Una nube densa y oscura, cubría de sombras al caserío Recorrer aquellos pasillos desolados, producía escalofríos El panorama alrededor era un reto y un atenuante desafío Recorrer aquella ruta del misterio, de pánicos y hastío
En El Cerrito, Santander y Servitá su bello corregimiento Se alzan las ruinas de una maravilla, llena de lágrimas y sentimiento El seminario del diablo, de leyendas y mitos de sufrimiento De tierras hermosas y de gentes campesinas, humildes de nacimiento
De un palo de mortiño, alguien talló al mismísimo lucifer Porque al diablo en persona, algún día quería conocer Tallado en madera, alto y delgado, sus caprichos satisfacer Satanás se le presentó a aquel hombre y su cuerpo empezó a fallecer Y abandonada aquella estatua, al seminario alguien quiso esconder
Recogida como un tesoro, al seminario de Servitá la llevaron los seminaristas La gente lloraba y gritaba, que al pueblo se lo habían tomado los comunistas Y el ángel maligno de lucifer, era el amo y el protagonista De miedos y espantos, de curas y estudiantes bromistas
Los tiempos pasaron y los seminaristas huyeron despavoridos Dejando al seminario abandonado, de escombros, de pavores y pánicos permanecidos Edificación colonial española, de tapia pisada y pisos de ladrillo cocido Pasillos y zaguanes donde habita lucifer, con el diablo dormido
Las ruinas del seminario producen tristezas, melancolías y soledades Terror y estupor, al traspasar los aposentos en las oscuridades El chirrido de escaleras y el paso lento de los engendros, adefesios de las curiosidades Voces de ultratumba, que salen de los sótanos del interior de sus profundidades Rezos y agua bendita, riegan en sus alrededores, sin seminaristas, las comunidades
Seminario del diablo, convertido en ruinas de humedad y de excrementos De suspenso y de soledades, de fantasmas, de leyendas del ayer y sus acontecimientos De ambiente denso y lúgubre, tenebroso de alaridos de las entrañas de su convento Joya arquitectónica abandonada del seminario español, que una vez estuvo llena de conocimientos Paredes que guardan secretos de lucifer, de espantos, de sombras, demonios De lágrimas y llantos de sus lamentos
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 24-2020
Las ruinas de éste seminario se encuentran en el Municipio de El Cerrito, corregimiento de Cervitá en el departamento de Santander- Colombia
Fugaces corrientes de aire lanzas sobre nuestros rostros, cálido viento, en días lluviosos te llevas mis tristezas con esos vientos fuertes y amorosos que consigo traen la energía de las gotas de agua que caen perfectamente esparcidas para alimentar cada raíz que esta en esta madre tierra, ya se que sólo soy un niño en mi interior salvaje, se que soy hermano de las nubes y que todo esta vivo con tu aliento y cada respiración, camino a la eternidad, danza que interpretan mi cuerpo, siento tu siluetas a cada giro y aplauso de agradecimiento por esta bendición de vivir. Mi corazón es una estrella y tu corazón es tan gentil, tu te llevas al arrolló a la orilla del desierto para transformarlo y dejarlo caer en los más bellos manantiales que andan en medio del mar de tierra.
Viento, lleva mis oraciones al cielo, de agradecimiento a mi abuelo eterno, que de guía está siempre presente en mi camino y vida ! Llévame con las corrientes que tu elijas, yo estaré feliz de recibir tu aliento, viento que viene de las montañas, viento que llega del bosque nos das claridad y disfrutamos nuestra libertad, volamos contigo, viento que se escucha en el silencio, viento de noche que entremeses hasta los huesos, viento de mañana que corres con el rocío y toda tu claridad con el cantó de las aves compartes con nosotros, gracias Dios por este viento AlcoN
En un lugar, donde la luz se duerme, vuela la sombra, que sobre ella se cierne. Sutil volar, de una vida que viene, de un latido que siente.
Primavera de amores, entre bailantes sombras, amapolas durmientes, bailarinas que flotan. Una suave corriente, se desliza silente, entre las suaves rocas, de las silentes mentes.
Adiós a la nostalgia, sumergida en recuerdos, que en el tiempo se pierden, como ligeras notas, de un instrumento inerte. Morriña que se adhiere, a la carne y el vientre, como al mago la magia.
El inmenso Universo, donde pace el misterio, nacen astros y estrellas. Inmensidad siniestra, silencio atronador, roto por recias tormentas. Inhóspitos vacíos cósmicos, donde el secreto es materia.
Etéreos sueños fugaces, en el espacio infinito, que vuelan como recuerdos, en el vacío perdidos. La aurora no da permiso, para dar luz a la sombra. Sombra y luz son dos amantes, por el infinito unidos, hablan en el mismo idioma.
Majestuosa en el éter, despliega sus alas mágicas, retando frío y corrientes, viento, aguaceros y nieve. Como cenitales focos, sus ojos rajan el aire, penetrando en lo más hondo, del más espeso follaje.
La vida observa a la vida, la mirada penetrante, de unos ojos que iluminan, como luces delirantes. Hasta el infinito alcanza, la vista en la que subyace, igual que siembra recoge, pionera entre días y noches.
Luces y sombras caminan, junto a la vida que nace. Mente mágica y ladina, que a todo mira y conoce.
A.L. (ángel l. pérez)
NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
Ruedan lágrimas de sangre en el alma del poeta, y se deslizan dejando, regueros de amor y penas. No se detiene la rueda, que engrana cada polea, cada engranaje que mueve al que se apoya en su esfera. La sangre no tiene nombre, lo tiene quien la envenena.
Recuerdos en el morral, ocultos entre los pliegues, de sus recias entretelas. Con las luces encendidas, para saltar cuando quieran. Adornados con las orlas, que les va colgando el tiempo. Adaptándose al deseo, que nace en cada momento. Abrochados al socaire, del miedo y el sentimiento.
Almohadillados sillones, para ricas posaderas. Beneplácitos y loas, para el famoso que medra. Prebendas y sobresueldos, para el zoquete que lame las botas de quien le ordena. Hinchados egos que laten, al ritmo que el amo quiera. De quita y pon sus miserias y unas hojas de laurel, para adornar sus cabezas.
Se quedaron las cunetas, de verdad y valor rellenas. Tierra que abraza los huesos, como una fiera a su presa. Envueltas entre los granos, las vidas que fueron nuestras. Engarzadas al origen, de las madres que las gestan. Sumidas al abandono, de quienes de espalas reptan. En el olvido innombrables, por quien vive en la trinchera.
Cada lágrima se esconde, entre la lucha y la espera. Cada brasa en el rescoldo, que va dejando la hoguera. Que no se apague la sangre, en el fuego de las venas. Que no se sequen las lágrimas, que empapan la seca tierra. Que no se apague la historia, en la triste duermevela. Que silben en las colinas, las almas que siguen presas.
Se fue arrugando el poeta y ensanchando sus fronteras. La mirada entre las sombras, para sentirlo de cerca. Y las luces a su espalda, para que le empujen fuera. A.L. http://alupego.blogspot.es 25/08/2019
En las luces de los ojos, se adivina la nobleza, fiel entrega en su mirada, una dádiva sin reglas, una entrega sin barreras, ojos que brillan atentos, sin esperar recompensa, nobleza pura y auténtica.
El viento rozó la vida, para expresar la existencia, marcó en el gesto la duda, con su infinita destreza y acarició o flageló, la vida en su coyuntura. Así, vive la cordura, reflejada en la conciencia.
Tenues reflejos de Luna, en los vivarachos ojos, en las afiladas sombras, de la curtida mirada. Planean sobre la hambruna, recalcitrantes despojos. Una luz en la ensenada, atrapada entre la arena.
El agua mojó los párpados, que como lágrimas ruedan, como delicados pétalos, que en el rocío se bañan. De guedejas blancas pueblan, las cejas de la nostalgia y luciérnagas sin habla, miran curiosas los gestos.
En las manos la ternura, fuertes y recios tentáculos, que aferran con amargura o agradecen apretando. Como sarmientos los dedos, palpan la verdad buscando y rozan la piel madura, en los atrevidos tálamos.
El Sol bañó de esperanza, la sombra tétrica y dura, resplandor en las pupilas, tornasolando las marcas, de la vívida criatura. La fuente en calidoscopio, convirtió la luz en vida, entre sus destellos mágicos.
Amor, que vas o te quedas, llamando a la estrecha puerta, cruzando el umbral penetras o de soslayo te alejas. Al socaire el corazón, misteriosa vestimenta, que arropa su indecisión.
A.L. (ángel l. pérez)
NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA