Si algún día te vas
no olvides que yo he quedado atrás.
¡No sabes que cuando decides
nuestro destino cambiar,
a mi también me dolerá!
Sé bien que nada te detendrá,
y el paso siempre lo habrás de dar.
Si algún día te vas
cierra bien la puerta a la salida,
no vaya a ser que después de atravesarla
decidas regresar arrepentida.
Ese momento pasará,
aunque tu pérdida me enfermará
y luego en la agonía me doblegará;
estaré muy cerca de alcanzar la muerte.
Si algún día te vas
escucha la voz de mi alma mustia
-esa que una vez usted conociere-,
solo te dirá lo pronto que pasará la angustia
porque de amor nadie se muere.
Julio Medina
13 de diciembre del 2014