Plácido es el caminar, pensador, libre e intenso, pasos firmes pero leves, cuasi ingrávidos y místicos, pasos serenos y efímeros, andar sin pausa el camino, torna a etéreo el meditar, libre de cargas y mitos.
El viento rozó la piel, como el mar besa la arena, y cobró vida el vergel, de la carne que le llena. Besó la cara la brisa, bailó al aire la sonrisa, y vibró el labio de pena, cuando huyeron las caricias.
Sentó en su mesa al respeto, dio cobijo a la nobleza, alimento a la conciencia, y al amor dio de beber. Invitó en su corazón, a la alegría y la belleza, dio posada a la ilusión, y rechazó a la tristeza.
Caminante sin rencor, pasajero de sus penas, constructor de las ideas, de sus mejores momentos, protagonista y actor, de sus errores y aciertos, vigilante de su amor, esclavo de sus deseos.
Tranquilo es el transitar, cuando ennoblece al viajero, y más bello es el mirar, que tan solo ver el cuerpo. Anda el pobre y anda el rico, camina el sabio y el necio, y la muerte va con todos, en la sombra de sus hechos.
Plasmó en el lienzo su obra, verdad que nace de dentro, como lágrimas del alma, bañando los sentimientos. Dibujó el amor quien sabe, amar dentro del respeto. El tiempo mira tu sombra, que camina junto al cuerpo.
Las dos mitades se unen, para construir lo bueno, con dos fragmentos de amor, se puede amar a lo ajeno.
Estar enamorado es, pensarte todas las noches Escribirte poemas que no leerás Soñarte todas mis noches, abrazarte en mis sueños Que aparezcas siempre en mi mente, sin anunciarte.
Es hacer música con mi guitarra Música que nace por ti, hermosa música solo para ti Letras que me inspiras, al pensarte Que quisiera cantarte algún día.
Estar enamorado, es recordar ese momento hermoso Cuando te conocí, recordarte a cada instante Vaya a donde vaya, solo pienso en ti Sin darme cuenta eres importante para mí.
Solo yo me puedo enamorar como lo estoy de ti Es un amor tan fuerte, que por mas que pasen los años No se termina, eres muy importante para mí, aunque no lo sepas Con el corazón en la mano, te confieso, estoy enamorado de ti, Nadia.
Pesebre, donde nació el hijo de Dios, que alegran las navidades Tradición de siglos, que unen familias y acrecientan voluntades Remembranzas alrededor de la cripta, que nos llenan de felicidades Oraciones y novenas de aguinaldos al Creador y sus dignidades Con respeto y profundo amor, la dedicación de sus bondades Alegría que se siente y se goza en los tiempos y sus antigüedades Sigamos el ejemplo de Jesucristo, con sus amabilidades y generosidades
San Francisco de Asís, con su pesebre humano, tradición permanecida En el año 1223 en la Ermita de Greccio Italia, de todos conocida La Iglesia Católica, con el Belén mágico natural sorprendida Lo realizó con toda solemnidad y devoción en una cueva en las montañas escondida Desde hace más de ocho siglos se sigue realizando, del nacimiento proseguida Hogares, iglesias y espacios públicos, del pesebre su fe adquirida Familias unidas alrededor del pesebre, de amores maternales establecida
Pesebre, nacimiento o Belén, de navidades con esperanzas religiosas De cánticos y villancicos, de melodías que retumban de anécdotas del ayer hermosas Del niño Jesús, personaje central y la criatura más poderosa La Virgen María, la fidelidad y pureza, madre incondicional maravillosa San José con su fortaleza y obediencia, de custodio de la familia piadosa Reyes magos, que simbolizan sabiduría de inteligencias majestuosas Melchor anciano de barba blanca con su oro, prodigio de honores gloriosa Gaspar, de barba oscura con su incienso, naturaleza divina de Jesús milagrosa Baltazar, de raza negra con su mirra para el hombre, el sufrimiento de la crucifixión y de la muerte victoriosa Estrella de David, luz y guía de nuestro camino hacía Dios, de beneplácitos luminosa El buey, el asno y las ovejas del pesebre, su presencia silenciosa Pastores, primeros testigos con su humildad, de Dios su encarnación orgullosa
En Nazaret de Galilea, el Arcángel se le apareció a María con sus revelaciones Sin pecado y sin mancha, la Virgen María quedó embarazada, alegrando con José sus corazones Cesar Augusto emperador romano, realizó un censo a las personas con otras intenciones José y María embarazada, emprendieron el camino hacia el sur, eludiendo condiciones de las estaciones Atravesaron valles y desiertos, montes y ríos, las necesidades sin imaginaciones Tardaron seis días caminando, atravesando la soledad de sus bellas regiones Surcaron caminos polvorientos, con el alma preocupada, plagada de emociones Atravesaron las regiones de Galilea, Samaria, hasta Belén de Judea, llenos de ilusiones Cansados y extenuados, María con sus dolores, llena de preocupaciones Se censaron en la ciudad de David, Belén con afugias de sus respiraciones No encontraron lugar, ni posada para hospedarse, el fin de sus misiones Se refugiaron en una cripta o pesebrera, llenos de angustias y desesperaciones Y allí en medio de este humilde pesebre, María dio a luz al hijo de Dios, lleno de amor y consideraciones Mostrando orgullosa a su hijo primogénito, lleno de gracia divina y sus adorables bendiciones
El pesebre, tradición católica que ha perdurado por siglos con los mayores valores Se alegran los hogares, familias de abrazos filiales con sus esplendores Rezando la novena al niño Dios, para El, todos nuestros honores Con cánticos y villancicos se vive la navidad con luces multicolores Alrededor del pesebre navideño se siente a alegría de soñadores Con buñuelos y natilla, se comparte el júbilo y la pasión con aquellos amores La nochebuena con pavo, la cena ideal de comensales y bebedores Feliz navidad para familiares y amigos de amaneceres encantadores
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga diciembre 10-2020
Yo te pienso y te quiero, sin ni siquiera tenerte Te escribo todas las noches, sin que tú me leas Espero no te molestes, porque en mis sueños estas Vives en mis recuerdos, cada instante pienso en ti.
Yo creo en ti y pienso en ti, como el cielo piensa en las estrellas A Dios le pido, que me deje abrazarte por primera vez Poder ver en tus ojos, tu alma y poder probar tus dulces labios Y si me enamoro, que sea de ti.
Tú, aunque no lo sepas, para mi tu eres la persona más encantadora Le diré al mundo, que estoy enamorado, de los ojos más hermosos Con el corazón en la mano, quisiera decirte que tú me gustas Espero no te enojes y espero no me odies, por estos versos.
Se que no tengo el derecho de quererte Y tampoco puedo exigirte nada, solo espero que comprendas todo esto Encada momento que pasa, solo pienso en ti Solo se que yo por ti me muero a cada instante, Nadia.
El barco partió del puerto, presto hacia un nuevo destino, camarotes de proyectos, llenos de sueños distintos, el mar abraza la quilla, que conserva el equilibrio, y va rompiendo las olas, afilada cual cuchillo.
Fija el rumbo el timonel, se aferra al timón tranquilo, manos recias como garfios, mirada hacia el infinito. La mente envuelta en las luces, que van marcando su sino, y el cuerpo firme y enjuto, como un solo cuerpo unidos.
Destino incierto y distinto, vario, oculto, clandestino, agazapado en la sombra, presto a mostrarse, instintivo. Frente de arrugas tupida, fiel reflejo del camino, perlada de las andanzas, cada gesto, cada rictus.
Marca el rumbo el almirante, al pairo del mar bravío, y se desliza el velero, por las olas impelido. Singladura de los sueños, escalonando caminos, sobre la furiosa lámina, de la mar de sus destinos.
Consejos que se susurran, alertas de los instintos, y sentidos que se alteran, pieles tensas que se erizan, atento y fino el oído. Alarmas en las pupilas, en las miradas que brillan, en los labios que se aprietan.
Surca en el inmenso liquido, la nave de los destinos, y va rompiendo la carne, de la mar que le incrimina, las velas al viento gritan, en la tela de sus sinos, mástiles que al tiempo retan, batel al albur, perdido.
La mar aplacó su irá, templó sus ganas el líquido, y se deslizó sin pausa, sereno por su camino.
Cicatrices en las carnes, de las heridas pasadas, heridas que irán llegando, cicatrizando mañana, surcos en la piel caliente, de cada ilusión truncada, flecos en el corazón, de las cosechas sembradas.
Poco a poco o velozmente, como un suspiro, una brisa, un instante o una prisa, una fracción que se acaba, un momento que termina, la levedad de la risa, la instantaneidad del habla, la transcendencia precisa.
Reguero de sueños vacuos, como lágrimas sin brillo, posesos de los escándalos, de alocados estribillos, dormida en sueños la calma, vacía de amor la soñada, y duermevelas de ensueño, para aliviar a quien ama.
Heridas en las costuras, de noches atormentadas, pavor en las pesadillas, que retuerce las entrañas. Amor que asoma y se esconde, porque se apaga la brasa, enfebrecidas la voces, que ante la tormenta callan.
Cicatrices en las manos, de aferrarse a lo que agrada, diluyéndose en la piel, las caricias ya pasadas, guarda memoria la piel, de las heridas causadas. Amor de pálido a etéreo, apasionado e infiel.
Un paraíso que se fue, una aventura que pasa, aquella mirada fiel, de aquella clara mañana, aquel hermoso vergel, ahíto de frescas viandas, y amor que viene y que va, escrito sobre la nada.
Heridas que no cerraron, impresas con un troquel, que cada mañana sangran, un abismo sin tapar, profundo, negro y sin alma, ese vacío que abduce, que a su oscuridad te arrastra, no cicatrizan las llagas.
Amor de plausibles notas, de mágicas filigranas, en sus bordes de algodón, amores que nunca sangran, temores que se disipan, como niebla en la mañana, amor que llega y se queda, cuando encuentra libre el alma.
Sorprende la mirada, de miedo, que subyuga, en unos ojos tiernos, que no saben que pasa. Numen que desata, indignados sentidos, un torrente de lágrimas, un sentimiento íntimo.
Un poder que arrebata, lo más noble de lo ínfimo, un brillo que relata, un suspiro de alivio. Palpitantes las alas, del brutal sacrificio, la dignidad robada, un mazazo asesino.
La atmósfera pesada, del sudor que la empapa, la ira de lo injusto, que el corazón aplasta. Se dilatan los poros, de las pieles que hablan, y se mastica el aire, espeso, que ahoga el alma.
Unos ojos bañados, de lluvia de las lágrimas, gotas de sentimiento, de la agria amenaza. El terror se ha adueñado, de las pupilas que hablan, con el silencio humano, del miedo que atenaza.
Prisionero del tiempo, el amor se desplaza, entre los sentimientos, presos en la mirada. Un inaudible ráfaga, de un amor sempiterno, una corriente mítica, de sutil esperanza.
El sendero es estrecho, no cabe una mirada, el amor, como el agua, a las carnes se adapta, y en el horror sin nombre, la vida se levanta.
Sinuoso camino, que al final lleva, cargado va el viajero, de vida y de promesas, al término se duerme, escaso ya de fuerzas, y se asombran las sombras, de tamaña proeza.
Corazón palpitante, que a golpes se recrea, señor de los latidos, que la sangre bombea, errático y nostálgico, vacilante y sentido, con la carne bailante, que da vida y respiro.
Sortilegio de gestos, prematuros y etéreos, enarbolando enseñas, que atraviesan el verbo, amor de los destinos, con los brazos abiertos, soñadores de ensueños, adornando los sueños.
Tenebroso pasillo, que conduce a la nada, amante entretenido, que en los rincones habla, voz que emite susurros, como furtiva llama, arrogante en las formas, tímido en las palabras.
Arduo y tenaz sendero, que conduce al destino, donde la noche es reina, de lo noble y sencillo, armoniosas presencias, de cálidos delirios, y las gotas que ruedan, en las mejillas tímidas.
Retrato de la noches, de soñada existencia, cabalgando entre sombras, se ha asomado la ausencia, precursora de miedos, de probada experiencia, y unos ojos veloces, de mirada serena.
Movimientos telúricos, que palpitan y piensan, en las mentes pensantes, de febril apariencia, amor entre los ojos, vacilante navega, en las miradas cómplices, de cómplices que medran.
Amor entre las hojas, que la vida deshoja, y escribe en su diario, cada matiz que brota. Amor entre las notas, de una vida sinfónica.