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Todavía en el aire flotan Las palabras de amor eterno Cuando decías que me querías Que sin mí, nada valías.
La noche es testigo ahora De mí dolor, de mi sufrimiento De extrañarte a cada instante Aun sabiendo, que ya no he de verte.
La rosa que sembraste un día Hace ya tiempo que está muriendo, Ella dio su flor, su olor y perfume Pero mis lágrimas, no son buen riego.
Tú ¿Dónde andarás y con quién? “Donde hubo fuego, rescoldos quedan” Y en esas brasas amantes, en soledad Mi corazón pagano, se está consumiendo.
Delalma 29/04/2020
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Poeta
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[size=small ]Encadenada mi alma a tus recuerdos Rezo, esperando que la primera alondra Que cruce por tu cielo… Te lleve mis plegarias con gran celo.
Que Dios te diga: ¡Cuánto te he querido! Y tu corazón ajeno, se distraiga un poco Y sientas en tu cuello el roce de mis labios En la brisa loca, que busca besar tu boca.
Tu amor es el único tesoro que yo guardo De mi paso por la tierra bien amada Nada me he de llevar, sólo tu nombre Cubierto de flores en mí pecho.
Ojalá mis ruegos se hagan realidad Y puedas ser feliz en otros brazos Que sin pensar en mí, cuando te abracen Que no te asome el llanto, si no, gozo.
Delalma 26/04/202[/size]0
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Poeta
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Yacen bajo las horas pequeñas esporas de tiempo Que vivas se detienen, para poder recrear recuerdos Una lágrima se asoma por el horizonte de tus pómulos Recorre tus mejillas, se mescla con la saliva de tus labios rojos Lo dulce se vuelve agrio, lo blanco se tiñe de negro Lo que amabas se murió, lo que odiabas sigue vivo El amor y la pasión, se quedaron dormidos, en un aletargado Sueño, que vio alejarse tu mirada en horizonte negro Cierras el puño, apretando el aire entre tus dedos Como queriendo retener viejas sonrisas, muecas que ya no están Y que alguna vez dibujaron arrugas en tu piel, ahora otoñal Es triste saber que ya no te sirvo, que ya no eres feliz a mi lado Tal vez lo fuiste alguna vez, eso no lo sé, se miente para no herir Y se Hiere cuando uno miente, el pasado, ya es pasado El presente tiene un final, que todos esperan pero que nadie lo siente.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf
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Poeta
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Cuando tú te fuiste quedó detenido el tiempo Mi vida fue laberinto de tinieblas obscuras Destinos inciertos, que mi alma surcó Camino desierto de arenas rojas Sangre derramada por mis ojos, lagrimas De sal que todo cubrían con un manto negro De soledad, penas que no podía arrancar Piel ajada por calores helados, quemado Mi corazón ya no podía latir sin ti Dentro mío campos vacios, penumbra de muerte Tristeza infinita siento, si ya puedo verte.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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Lejos, distantes e indiferentes estamos, cada uno con el dedo índice señalando; marcado contraste en todo momento encontramos; clara es la señal; uno de los dos sale sobrando.
Aquel amor declarado nunca se asomó a la salida; fue imaginación surtida entre rosas prendidas de una primavera de pétalos de mentiras; con retoños secos y espinas pulsando como lira.
Iniciamos mal; sobre terreno frágil jugamos, desventurado deseo no debió ser consumado; desunión, alejamiento en la esquina nos espera. Cupido se fue corriendo, ya ni lo veo allá afuera.
Se espanta el oído; palabras furiosas llegan veloces, dispuestas con sable y espada tajando al afecto, y en la lluvia congojosa ahogan al corazón con cada aguda puñalada.
Eludir, evitar, esquivar más no puedo desencanto asfixiado indaga escapar; alejarse es la perfecta salida de este enredo, deshojando destellos para no volverme a empapar.
Julio Medina 9 de septiembre del 2017
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Poeta
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Quiero confesar mi crimen. Estrangulo su recuerdo en cada oportunidad, con el silencio como cómplice, asfixio mis miedos, mi necesidad, mi orgullo, como un acto de piedad. Al día siguiente, vacía y sombría, los traigo a la vida.
Quiero confesar mi crimen, quise a quien no me quiso, pienso a quien no me piensa, dejando a mi amor propio de muerte herido.
Soy responsable de alimentar su ego insoportable, soy culpable de ofrecerle más de lo que tengo. Mi crimen es no quererlo, pero no olvidarlo. Mi crimen es ver en él, el fantasma de quien fue. Mi crimen es verlo por quién es y quedarme callada sobre mi cama observando la tormenta destruir todo a su paso. Mirar desde lejos como camina al precipicio con sus ojos vendados, y dejarlo caer, para que no duela para que no exista. Mi crimen es mirar perpleja como se evapora la lluvia sobre mi piel seca. Ver como las rocas destrozan las olas y quedarme inmóvil.
Quiero confesar un crimen, cada día, muere un poco de mi debilidad, y yo, la dejo morir. Mi crimen es ser quien soy, amar profundamente, mi crimen es mi deseo de volver a verte.
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Poeta
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Adicta a tu indiferencia, a tus desplantes, a tus defectos. Soy adicta al tono de tu voz, a lo que no dices. Soy adicta a tu recuerdo, a tu olvido. Soy adicta a perder el control de mis pensamientos, de mis fantasías, de mis miedos. Necesito terapia de besos apasionados, de abrazos interminables. Soy un árbol viejo, que solo sueña con ser trasplantado, ignorando que es demasiado tarde. Soy esa nube viajera que va dejando un poco de lluvia en cada parada, que pronto ha de quedar vacía, y desaparecerá de manera inevitable.
Soy adicta a ti, a tu recuerdo, a tu olvido al tono de tu voz, a lo que no dices. Adicta a sentir lo que no sientes. A ese sol que brilla con fuerza todos los días y todas las noches, para darle brillo a la luna. Soy como el sol y lo detesto quisiera poder brillar donde y cuando quiera dejar de darle mi brillo a la luna, y dárselo a quien yo quiera.
¿Quisiera el sol irse de vacaciones una noche, una vez cada 10 primaveras?
Atrapada en este ciclo monótono, rutinario no puede haber un invierno durante la primavera ni un otoño en el verano. Te regalaría mareas altas durante tu ciclo menguante me alinearía justo detrás de ti ocultándome de la Tierra, ahí, justo detrás de ti. Te regalaría mi felicidad mientras disfruto el embriagante olor de tu cuerpo, mientras te abrazo sin tocarte, y te beso sin los labios rozarte.
Aprovecharía la complicidad de las sombras para enredarme en tu cuerpo y respirarte una última vez, me iría con sigilo, con ternura y con un hueco en mi pecho. Trataría lo imposible, lo inalcanzable te daría mi cariño infalible, mi vida en un instante. Todo mientras tu navegas nuevas aguas y mareas altas y yo me quedo con mi adicción a pensarte, a soñarte, a no entenderte, a no tenerte.
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Poeta
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Tú..
Mi único, eterno y gran amor.. que llenas mi pensamiento.. mi alma, mi vida.. y las dos mitades de mi corazón.. tan grande, que para vestir tu piel.. me faltan besos, que extiendo los brazos.. y no logro alcanzar tu cuello, que, quiero quererte.. y amarte más, no puedo.
Tú..
Mi amanecer.. mi último y primer destello, la sombra de mi árbol.. mi mar, sereno.. mi cárcel, mi libertad.. mi realidad, mi sueño.. la luna, que trato de conquistar.. las estrellas, que iluminan mi cielo.
Tú..
Mi poesía y mi prosa.. mi antes, mi después.. mi luego, las caricias que me llevan a la pasión.. la mirada, en la que conocí el deseo, el cuerpo, en el que he pecado.. y, en el que quiero morir de nuevo, la ternura, que visita mis labios.. cuando mis lágrimas salen de paseo, la brisa, que acaricia mi rostro.. y.. despeina mi pelo, mi primavera, mi otoño.. mi cálido invierno.
Tú..
Mi amor, mi gran amor.. mi eterno, y único amor.. al que quiero querer.. y amarle más, no puedo.
Téura
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Poeta
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¿Qué le pasa a tu piel.. que cuando se acercan mis caricias.. parece huir de ellas, qué le pasa a tu voz.. que entre un te quiero.. y un te echo de menos.. tiembla.. por qué tu mirada se ausenta.. cuando mi mirada la reta, y, cuando mi cuerpo te solicita.. tu cuerpo, no acepta la apuesta.
De qué, me sirve quererte.. si tu corazón, a mi corazón.. no alimenta, si pasa de largo por sus latidos.. sin llamar a la puerta, para qué, estás a mi lado.. sino te siento cerca, si tus abrazos son un invierno.. en el que siempre nieva.
Para qué, quiero tus labios.. si a mi labios no los besan, para qué quiero.. un pasado lleno de promesas, por qué no me hablas de futuro.. a qué excusa te aferras.. dónde está tu pasión.. que ya mi cama no calienta, y esas manos nerviosas.. que con prisa, buscaban mi cremallera.
Déjate de mentiras.. acaso, no te das cuenta.. que tus manos pasan por mi piel.. y, ni siquiera se acercan?.
Téura
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Poeta
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Encierro descartado, pálida lluvia consumista, intrigante.
Como defensa inerte -tu indiferencia.
Encierro infernal, perfecto insumo inacabado.
Recuento discontinuo, pronóstico de un mito terminado.
Excusas, sólo excusas desgarradas...
Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego
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Poeta
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