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Lloro como si no llorara, grito como si no gritara, gimo como si no gimiera, este dolor es mío, únicamente mío que sólo yo lo sienta, que sólo yo resista, que sólo yo sienta como roe mis entrañas como veneno inoculado en mi sangre hiriendo, punzante, tenaz, mortal.
Luchar contra él, no vale la pena hay que dejarle que haga su trabajo, no hay que temerle, sino soportarlo ser fuerte para el mundo pero en mi interior sé que el dolor no endurece, duele y mucho no hay palabras para definirlo, veneno, rabia, impotencia, no lo sé pero que no te espante, que no te turbe porque te hace fuerte.
Hoy estoy en un infierno donde las llamas del dolor me queman donde descarga sobre mi toda la furia contenida por años. Pasará, supongo que si nada es eterno sólo el espíritu
Pero mi espíritu acepta lo que la razón rechaza. El sabe que siempre será eterno y que nunca morirá. Esa es la esperanza que alivia el fuego de este dolor. delfin
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Poeta
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¡Amigos! así nos deja el destino después de ese romance, el que viví contigo. Nos olvidó el amor, a nuestro nido no vino, se extravió en la oscuridad, difícil era el camino.
Amigos somos, ahora respiro tranquilo prefiero tener amistad y no seguir de enemigo, no es por temeridad es solo un poco de estilo, salvada esta adversidad mi travesía prosigo.
Este lazo de amistad allana un nuevo sendero, emociones llegarán a unirnos en mutuo afecto, el ayer quedó atrás, de ese era prisionero. Más fuerte es la amistad, el amor nunca es perfecto.
Terrible fue el error por haberme enamorado, donde no existe amor la discordia prevalece, la puerta de la amistad del rencor nos ha librado, seremos buenos amigos, así la charla permanece.
¡Amigos!... Y estamos separados por la distancia, pero seguimos unidos en un sutil sentimiento, cuando ahora pienso en ti ya no existe discrepancia, sincera es la amistad en el corazón la siento.
Julio Medina 11 de mayo del 2011
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Poeta
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El pan sobre la mesa de un lejano restorán no puede acallar mi pena que se escribe en soledad
El bullicio me rodea como oscuro capuchón yo me encierro en tu recuerdo te converso de mi amor
En la suave servilleta yo me vuelco en una flor Sus fronteras blanquecinas no responden a mi voz
Te recuerdo apasionado Te recuerdo en la canción que se viene a la memoria con la joya de ser dos
Y en los postres te saludo Eres fruta, eres color, que engalana cada sueño del viajero y su dolor
Vaya un beso hacia tu beso ! Indecible es nuestra unión¡
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Poeta
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Fugaz, vendedora de claveles
Medallas amarillas desgranadas
De sueños y manteles ataviada
Llegó su invitación como paloma
resabio de jornadas veneradas
Nos fuimos a su mesa emancipados
de tejidos y discursos ya gastados
Asistimos lentos, solitarios,
Ingenuos persistentes
Elitarios
Inquietos y tozudos
Soñadores
Algunos mesurados como un piano
La pausa coloquial fue sin censuras
Enarbolamos fe en el hombre
Nos embriagó más que el vino,
la aventura
Una oda a la amistad
Una bengala
Oasis de trompos o campanas
Reencontrar otra vez las carcajadas
Madrugada ex alumna,
Amiga es su vertiente liberada
Ideas que brotaban ateridas
Pretencioso soñar
Líneas furtivas
Confianza en ser aún alternativa
Brindis final
Ronda ligera
Mesa ex alumna
Pasajera
Luego,
cada cual a lo suyo
Sus quimeras
Las mujeres, los hijos
Y esta espera
Madrugada ex alumna
Azul anfitriona
De vinos zarandeados
Con su collar de prosas
Con su proyecto endeble
lastimada de sol y abrazos
se ha esfumado.
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Poeta
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[/b]REQUIEM SOMBRÍO... (en mis noches de inmensa nostalgia)
La muerte es una dama descalza que me acosa y me persigue Con su ajuar de encaje negro y talle largo. Acecha presurosa mis pasos lerdos Haciendo girondinas sobre mi cabeza atolondrada. Siento su hálito ardiente surrándome detrás de las orejas. El mortecino odór de sus manos seductoras Cuando se posan sobre mis hombros desnudos Me desgarra adentro muy adentro De mis tripas y sus humores.
La dama se abalanza sobre mí Apurando mis proyectos detenidos Y en mi reino de sombras Me hace preparar un equipaje ligero Para un viaje tenebroso y sin retorno En el que se lleva ropa sin bolsillos Y se ausentan los zapatos de charol.
Para subirme al patético vagón Y rendirme al enigmático emisario Con su peregrina invitación, Se requiere apuntalar La inexorable levedad del ser Y a la insoportable transparencia De la vida cotidiana Vivida sorbo a sorbo Rigurosa examinación final Que moldea este REQUIEM SOMBRIO. Con este talante de levedad A la manera de "Kundera" Trato de deshacer el equipaje innecesario Que me obligó a vivir al ras De la tierra abrasadora.
A la vida le perdono: La inclemente prontitud de los eventos Que se sucedieron para brindarme madurez
A la vida le perdono: No haberme colocado en el grupo De los que nacen con fortuna, De los que tienen hijos obedientes Y agradecidos, Amigos consecuentes y comprometidos, En el grupo de los que tienen las mujeres Que desean tener, De los que no estudian Y triunfan en la vida. De los que comen lo que quieren Y no sufren de colesterol, Con sus mujeres crédulas y anodinas Que jamás preguntan mucho tu me quieres? A cada rato y cada instante.
A la vida le perdono: Haberme enseñado que la soledad es mala Y que el placer exige siempre Una moneda a pagar. Que aquello que tiene cualidad de duradero Sea lo que dure menos.
A la vida le perdono: Haberse dejado ver Sólo como un viaje horizontal Desde el nacimiento hasta la muerte. Que el dolor dure más que el placer Y que las situaciones en que debiera predominar la Gracia, el don no merecido sea donde el legalismo controlador escoja para asomar su horrible y fea cabeza.
A la vida le perdono: Que sea tan barata y tan distraída Al punto que cualquiera dispone de ella Sin permiso y sin tarifa.
A la vida le perdono:-claro que si- Que se extinga apenas uno se muere Y que el concepto de Huérfano Se haya desparramado por doquier.
A las mujeres que me amaron les perdono: Haberme dado tanto amor Hasta la medida de malcriarme. Les perdono no haber sido más pacientes En esperar el toque mágico Y más raudas en aborrecer Mi aliento cálido Repleto de flema y confesiones.
A las mujeres que me amaron les perdono: No haber separado nunca El afecto de la protección Y que hayan embalado en una sola caja A la querencia y al amor. Pero sobre todo: El no haber entendido a tiempo Que las relaciones NUNCA colmarán la suficiente dosis de fogosidad Y amor romántico porque siempre se querrá mas
A mis amigos les perdono: Su falta de bochorno y de vergüenza Cuando valoraron la amistad De forma tan pequeña Como para que cupiera Dentro de una billetera.
Les perdono la adulación Con fines premeditados, El juicio apresurado y la sentencia Extemporánea y destemplada
A mis amigos les perdono: El permitirme contemplar Sus espaldas relancinas Cuando emprendieron retirada En el momento en que la cercanía Pesaba más que las acciones y palabras.
Les perdono no haberme usado más, No haberme comprobado mas En mi servicio comprometido Y no haber creído nunca que podía Por ellos caminar la milla extra Llevando en mis lomos su carga adusta. El no dejarme demostrarles nunca Que sus hijos en mi mesa Derecho tenían de beber conmigo El vino dulce de mis bienes y virtudes, Y a partir conmigo el cotidiano pan Serían siempre dentro de mi entorno bienvenidos.
A mí me perdono: No haber pensado nunca Que la vida grata Comenzaba cuando al fin dejamos De pensar que existe una mejor.
Me perdono: no haber apreciado a tiempo Lo que ya es, en lugar de ansiar lo que podría ser. El no haber dicho en paz Lo que tengo es suficiente; Tal vez no sería hoy un estafado más Por haberme dejado seducir ladino A escaparme galopante De la inexorable realidad.
La dama de negro me constriñe. Me apura con sus guiños Y me convence de aceptar su invitación. Los turíbulos y pebeteros De las pompas funerarias Empiezan a crear una espiral de atribulados pensamientos Por la proximidad de mi partida El ambiente impregnado de fragancia fénica Por el incensario animoso Y el ocre trasnochado de los tulipanes marchitos Invaden mi torrente respiratorio, Y de mi paladar resulta Un asco ácido por el aire aformolado Y cargado de cera derretida. Los candelabros y mecheros Con sus fumarolas lánguidas Bailan una suerte de danza de la muerte Que refleja contra la pared La transitoriedad de la vida desde Este lado de la eternidad. El viaje largo y oscuro A través del valle de sombra de muerte Semeja el curso de un túnel infinito Que resuelve su salida intempestiva Cargado de mucha expectación Y destellante luminosidad. Que habrá mas allá? Cuánto diera por saberlo...
Francisco A. Barreto
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Poeta
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Sembrastes en mi un sueño que invadió toda mi mente la música sonaba al aire libre mil mariposas coloreadas revoloteaban el arco iris bailaba de lado a lado. Las gotas de lluvia caían en concierto, el arpa sonó a lo lejos presagiando tormenta las nubes se cargaron de color oscuro los sonidos de la selva acallaron el río enfurecido amenazaba con desbordarse y la lluvia caía suavizando en tierna caricia la madre tierra. Así mis sentidos se nublaron de repente mi pecho parecía reventar de dolor, todo oscureció, la luz desapareció. Cuando volví en si había despertado otra persona, el corazón no latía se había detenido y en carrera el amor huyó despavorido. Me siento inerte, no siento arrancastes el amor de raíz te borrastes de golpe de mi mente, ya no reconozco tu nombre, menos tu persona es como si de repente hubiera muerto. Dónde estás corazón? te llamo y no lates te fuistes para no retornar llevándote contigo para siempre el amor. delfin
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Poeta
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A ti buenmozo caballero con aroma a lontanaza a ti vuelan escapando de mi mente los versos al galope como indómito potro. A ti vuelan mis versos allende tierras que tus castizos ojos leerán porque tus eres hielo que crispa la piel y eres fuego ardiente embriagador de amor. Tu fuerte fígura varonil emerge cual caballero de la mesa de Arturo arrancando de mi pensamiento escondido la chispa de fulgurantes versos. Eres galante caballero de la madre patria a ti vuelan cantando con señorial decoro mi verso puro de ritmo soberano que ilumina en el fondo de la mina de oro. Permite pues, gentil caballero ofrecerte el mundo de versos míos si yo tuviera un cosmos que ofrecerte te daría un corazón y el verso mío. Ante tu presencia mi alma se turba tu fígura varonil impone prestancia pero descubro en el fondo de tu ser en luminoso arcoiris de colores la pretenciosa humildad de un alma generosa. A ti hidalgo caballero vuelan los versos que escapan de mi mente como lluvia mañanera que riega la tierra y como sol ardiente que calienta el planeta. delfin
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Poeta
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Hay amores inolvidables, otros pasan sin pena, ni gloria muestro amor fué de esos que se extrañan, y yo quede cautivo de tus delicadas manos de seda porque al tocar mi cuerpo hacías que mi cuerpo se erizara de cabeza a pies. Aún recuerdo las largas horas de amor que noche a noche solíamos tener yo estrechando tu cuerpo tembloroso de pasión y tu besándome dsenfrenadamente mis labios y yo goloso de tu boca pedía más y más eramos como dos locos en un oceáno de infinito amor. Pero un día sin avisar te fuistes tan silenciosamente como cuando aparecistes en mi vida, no logro saber qué pasó para que tomarás esa decisión, tan sólo sé que me haces falta. Te busco en cada amanecer pero el sitio de la cama está vacío daría todo lo que tengo por volverte a tener la pena de tu partida me ahoga quizás la distancia y el tiempo hagan el olvido. Cierro los ojos e imagino tu escultural belleza corporal, tu piel blanca suave como aterciopelada en los ojos una mirada profunda, unas piernas exquisitamentr, torneadas y en el pecho tus turgentes senos llenos de néctar. Me hechizastes con tus portentos para luego irte dejándome en la boca un sabor amargo y por siempre prisionero de tu amor. delfin
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Poeta
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Gira y gira la rueda, creo que se esta dañando, la rueca de la vida, poco a poco se esta acabando, nadie parece detenerla, no, nadie parece asustado, de tantas vueltas que ha dado, a veces creo se ha pinchado, por eso todo esta tambaleándose, todo parece de cabeza, nada esta en su lugar, todo es un caos de siluetas, busca, busca la rueca, equilibrio para seguir parada, pero a nadie le importa, se siente desgraciada, y vuelven a nacer los mismos, y mueren mil veces algunos, se repiten los mismo patrones, se predicen los mismos augurios... y las hormigas se devoran todo, incluso en huracanes a los niños.
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Poeta
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