina para mi. Algo así como un sueño.
El sueño del pibe, ahora la tenía a mi lado, es más, entre todos los asientos desocupados había elegido el mío. Me había reconocido y hablado, y yo, con mi mejor cara de boludo solo atiné a decir.
. - Después de todo, parece que el día no va a ser tan malo !!!...

(El tiempo perdido puede hacernos encontrar tiempos mejores)
neco perata
Poeta

Cuentos :  PASION MORTAL
PASION MORTAL

Apasionado le mordisqueo un pecho,
ella exhaló un suspiro
y se fue desinflando, len ta men te.
Poeta

Cuentos :  LA VERDADERA HISTORIA DE LA CREACION . Parte lll
Quedamos en el momento en que Dios decide cual será el castigo a Adán y Eva por la desobediencia.


Me levanté temprano, tomé unos mates, una infusión que hago con una yerba que pongo en una calabaza y tomo a través de una caña. Supongo que con agua caliente deben ser más ricos, pero todavía no inventé el fuego,o sea que tomé Tereré, y me puse a cavilar.
Hasta entonces todos mis contacto con ellos había sido verbal, pero me pareció oportuno que me presentara personalmente. Bueno, personalmente es una forma de decir, corrijo, en forma visible. Se me ocurrió la idea a partir de verlos cubiertos con las hojas de parra. Si bien yo no podía materializarme, si me hacía un vestido y una careta podría tener presencia cuasi humana. Me puse a hojear unas revistas de modas y opté por una túnica blanca hasta los pies y una mascara con barba blanca, de lana de oveja. Al momento tenía lista la investidura, me metí adentro. El resultado fue altamente satisfactorio. La túnica me daba imagen de realeza y la barba de anciano sabio. Tan acertado estuve, que se convirtió en un moda que trascendió el tiempos.Tanto es así, que hasta la fecha, cuanto chanta se viste de gurú la adopta, aunque en algunos casos se dejan la barba negra. Me estoy yendo por las ramas,,, Vestido de tal forma me fui a pasear por el Edén. Estaba hablando con los animales, cuando percibí el olor humano, me había olvidado de recomendarles que se bañaran y tenían una baranda que mataba. . .-¿ Donde están ?...Pregunté, de atrás de unos arbustos apareció Adán que dijo.. -
.-Escuchamos tu vos por el huerto, y nos escondimos porque estábamos desnudos.
.-Quien les enseñó que estaban desnudos ?
.-Eva me dijo, pongámonos algo, no vamos a salir en bolas que el señor vino empilchado.
.-No jodas Adán, comiste del árbol prohibido ?
. Y,.. Si... Eva me invitó y no le pude decir que no.-Justificó, avergonzado, el hombre
.-Pero mira que sos pollerudo !...Y dirgiéndome a Eva, dije:
.-Qué has hecho, muchachita loca ?...
Eva bajó su rostro, alzó la vista, me miró a los ojos y con un mohín de sus hermosos labios, me dijo.
.-La serpiente me tentó...
Solo me faltaba la confesión de la serpiente para dictar sentencia. Pero lo obvié porque estas no hablan y di mi falló:
Serpiente. Por cuanto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Mujer. Con dolor darás luz a tus hijos. Tu voluntad será la sujeta a tu marido y el se enseñoreará de ti.
Hombre. Por cuanto obedeciste a tu mujer en vez de a mi. Maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella. con el sudor de tu frente ganarás tu pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues polvo eres y al polvo volverás.
Dicho esto, les regalé ropas de pieles para el invierno, los eché del Edén, puse en el huerto querubines con espadas para cuidar el árbol de la vida eterna y me fui pensando que por una mujer así, yo estaba dispuesto a perder el reino de los cielos.


CONTINUARA


No te pierdas el próximo capítulo.: "LOS HIJOS DEL HOMBRE"
Poeta

Cuentos :  SOY DE BLAQUIER
SOY DE BLAQUIER

Ayer tuve una entrevista de trabajo. Me recibió la secretaria.- Enseguida lo va a atender el señor Alvarez Gonzalez.- Dijo y me hizo pasar a una oficina donde estaba quien debía ser quien me había dicho la secretaria.
Me ofreció asientó, me pidió el documento y comenzó a cotejar los datos con los de la solicitud que tenía en sus manos...- - -¿ Nombre y apellido?...Correcto.
- Numero de documento?... Correcto.
- Fecha de nacimiento ?...Correcto.
Ante cada frase me miraba por encima de sus anteojos como esperando mi aprobación.
- Lugar de nacimiento ?...¿Lugar de naciemiento ?
Repreguntó. - Ameghino. Le dije.
-Ah si. Pero en la solicitud puso Blaquier.¿?...Acotó como sospechando de mis intenciones.
- Le voy a explicar.
Y comencé a relatarle aquella historia que había inventado pero que con el tiempo había llegado a creer verdadera y hasta me hacía sentir parte de una epopeya y orgulloso de mis ancestros.
" En realidad el pueblo en que nací, se llamaba Colonia y Villa del Principe de Piamonte eso fue a comienzos del siglo pasado. Con la llegada del ferrocarril la estación se denominó Blaquier, en honor al dueño de los campos por donde pasaba el tren. El apellido le resultará conocido, tristemente celebre, pienso yo. La población se rebeló contra esta imposición, había mucha broca señor. Al comienzo fueron escraches, pintadas, marchas en la estación...pero las cosas se pusieron violentas, nos mandaron las tropas. Nos trataron de todo, anarquistas, zurditos, autonómistas, traidores a la patria... y nos reprimieron. En realidad el poder económico, La Sociedad Rural, la mesa de enlace, y el ejercito que siempre estuvo a sus servicios, querían destruir nuestra identidad de chacareros arrendatarios autosustentables, para implementar un modelo sojero, como se vería más tarde.
Pero el pueblo dió pelea. Nos pusimos "il cappello del Alpine " y cantando Bella Ciao, las milicias Partisanas se lanzaron a la lucha. Pero hubo un error táctico. Impulsados por el guevarismo, el maoismo y troskismo, nos fuimos a las sierras y como las más cercanas estaban a cuatrocientos kilómetros, quedamos aislados de las masas, en un territorio que no compartía, ni comprendía nuestras consignas de Paz, Tierra y Libertad... Y nos derrotaron señor. Militarmente nos derrotaron, porque no bajamos nuestras banderas y hubo un juramento. Por los siglos de los siglos, los hijos de los hijos, de los hijos de ese pueblo figurariamos como nacidos en Ameghino, un pueblo cercano que se solidarió con muestra causa."
Se quitó los anteojos, me miró socarrón.- Lo llamaremos.-Me dijo. Pero sabés, no creo...Alvarez Gonzalez...doble apellido...Para mí que es de la puta oligarquía

Neco Perata
Poeta

Cuentos :  UN MISTERIO IRRESOLUTO
UN MISTERIO IRRESOLUTO

Tengo dos cajones para guardar las medias. En uno, el más vacío, guardo pares de medias. El otro rebalsa de medias solitarias, aquellas que han perdido a su compañera y esperan inùtilmente resignadas que un día vuelva para dar razòn de ser a su existencia, o ingrese otra solitaria que coincida con su color y dibujo, ya que son muy reacias a juntarse con las diferentes, para volver a ser un par de medias en un par de pies Porque ellas, como los guantes y los zapatos, solo pueden cumplir su destino funcional en pareja, salvo que su dueño carezca de uno de sus miembros, caso no muy frecuente. Pero las medias ya llevan en su nombre el anatema, medias. Nunca son, ni serán una unidad. Por eso una media sola se rebaja al nivel de un cuarto. Y si hablamos de medias tres cuartos esto se hace más trágico aun y les crea un conflicto existencial difìcil de sobrellevar. Al punto que muchas medias, no soportan la soledad y optarían por desaparecer del lugar en que estaban recluidas.
Mucho se a hablado sobre la sexualidad de las medias. Si bien su nombre pertenece al femenino, no podemos afirmar que entre ellas haya una relación lésbica, queda totalmente descartado, por poco científico, que el zoquete sea hijo de ambas
Volviendo al tema de la desaparición de una de los miembros de la pareja, nos encontramos ante un misterio que no ha sido muy investigado, creo que este es el primer intento serio de una aproximación
a dilucidarlo, sin descartar ninguna hipótesis. Sabemos que una media quedó sola, pero no sabemos su estado civil; si es soltera, separada o viuda, es verdad que tampoco sabemos si su relación con la faltante fue de esponsales, concubinato, asociación o amistad, pero este no es el problema, el problema,
parafraseando a Arjona, no es que este sola, el problema es que no se donde estás.Ahí rádica el misterio
que nos ocupa y ha preocupado a los usuarios desde el momento de su invención, a las medias me estoy refiriendo. Porque esto no es nuevo, en el siglo XlX, Gustavo Adolfo Tapera, uno de los máximos poetas del Romanticismo en su famosa rima XXXVlll decía:

¡ Los suspiros son aire y van al aire !...
¡ Las lagrimas son agua y van al mar !
Dime mujer, las medias que se pierden...
¿ Sabes tú, adonde van ?...

neco perata
Poeta

Cuentos :  LA VERDADERA HISTORIA DE LA CREACION - PARTE II
ADAN Y EVA EN EL EDEN
La creación del hombre y la mujer fueron el objetivo y la culminación de la creación. Si tenemos en cuenta que yo no tenía experiencia en modelado y no tenía modelo, no me salieron tan mal. En cuanto al soplo de vida, ahí no estoy tan conforme, creo que me mandé algunas cagadas. El tipo me salió muy inteligente y creativo, pero algo boludo y la mina media atorrantita.
Los puse a vivir, en un terrenito que me había reservado , por si algún día se me daba por ir a vivir con los humanos. Era un huerto en Edén, al oriente como yendo para Blaquier . Muy buena zona cerealera. allí había puesto plantaciones de soja, muchos árboles frutales, vacas, caballos, pajaritos, animalitos de dios y en lo que es la laguna La Picasa, peces de todos colores . En medio del parque, pegados al rancho planté dos árboles, el del bien y el mal y el de la vida. Puse al hombre y la mujer de cuidadores, para que labrasen y guardasen y les dije .- De todo árbol podrán comer, pero si de estos dos comieran, ciertamente morirán. Los deje desnudos pero era verano y me hice humo.
Entre los animales del bosque había serpientes, que en principio tenían tres patas. Era el bicho más astuto que había hecho. Merodeando el lugar, encontró a Eva que andaba regando las plantítas y le dijo.- ¿ Conque Dios les dijo, que no coman de los árboles del huerto.?...y Eva respondió que Dios les permitía comer de todos, menos de los dos que están cerca del rancho, si comían de esos morirían. La serpiente le dijo a la mujer que eso era mentira, que de puro egoista no quería que fueran como yo, que se avivaran y conocieran el bien y el mal. Y como Eva ya le habia hechado los ojos a los frutos, curiosa por saber que pasaría, agarró una manzana le pegó un mordisco y se la dió a Adán para que la probara. Y ahí se pudrió todo, empesaron a mirarse, tocarse, revolcarse en el pasto abrazados. Un relajo!... Tené en cuenta que era la primera vez que yo veía algo así. despues vi cosas peores, y mejores. No voy a ser hipócrita, me dieron ganas de morder una manzana pero no tenía con quien compartirla, ahi me pregunté que tenía que ver eso con el bien y y el mal ?...Pero ya estaba hrcho, fue la falta de experiencia.
( continuará)
Poeta

Cuentos :  EL RENACUAJO Y LA ORUGA
En un bosque tropical, de un lejano país, tenían su hogar, un pequeño renacuajo pardo y una oruga gorda de colores brillantes.
El renacuajo, vivía feliz en un charco muy grande, que se formaba en el suelo, al caer la lluvia; y ella vivía sobre una planta de hojas tiernas, de las que hacia deliciosas ensaladas, y se alimentaba todo el día de ellas.
En el lugar, vivían miles de pájaros, que hacían sus nidos en lo alto de las ramas, y ofrecían conciertos gratuitos para quien los quisiera escuchar por las mañanas.
De los troncos gruesos de los árboles, colgaban orquídeas, flores muy bellas, de colores y formas exuberantes, que saludaban a su paso a cuanto habitante pasaba por ahí, y perfumaban con sus aromas el camino.
En ese bosque, todos trabajaban, cada quien tenía asignada una tarea para que todo funcionara de maravilla. Así, para que cada especie de árbol frutícola, pudiera ofrecer sus frutos, las avispas, las mariposas, y otros insectos, se encargaban de llevar en sus patitas, el polen, que recolectaban en cada flor donde se detenían, y pasarlo a la siguiente que fueran, para que se llevara a cabo la polinización, proceso que sirve para que la flor se pueda convertir después en fruto y los utilizaran como desayuno o comida los habitantes del bosque tropical.
El renacuajo en cuestión, se llamaba Rigoberto, de cariño su mamá, le llamaba Rigo, era un tanto simple: de color negro, una gran cabeza y una larga cola, siempre en constante movimiento. La oruga se llamaba Nidia. Era una preciosa oruga, cilíndrica, de rayas blancas negras y amarillas, que iban como anillos alrededor de su brillante cuerpo. Tenía en su cabeza dos antenas largas, que cuando se reía, se movían de arriba hacia abajo. Siempre estaba comiendo hojitas, muchas hojitas.
Rigo y Nidia, asistían a la misma escuela, en un claro de la selva tropical. En el recreo, mientras el renacuajo nadaba, dentro del cáliz de una gran flor, en la que se juntaba el agua de las lluvias, Nidia se paseaba con su paraguas morado, por el borde de la flor, platicando de sus sueños a Rigo.
La oruga le contaba al renacuajo, que a ella le gustaría tener alas como las hadas del bosque, y volar muy, muy alto, que sus alas fueran como un hermoso vestido de colores, y que mientras tomara néctar de las flores, el Sol, acariciara su espalda.
Rigoberto también le platicaba sus sueños a ella, le decía, que el quería ser un príncipe, y tener por esposa a una bella dama, y, que aunque él tenía un aspecto desagradable, en su interior algo le decía que cambiaría y se le concedería ser un apuesto caballero.
Así platicaban, todos los días…..y el tiempo fue pasando rápidamente.
De repente, un día, Nidia, le dijo a Rigoberto que estaba muy cansada, y que la disculpara, pero que tenía demasiado sueño. Que necesitaba dormir, casi con los ojos cerrados, se despidió de su amigo y se fue a su rama de hojitas tiernas. Se enredó en una cobijita de color verde claro a la que amarró de la rama fuertemente para que no se cayera y se quedó dormida durante varios días.
Mientras, cuando nadaba en su estanque, a Rigo, le sucedió algo que lo espantó: ¡¡¡¡se le cayó su cola!!!
Asustado, buscó a su madre, para preguntarle que era lo que estaba sucediendo, y le dijera el porque, tanto a Nidia como a él, les estaban pasando cosas terribles!!, pues su amiguita, ya llevaba varios días dormida, envuelta en su cobijita verde, a la que el Sol, empezaba a despintar, y ya no salía a jugar con él.
La madre de Rigoberto, una rana verde, se sentó en el borde del estanque y pacientemente le explicó a Rigoberto: -lo que les pasa a ustedes, se llama “metamorfosis”, es un proceso natural, que a ciertos animales les sucede cuando dejan de ser pequeños y pasan a la edad adulta. En ese proceso, tu cuerpo de renacuajo, pierde la cola y verás que muy pronto, te saldrán patas e irás transformando tu aspecto hasta formarse el cuerpo de un apuesto sapo, como tu padre y cambiarás las branquias con que respiras en el agua, por pulmones, para respirar aire, y solo entrarás al agua a nadar o comer, no para vivir como lo hacías anteriormente. Ahora podrás dar saltos sobre la tierra y las piedras del estanque, y comerás cosas diferentes, como hormigas, y termitas. Tu amiga Nidia, también sufrirá una metamorfosis. Cuando despierte de su largo sueño, ya no será más una oruga que coma hojas tiernas todo el día y se pasee por el borde de una sola flor. Casi al final de su sueño, su “cobijita verde”, como tu la llamas, lo que en realidad se llama capullo, será transparente, por eso dices que el Sol lo está despintando, pero no es el Sol, así debe ser el proceso, y tu, podrás observar ahí a Nidia, aunque ella no te verá a ti, porque aún estará dormida, ocupada en su transformación. Cuando sea el tiempo justo, ella empezará a romper su capullo para poder salir. Primero, sacará las antenas, y las patas, después el resto del cuerpo, que se colgará hacia abajo en una ramita, para secar sus aún húmedas alas, y cuando se hayan secado y endurecido lo suficiente para estar fuertes, y poder volar, las extenderá y serán unas alas preciosas, color naranja, con venas negras y algunas manchas blancas, que adornarán con su belleza el bosque, cuando vaya de flor en flor, tomando néctar para saciar su sed.
Rigoberto escuchaba atónito, pero con mucha atención, las enseñanzas de su madre.
Después de unos días, al renacuajo, como le dijo la rana, su madre, le salieron las patas y los ojos le quedaron saltones y muy contento se iba a jugar, brincando de piedra en piedra en el charco.
Una mañana de mucho Sol, cual sería su sorpresa, cuando vió emerger del capullo a su amiga, convertida ahora en una hermosa mariposa Monarca.
Cuando Nidia después de unas horas, pudo extender sus alas, voló un poco por el lugar y regresó, y Rigo, la saludó, con su voz ronca de sapo, la mariposa, se asustó, pero Rigo, riendo le dijo que era él, convertido ahora en un apuesto sapo, y le explicó lo de la metamorfosis, y le dijo que ella lucía hermosa con sus nuevas alas, como era su sueño. Y se fueron charlando por el bosque, Rigoberto brincando de piedra en piedra, y Nidia volando de flor en flor.
Nidia estaba feliz, de ya no comer solo hojitas tiernas, sino que ahora tomaba el dulce néctar de muchas flores de colores como las Zinnias.
Y así, pasaba el tiempo, y seguían siendo buenos amigos y platicándose sus sueños mutuamente.
Pasó el tiempo, y Rigoberto, no se convirtió en príncipe del estanque, pero sí en el sapo más simpático, sobre todo por su sencillez y su alegría, y todas las noches se juntaba con sus amigos para llevar serenata a las ranas más bellas del charco.
Nidia, con el tiempo, emigró y en otro país, se casó y tuvo descendencia, y cada Primavera, cuando llegaba de nuevo al bosque tropical, iba al estanque, a visitar a su amigo Rigoberto, y juntos se contaban lo transcurrido en la vida de cada uno, durante el tiempo que dejaban de verse.

FIN

Claudia Alhelí Castillo
20-11-12
Poeta

Cuentos :  LOS MIRONES
LOS MIRONES




"Si algo me molestaba era sentirme objeto de una observación constante. No porque pensara que querían meterse en mi vida o creyera que me espiaban con intenciones aviesas. Resultaba...no sé cómo decirlo, incómodo para mí que cada vez que saliera al patio las encontrara con la cabeza encima del tapial.". Pero ahí estaban, al comienzo trate de ignorarlos, mejor dicho, que ellos se sintieran ignorados, no te veo, no existís, porque me parecio que esa actitud desenfadada de mostrarse en el tapial, era algo así como una provocación, te estoy mirando y qué !...yo estoy en mi casa, si no te gusta metete adentro, la vista es gratis, aquí están, estas son, las cabezas del mirón !...Pero yo las veía, estaban ahí inexpresivas, como en estado hipnótico, esas caras paradógicamente descaradas. Mi segunda táctica fue hacerles gestos insultantes. Querían guerra ?... pues guerra iban a tener, no sabían con quien se metían, comencé a sacarles la lengua, a hacerles #OOPS# off, cortes de manga y otros gestos de insultos universales. Pero nada, No acusaban recibo, como si no me vieran. Pero me veían, yo se que me veían. Por algo estaban allí, día y noche, con frío o calor, como si no tuvieran otra cosa que hacer que ocuparse de mi vida.. Entonces me dije, tal vez sea hora que me escuchen. .- Manga de atorrántes, qué mierda están haciendo ahí, putos, malparidos, hijos de una y remíl putas, porqué no se van a mirar a la cooncha de su abuela !!!...Luego me sentí culpable. Tal vez lo que querían era compañía, un gesto de amor, una palabra de cariño y buscaban en mi algo que nunca habían tenido, que diera sentido a sus miserables vidas. Recordé a Julio Mafud, " Los seres del 2.000 no van a vivir sus propias vidas, vivirán la vida de los demás. Quizás no tenían televisor y yo era su Rial o su Tinelli. Acaso mi vida, que yo consideraba rutinaria y aburrida, no podía ser para otros, indigentes de afectos, lo que siempre quisieron ser o tener ?... Como podía ser tan egoísta que les negara esas migajas de mi pobre existencia ?...
Lo que para unos es trapo, para otros es bandera, reflexioné y tuve una actitud amigable. Cada vez que salía al patio los saludaba sonriente .- Hola amigos, como están, que gusto de verlos, espero que tengan un buen día, cualquier cosa que necesiten, ya saben, para algo están los vecinos...no para mirarlos como unos boludos, retardados, con esas caras de pajeros. Si, me fui al carajo. Pero qué me tenía que hacer cargo yo de las falencias ajenas ?...Demasiado tenía yo con mi perro y mis gatos como para ocuparme de desconocidos que podían ser vaya a saber que cosa, Tenía derecho a mi privacidad, si no ne meto con nadie, que no se metan conmigo, que joder. Nadie podía decirme que no había tratado de lograrlo de forma pacifica, solo me quedaba una opción, la violenta. Tomé mi revolver y como en los stands de tiro de kermese, los fui bajando uno a uno.
Y ahora los extraño, te juro, los extraño.

Neco Perata
Poeta

Cuentos :  BRUNO Y AGATA
BRUNO Y ÁGATA
Vivía Ágata, en la granja, de un pueblito de calles empedradas, donde todas las casas eran blancas, con techos de tejas rojas, algunas adornadas con jaulas que tenían pajarillos y otras con enredaderas que subían por los balcones.
Ágata, era una ratoncita blanca, con grandes ojos redondos y vivarachos, color miel, a los que enmarcaban unas grandes pestañas.
Vestía faldas, que ella misma confeccionaba, con pétalos de las rosas de su jardín, y las blusas que usaba, parecían bordadas de encaje, hechas con las flores de los alhelíes aromáticos, que temprano buscaba en las praderas.
Así, su ropa siempre estaba en buen estado y con un agradable aroma fresco y natural, como las azucenas.
En el oriente de la granja, cerca de un frondoso naranjo, que cuando estaba en flor, perfumaba con sus azahares, se encontraba la casa de la ratoncita. Para poder llegar hasta la puerta, había que entrar por un caminito que siempre olía a tierra mojada, porque Ágata, salía antes que se despertara el Sol, a barrerlo y a regar las flores que a los lados, ella sembraba y daban la bienvenida a quien la fuera a visitar
Dentro, en la cocina, sobre una estufa de leña, cocinaba Ágata sus alimentos, los cuales tomaba de una gran alacena, donde los tenía almacenados. Ahí se podía encontrar una multitud diferente de semillas, divididas en cajitas, diversos vegetales, algunos trocitos de queso muy bien guardados en frascos con etiquetas, pan dulce en bolsitas, todo en su lugar, muy bien acomodado.
En la sala, había unos confortables sillones cafés y un tapete verde, tejido con musgo, que Ágata, había recogido de un bosque cercano. Del techo, colgaba un hermoso candil, que ella fabricó con cuentas transparentes de vidrio, de un collar que se encontró en la calle, y curiosamente las unió con hilos de telarañas, que le regaló su vecina Carlota, una vieja araña que vivía en un rincón del jardín. Y así, bajo la luz de ese candil, por las noches se sentaban las dos a platicar y a tomar el té, pues hacía tiempo eran muy buenas amigas.
Un frío día, Ágata, fue al campo a buscar unas zanahorias para cocinar un caldo, y encontró una muy grande, tan grande, que cuando la sacó de la tierra… ¡se fue de espaldas y cayó sentada!
Del gran agujero que dejó en el suelo, al arrancar la zanahoria, apareció Bruno, un topo gris, bigotón, sucio, empolvado, maloliente, y con gruesos anteojos.
Frunciendo el ceño, y refunfuñando, se asomó para ver quien había sacado de la tierra, su zanahoria preferida, y que con tanto esmero, había cultivado.
El señor Topo, tenía muy mal genio, decía que la vida era muy fea, siempre estaba renegando por todo, y según él estaba ciego, que no lograba ver nada, hasta usaba un bastón para esquivar los objetos a su paso y no tropezar, (quizá no veía porque vivía en túneles oscuros bajo la tierra). Pero esta vez, afuera de los túneles y con la luz del día, nunca se imaginó ver a la linda Ágata, sentada en el suelo, cubierta de polvo y aún con las hojas de la zanahoria en las manos!
Al verla, quiso soltar una carcajada, pero se contuvo y pensó que estaba mal reírse un caballero como él, de una dama tan bonita, como ella.
De prisa, salió Bruno de aquel agujero, se presentó, y ayudó a Ágata a ponerse en pie, sacudió el polvo de su ropa, (que más la manchó con sus sucias manos), y le dijo que podía llevarse la zanahoria, pero, como la ratoncita se había lastimado un tobillo al caer, no podía llevar la zanahoria y los demás vegetales que había recolectado en su canasta, hasta su casa, y entonces, el señor Topo, como todo un caballero, le ofreció su ayuda y acompañó a la ratoncita hasta su hogar.
Se sorprendió al ver una casa tan limpia y ordenada, llena de flores. Además, desde que vió a Ágata, a través de sus sucios anteojos, le pareció la ratoncita más bella que había en el campo. (A pesar de no poder ver nada… según él). Ágata, agradeció a Bruno el haberla acompañado y haber cargado la canasta con los alimentos hasta su casa y lo invitó a pasar a tomar chocolate caliente y pan, junto al fuego de la chimenea, pues hacía mucho frío.
Al día siguiente, Ágata, muy temprano sin pensar en lo acontecido del pasado día, inició sus labores cotidianas, aunque un poco adolorida de su tobillo.
Pero Bruno…, no dejaba de pensar en ella, en lo bien que olía y en su casita tan limpia y ordenada. Y rápidamente, buscó su escoba y se puso a limpiar toda su madriguera, y a ordenar sus muebles. Hizo tanto polvo, que hasta tos le dio!. Terminó más sucio de lo que ya estaba, y cuando ya estuvo toda la casa reluciente, puso toda su ropa sucia en un costal y se fue por una veredita de helechos hasta el cristalino río.
Al señor Topo, no le gustaba nada el agua, pero pensando en Ágata, y aunque hacía frío, lavó toda su ropa y después, se bañó!!, también limpió sus gruesos anteojos, con los cuales, cuando regresó del río, pudo ver muchas mariposas, unas orugas comiendo sobre unas hojas, pájaros alimentando a sus polluelos y un enorme desfile de hormigas caminando con mucha prisa., y pensó:
!!! que linda es la vida!!
Y colgó su bastón en un árbol de manzanas, pues ya no lo necesitó.
Pobre Bruno, sin saberlo, el amor lo había transformado, y sin querer, se había enamorado de Ágata!
Una tarde, se puso un pantalón azul y una camisa blanca muy limpia y se fue al bosque a buscar una bellas flores de colores , las cuales le llevó a Ágata.
Al llegar a la casa de la ratoncita, se arregló la corbata, se volvió a peinar, se acomodó el saco y tocó en la puerta. Cuando Ágata salió, no lo reconoció, por estar tan bien arreglado, y sin bastón, pero Bruno, ya con sus anteojos limpios y sin lagañas en los ojos porque se bañó, pudo ver que Ágata era más hermosa que un ángel.
Cuando la saludó, la ratoncita supo que era Bruno, y que ya limpio, era un apuesto y juvenil caballero y otra vez lo invitó a pasar a su casa. Bruno le entregó las flores y Ágata se lo agradeció y las puso en un florero en el centro de la mesa.
Platicaron hasta que empezaron a cantar los grillos y brillaron las estrellas en el cielo, se contaron sus vidas y acordaron ser buenos amigos y visitarse mutuamente.
Así, pasaron muchos días y Bruno visitaba a Ágata y Ágata iba a la casa de Bruno, la cual, ahora estaba muy limpia y ordenada y hasta él mismo, horneaba las galletas para merendar, con una receta que le pidió a su abuela Chabela.
Así pasó despacio el tiempo, y una cálida tarde de Primavera, paseando por la orilla del río, Bruno, le agradeció a Ágata, el haberlo hecho un topo alegre, limpio y ordenado y le pidió que fuera su esposa, a lo cual la ratoncita accedió feliz, y ella le agradeció por su compañía, por las bellas flores que a diario le llevaba y por quererla tanto.
Y cuando el Sol se estaba ocultando en el horizonte, sellaron su compromiso de amor… con un gran beso.

FIN

Claudia Alhelí Castillo
18-11-12
Poeta