Cansada ya de caminar en la estrecha noche que se desintegra en la claridad de un nuevo reto, descansas tus ojos sobre el inerte tiempo que se detiene en tus labios, esos dulces labios que mueren por sonreir una vez mas. Gelida te encuentras mientras nuevamente derramas miles de cristalinos sueños, empapando tu delicado atavio que te hace lucir aun mas huerfana de toda incredulidad. En su vibrante bordo, te convierte en un corazon latente que se niega a dejar de palpitar, esa lucha que se da hasta el ultimo suspiro, el incesante borboteo de la sangre al escaparse de las venas heridas por miles de agujas. Quisiera dejar de observarte, necesito acompañarte, tomando tus manos te mirare a los ojos y te dire que estare aqui, a tu lado, nunca de ti me alejare.
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Poeta
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