Qué placentero, contemplar la naturaleza hermosa Qué grandioso, escuchar a solas los sonidos del silencio Qué bonito, ver el firmamento y de sus estrellas misteriosas Que agradable, ver los jardines florecidos de pétalos maravillosas Que esplendidas se ven y lucen las mujeres, de quereres amorosas
Qué nos llevó a ocultarla verdad, los miedos y sus enfermedades Qué nos arrastró a vivir en medio de temores en las oscuridades Qué nos llevó a sobrestimar las voluntades y sus seguridades Qué nos condujo a tapar el rostro, las alegrías y los gritos de felicidades Qué nos llevó a perder la integración, las reuniones y las amistades Qué nos llevó a la voracidad de riquezas y poderes, de los gobiernos y autoridades Qué nos condujo a quedar ciegos y no ver las nuevas oportunidades Qué nos llevó a cambiar de hábitos y el resurgir de otras actividades Qué nos llevó a distanciarnos de Dios, de sus bendiciones y sus dignidades Qué nos llevó a usar un trapo, ocultando el rostro, acabando las tranquilidades
Tapabocas que ocultas las caras, los rostros cargados de tristezas Disfraza la rabia, la ira, las intrigas y sus atenuantes pobrezas Cercena de un solo tajo, la belleza de la humanidad y sus noblezas Recorta las soberbias, ocultando el fragor de sus torpezas Tapabocas, que escondes y mutila las risas y las delicadezas Silencia los labios, el saludo y el abrazo de sus franquezas Esconde el abrir de la boca, que el hambre acecha y del estómago bosteza
Tapabocas, que evita las pandemias de corona virus transmitidas Barbijo, que protege del salpicado, de toses del enfermo, en partículas diminutas convertidas Tapabocas, que protege la vida, de estornudos dolorosos y salivas desconocidas Barbijo, que tapa el rostro, de seres iguales sin distingo de todos parecidas Tapabocas, que acabó con la vanidad, con el orgullo, de élites revestidas Barbijo, que dejó atrás los escrúpulos de clases sociales combatidas Tapabocas, que cambió las normas, los trabajos y leyes establecidas Barbijos blancos, de colores, de modas de avatares, de resplandores encendidas Tapabocas, esencial para nuestra existencia y para otros la vida resistida Barbijo, que filtra el aire de pulmones sanos, de normas acatadas y obedecidas
Tapabocas, que oculta el rostro al delincuente clandestino Al atracador, al asaltante y al miserable bandido Barbijo, que cambia el rostro sin cirugías a escondidas conseguido Disfraza la maldad, atravesando la humanidad, el puñal del asesino Tapabocas, que cubre la faz de la cara, en facineroso convertido Y se aprovechan del transeúnte inocente y desprevenido Barbijo, que encubre las comisuras de los labios, del amor querido No se conoce entre la muchedumbre y en la distancia se ha perdido
Tapabocas esencial para la vida, mientras llega la vacuna añorada El que lo usa bien, se roba de todas las elocuentes miradas Amenaza latente para el que no lo usa, de muerte anunciada y asfixiada Barbijo bendito, que acabó con el maquillaje de la mujer linda recordada Tapabocas, que cercenó el labial y la estampa del beso de aquella hermosa apenada Tapabocas, que no deja apreciar la belleza de la mujer, consentida y amada
No sabe el corazón de vaguedades, ni el necio de noblezas y verdades, no sabe el corazón de pasatiempos, sumido en la pasión y el sentimiento, ni sabe el ignorante de lealtades. El corazón de agradecer si sabe, de amores de temor y de secretos. Nada sabe el cobarde de valores.
Perdido viaja el Hombre, indeciso en elegir su sino incierto, de tumbos adornado va vagando, se cree propietario de lo ajeno y absorto en sus diatribas, no sabe escuchar, tampoco mira, la auténtica belleza que le anima. El Sol se va perdiendo entre colinas.
Que no se quede el tiempo insatisfecho, que no pierda el color la calentura, que grite libertad en cada bruma y en cada escondido recoveco. La sangre sumergida continúa , en las entrañas de la carne sin complejos, Soy todo lo que soy, que es la vida, pues soy, realmente lo que tengo.
La nave de la vida a la deriva, en las olas abatida o ensalzada, llevada sin remedio a la partida, al ocaso de la corta travesía. No se oculta la razón al inocente, ni quien huye se aleja de la vida, no termina sin razones la partida, ni sin más termina todo, si termina.
Un crucero de placer, que no es la vida, creen poder lograr con la avaricia, más no sabe ,quien cree en la codicia, que cambia la belleza por la prisa. Amar, no es simplemente una reliquia, es todo corazón que se desnuda, en un atardecer, sin cortapisas, una entrega sin contrato ni premisas.
El viento del amor se ha diluido, sin rumbo entre las manos del suicida, dejó de manar en el origen, donde se gesta la esencia pura y lúcida. Se marchó unido a la nostalgia, entre los corazones divididos. Amor ausente en el camino, donde se fraguan los destinos.
Furioso vendaval que en los sentidos, revuelves los recuerdos y los hitos, alejado del centro de la hoguera, donde se funde el amor y el infinito, donde nace el amor puro y nítido, donde arde el valor, en donde vivo.
A.L. (ángel l. pérez) NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
A veces la vida no es justa... No es justa cuando creemos que alguien esta mejor que nosotros mismos. No es justa cuando alguien más tiene la ventaja... Tristemente me doy cuenta que cada quien obtiene lo que lucha. Hay una gran diferencia entre ver el vaso medio lleno a verlo medio vacío. Eso muestra cuanta esperanza, cuanta fe hay en nuestro corazón. Y es lamentable que entre nosotros mismos nos estemos matando. -Joss-
De afán ahíto, el campo de amapolas, bordado de colores y de ritos, templo de belleza presto y rico, de rojos junto a ocres y amarillos. La flor erguida, de sangre verde alimentada, se posarán los ojos como aves, en los atardeceres mariposas, para ver como bailan.
El verso entre las manos, se ha quedado dormido, una flor en maceta descubierto, como un ignoto tiempo deseado. Amor entre los dedos doloridos, un penacho de notas se ha creado, un florido cordón se ha revelado, atando las notas y los versos. La sangre acude presurosa, al verso enamorado.
Un sin fin de locuras, entrelazados corazones hechos, de entre las voces simples, de hermanadas razones sortilegios, Luciérnagas ausente de derrotas, en corazón envueltas con ternura. La Luna observa el verso enamorada, argentaria pasión que vive y mima, a las enamoradas caracolas, en cálidas sábanas de la aurora, en los placeres de las carnes locas.
Daré mi corazón por alimento, tendido sobre el manto de la pena, que no existe castigo ni condena, que al amor derrote con cadenas. Daré sentidos versos, a la faz desmembrada de la tierra. Amor que se desplaza en el tormento, como gaviota en busca de pitanza. Una corriente tiembla entre los ecos, de la vida corriente enamorada.
De afán ahíto, se bañan las cascadas de los sueños, cascabeles que bailan como gritos, en los bellos recuerdos de la almohada. Una pasión se va, pero otra viene, llevando el corazón por alimento. A los desarbolados corazones, llegará el amor como sustento, ungidos de placeres con los versos, prendidos en afanosos dedos.
Daré mi corazón y en el momento, en que el Sol y la Luna se declaren, vaciaré el contenido de mis versos, en otros corazones que se amen.
A.L. (ángel l. pérez) NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
En nuestra vida se presentan inmensas e innumerables experiencias todas tienen tonos muy diversos e inconmensurables situaciones cuando hallamos el primer amor olvidamos todas las carencias y entramos en un mundo de fantasía e inolvidables ilusiones.
Marchamos por un sendero saturado de profundas emociones pasamos de un crudo y despiadado invierno a una primavera escuchamos y soñamos con las más enternecedoras canciones todo es precioso, el universo en su plenitud está a nuestra vera.
El mundo es en un espléndido e incontenible carrusel de fantasía en èste se comparten las más placenteras e imborrables historias pero ninguna de ellas es comparable si el amor con furor se ansía las mágicas situaciones emergen a la superficie y son notorias.
El amor esconde en su interior una cálida magia inexplicable cada situación se observa de un modo totalmente diferente aquello que era etéreo e impenetrable es ahora masticable perdemos de verdad esos principios que eran el referente.
Alimento de mi beso De mi noche triste Mis celos por no celarte Mis mañanas pesimistas Tu boca, tu grito, tu locura El olor de la cocina La cama, tu sexo.
Vendedora de café Mujer de delantal rojo y pañoleta de colores
Una mañana opaca, fría y de nubarrones lluviosa De despertar pesado, de pereza sin levantar espantosa Es hora de subir las energías y ponerle ánimo a la vida preciosa Y de paso contemplar por instantes, aquella chica del café preciosa
Cafetería, de olores y aromas de café caliente, exquisito y burbujeante Me atiende la mujer de vestimenta impecable y deslumbrante La del delantal rojo y pañoleta de colores, vivos y brillantes La de la sonrisa alegre y ojos saltones, de mirada pícara exuberante La de cuerpo hermoso y rostro angelical fascinante De cabellera ondulante y trenzas de aretes colgantes Mujer de delantal rojo, que oculta su belleza de piropos susurrantes La de la bandana, que agita mi palpitar extenuante de caminante Se me pasa el frío, al contemplar a esta mujer rozagante y emocionante
Mujer de delantal rojo y diadema de arcoíris, llenos de perfumes y sabores Me ofrece el café negro mate, capuchino, el caramelo machiato, lleno de olores O el de mi tierra espresso, el moca de aromas de los mejores Degustarlo con una trufa esponjosa, de sabores encantadores Aprecio su rostro hermoso, que hueles a perfúmenos de sus interiores Quedo anonadado de su belleza, con la imaginación de soñadores Saboreo su burbujeante y exquisito café, elixir de sus clamores Me inunda su pasión, que atrae del café la multitud de admiradores Mujer de delantal rojo y pañoleta de colores, de emociones agotadores Se llena la cafetería, con los aromas y el deleite de sus perseguidores
Quisiera conquistar su corazón, la tormenta que me envenena Quisiera tomarme todo el café, en las manos de esta adorable morena Quisiera arrancarle el delantal rojo, que me desordena y me condena Quisiera estrecharla hacía mí con su bandana, de su hermosa melena Quisiera que compartieras mi bebida energizante, en esta cuarentena Quisiera robarte y acariciar su cuerpo, en las noches de luna llena Quisiera amanecer contigo, de su aire que me asfixia y a la vez me oxigena Mujer del delantal rojo y pañoleta de colores, la que relampaguea En mi alma y con rayos y centellas, en mi corazón por siempre truena
Por todas esas cosas, que duran un momento cenizas de una noche, con ríos de silencio en esta lenta muerte, del dolor de estar vivo los hombros doblados, por el peso de un sueño
Me queda el orgullo, de haber sido el primero mujer que tantas veces, cruzaste mi sendero maldecirás la noche, viento pasar al viento soñando con aquel, que a ti te quiso tanto