La luna es tan hermosa y en las noches luce esplendorosa y brillante Ilumina con su fragor a los furtivos amantes Sus rayos atraviesan las negras oscuridades amenazantes Los lobos la adoran, con sus aullidos sonoros delirantes
Una noche maravillosa, de luna rozagante y muy llena Se acercó demasiado a la tierra, en forma tranquila y serena Se enredó en la copa de unos árboles frondosos, que la atraparon en cadena Los lobos en manada, corrieron en su auxilio enhorabuena La liberaron de su cautiverio, pero se llevó arrastrando sus sombras Enamorándose del espíritu del lobo, que con sus aullidos la desordena
Desde entonces, le aúllan a la luna, en las noches iluminadas Se reúnen en manadas, inclinándose hacía el cielo sus miradas Sincronizando sus cantos y aullidos, en las montañas de ecos escuchados Lastimeros y sentimentales, de noches de miedos marchados
Sus aullidos son terroríficos, de pánicos y espantos aterradores De leyendas y mitos de tiempos, los engendros de sus rumores Escuchar un lobo aullar, las noches se llenan de temores Se unen en manadas, marcando el territorio con sus sudores Aullidos, que atraen a sus parejas, en noches de resplandores Inquietud y ansiedad, el pavor de sus cazadores Aullidos de lamentos, que despierta del sueño a los soñadores
Le aúllan a la luna, como si le estuvieran llorando en forma misteriosa Que les devuelva su sombra, con aullidos espeluznantes y dolorosos Se enamoraron de la luna, de sus luces encantadoras vigorosas Sus llantos al anochecer, son de un llamado angustioso Y en el amanecer, se tornan en aullidos tenebrosos Llevan frustración y soledad de excitaciones calurosas Aullidos de cortejos y reproducción, de manadas afectuosas
El lobo, se enmarca como algo demoníaco y de temores malvado La fuerza del viento, hace del aullido sonoro y recordado Pone los pelos de punta, de sus ecos, que retumban escuchados Seguirán aullándole a la luna, así su sombra se haya marchado La luna llena, seguirá brillando y los lobos la seguirán, con sus aullidos Esperando y adorando
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga nov 07-2020
O futuro é daqui a pouco, mas talvez não possamos vê-lo. A vida é como um carretel de linha ou um novelo: quanto mais nós desenrolamos à toa, tende a embaraçar...
Quem sabe costurar, não espalha a linha: vai usando-a devagar...
Quem só faz brincar, e espalhá-la pelo chão, depois tem que desembaraçar. Aí veremos com quantos nós essa linha vai ficar.
Cuando no hay pan ni pescado el alma se me acongoja, la barriga se me afloja. me siento apesadumbrado. Yo que siempre he profesado el cariño y el querer me ha tocado padecer dolores, susto y calambre por tener que pasar hambre, por no tener qué comer.
Es que el hambre es un martirio que azota a la humanidad y tiene la propiedad de llevarnos al delirio. Ando más blanco que un lirio, tan flaco como un alambre, mi cabeza es un enjambre de tormentos y desvanes porque los que tienen panes no se apiadan de mi hambre.
Herrumbre en las palabras, que oxidadas declaman, como oxidados goznes, de chirridos de rabia. El sonido exigente, reclama la soflama, que un coro de dementes, repiten y relatan.
Corazón que se agrieta, de textura de lata, piedra marmórea y fría, de frialdad innecesaria. Se desmenuza el alma, la esencia se apelmaza, y se quedan sin luna, las estrellas que callan.
Estruendo de emociones, que se agolpan con ansia, dando masa a los nervios, que temblando se alargan. Brote de nuevas voces, descubriendo el mañana, y un sin fin de palomas, que la calma reclaman.
Sortilegios de ideas, abalorios que hablan, y una nube de signos, que gritan quienes vagan, por tránsitos de rabia. Se ha acercado la nota, al sonido que ama, y ha besado su cuerpo, con el amor que emana.
Vuela ya la nostalgia, con su pesada carga, reclamando verdades, que se quedaron vanas. Una sombra se cierne, en la clara mañana, y el recuerdo se agita, cual la cuerda de un arpa.
Corazón que se altera, descubriendo su infancia, escondida en los pliegues, de las cálidas sábanas. Dormida entre los ecos, de las viejas miradas, sabias como la vida, eternamente amadas.
Corazones viajeros, de parlantes latidos, fervientes pasajeros, de un tren que nunca para. El amor se ha dormido, entre sus carnes blandas, y en sus sueños recuerda, otras carnes amadas.
Hay momentos en los que ni la mas grande de las distancias nos puede separar. Besos, que por tantos que se hayan dado... Alguno queda tatuado en el alma. Cuerpos, que aunque te lleven a la luna no cualquiera te refugia en sus brazos despues de ese viaje. Corazones, que aunque no te dediquen toda una vida, te regalan cada instante en su memoria. No importa el tiempo, la piel, los sueños, los cuerpos... Importa que se vive, que se aprende... Que sin importar que este cerca o lejos nunca se deja de vivir. Pecado es no disfrutar los besos, los sueños, las lágrimas... Brindo a la memoria de aquellos instantes que fueron y ya no están, por los trozos de corazón que aún palpitan, por las palabras que se fueron en el viento y aquellas que quedan tatuadas. Distancians recorridas y por recorrer. Por lo que fue y lo que será. Que aunque hoy me tiene, mañana nadie sabe si estaré. Joss
Amada mía, Se que estás mejorando fastídiame por el resto de mi vida, sé que tú quieres lo mismo Hazlo más fácil para mi
Te amaré toda mi vida Es una necesidad y podemos compartirla y no quiero dejarte ir
Estoy pasando una noche muy oscura Pero al otro lado del túnel Se ve la luz de un nuevo día.
Un día viniste a mi Y la vida descubrí Tu eres todo lo que tengo Somos el uno para el otro Tú lo dijiste así Y todo se transformó en un glorioso colorido
El problema es cuando todo lo que tienes se acaba La otra noche, mientras dormía te tenía entre mis brazos pero desperté llorando pues en verdad, ya no podía.
Cuando nos amamos… los sueños se desbocan, como tu voluptuosidad y mis deseos… Cuando nos amamos… Las ansias se multiplican y no alcanzo a aterrizar sobre tu piel toda, las caricias y besos, que he represado… Cuando nos amamos… se dispersa el tiempo y ojalá se detuviera, para atrapar tu voz, así quedita y tus ojos, entornados de goce… Cuando nos amamos… revienta la calma y por fin somos uno, explorando mis ganas y tu sensualidad en todas las orillas de tu geografía… Cuando nos amamos…
Cuarto menguante delirio de tus senos en mi boca, las estrellas de tus ojos en los míos, tus manos par de palomas revolotendo en mis hombros y yo montado en tu loma para divisar la noche profunda de tus deseos. Sin importar que el gemido se nos escape o esconda, que vuelen por los tejados los suspiros de la brisa con los aromas furtivos de jazmines florecidos. Si yo me quedo dormido, si sueño que estoy durmiendo en mis sueños apareces mirando lunas con sueños menguantes sobre mis ojos es porque te estoy soñando y me deleito con verlos.