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Mírame aquí a tu lado tirada dulcemente;
soy un lirio caído al pie de una montaña...
Mírame aquí a tu lado...Esa luz que me baña
me viene de tus ojos como de un sol naciente.
Cómo envidio tus uñas insertas en tus dedos,
y tus dedos insertos de tu mano en la palma,
y tu ser todo inserto en el molde de mi alma!
Cómo envidio tus uñas insertas en tus dedos.
Acoge mi pedido: oye mi voz sumisa,
vuélvete a donde quedo postrada y sin aliento.
Celosa de tus penas, esclava de tu risa,
sobra de tus anhelos y de tu pensamiento.
Te miraré a los ojos cuando la tarde abroche
tu boca bien amada que no he besado nunca...
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Poeta
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Es mi amor de azúcar y viento,
formado de ilusión y ensueño,
un amor sin dueño,
cautivo de tu sutil aliento.
Constelaciones de estrellas,´
guían hacia ti mi camino,
y habiéndote cruzado en mi destino,
has dejado en mi vida tus huellas.
Amor de fuego y miel,
de incontrolable deseo y ardiente pasión,
de entrega total de alma y corazón,
amor de ósculos fogosos sobre la piel.
Amor sin tiempo ni condición,
tan libre como las nubes, tan cierto como el Sol,
un amor sin cordura ni atadura, que extravió la razón,
un amor que te ama...con todo el corazón.
Claudia Alhelí Castillo
01'08'11
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Poeta
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CAMINANTE DEL AMOR
Cuanta espinas, lágrimas y besos ilesos
En cada reloj que se para.
Y a veces nadie los separa.
Cuando sus manecillas el tiempo atrapa.
En los péndulos apasionados, enamorados y violetas.
Sombras luminosas del amor sereno.
¡Por los tiempos, por los cantos, por los labios!.
Entre lágrimas, besos y abrazos.
Se fraguan los destinos.
En el suspenso los recuerdos quedan y se van.
Caminan los amores. Se sienten y se viven.
Cercanos como ligeros poemas de la vida.
En el blando pecho del corazón palpitante.
Sendas, cañadas, montañas y nubes, van por sus plantas.
Y de cuando en cuando, los hijos brotan y siguen.
Las mismas sendas…Las mismas esperas.
Siempre por la vida. Caminos y caminantes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SIN FRAGMENTARSE
Se puede, aún reclinado, se puede,
el sol,
beber en la tarde.
Se puede pasar, del corazón al alma.
Provincia hipotecada entre muertes.
Aún el gato. ¡De siete vidas!.
Edificar, maquinalmente, un ladrillo.
Divirtiéndose tropical.
Se puede, sí que se puede.
¡Ser soñado!.
Sendero vertiginoso. Avenida virginal.
Ese amor de otoño. Primavera dormida.
De años y siglos. Futuros cumplidos.
Sé
Sé y sé.
¡Qué se puede ser!.
Divina.
La ecuación de crepúsculo.
Aurora.
¡Margarita, musa, sagrada!.
Romántica.
Ser corona, íntimo laurel.
Gema.
¡Voz qué enciende silencios!.
Sé.
El amor, mismo jardín.
Esencia.
¡Perfume, sin equipaje, solo destino!.
Amor.
¡En versos, hechos carne, reales!.
Ambos.
Llenos de tiempo, enjoyados, instantáneos.
¡Presentes!.
Libres.
Libres. Ilimitados.
Cuerpos.
¡Cuerpos amor del alma!.
Sin. ¡Sin fragmentarse!.
Sin
Fragmentarse.
¡Nunca más!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENCIMA DE LAS NUBES DE CREMA
La mujer corría, pedía alcanzar con sus manos el cielo.
La mujer miraba, buscaba a su príncipe encantado, fuese primitivo o moldeado.
Un chico corría, buscaba las nubes del claro encima de su cabeza.
Un chico miraba, pedía poder salvar a su amor eterno de la jaula de acero.
Una pareja abrazada bajo la luz de la Luna escudriñando su pizarra azul, gigantesca como el mar, por estrellas, contando una por una como si fueran chispas de chocolate batidas con la crema de las nubes esponjosas del firmamento.
Una pareja entregada al tiempo, juntos por su propia decisión a pesar de las consecuencias, eternamente juntos en un espacio de su cabeza, que se les había asignado estrechaba sus manos de manera intermitente, vigilando que uno del otro jamás se separaran...
Y un par de ángeles que observaban desde su suave cama flotante como el mundo terrenal se desarrollaba y movía al ritmo de loa hilos de la esperanza humana.
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Poeta
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PÉTALOS DE ROSA BLANCA
Para ti mi vida,
He comprado rosas rojas,
Rojas como el corazón
Que late en mi interior,
Latidos de amor
Que queman como el Sol
Que alumbra en el exterior
Suaves hilos dorados
Que me han atrapado
En una telaraña de confusión
Porque no quieres lo que te doy
Y no es solo por las rosas
Es mi cariño el que rehúsas aceptar
Es mi yo el que deseas despreciar
Y es que, lo supe desde un inicio
Las rosas rojas no son tu estilo
Deseas tomar el color de otro mejor
Sí, quizá el negro te va
No, es otro color con más luz,
Porque mi dulzura de niña merece algo brillante
Quieres esas rosas blancas que trae él,
Lo sé, se nota en tu mirar,
Lo siento en tu caminar,
Papita mas ese corazón
Cuando él está alrededor,
Pétalos de rosas blancas
Pétalos de inocencia humana
Es lo que más deseabas
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Poeta
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Quiero despreciar tus lindos alagos.
Me miro al espejo y veo
que no quiero escuchar más de tus deseos.
Toco con suavidad las cuerdas de la vida
y toco la canción de Alicia,
la obscura sonata que hacía tu piel enchinar,
que es tan hermosa la melodía,
tanto, que no quiero escapar.
Estuve a centímetros del cielo,
de mi plenitud, pero
como pájaro, tus manos me cubrieron,
no me dejaron volar mas allá,
yo quiero ir a la luz,
¿quien te crees para asfixiar mi libertad?,
pero, hay algo en tuis ojos,
siempre que intento irme,
que me retienen como dos olas gigantes de viento,
que se vuelven una jaula,
y mi voz tiembla,
mi corazón, al palpitar, resuena como un eco,
y mi cuerpo entero se estremece,
y solo el aire me mantiene presente,
porque incluso él, podría hacerme caer,
con solo una mirada que me paraliza,
unas cuantas palabras enmieladas que me animan,
manos que me incitan y me seducen,
con los pasos que me martiran.
Día tras día miro desde la ventana,
como mis anhelos carren hacia el suicidio,
y caen raudos y veloces por el reloj de arena,
el que me has dejado por corazón,
y que has matado con tu obseción,
es una pena que no pueda moverme mas allá,
es odioso saber que no podré salir,
mas no parece ser la única y última vez que vuelva a pensar esto,
que por lo mientras, permíteme,
de menos, escuchar la voz del Sol
e imaginar que la princesa esta aquí,
que el príncipe llegará y que me podré ir,
déjame imaginar que soy libre y que esta jaula,
la que me creaste en un mundo frío y desolado,
no es real al igual que el dolor que produce
el solo pensar en que llegará una hora para decir:
PERDÓN.
Yo no diré nada, porque,
como lo has dicho ya,
cada gota de agua, cae como debe ser,
todas en su lugar y a su momento,
¿que debo hacer para sacarme dentro
este desprecio que tengo hacia ti?
¿como hacer para olvidar el mismo olvido?
quieor volar, y ahora,
mis alas no parecen estar atadas mas
por una cadena de espinas
que sostiene la hipocresía de tu amor,
qerido, quiero temblar de emoción,
deseo sonreír porque estoy enamorada,
anhelo volar como un alma libre,
si quiero dejar este mundo,
primero tengo que deshacerme
de tus insistentes intentos por revivir mi interior,
lamento no poder resistir mas,
pero si el tiempo se agotó,
entonces entenderás que
el reloj de arena, aunque lo voltees,
una vez acabada esta,
no volvera a correr por el mimo sendero,
no caera con la misma forma que antes,
así que me permito ir,
que mi espíritu, él,
también tiene un fin.
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Poeta
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Amor, el océano nos espera,
volvamos a escuchar las ondas del mar,
el sonar de las aguas marinas,
regresándonos a nuestro antiguo recinto,
los latidos de la madre de agua nos llaman,
en sus seno nos recibirá y
con sirenas hermosas nos guiará,
con delfines nos trasladará,
todo lo que busca el mar esta aquí,
no tengas miedo,
no hay porque temblar si estoy a tu lado,
el mar nos llama,
el océano nos abraza,
las olas arrasan con todo lo que el viento sopló,
todo lo que el tiempo nos dejó,
tomemos del agua salada,
cicatricemos las heridas que permanecen,
recomencemos después del baño,
y la bendición de agua de vida que nos daremos.
El océano llama,
a encontrarnos con él debemos,
permaneceremos,
toma mi mano y saltemos,
shh, el océano llama,
shh, escucha el susurro de la espuma de las olas,
son como un bebé que pide la compañía de su madre,
amor, corre que la marea nos rodea y nos lleva,
alcánzame que renaceremos de nuevo en esta hermosa agua.
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Poeta
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Vi la lluvia caer del cielo,
y atravesaban lentas las gotas de agua mis pensamientos,
nostálgicos, y mi mente vago por mil recuerdos,
era todo como un flash,
y resplandeciente se barrió a los pies de tus labios suaves,
y el viento del invierno soplo en uno de mis suspiros
y mi corazón se congeló en el tiempo...
Las gotas me reconfortaron cuando te vi partir,
corrías escondiéndote de la lluvia,
caminé con mucha calma hasta donde estaba aquel café,
vi un fantasma pasarme como si no fuese palpable,
las sombras del pasado se hacen presentes
y como los granos de arena de un reloj
caen fácilmente de mis recuerdos,
el tiempo transcurría y no te veía llegar,
como siempre,
como cada día desde que me perdí,
no miré atrás,
me refugié en un mundo de fantasía,
buscando excusas dije que seguramente solo alucinaba,
pobres engaños impulsos dulces de dolor,
¡pero sabes que quiero estar a tu lado!,
es mi inevitable verdad,
quizá la lluvia borré toda historia entre los dos,
lavando tanto incertidumbres como nuestros pecados,
quitando culpas regalando nuevas oportunidades,
pero como las alas de un ángel,
el amor que hubo entre los dos,
volará tan alto que no lo alcanzarás,
y mis recuerdos lo llevaran hasta el fin,
mi dolor lo impulsará y... querido,
¿te has dado cuenta que hoy el cielo se ve inmenso?
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Poeta
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Vi la lluvia caer del cielo,
y atravesaban lentas las gotas de agua mis pensamientos,
nostálgicos, y mi mente vago por mil recuerdos,
era todo como un flash,
y resplandeciente se barrió a los pies de tus labios suaves,
y el viento del invierno soplo en uno de mis suspiros
y mi corazón se congeló en el tiempo...
Las gotas me reconfortaron cuando te vi partir,
corrías escondiéndote de la lluvia,
caminé con mucha calma hasta donde estaba aquel café,
vi un fantasma pasarme como si no fuese palpable,
las sombras del pasado se hacen presentes
y como los granos de arena de un reloj
caen fácilmente de mis recuerdos,
el tiempo transcurría y no te veía llegar,
como siempre,
como cada día desde que me perdí,
no miré atrás,
me refugié en un mundo de fantasía,
buscando excusas dije que seguramente solo alucinaba,
pobres engaños impulsos dulces de dolor,
¡pero sabes que quiero estar a tu lado!,
es mi inevitable verdad,
quizá la lluvia borré toda historia entre los dos,
lavando tanto incertidumbres como nuestros pecados,
quitando culpas regalando nuevas oportunidades,
pero como las alas de un ángel,
el amor que hubo entre los dos,
volará tan alto que no lo alcanzarás,
y mis recuerdos lo llevaran hasta el fin,
mi dolor lo impulsará y... querido,
¿te has dado cuenta que hoy el cielo se ve inmenso?
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Poeta
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