|
DIFUMINADO TAFILETE...
El futuro estuvo recordando anochecerse desocupando las pesadillas pasadas gris entre las botas diminutas el invernal enrejado entre los tibios ecos secos sin abrigo en los cabellos impares por el nombre de la tarde dueña que no importa a las botellas del tabaco despreciado allí por el humo recóndito ya de la mirada del viento que viste la vista rala que desnuda la ropa cultivando sequías pedestales islas momentáneas mecánicas marfiles largas púas lápidas lágrimas lastimeras lamentables pliegues plata El futuro estuvo Ingrávido sentado con el vacío anegado y las calles de amargas fiestas en un quizás sin ser y un simple tal vez recíproco y un dónde sólo palabras están entre las inquietas letras no escritas entre las mejillas de las hojas y el ojo en la cumbre del néctar peregrino y soñado en el aroma de noches lejanas y jardín núbil en la lumbre perenne del hielo y el duelo frágil Difuminado tafilete por los senderos del existirse
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Cuchillo de Luna y Pájaro Lila.
Cuchillo de luna y pájaro lila. Isla de fuego y penumbra de ruido. Selva de diamantes y árbol de turquesas. Corazón hecho espuma y espada de salvaje.
Vulgar cuello de cisne, y barroco de quebrantos. Genuflexión violenta, y cuerno de toro. Imagen de la Virgen, y páramo dañino. Eléctrica corola, y hierro fundente.
Era el pájaro lila prodigioso, Y su trino era luz y era negrura, Y el cuchillo de luna lo mataba.
Y era un pájaro lila muy hermoso. Y el cuchillo ejercíale tortura. Belleza a la Belleza desangraba. ....................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
|
Poeta
|
|
México y sus Aromas en Día de Muertos Que el aroma de la hermosa y tradicional Ciudad de los palacios Te permita admirarla y vivir esta experiencia Fúnebre Maravillosa Recordando a coatlicue madre de todos Los dioses aztecas y diosa de la tierra Madre de Huitzilopochtli El dios del sol y de la guerra Diosa de la fertilidad, de la vida y de la muerte Diosa hermosa y elocuente Que te hará sentir diferente En la ciudad de los palacios Podrás disfrutar de aromas Olor a dioses de la eternidad Y colores alucinantes Que llenaran tu cerebro De fantásticas sensaciones Y llenaran tu pecho de palpitaciones Mientras tus ojos ven al copal llenarse De fuego acabando su finita existencia Que nos hace recordar que debemos Disfrutar de esta vida que se consume en Seguida sin piedad y sin descanso Ven a la ciudad de los palacios a disfrutar Aromas que te harán sentir que sin tanatos No podría jamás existir la vida y su sufrir ECM 01112013
|
Poeta
|
|
PIRUETAS DEL PINABETE
Y La Música De porcelana Sabe a mañana En el sol sencillo Sin tumultos sin tejer Pétalos al río lejano hoy Del terciopelo que olvidó Su nombre en las palabras Que encienden las letras tres Tintas y cristalinas del libro hoy No escrito el poema no hecho música Del viento del fuego dulce dichoso dúctil Discreto divertido distinguido durmiente En la honorable hoguera pulcra recipiente Del recato del pasado purpurino prudente.
El Nunca Ha sido Un bosque Una hoja seca Un estado ligero Un ahora estático Un negocio cruento Una mano halagüeña Que mueve al consumo Del aire del aliento alimento Porque busca volar con sus alas Es vapor del humo invisible hierro No es un aquí y ahora de simple engaño Es el presente un activo proceso surgiendo No es... ¡Está siendo!... Es el camino haciéndose Libertad no fabricada ni vendida ni cómoda manipulada
Piruetas Creativas No mercantiles Hostiles viles serviles Cultivos cuerdas cúspides Sentimiento pensamiento aliento Selva montaña pradera y ensueño Pupilas inquietas amargura y pasión Borrascas que vuelan desconsuelos y fuego Manos de trinos y tintas y espigas de agobios Inmensidad en una letra audaz frontispicio hoy Vespertino silencio monte palatino peregrino ya Tierno llanto en la cansada esperanza de cabriolas Emboscadas emociones en la ondeante simetría rauda Del metal de las sombras heridas cabriolas etéreas verdes, por la carne del tronco de las hojas y las ramas del anhelar. Bóvedas fragantes estrofas, esclarecidas piruetas de platas nuevas
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
COLORIDOS ARGUMENTOS
Porqué ese día los ángulos eran azules y sensibles caminando en la fuerte penumbra de la pirámide escondida en un saco, en la concha del silencio, y la esquina de cabeza contra un muro. Nadie veía. No, nadie estaba, solo las llaves viendo un viejo candado, inmenso en la pulsera del brasero café suspendido de un cuchillo. Colorido, contrariado, confiando en la consciencia confidente del convoy. Pero el camino ahora solo habla por las ventanas taladrando las tardes con sombrero y vestido rojo.
No es tan transparente en la táctica taciturna del tarro al tallo, doliente y duplicado por el barro del perro. Pues así, el musgo recordará la infancia atrapada en los nombres subterráneos cercanos al velo del aroma de los corchos asustados. Y que no se mueren del todo sorprendidos alargando el cuello al día menos pensado con la dulce pereza amante de la hoguera entre las sombras que suspiran como mustias áureas de amargas azucenas padeciendo el misterio amarillo.
Además, en la tierra de los cuervos se desnuda un tren junto a la vía florecida por los pétalos que duermen, y buscan destempladas las orillas y escaleras del jacinto bajo el espejo del jabón atrapado en las burbujas.
No obstante, los párpados del bosque construyeron el olvido de los lobos tan azules, que parecían hacer signos, y siglos al reloj del gato cercana la medianoche. Pero...¿Porqué ese día?. Pues el eucalipto lo ha dejado olvidado en el lago presuroso de las hojas entre horas y neblina que nada entiende de la nieve por el heno rendido en las calderas, casi indefinidas, mordiendo al sol el amarillo que despliega el ancla con los peces traficando con los techos por las casas abandonadas y el vuelo de las calles huyendo en desbandadas.
Así, como verás, hay algunas cosas que leyéndolas nadie comprende, las razones verticales en su alto rebaño de místicos cristales, de hábito maligno. ¡Sí!. Sabes ya de la porcelana pensativa y de los riscos tiernos en la intimidad de los agravios, pues los dardos torturan los marfiles y al abismo tenaz. Siendo todo al final más que flexibles, las razones del caramelo en el martirio de la edad temprana.
Por tanto, la sed de saberlo es un colorido quebranto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Eres como el mar Fuerte e intensa Fecunda e inmensa En tu manera de amar Eres como el mar Que va acariciando Delicadamente Los placeres de mi mente Y los arrebatos de mi vientre Eres como el mar Que tocando Tímidamente mi pudendo Haces brotar El deseo que va mojando Cálidamente Cada parte de mi cuerpo Y lo haces tuyo Bañándolo Con los fluidos de tu querer Que llenan mi playa de placer Eres divina e inmensa como el mar Con tus oleajes me haces bramar ECM12102013
|
Poeta
|
|
EXPLAYADA...
¡Cuánta luz hay en la nuez inesperada!. Que confunde los ovarios, con una próstata, y engendra desvaríos. ¡Luz hay que la misma sombra ignora!. Y en la misma envidia teje monumentos. Solo sabe amar al vacío. ¡Con tal de esperar ser alguien!. Pero el humilde camino le niega.¡Las pisadas!. Explayada en un grano, no sabe si grana. En Un grano no sabe si grana. ¡Rascando al león las pelotas!. Explayada ni se pregunta. Ni Se pregunta. ¿Qué le está pasando?.
¡Donde demasiada luz hay, pululan los ciegos!. Y en la tierra de ciegos el tuerto es rey. ¡Pero el cíclope es una leyenda!. Y el miope es una realidad, en la óptica del proctólogo, que acaricia una guitarra, y puede tocar las cuerdas, de melodías que desconoces, explayada arena sin orillas.
Sal de ahí si quieres que te vean. Pues habla la pluma más rápido, que el cerebro que la mueve. Y no deben lanzarse cerdos, al corazón de las perlas. ¡La luz inesperada es peor que la tinieblas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
DESACUATICARSE
Por donde el agua llora con su desierto, al viento inmóvil que vive bajo la arena, en la excelsa beatitud de labios secos,
estrellando al firmamento en las olas turbulentas, donde solo viven los recuerdos y la muerte. Porque El Anhelo Mata. La certeza homicida de la falacia. La desnudez del aliento de la espiga. En la radiante espesura del olvido del pasado.
Porque... Ahí es menos muerte antes de haber nacido, la ribera de los párpados en un instante, con los caudales que fraguan los desvarios, en los dedos del barranco lácteo con saña. Acuaticado. Siendo. Habitantes del olvido del humo frío, entre la colección alegre de súbita agonía, por la tarde verde que teje azules, los mínimos grises trastornados de los tigres,
en las rocas dormidas y soberbias, del valle que estremece los silencios estelares. Entre las diademas de la pobreza engañada. ¡Encuadernadamente desnudándose!. Como arde la amargura en la llanura, con las indómitas desdichas del tiempo, a la luz profunda de los sonidos abrasantes, con la fragancia sedosa de una frugal sepultura.
Porque Acuático Es el lamento de la tortuga, que cultiva letanías con el espacio, en la estrofa del espejo agazapado encima, del granito resignado a morirse en la espada que, sucumbe con las brumas voluptuosas, de los estertores. ¡Oh, sí que sí!. Murmuran los ignorados no que no, en la muerte probada, de los agravios con la vehemencia exagerada, de los perdones baratos, y la grandeza en oferta de un lamentable trino.
Porque Acuáticas Son Las indómitas desdichas del tiempo, que cultiva letanías con el espacio, peregrino de la memoria que fallece, entre la fe de las orugas, y el rugido mariposa del desierto. ¿Quién creyera al futuro que se desangra inmóvil en el silencio?. En el fondo de la lágrima infinita, de los dioses que nunca nacen esclavizando, los perdones y vendiendo edenes.
Des Acuaticarse De Las Gotas de soledades ficticias que huelen la vida, inagotable en la luz de los filos almendrados, y en la cuna que nada mece con los versos, que buscan perpetuarse tejiendo el aire al fuego. En La entraña dura del quisiera, y las ramas de las nubes en los ojos de los peces, dibujados en los sueños del pasado que nunca fue, verdad por el milagro infernal, de las monedas que viven derramando el olvido, en los racimos congelados de los fantasmas, y la paz que susurra su desencanto que fuma, felizmente fulminado cualquier intento, de la más extraña naturaleza de la escarcha.
Des Acuaticarse Des Acuaticarse En El Patrimonio peregrino de las velas que desprecian, cualquier vida a cualquier costo en el mismo, consuelo que desconfía de la esperanza, del hondo escarabajo en su tinte purpurino, en el fulgor de la nada. Evaporarse en la sed, del agua falsificada esculpida, con la calma ignota.
Por El Instante Inmóvil De Una Letra Seca... ¡Más allá de la misma sed del agua!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
¿Dónde dormir? ¿Qué sueñas mi niña? ¿Qué necesitamos para ser libres? ¿Que buscamos en esta vida?
Un sueño tuviste, lleno de campos de rosas negras, hermosas y perfumadas de noche, estabas bailando bajo la luna llena.
Veo una pequeña isla, cuanto flujo y reflujo, estamos abrazados por el fuego, tu respiración en mi oído, hemos encontrado nuestro paraíso. En caso de que las frutas y las flores crezcan, el océano de la tierra es de color blanco, refleja la luz de la luna que brilla, refleja la noche que nos guía, hacia el reino de los sueños nocturnos.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
|
Poeta
|
|
Las pisadas cruzaban por el techo crujiente de madera apolillada, de la escultura plástica ahuecada saltan escarabajos hasta el lecho.
Espantados por el misterioso hecho de tener a una sombra atornillada, caminando en la noche mutilada tratando de encontrar a un vulgar trecho.
En donde el paso silencioso gime con la cháchara, la que está habitando, detenida en la casa el ruido exprime.
Las pisadas del sol van acordando con las nocturnas dentro del resquicio, seguir por el camino vitalicio.
Julio Medina 13 de agosto del 2013
|
Poeta
|
|