Veloz se oculta entre celos, simulando las carencias, y va dejando regueros, de perdidas experiencias. Frunció los labios el tiempo, iracundo en su impaciencia, y devoró con sus horas, a la efímera inocencia.
Leve nota que se escapa, del concierto de los días, y estando libre desata, los nudos que la afligían. Verso al aire que destaca, buscando otro verso amigo, y en su pasión vive y ama, con la libertad de un niño.
Veloz nace la palabra, que va dejando sonidos, entre las voces hermanas, en labios que anuncian gritos. La sed cuajó en la mirada, atenta en su sacrificio, y sus notas son las olas, que en las orillas son ríos.
Amar a pesar de todo, ante el odio el desafío, con las ventanas abiertas, aunque viaje dentro el frío. Amor sobre las tormentas, el dueño de los sentidos, amor que a golpes despeja, de hojarasca los caminos.
Veloz el mundo da vueltas, aunque es lento el estribillo, y va perdiendo la fuerza, por el castigo infringido. La dignidad se ha perdido, disuelta en el torbellino, que arrebata la inocencia, de golpe, como un bramido.
Tierna voz que en la vorágine, parece un simple gemido, y al acariciar el ruido, nacen de esperanza notas, que dormitaban inanes, en auténticos sonidos. Voz etérea que al instante, vence al odio, habla al distinto.
Veloz escapa quien huye, sin mirar atrás, sin ruido, aprende a desaprender, sin despreciar lo vivido, la mirada en lontananza, sin olvidar lo aprendido, y un amar en la esperanza, para dar al amor brillo.
Mujer que tomaste cartuchera y carabina en cruentas batallas fuiste paño y musa símbolo de la mexicana por excelencia junto a tus padres, tus hermanos o tu hombre empeñada en defender tu tierra, tus derechos y futuro
Hoy no sales con morrales ni rebozos no cocinas bajo los vagones de los trenes en el combate no cargas a tus hijos a la espalda en el closet guardas el gran sombrero y la guitarra pero todavía cantas mientras bregas a sabiendas de que la guadaña pende sobre tu cabeza
Tu ímpetu aún está vigente te armas de conocimientos en las aulas enarbolando por bandera los ideales de ver soberana y próspera a la patria
las balas has suplido por los libros y los blandes frente al enemigo como antes con coraje y con valor sueñas hacer que la letra renazca con su fuerza sueñas construir en el país lo que no ha podido a pesar de la sangre vertida en continua lucha
Adelita que con sudor riegas los campos de labranza y prefieres la muerte antes que abandonarlo a ningún precio te compran ni te vendes por más poderoso que sea el opresor en turno mujer que sus ancestros lleva en las venas mujer que los escucha gemir bajo sus pies
mujer curandera, obrera o artesana no es menor tu mérito en la batalla Adelita de dulces versos y sensible alma no es menor tu consuelo al atribulado cuando cansado está de no ver resultados
Adelita que enormes pesares lleva a cuestas pero con dignidad mantiene alta la frente mujer que disfrutas citadina calma mujer que acostumbrada estás a los colchones pero reaccionas si la tranquilidad se turba y la razón convoca a encender la llama dejas tu pedestal y te plantas firme decidida a ofrecer tu vida en aras de justicia
Adelita que no morirá porque su espíritu persiste Adelita que dejó su sello permanente de amor, filantropía y heroísmo de norte a sur en mi país eres leyenda viva y en cada niña concebida estás latente
En el lugar preciso, en el momento justo, en el instante óptimo, en un bello segundo, se ha plasmado la vida, a la verdad vislumbro, en una brizna lúcida, en un instinto ínfimo.
En selváticos tiempos, un sendero se esconde, un atajo entre sueños, vericuetos sin nombre. Se despeja el camino, de brozas enredado, de marañas de vidas, que entrecruzan sus halos.
Gritos son las caricias, reclamando su sitio, de besos alaridos, exigiendo su espacio. Grita así la mirada, que el derecho reclama, y libera la voz, de la palabra amada.
Grietas entre los ojos, como simas sin alma, en las cabezas vanas, en cerebros que albergan, vacíos en sus canas, fisuras en los ojos, de lágrimas airadas, de miradas que embisten, de reflejos que aman,
De negro viste el alba, de blanco la mañana, de claroscuro el verso, que despertó entre sábanas. De azules firmamentos, de fuego viste el alma, como de gris las noches, entre visiones mágicas.
Verde quedó la aurora, de rojo son sus simas, en su interior bañada, de brasas encendidas, resplandores que olvidan, pesadillas pasadas, y un conato de sueños, balbuciendo sin granas.
El derecho se extingue, cuando el poder se afana, nebulosas de vidas, procesiones famélicas, de cansados andares, de almas derrotadas, transitan entre sombras de luces matizadas.
Amor entre los grumos, de pesadas palabras, en busca de la vida, que entre fisuras habla, a manotazos ama, entre brumas lo alcanza, al otro amor que nace, entre esencias que manan.
Gracias porque puedo volver a entrar en mi pagina Perdi el telefono y no he podido seguir publicando Ni poder leeros No se como he entrado en este monento y pido a los que lo lleven Me digan como puedo entrar si he olvidado la contraseña y nombre Y donde pone olvidado contraseña tampoco me llega al email para cambiarla. Esto ha sido un milagro Que no se si volvere a poder entrar. Asi que aprovecho a saludar a todos los compañeros. Y espero de la direccion se ponganen contacto con mi email. Mil gracias
Día y noche se fusionan, de abrazo fetal preñadas, anocheceres y auroras, de vorágines reposan, de amores y odio impregnadas. Sutiles encrucijadas, donde luna y sol se acoplan, guerra y paz mudan y tornan.
Tibia luz tornasolada, de matices irisada, sutiles son la miradas, que de reflejos se embriagan, penumbras que quieren ver, con la luz de la mañana, y despertar las sospechas, que acechan aletargadas.
Clamor que llama y reclama, de sutilezas variadas, rumor que acude y se agranda, tornando voz en soflama. Hay voces que como espadas, cercenan, rajan y matan, el clamor muta y exclama.
De sol a sol la siembra, manos de puro acero, surcadas de penurias, de luces y aguaceros. Preñada está la tierra, de sangre de los dedos, de cicatrices múltiples, de cada aliento nuevo.
Día y noche de la mano, contemplando al humano, con los ojos perlados, del rocío de los vicios, amores en los dedos, en el rostro los rictus, de pasión o de enojo, de ternura o suplicio.
Se va yendo la aurora, dando la espalda al mito, de soslayo mirando, de los sueños sus hijos, un ráfaga de aire, un paternal suspiro, una emoción cambiante, amor en el solsticio.
Amores entre luces, en las sombras translúcidos, como estatuas de bronce, se han quedado sus mimos. Una fracción de tiempo, un cariño infinito.
Maldita la riqueza, que la miseria inspira, poderes que arrebatan, la dignidad y la vida. Una hoguera infinita, en los pechos se gesta, gritos desde el silencio, llamando a las conciencias.
Las gargantas se abren, reclamando pitanza, cuando engorda la panza, del mafioso que medra. Sufre el pobre en silencio, mientras la vida cambia, llenándose las arcas, de quienes se aprovechan.
Medra el necio sin causa, contento en su ignorancia, y prebendas obtiene, cuidando su apariencia. No repara en halagos, no respeta la ciencia, y sobando los lomos, fabrica su riqueza.
Camino de la sombra, viaja la luz sin miedo, lúcidos son sus gestos, como la faz que alumbran, va mordiendo la sombra, con voraz sentimiento, y destapa las trampas, que se esconden en ella.
Como fugaz estrella, vive el loco sin freno, la prisa en las miradas, para perder lo auténtico. Las manos bailan trágicas, del veloz sentimiento, la sombra va más rápida, que el resto de los cuerpos.
Maldita la riqueza, cortada de los huesos, en la sangre bañada, exigua de derechos. Las voces engoladas, van coartando el acento, y se mofa el que nada, sumergido en dinero.
Se fue buscando el aire, se fue buscando el tiempo, y se quedaron solas, las miserias por dentro. El camino es extenso, tachonado de encuentros, y al flotar la ignorancia, se evapora lo bello.
Se ha amputado la idea, aflora el sentimiento, y el amor ya galopa, buscando a su gemelo.