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El Poeta dice que el lector es un Hijo de Dios perfecto, que ilumina este dìa con su presencia, esperanza, fe, confianza y amor. Muchas Gracias.
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Poeta
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El Poeta dice que el universo sòlo tiene Hijos de Dios perfectos, que brillan como el sol, junto con el Creador, Muchas Gracias.
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Poeta
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El Poeta dice que soy Hijo de Dios perfecto y maravilloso, que habla palabras positivas para un mundo mejor, Muchas Gracias.
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Poeta
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El Poeta dice que somos Hijos de Dios perfectos, en el universo de Dios, Muchas Gracias.
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Poeta
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El Poeta dice que somos Hijos de Dios maravillosos,y Dios es nuestro Padre, Muchas Gracias.
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Poeta
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Por las sendas de la vida...
Va pasando la vida arrastrando con ella todos los momentos, los que se vivieron y también aquellos que se soñaron; va pasando la vida y en su pasar, todos, los que ríen y los que lloran, sin palabras van quedando.
Va pasando la vida y viviendo muriendo vamos, dejando tras nosotros estelas de silencios compartidos, músicas que ya no suenan y que lo fueron todo; susurros que siguen esperando el momento final para descubrir y descubrirse, acaso como respuestas a todas las miradas que en ocasos de oro vagaron perdidas.
Va pasando la vida construida de remiendos de los besos y abrazos que no se dieron; de aquellas caricias que se cruzaron en el eterno segundo que dura un suspiro; silencios que van dejando el sabor de la derrota, que van gritando una verdad que a nadie importa.
Va pasando la vida y en su lienzo la huella, pintada de colores de esperanzas, regresos y mañanas, solitaria va quedando; va pasando la vida y con ella el ayer donde abrazados a un gemido, crédulos sentimos y vivimos ese momento sin dueño inventado con tu nombre que el alma acaso sin saber, desconoce que perdió.
(Jpellicer)
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Poeta
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El beso del tiempo
Te besaré, me dijo--- El tiempo. ¡Cómo al reloj en cada manecilla!. De sol, de arena, con el agua de vida. Como el mar a cada ola. Como el eco a cada coro.
Te besaré, ser de tierra, sed de aliento. ¡Me dijo, el tiempo!... Verde brisa. ¡Me dijo el tiempo desnudándose!. ¡Sólo un simple fragmento!. En el interior de eterna nostalgia.
Te besaré, luminoso y obscuro. Por los labios de alegrías y tristezas. Por las noches de insomnios y sueños. De campanas, cristales, amanecer dorado. ¡Traslúcido, trueque de polvo y paraíso!.
Te besaré, duerme tranquilo, hoy. Con el perfume dulce de una verdad. Con el diario sabor de una ilusión. En el destello de una fantasía. Mañana las espinas darán sus mieles.
Te besaré. Me dijo el tiempo disperso. Por los siglos vencidos y lejanos. ¡Entre anhelo y desvelo!. ¡Con los frutos, con los frutos!. Con Los Frutos De la voluntad. ¡Eterna, eterna, eterna!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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A TAMOANCHAN CON MI POLVO
Desde aquélla estrella La raíz de ti, me llama Cristal de seca espada
¡Con la miel! ¡Con la belleza! Alborada y dulcemente...
¡Amargura insaciable de pupilas!
Velad, veladamente... ¡Cada cera! Del mañana, que ya no será A menos... A menos... ¡Qué tu memoria haya dulcemente!
Muerto... ¡Muerto antes del presente! Entre la tarde ¡De una concha! ¡Verdor tembloroso del inseguro inmenso!
¡Qué fugaz, succionó su propio aliento! Entre ¡El talco, de la conciencia! De su conciencia... ¡Decrépita!...
¡Humedecida, fe, de ausencia! Gusano, oculto... ¡Del olivo! Olvidado... ¡De sí mismo! Úvula perversa, la miel, de hiel, y de luto. ¡Farol!... ¡Amputado sofá!.
No viviré... ¡No! Como ciervo, encorderado... ¡Ni balando! Con las espuelas oprimidas, y campanas rotas Y Grandioso desmigajarme Y En la madera... ¡Dormirme! ¡Con el delantal en salmos!.
Amargura veladme Mi vieja fe... ¡Te ofrendo! Y La raíz... Apunto... ¡A aquélla estrella!.
Ha sido, lo que amo, lo que se apaga Como un rosal y en flor, alegraba la vida ¡Del ocaso, de la senda, que viene! Ya he bebido en la copa, la embriagadora esencia.
Esencia Y en la sábana que nace Y en la hoja de una tarde ¡El duelo arcano del mar! ¡La sepultura de milagrosa hermosura! En vano, en vano, en vano. ¡De olvidarla trato!.
Por Eso Aquélla ¡De Tamoanchan, estrella! ¡De Tamoanchan, De Tamoanchan! Voy, al no tan mítico... ¡Cristal! Y... Sin... Encristalarme... ¡En falso!
¡Voy a Tamoanchan! Paraíso, libre, no egoísta. ¡De los abundantes ríos! Con el arte de contar ¡El tiempo alegre, de ayeres! Y el pulque. ¡El pulque de cada vena llena! No, no, de vena vana, que su paraíso implora...
Ahí, con la raíz De cada flecha Hablaré... ¡Sí!... Hablaré con Coatlicue Oh, bella Coatlicue, la esencia de madre misma. ¡La Coatlicue que ninguna de mis sangres ha olvidado! ¡Hablaré con mi flor, de mi flor, del perfume de las vidas! ¡Rosa, madre y mariposa!...
¡Dragón de náhuatl montado! ¡Sin cruz, espina, ni clavos! ¡Corona libre y verdadero! Libre... Libre toda mi Tona ¡Sólo!... Libre, libertad... ¡Sin dueño! ¡La libertad no tiene dueño! ¡Nadie ni con mil lenguas la apresa! ¡Nadie la reparte, ni nadie la defiende!
Solo ¡De Tamoanchan habitante! Allá, iré, y me quedaré... ¡Si no, moriré igual que aquí! ¡Soy la esencia del deseo del No regreso! ¡Del más allá, del más allá! Con mi polvo, con mi barro, con mi arcilla. ¡Solo conciencia sin esencia, del sin retorno!
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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EL CIGARRO
Por todos es bien sabido, que el fumar es nocivo para la salud, y el ambiente, la infinidad de enfermedades, que el tabaco conlleva, el cigarro por consecuencia, a la muerte igualmente los lleva.
El cigarro, es un enemigo, pero un buen adlátere que tranquiliza los nervios, que no permite el subir de peso, está presente en las esperas, también en la soledad, siempre, pretextos que los ha de convencer.
Pero lo que sí es verdad, cuando fuman el tabaco, restan vida a su existencia, y eso a nadie le interesa, siguen fumando, el rico cigarro y saboreando la nicotina, que ha de mandarlos, a la otra vida.
El cigarro, es un aciago asesino, camina de la mano contigo, siempre dejando huella con el fumar viene el cáncer de pulmón, enfisemas, neumonías, entre otras parecidas.
Ya no fumen, no conviene es mejor dejarlo a tiempo, antes que otro sea el destino, yo sospecho que el cigarro, contrato tiene firmado, con la agencia funeraria.
Mónica Lourdes Avilés Sánchez. Der. Reserv.
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PROMESAS Y SONRISAS
Sonrojadas, pensativas, las sonrisas y promesas. ¡Da la mañana, el eco, del mañana!. Donde emprende, vuelo largo, el olvido. ¡La música tejiendo e incubando nidos!.
Pregona fe de la victoria el sol. ¡Sobre la noche!. Una vez y otra vez. ¡Encarcelada siendo su luz!. Donde él, en el cielo, se quiebra.
¡Qué altas que están las sonrisas!. ¡Promesas del mañana!. ¡Qué bajas que están las lágrimas!. ¡Olvidos del sonrojo!.
Van volando tres sonrisas. Por el castillo del hoy. Ya la toma la promesa. Con ella se la lleva. Ya la llama pensativa. Hasta las tres una vez.
Sonrojadas emprenden el vuelo. Por el eco del mañana. Por el largo del olvido.
Sonrojadas, tejen y tejen nidos. Incubando, la música del sol. Incubando, la libertad de la luz.
¡Oh, promesas del mañana!. De calma placentera. Vendrán... ¡Tiempos llenos de paz!. Sublimes. Sonrisas. Amargas.
Esas sonrisas están. Dolidas de ausencias Esas promesas están. Ahogadas de lamentos.
¡Cerradas!. Cerradas están las pupilas. Bajo las noches insomnes. ¡Callando las lechuzas!. Los lingotes de cenizas.
¡Promesas!. Promesas y curvos paisajes. ¡Son de cera elefantes!. Serpientes. ¡Entre montes!. Épocas manchadas de nieves.
Sonrisas que por tierra ruedan. Sonrisas que ya no reposan.
Ante los corazones la noche cae abundante. Alfombrado el horizonte teñido de rojo. ¡Húmedas de lágrimas sábanas y colchas!. Cuelgan sus miradas las paredes agrietadas.
Sonrisas entre tormentas. Promesas entre dolores.
Acérrimo vivir inquieto. Paupérrimo soñar despierto.
Puro alardear de fracción milésima. Pura vanagloria de sonrisas.
¡Sonrisas, sonrisas!. Cegadas las vidas entre las tumbas. ¡Promesas, promesas!. Seda cegada entre los espantos.
Promesas siempre. Sonrojadas sonrisas. ¡Olvidos del hoy!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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