Salvado el corazón se vuelven locos, los halos de los tristes pensamientos, como un sonar de versos en los ecos, la voz se queda atrás entre rastrojos, fluyendo sin parar los sentimientos, al son de los quejidos insonoros. No sabe el corazón que entre latidos, se camufla el amor junto al instinto, galopando cual corceles al unísono.
Siempre vuelve el amor de luz envuelto, buscando un corazón en otro cuerpo, si en otro corazón fue un inquilino, efímero y fugaz como un destello. El viento se ha llevado la cordura, de la mente aletargada y aterida, del frío que atenaza noche y día, en la densa y escabrosa singladura, que es sepulcro al final en su camino.
No se compran las razones con dinero, ni se venden las verdades con regalos, los auténticos placeres no se compran, se entregan gratuitamente con respeto. En el mar de los secretos queda ausente, perdido entre el aliento queda el beso, compacto el corazón se queda inmerso, en hálitos de sueños, anhelos y deseos, amor entre latidos va creciendo.
No sabe el poderoso de penurias, ni sabe el ricachón de recias manos, el viento no se esconde en las esquinas, ni de sencillos placeres vive el vago. En la etérea ilusión se quedan solos, los amantes, los poetas y los locos, Emulando a los demás, no vive de verdad, quien, aunque se lo crea,remeda a otros.
La noble claridad se ha vuelto niebla, que envuelve el corazón como una tela, una tela de estambre negra y dura, petrificando sin piedad la carne pura. Extendida en el tiempo como peto, de múltiple matices multiformes, vestida de pavor como la guerra, va quedando la verdad en esqueleto.
Que vuelva el corazón al tierno pecho, donde se funden amores y deseos, fraguando realidades, fantasías y anhelos e ilusión por alimento. Que torne la criatura a sus orígenes, al fecundo corazón del que es el dueño y forjando realidades y alegrías, alcance la razón de sus desvelos.
Nutrido corazón de amor rehecho, fragmentos de caricias y de besos, camina sin pudor sobre los vientos, que sabe del amor la libertad, que sabe de locuras y respeto.
A.L. (ángel l. pérez) NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
Una noche de luna llena, de rayos luminosos brillantes Iba raudo y presuroso por la calle real, de sudores sofocantes De repente divisé en la mitad de la vía, una figura de mujer fascinante Toda vestida de negro, con una capa roja y zapatillas brillantes Cubría su rostro con un velo blanco, manchado y sangrante Entré en miedos y pánicos, me paralicé al ver esa figura escalofriante Quedé mudo, los cabellos se me crisparon en forma espeluznante Ella se movía de un lado a otro, en torno de reto amenazante Los ojos se me brotaron, nunca había visto algo igual o semejante Se movía como si estuviera bailando, todo era miedoso y desconcertante
De un momento a otro desperté de la pesadilla, me hice a un lado y seguí caminando Apresuré el paso, miré hacía atrás y me seguía de cerca, en mis espaldas observando Me igualó la marcha y el caminar, el viento soplaba de su capa roja la estaba levantando Se me adelantó, me fue acorralando y orillando, de mis respiraciones silenciando
Mi cuerpo temblaba y sudaba, el corazón latía como si se quisiera salir de su compostura Esta mujer sacó su rastrillo en forma de trinche y lo levantó con su empuñadura De sus zapatillas salían chispas, de jinete sin cabalgadura El viento soplaba fuerte, de su vestimenta negra, sacudiendo su fantasmal figura Se contorsionaba dejando entrever, su esquelética armadura Blandía su rabo con su flecha, direccionando su curvatura Se levantó el velo que cubría su cara, dejando ver las cuencas de su amargura Quedé nuevamente del horror paralizado, como muerto sin sepultura Mostraba su dentadura, como si se estuviera riendo, del demonio su fantasmal travesura
Diabla vestida de negro y capa roja, del mismísimo lucifer del inframundo De mis andares de mujeres y placeres, de cantinas de muladares de vagabundo Buscando otros quereres de amores, encontré esta mujer de alaridos de ultratumba profundos Me rodeo con su vestimenta y capa roja, de olores de perfúmenos de azufre y chivos nauseabundos Succionó la savia de mi vida, dejándome esquelético de estertores de moribundo Sin entierros, sin velorios, sin cenizas, sin despedidas quedé allí tirado Agonizante y muerto, en horas que no llevan minutos, ni segundos
Envuelta la justicia en celofán, agrietadas las manos que perdonan, el respeto en su afán desarbolado, rendida la razón en los que odian, no sabe de derechos la mazmorra, ni lloran de dolor los que se van. Una palabra, tan solo una palabra y un gesto reclamando libertad.
En la tétrica noche se la lleva, bajo la sucia capa de la envidia, nunca jamás descansa la metira, bordada de oro y plata por demás. Al borde se retuerce la codicia, sabe más de matar que de justicia, durmiendo va viviendo la desidia, que va vistiendo al necio en su diván.
El rojo amanecer en fuego ardiendo, arropa con su luz la desnudez, un fuego universal que arde sintiendo, en su ceguera la falta de verdad. No se seca el sudor con el deseo, ni las lágrimas ruedan sin motivo. El mar no se conforma con ser mar, quiere ser un dios embravecido.
Palabras, más palabras, más secretos, vorágine de sombras y de encuentros, una tierra brutal de hierro y truenos, un nutrido arsenal de miedos y desprecios. Se ha roto la razón por la mitad y ronda la verdad por los aleros, zurcidas la cabezas con la urdimbre, de nuevos y vacíos sentimientos.
Doblado el corazón viviendo estanco, en pétrea solidez sigue menguando, la dura sordidez de sus encantos, se ha vuelto de papel, página en blanco. Que salve la razón vida y quebranto, con la emoción sencilla de un anhelo, que sabe a corazón enamorando, un rayo entre la luz que se ha deshecho.
Libera de prisión los sentimientos, desdoblando el amor que quedó preso, abriendo el corazón cerrado en falso, que el egoísmo ha herido con su acero. Renueva la ilusión que se ha perdido, entre siniestros y oscuros recovecos.
Sobre la arena, el misterioso aroma, preludio de pasión, en la tarde temprana, que los instintos libra. Una ráfaga de aire, se amontona, una versátil ola, una gaviota grita, en la atmósfera cálida.
Navega el pensamiento, entre emociones vibra, batel que abraza al mar y se alimenta, de la olas que baten, su incierta travesía. En un soplo de vida, la frágil criatura, emerge del sentir, como un lamento.
En un fugaz momento, la larga singladura, en un instante, al volver la locura, se fue muriendo, como se extingue el viento. Recóndito misterio, que padeciendo duda, en un alarde de cordura, huye del cementerio.
Tórrida bruma, que en un rictus escénico, su faz oculta, bajo un manto de sombras, se acurruca, vital momento. Una luz vespertina, como un veloz destello, a la bondad alumbra, amor sin freno.
Se ha quedado sin habla, confinado en su encierro, nota tras nota grita, en un mudo silencio, que el ánimo acoquina. Vuelto hacia el interior, como un pellejo vuelto, buscando el yo, en su indeciso espejo, mirando en derredor.
Amor que flota, cual fugitiva nota, de un etéreo instrumento. Nota tras nota, se derrama sin miedo, como un espeso viento, que peina los aromas. Un atrevido beso, que el destino te otorga, como un febril deseo.
Amor de primavera y de verano envuelto, de invierno ensimismado, en el cálido otoño, de ocres cenicientos. Una aurora primera, una segunda ola, que altera el sentimiento. Amor primero, un incipiente tallo.
Se fue corriendo, de su encierro enrejado, errante espíritu, que atraviesa el tiempo, libre ráfaga de aire, un suspiro, un aliento, una nerviosa risa, de su interior saliendo. El sabor de una lágrima, derramada en el verso.
Bebe de la ilusión, de aquel momento, sutiles fantasías, bellos intentos, de embellecer la vida.
En tu conciencia Figura mi nombre marcado En el resplandor de toda piel De mujer, de sirena Que riega los mares Con toda su belleza Natural, intima, desprevenida.
El libro, es una obra llena de amores, de ciencias y sentimientos Es un papel pergamino cargado de colores, de frescuras y conocimientos Manuscrito pintado, que lleva olores, escritos y descubrimientos Es el pensamiento del hombre, de su inteligencia con argumentos Fuente inagotable de cultura, de riquezas y tratamientos Es lo más hermoso tenerlo entre las manos, abierto, lleno de estrellas y reconocimientos
El libro, es una nube cargada de ciencias y comprensiones Es un compendio de sabiduría, llena de datos, estadísticas e informaciones Es el saber de la educación, con talentos llenos de investigaciones Lleva un propósito de raciocinio y reflexión, atiborrado de satisfacciones
Desde las antiguas civilizaciones, el hombre ha utilizado la escritura En pinturas rupestres, tallas en piedra y huesos de sus criaturas Narraciones, que quedaron grabadas en generaciones de sus aventuras En huesos, marfil, papiros, en cueros de animales y sus armaduras En paredes, en cuevas de jeroglíficos, de colores de sus hermosuras
Los libros son selvas de árboles, el saber de sus hojas conseguidos Es una antorcha del saber, cuando se abre a los sentidos Es un volcán, que erupciona imaginación y sapiencia compartidos Es un nevado, que permanece de sus hojas sin abrir congelado
El libro es un riachuelo cristalino, de saberes despertado Es una fuente, es un cráter, lleno de energías y propósitos visitados Es un huracán, que lleva prisa para abrirlo de imaginaciones soñados Vendaval, que no da tregua en sus conocimientos de gustos deseado
El libro es un placer, es una alegría, que comparte sonrisas, quereres y amores Abren y cierran ventanas y puertas del ingenio, que inundan escritores Libros de poetas, con sus bellas poesías y versos encantadores De científicos, de historiadores, de novelistas, de narradores De cuentos y leyendas, de fantasmas, de éxitos premios de sus autores Se apaga la vida de un árbol, del aire puro de la naturaleza Y se abre un libro, para engrandecer la ciencia y su inteligencia
No hagas de su vida un libro sin abrir, esperando el día para deleitarlo Tal vez el tiempo ha pasado por encima y en la vejez no hay espacio para cultivarlo Ni las fuerzas necesarias para abrirlo y se perderás las bellezas que no quisiste descubrir Que esperaron en los libros hermosos y en sus manos permanecieron dormidos sin abrir Y de aquellos amigos que se quedaron de sus saludos y abrazos sin compartir
No sabe el corazón de condiciones, sabio en pasión y en emociones, de viejas sensaciones se alimenta, es terco, radical y latiendo atormenta, hasta la locura puede amarlo todo, galopar desbocado cual corcel loco. Un solitario lobo ajeno a las razones, un mar embravecido o generoso.
Amor sin techo, sin puertas ni barreras, amor desesperado envuelto en la marea, de canas adornado o voraz como un fiera, amor transcendental y apasionado, amor sin Luna y Sol, entre tinieblas. Amor furioso, celoso impenitente cuando se une a la afilada mente , gigante poderoso, derriba las fronteras.
Abraza el corazón al inocente y al desvalido sin dudar se ofrece, crece el latido si el sentimiento crece, se agranda al contemplar como amanece. Su voz es el tañer de una campana, golpeando el campanario de su pecho, es más puro el amor cuando está lleno, de ternura y pasión siempre latiendo.
En desacompasada letanía late inmerso, en un universo de penas y alegrías y a veces, queda preso en la armonía, en los compases de lejanos recuerdos. Transita en los lugares más recónditos, sin miedo y sin pudor, su latir vibra, como ebrio bailarín baila y se alivia, en las sábanas de su deseo insatisfecho.
Corazón enarbolando su desprecio, ajado en su interior como un pellejo, odio interior prestado sin remedio, por envidias y celos, terror y miedos. Eterno vagabundo, errante por el mundo, viajero impenitente en un leve equilibrio, sin mediar condición a otros sigue, a otro corazón inmerso en su delirio.
Rebelde corazón que se alimenta, de amor y de pasión, de magia y de quimeras, como un acordeón se ensancha y mengua, de sobresaltos y de locuras tiembla, como en un vendaval una pavesa. Amor, que sin piedad, al corazón abrazas, con la fuerza de un dragón, que en llamas habla, órgano musical cuyas notas se alteran.
De sangre corazón o de madera, de amor forjado o esculpido en piedra.
Yo entiendo el enojo que tienen tus ojos ante esa partida que sin despedida se llevó tus sueños dejando despojos esperanzas perdidas.
Humedecen las lágrimas tus tersas mejillas tu rostro angustiado denota desidia demanda respuestas a inconclusas preguntas que su obstinada soberbia logró interrumpir con meras excusas.
No teman tus ojos calmar el enojo secar tus mejillas borrar de tu rostro sensaciones de angustia porque pronto vendrán nuevas experiencias.
Brillarán más grandes vivaces, curiosos como tantos otros que al cruzar destinos siguiendo algún sendero encontrarán ...el amor ...el amor verdadero.
ABRÁZAME YA. Siento miedo en este tiempo, Ansió el calor de tu cuerpo, Una soledad que causa temores, Esperando solo un abrazo de oso. La cruel distancia por la pandemia, Es una tormenta fría, que si hiere, Las fibras de mi alma esta apenada, y solo deseo sentir tus abrazos. Apachúrrame junto a tu cuerpo, Para ser el más feliz de los mortales, Quiero un tierno amor duradero, Para que sean el tónico de mi vida. En estas noches frías de invierno, Como añoro amanecer contigo, Abrazados entre sabanas de seda, Vibrando nuestros ansiosos labios. Deseo sentir tus pétalos en flor, atrapado con el listón de tus brazos, abrazos para estar en tu regazo, Miles de caricias que se dilatan. Abrázame y no me reproches nada, Solo deseo perderme en tus brazos, Para sentir el calor de tu bello cuerpo, Y aspirar la fragancia de tus poros.
Contigo descubrí el amor que hay en mi corazón, pensaba que sólo era tu voz lo que me daba color, pero también mi respiración. ahora regresas como una ola que se rompe a la orilla en la arena y regresa al mar, así mismo yo te quise esperar, imaginé este momento muchas veces, pero ahora no se si de verdad lo quiero, regresas, pero por ti, ya que no eres la misma sin mi, y aún que yo se que me duele decirte que yo no regresó, lo hago por ti por que tenemos que aprender a vivir separados, sólos, así como llegamos a este mundo, y como así mismo nos iremos, sólos y sin nadie. te quiero demasiado para mentirte y ser honesto me gusta, tal vez este mundo te asusta pero créeme que tendrás buenos días, tristezas y alegrías, y si en algún momento puedo apoyarte en algo, por que no? Siempre es bueno volver a encontrarse con alguien tan especial. AlcoN