Invítame a entrar a tus sueños, para enamorarte con mis versos Caminemos de la mano, por tus hermosos sueños Invítame a pasear por tus pensamientos y quedarme a vivir en ellos Ser parte de tus memorias y a si enamorarte cada que me pienses.
Invítame a ser parte de tus ilusiones y que te ilusiones conmigo Que una de tus ilusiones mas grandes, sea verme todos los días Invítame a jugar como dos niños por el parque Dos niños prometiéndose, estar juntos por la eternidad.
Invítame a entrar a tu alma, para poder construir mi nido Para que a si mi alma y tu alma, se enamoren para siempre Invítame a ver tus lindos ojos todas las noches Para escribirle lindas canciones.
Invítame a extrañarte todos los días Para escribirte todas las noches y nunca olvidarte Invítame a entrar a tu vida Para unirla con mi vida enamorada, Nadia.
En aras de la razón, vive quien piensa y medita, y no renuncia quien grita, que quiere más libertad.
Brocal del pozo del sueño, en el fondo de su cuerpo, la oscuridad hace daño, sentido oscuro soñado, latente en el corazón.
Procaz anhelo sin rumbo, un pasajero desnudo, caminando sin cesar. Volver la vista sin miedo, ver la sima sin decoro, y ahondar en los viejos ojos, que de sapiencia se van.
Descerrajar los cerrojos, saltar los muros el sueño, y ver el alba sin sueño, para poder avanzar. Corrientes como torrentes, que arrastran lo malo y bueno, voces que vienen y van.
Estrambóticos placeres, fantasmagóticos cuerpos, visionarios hechiceros, desarbolando recuerdos, quemando en la hoguera incienso. Lunáticos próceres locos, rompiendo eternos derechos.
Sombras de ajados deshechos, envueltos en celofán, como dulces caramelos. Cansados,solos y viejos, van surcando los maderos, los mares de la ilusión, volutas de vientos negros.
Enamorarse del aire, del rayo y de la tormenta, beber de la rosa el néctar, y amar todo cuanto nace, de la tierra que se preña. Amantes de lo que crece, en la extraordinaria Tierra.
Calidoscópica imagen, variopintas son las sendas, entretejidos caminos, atajos que no se encuentran, verdades que se perdieron, amores que nunca llegan, a los arcanos rincones, de corazones que esperan.
Esperanza entre los cirros, de las nebulosas crestas, que el viento sin tiempo arrastra, hacia tiempos sin fronteras.
Ensimismado en su ser, vive el ser, siendo cautivo, de la ignorancia de él mismo, sujetos al recio suelo, anclados pisan sus pies. Va transmutando su forma, va mutando su quehacer, y hasta la mirada cambia.
No llega la inspiración, la etérea musa se ha ido, abandona la crisálida, la ninfa deja su nido, piel vieja del corazón, retorcidas emociones, chocan como átomos locos, en un frenético giro, buscando el huidizo gozo.
Cansado de caminar, busca una sombra el viajero, un roble ofrece su cuerpo, y en su sombra acomodado, medita el tiempo pasado, mientras le mira el presente, con ojos de desenfado. La sombra del roble enfría, su insistente calentura.
Qué trasnochada locura, qué poder que te arrebata, qué inspiración desbordada, sueña con ser emoción. Un instante microscópico, crea con ansia la pasión, sale de su cerrazón, ligero como una pluma, liviano como una flor.
Piensa quien posee riqueza, que es su posesión la vida, más no gana la partida, quien a su antojo la apresa, con desinfladas promesas. El sudor de otros la engorda, la sangre de otros la aviva. El poeta es de nosotros, las riquezas son ajenas.
El amor así mitiga, la constante desazón, la insondable sinrazón, la cansada travesía, el inquietante dolor, la libertad constreñida, y el devenir de los años, bálsamo que a todo aviva, con su extraordinario don.
Entre dos sueños, la suerte efímera, certera elige los blancos, de sus certeros disparos, dejando rotas las vidas, malditos dardos. Entre dos aguas, las penas siguen nadando, a brazadas de coraje, contra el ladrón y el cobarde.
Se va agrandando el espíritu, con alas de libertad, y va zurciendo el destino, con hilos del corazón, cada roto, cada herida. La sombra es larga, un sinuoso camino, yerto huerto el del maldito, que perdió su corazón.
Desentrañando mentiras, vive atento el cantautor, destapando el sentimiento, que aletea en el interior. Escalando melodías, alpinista de la vida, en sus arpegios sembrando, de la vida cosechando, la realidad en su canto.
La contradicción se esconde, en cada lúgubre esquina, en la palabra acechando, en la mente sumergida. El ojo todo lo ve, el de quienes ven y miran, siempre sin desfallecer, la inmensidad que te asfixia, la hermosura y el placer.
El corazón se hace trizas, cuando la pena infringida, va más allá que el dolor, no hay canto que se resista, hay corazones que gritan, declama así el cantautor, que siente y así denuncia. El sentimiento camina, conteniendo su estupor.
Habla con el firmamento, quien se mira en las estrellas, luciérnagas pasajeras, de una sentida canción. Amor nacido en la tierra, entre los dedos la arena, que se desliza y se aleja, como insistente rumor, que la canción se lo lleva.
Una melodía se oye, entre los verdes abetos, son cánticos de ilusión, de esperanza entre los sueños. Una cristalina voz, de los corazones nobles, como bellos manantiales, murmurando una canción, mientras el amor responde.
Al despertar en la mañana, primero me acuerdo de ti y de tu sonrisa serena iluminandome el dia. Luego me visto y salgo hasta la esquina de aquel restaurante donde una vez nos quisimos, para ver si tus recuerdos hacen que la felicidad vuelva conmigo. Sigo hasta la otra calle mas animado, sabiendo que una vez me amaste con la pasion de un amor que no sabia de lamentos, ni corazones vacios. Cuando llego puedo ver a lo lejos una pareja de enamorados en el parque, recordando aquel dia en que tus besos se hicieron mios y acaricie tu cuerpo de mujer hasta la noche, mientras me prometias amor eterno con beso lleno de vida. Y hoy al despertar volvi a soñar contigo, sentia como si me hablaras otra vez al oido, diciendome que me querias , que me extrañabas y que volverias a mis brazos como vuelven las aves a su nido en los meses de frio. Quedando un sentimiento de alegria en mi corazon al saber que otra vez te tuve cerca de mis manos , escuchando tus frases de amor, como si se hicieran realidad mis sueños al despertar el dia.
Lo inanimado se anima, sueños vívidos anidan, como gorriones que trinan, frutos del tiempo pasado, pensamientos que culminan, farragosas pesadillas, sobre la almohada respiran, sueños de amores titilan.
Necia ilusión que no llega, pasa de largo la risa, de soslayo mira el necio, y la sombra de la duda, en la mente se eterniza. El valor no tiene precio, ni hay contratos con el tiempo, no hay normas en el amor.
En un lejano rincón, se ha acuclillado el deseo, mientras las luces deslumbran, el devenir de lo auténtico. Amor que vive y respira, en la morada del pecho, y en la voz se precipita, lluvia de pálpitos nuevos.
En el mar de los recuerdos, se ahogan amores viejos, algunos apenas nadan, otros sucumben al miedo, y flotan perdidos restos, como restos de un velero. Inanimados se pierden, por las corrientes del sueño.
La verdad va abriendo paso, entre la negra hojarasca, frena su empuje la farsa, que impregna toda la vida, y a su fuerza la acompaña, la razón que se desvela. La verdad canta tan alto, que hasta la mar se acompleja.
Lo inanimado se aviva, con el valor que palpita, cobra vida en el amor, la verdad lo ratifica. No cree el títere que es títere, su necedad le arrodilla. La sombra campa a sus anchas, por las negruzcas orillas.
La fortaleza se mide, por el valor que la abriga, y en el eslabón más débil, reside la fuerza misma.
Invisible soy cuando te hablo Cuando te escribo y tú no me contestas Me vuelvo invisible ante tus ojos No logro que notes, que por ti me muero.
Invisible soy ante ti como si no existiera Por mas que intento que te fijes en mi Siempre fracaso, siempre noto tu indiferencia Todos los días planeando la estrategia Para que te fijes en mí, pero siempre fallo.
Invisible ante tus ojos, que no me miran Tus oídos no me escuchan, tus manos no me sienten Pero sigo intentando, poder llamar tu atención Siempre fracaso, pero quizás un día lo logre.
Invisible siempre soy, cuando te escribo Pero en mis recuerdos, siempre estas Ese recuerdo hermoso, cuando me hablaste Por ese pequeño instante, no fui invisible Me gustaría que notes mi presencia de nuevo Y me hables como aquel día, Nadia.
Confío en ti pequeña mía me has robado cada instante cada retazo de mi amanecer desprotegido cada caricia perdida en mi galaxia cada llanto bajo la luna mas pacifista.
En ti deposito toda mi mirada toda mi locura por quererte amarte bajo el fondo de mis pensamientos tenerte tan dentro que del alma solo queden retazos alas que supimos tener.
Sin darme cuenta me quede muerto, atrapado en un túnel sin un rayo de luz Pues aquella casa que fue un abismo de Tristeza, llanto, angustia que fría como Un témpano de hielo en el polo Norte
Gracias a ti que llegaste ahí para combatirlo En hogar y poner paz en mi corazón solitario Que difícil fue llegar a estos días sanando heridas Estoy vivo por la magia de tu amor y ternura Sobreviví a la soledad sobrevolando la pempestad Gracias a Dios te encontré y recupere la fe qué perdí
El silenció golpeaba más mi dolor de aquel corazón Maltratado, no pude volver a ser yo me sentía Perdido sin vida gracias a Dios estas aquí y mi nuevo Amanecer desperté con una sonrisa tu entraste en Mi vida como sólo tu puedes hacerlo
Sobreviví la decepción sobrellevando un gran dolor Mientras el tiempo pasaba me sentía el peor ser En cada salida busque mi otro yo y no lo encontré Hasta que él momento menos esperado llegaste tú Gracias a Dios y me reencontré con el amor que vos Me diste y purificarse de alma y esperanza de creer.