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Mi dulce esperanza eres tu, la esplendorosa luz que ilumina mi vida eres tu, los bellos ojos que me miran son los tuyos y mi destino lo marcas tu.
Consciente estoy que no te merezco por ser tu sierva inútil pero mi corazón estará contigo todos los días de mi vida y más allá de la eternidad.
Apenas eres un niño y te ocupas de los mayores, le arreglas sus entuertos y los llevas a tu gloria.
Tan chiquito y eres Dios perdón si te molesto con mis súplicas sé que a tus oidos ya llegaron y como el DIVINO NIÑO que eres ese favor ya se cumplió. Amén delfin
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Poeta
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Tengo un rosario que es un tesoro, con cuentas de nácar y estuche de oro.
Sus alas son la oración, se canta y se alaba se ora por los hermanos juntando nuestras manor.
Rezando el rosario nuestra madre celestial rie su corazón reboza de alegria sus mensajes han sido oidos.
Tengo un rosario que es un tesoro, con cuentas de nácar y estuche de oro. delfin
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Poeta
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Faltan pocas horas para que el nuevo día despunte y el mundo celebre con gozo el advenimiento de un nuevo beato que se le conociò como el Papa Peregrino.
Pero por azares del destino la celebraciòn es por partida doble porque la vida se empeña en juntarlos a uno lo llamaràn beato de la iglesia y al otro ya lo llaman Jesús de la Misericordia
Nunca antes, dos hombres de tal magnitud y fuerza compartieron juntos honores pero en esta ocasiòn se dan la mano para recibir los tìtulos que les conceden
Juan Pablo II, pastor de la iglesia Jesùs de Nazareth, pastor de almas ambos obedientes a la voluntad del PadreEterno las dificultades fueron gemas preciosas de precio incalculable, pues era el precio que debían pagar para ser reconocidos santos.
Juan Pablo II , nacido en hogar pobre en época de duras guerras, recorrió varias naciones anunciando la palabra, siendo mortalmente herido fué salvado por María.
Jesùs de la Misericordia, hijo de Marìa naciò en Belèn en un humilde pesebre sanò enfermos, expulsò demonios, diò vista al ciego y audio al sordo murió en la cruz por amor a nosotros
Dos grandes hombres ejemplos de humildad y sencillez vìò parir este mundo al servicio de la humanidad dejàndonos un mensaje de salvaciòn.
delfin
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Poeta
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No me mueve, mi DIOS, para quererte el cielo que me tienes prometido ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. TÚ me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en esa cruz y escarnecido muéveme ver tu cuerpo tan herido muévenme tus afrentas y tu muerte, muéveme al fin tu amor; y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno te temiera: no me tienes que dar porque te quiera, porque aunque lo que espero, no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera. Autor: San Francisco Xavier delfin
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Poeta
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Aprieta, Carpintero, con tus clavos etéreos el madero húmedo que quiere desmembrarse Átalo bien, sostenlo a ese otro madero recortado que puebla en viento el pináculo del mundo… Carpintero, obrero de la civilización, símbolo permanente del trabajo limpio. te prestaré hoy mi fuerza, enclenque fuerza de quien no tuvo nunca la devoción azul de tu martillo y tu esperanza pero déjame ayudarte igual a unir esos maderos Que no tiemble tu mano al martillar certero con tu frente sudando el impecable canto de tu esfuerzo ¡Une muy bien esos maderos! Son el faro que enfrentó mil sirenas, mil arrecifes de ojillos camuflados, dos mil capítulos que casi hoy lo desmembraron… Anda, ¡Vamos ahora! tiremos los dos juntos para levantar estos maderos ¡Así! con rabia y tiempo retrasado ¡tira! Que falta hacía reforzar algo esta cruz sobre el camino… ¡Gracias, gracias a ti, Carpintero amigo!
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Poeta
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Un sábado por la mañana algo se oyó la noticia corrió y todo se estremeció un milagro se obró y la palabra se cumplió aleluya el Señor ha resucitado.
Mirándote en la cruz compongo para ti predico musicalmente al mundo la buena nueva la piedra rodó no hay nadie, el sepulcro está vacío, El resucitó y está entre nosotros como lo prometió bendito sea el resucitado.
Digo que te sigo y apenas si puedo creer busco en mi alrededor perdiéndome en la turbulencia de la gente en el ir y venir de cada día te busco no te reconozco, soy uno más de Emaús.
Busqué en el sepulcro de mi vieja vida, no encontré tu presencia, sólo halle mi miseria hoy de nuevo te busco, recordando sus palabras y mi alma se goza con tu vuelta a la vida era verdad, vencistes la muerte.
En voz alta manifiesto al mundo que al tercer día el vencedor de los infiernos, resucitó, reconozcánlo, que no les cueste creer para que un día resucitemos con él a una nueva vida.
A mis hermanos les pido abran sus corazones y sus ojos a su misericordia este hombre nos amó tanto que murió por nosotros pidió perdón a su Padre en la cruz por toda la humanidad, y venció a la muerte resucitando para darnos vida eterna, esto sólo lo logró el grande entre los grandes JESUS DE NAZARETH, el hijo de DIOS, aleluya delfin
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Poeta
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Que broma me hechastes aún no lo puedo creer dime por qué tengo que pensar en tí siempre estás como huella indeleble y para más broma sino estoy contigo no sé ser feliz, porque te amo con un amor delirante. No obstante, ve y busca a otra tienen a millones de personas esperándote qué haces aquí? y lo que es aún peor qué hago escribiéndote a ti?. En verdad que somos un par de locos tú tratando de salvarme y yo resistiendo a ser salvada. Anda busca a otra para hacerla tu apóstol hay miles de personas que se pelean ese puesto no insistas conmigo, entiéndelo de una buena vez, yo soy tu oveja negra, la descarriada. ¡Hey! ¡Mira! ¡Oye! no te vayas asi, no lo resisto, el Buen Pastor vino por su oveja pérdida y la oveja se regresa con su pastor. delfin
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Poeta
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Por los caminos de galilea camina en silencio un hombre con paso seguro se dirige hacia ti no le importa lo que eres igual te acepta. Te ama y busca tu salvación porque grande es su misericordia, él te mira con ojos de amor, se compadece de tus miserias, tan sólo espera una palabra tuya, pero sólo se escucha un profundo silencio. Te sientes grande, confiado en ti mismo no necesitas nada de él. A un lado él sufre tu indiferencia. Siente piedad porque le duele tu indiferencia. Pero grande es tu egoismo, que no te das cuenta de su amor, te sentis dueño del mundo. Pero llegó el día que alguien te robó la alegria. De repente,mirastes al cielo, buscándole y sentistes una gran amargura al no encontrarlo y en lo hondo de tu alma reconocistes que habías perdido el sanador de almas. De pronto el silencio se rompió, clamastes perdón señor, salvame, me equivoque. El cielo se abrió y todo brilló, la densa nube se apartó y su mano se extendió tan sólo esperaba tu grito pronunciando su nombre para derramar sobre ti su misericordia porque siempre te amó y por siempre te amara. Glora, honor y alabanzas al Rey de Reyesd. delfin
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Poeta
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Camino del calvario va un hombre entre paso y paso, cae sus rodillas se rompen, sangran su rostro pega al suelo, la corona de espinas se le entierra, pero su dolor no es físico, le dueles tú. Del fondo saca fuerzas, se incorpora, alza su cruz y prosigue su camino va manso, cual cordero al matadero le duele en el alma tu desamor, tu indiferencia pero va a morir porque te ama. En su amargo camino cae dos veces, la cruz le pesa, las heridas se abren, la sangre derramada se confunde con el polvo del camino, su cuerpo está destrozado, dolido y llagado, es un despojo humano, no hay quien lo reconozca, nadie lo auxilia, tu no estás para ayudarlo, pero él siempre está pendiente de ti. LLegan a la Calavera, lo despojan de sus vestiduras, lo acuestan en la cruz, clavan una mano y resuena un grito desgarrador, clavan la otra mano y los pies, dónde estabas tú que permitistes tal martirio? levantan la cruz con el martirizado cuerpo, desde lo alto te mira sin repeoches. Son las 3 de la tarde, está por exhalar su último suspiro, te mira desde lo alto, tu mirada te sobrecoge, su amor entra en tí al fin has descubierto lo insólito era JESUS DE NAZARETH a quien clavastes cuando pudiendo amarlo, lo despreciastes. delfin
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Poeta
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Viene un ángel viajando entre las nubes con un mensaje del correo celestial, no le atiendes, en la ignorancia te subes haces caso omiso de ese divino material.
Jesús te dice: El tiempo es corto, fíjate en las últimas señales, al arrepentimiento a todos les exhorto y no sigan en esas cosas irreales. Llegaré cuando nadie se de cuenta, en el cielo ni los ángeles lo sabrán.
Ven a Jesús, Él te librará de la afrenta y todos tus pecados se perdonarán.
Pero sigues como el perro en la basura lamiendo los vestigios desechados, ¡¡¡Arrepiéntete, libérate de esa diablura!!! Ven al paraíso donde todos somos amados.
Julio Medina 17 de marzo del 2011
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Poeta
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