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Cuando me alcance el frio de la espera
y el corazón sangre porque tú no llegas…
¡Recuérdame!
cuando ya no tenga la esperanza
de que vuelvas a mi lado…
¡Recuérdame!
Recuérdame en alguna canción
o en algún poema,
de aquellos que con amor te dediqué,
los que contigo, tantas veces disfruté.
En cada amanecer, con el rocío...
con ese sol hermoso…
que vestía azul- celeste el cielo
para hacerte sonreír.
O en el crepúsculo, a orillas de la playa
cuando mirando el atardecer,
ruborizado el astro rey...
escondíase de tu angelical belleza.
Recuérdame en las olas del mar…
en la fresca brisa que recorría tu piel,
en esa noche de luna nueva…
¡coqueta, huidiza, celestina, luciendo para ti!
No me lleves a morir en el olvido
en el lado oscuro de tu mente…
que sería para mí como no haber vivido,
no me apartes de ti, no me dejes ausente.
Delalma
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Poeta
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¡Esta noche… esta noche!… ¡Vas a conocer de qué está hecho mi amor! ¡El cielo será testigo de todo mi fuego… de la pasión que me abrasa cuando estoy contigo!... Mudo testigo la luna… en la gramilla cubierta de plata, de música nos tiende un manto, y cuando la última prenda agonice en tu cuerpo... el brillo de tus ojos hablará por ti. ¡Arrancaremos a la noche sonidos ocultos palabras no dichas en medio del clímax, te llenarás en mi cuerpo de placeres nuevos sintiendo la dicha de llamarte mía! ¡Quédate pegada a mí… haciendo de tus fantasías la más sublime de las realidades! ¡Deja me quede prendido a tu cuerpo… a la fuerza interior de tu vientre! ¡Haz que mi cuerpo arda con el calor de tu aliento porque más que pasión… es amor lo que nos une! ¡En armonioso vaivén tejeremos con mis arrestos y tus arrebatos… los compases de una nueva melodía!… La mañana abrirá los ojos… encontrando dos cuerpos desnudos… cubiertos de cielo y de amor odorantes a hierbas y flores, acariciados por el rocío del alba. Te despertaré con un beso en los labios… porque ante los ojos de Dios y del mundo ya somos uno, unidos por esa roja manzana, que entre besos, abrazos y agonías palpitantes en la noche, nos puso en el paraíso. Delalma
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Poeta
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La angustia de existir me acerca a ti… Así como las almas se acercan a Dios, ¡yo era prisionero del pasado pero tú amor me ha salvado! ..................................
Sin preguntas ni objeciones… dos silencios, dos miradas y una pasión que brota desde el alma, con ese amor que trae calma. Yo existía en un mundo lleno de aflicciones, lamiendo las heridas que las batallas de la vida me habían infligido… pero llegaste tú, con devoción en los ojos y miel en los labios. Trajiste el hálito de vida que yo necesitaba... con el amor exudándote la piel, ¡La ilusión florecida de una golondrina y el valor apretujado en las entrañas! ¡Nos enamoramos… y aquí estamos!… ¡que hablen, siempre van a hablar los que no conocen el calor de un beso ni saben lo que es amar y ser amado! ¡Mira la alcoba, hoy es la noche esperada!, ¡he puesto sabanas de nívea seda, para que tu pelo y tu tez amada aromen mi cama y mi almohada! ¡Inventaremos ésta noche los dos!, todo puede esperar, nuestro amor jamás… ......................................... ¡Amor!... ¡qué tersa tienes la piel!
¡Para ti mi amor…! ¡ven… bésame!
Delalma
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Poeta
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Sentir el olor del mar y el aire alucinógeno Dos esencias en la elevación sublime Ya no es el apoyo de los encantos y la anestesia La pasión que asciende a brillar en el corazón
Océanos de dormir en una burbuja de sueños Las aguas turquesas de los deseos con alas No sobrevivir separadas por espuma olas Tiempo que cambia el destino de los seres apasionados
Silencio del mar bajo el cielo de las noches cálidas Siendo un apasionado de los mares sin fin de la seducción Acariciando la cara de los órganos de la quema de color rojo Infinito placer en la certeza de que sella la unión
Las mareas de desbordamiento en el oasis en el desierto del verano En delirios reveló a las puertas de la mujer y el hombre Liberar el corazón alado por la inmensidad del cielo Inconmensurable es el anhelo, en que los océanos del sueño ...
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Poeta
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PENSE OLVIDARTE PERO SOLO TU RECUERDO ME HACE LLORAR Y RECORDAR LOS MOMENTOS JUNTO A TI.
PENSE OLVIDARTE TRATANDO DE OCULTAR MIS SENTIMIENTOS TRATAR DE NO PENSAR EN TI PERO NO PUEDO.
PENSE OLVIDARTE Y ESPERAR UN TIEMPO PARA NO PENSAR Y RAZONAR LO QUE SIENTO CUANDO NO TE TENGO Y LLEGUE A UNA CONCLUSION.
OLVIDARTE PERO NO PUEDO.
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Poeta
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Y no es que seas una beldad, pero el amor te hace linda eres tan dedicada a mí, que me siento nada frente a ti me acaricias, me abrazas, me besas, me amas… nada tengo que pedir... Solo tú, no hay otra mujer igual, tan joven, tan llena de amor… ¡Muy bella!... nadie se parece a ti ni en la vida, ni en la cama, ni en la mesa. En ocasiones llego noche, me apena despertarte, sientes mi presencia… y me das una sonrisa. Yo te contemplo mientras cenas conmigo… ¡¡Bendito Dios!! que te puso en mi camino. Tengo lista la ropa, la mesa servida, caliente el lecho y a ti, mujer amada… siempre pendiente de mi, me enseñas a ser leal. ¡Quiero tu amor para siempre! pues cuando ya no seas mi sol… entonces serás mi luna, ¡y brillarás!… ¡En el firmamento de mi corazón! Delalma
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Poeta
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¡No te pierdas! Dije sin intención Percibiendo que ese día Se escaparía mi corazón.
¡No te pierdas! Pedí una sola vez Y por más que él volvió A mi corazón no recuperé.
¡No te pierdas! Con fe a Dios recé Pero ya era tarde Y no le he vuelto a ver.
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Poeta
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LA ROSA AZUL
¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía! Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesía Y las rosas de olor, que pongo como ella las ponía, exaltan su color; y los bellos cojínes, que pongo como ella los ponía, florecen sus jardines; Y si pongo mi mano -como ella la ponía- en el negro piano, surge como en un piano muy lejano, mas honda la diaria melodía.
¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía! me inclino a los cristales del balcón, con un gesto de ella y parece que el pobre corazón no está solo. Miro al jardín de la tarde, como ella, y el suspiro y la estrella se funden en romántica armonía.
¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía! Dolorido y con flores, voy, como un héroe de poesía mía. Por los desiertos corredores que despertaba ella con su blanco paso, y mis pies son de raso -¡oh! Ausencia hueca y fría!- y mis pisadas dejan resplandores.
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Poeta
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... La hermosa rosa amarilla, que el amor, aquí, allá y en todas partes, que siempre es, entre las flores en rosa, espina en el exuberante, entre las rosas en flor ...
Roberto Armorizzi
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Poeta
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Tengo ganas de dormir, dormir muchas horas, tal vez días, quizá meses. Tengo ganas de besar una y mil bocas y así descubrir cual sabe mejor. Tengo ganas de tocar, un pétalo, una guitarra, una mano amiga. Tengo ganas de comer, comerme al mundo a mordidas; espero no atragantarme.
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Poeta
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