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TANGO QUE ME HICISTE MAL Me la crucÉ, en una esquina de Constitución. Tenía el pelo teñido de rubio, un exagerado maquillaje en la cara, con las tetas casi afuera de la remera, una mini mostrando los cachetes de un voluminoso culo que se prolongaba en dos gambas musculosas y medias chuecas haciendo equilibrio sobre unos tacos siete y medio. Y fue ahí, cuando me apiolé que era un trava. Porque si hay algo que los deschava, son los fanguyos, sí, las manos también, pero sobre todo los piés. Por lo demás, siliconas y bisturí mediante, están mejor que muchas minas, y te apiolás cuando ya es tarde. Tenés razón , te dije me la crucé, y no te dije, me quedé mirandolá, y precisamente eso, me quedé mirandolá como un pajero. En realidad yo no tengo esa actitud, pero en este caso hubo una razón previa. Cuando me la crucé, su cara me resultó conocida, fue un flah , le saqué la pintura, el pelo rubio y fue como si hubiera visto al Beto. Te acordás del Beto?... No, ese no, el flaco, que iba a la milongas de Huracán…Ese, ese, sí. Tenía la pinta loca ell Beto, te acordás ¿…Y no era solo la pinta, te acordás cómo bailaba… Siempre con las más lindas, al revés que nosotros, que siempre nos tocaban las fuleras. Pero no salía con ninguna, las variaba nomás, las dejaba calentitas...Un trompo para el tango el flaco. Me acuerdo que lo mirábamos y le copiábamos los pasos, pero nos faltaba esa elegancia natural que él tenía. Ese paso a la derecha y la caída….me parece que lo veo, qué hijo de puta, nosotros parecía que metíamos la gamba en un pozo y el chabón sobre una nube. Me parece que escucho La Yumba….se me hacía que el maestro, dios lo tenga en la gloria, la había hecho para él. Y minga de circo, de enganches y patadas. Con los ojos entrecerrados, como rezando, amurado a la mina, tenía rulemanes en los timbos. Lo recuerdo, y te digo, me emociono. Mirá que en esos años, había un montón que la gastaban… nosotros sin ir más lejos, no éramos muy troncos que digamos, bueno vos eras escepcionalmenre un matungo, pero yo me defendía, aunque al lado del Beto, un paralítico. Por eso fue que me quedé mirando. Cunando comprobé de que era un trava, me dije, claro, debe ser un chabón muy parecido. Como andaba con tiempo y en barrio ajeno, sin peligro de que escrachara un conocido, me le puse a la par…Le chamuyé unas giladas, él me mira, pega un grito, me abraza y me besuquear. .-No lo puedo creer,,,vos sos el Neco ¡…Yo soy Beto, te acordás ¿….Bueno ahora Betiana… Mirá que chico es el mundo ¡… Y entramos a charlar de cosas viejas.. Quíen lo iba a pensar, el Beto trava, no podía creerlo…Cerrá la boca boludo…Se acordaba de vos, me confesó que siempre te tuvo ganas, le pasé el tubo, vas a ver que linda que está….No boludo es joda, pero si querés verlo, siempre para para por Pavón y San José. Y ahí fue, cuando tocamos el tema de las milongas, le preguntó .- Seguís tangueando ¿…. El guacho se levanta la pollerita, me muestra la chabomba y remata con un guiño:- .- Pero en tanga…
apiolé = di cuenta / trava= travesti / deschava= = descubre / fanguyos = zapatos / apiolamos = damos cuenta / pajero = masturbador /variaba = paseaba / amurado= pegado / timbos = zapatos 7 matungo = caballo / Chabom = hombre / giladas = tonterías / Tubo= teléfono / Chabomba= calzón
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Fue un Poema... (Anticuento)
Cuentan los que dicen que cuentan cuentos, de uno en uno, muchas veces cambiando el mismo día esa tarde antes de tres noches, ya seguidas sin sol, al fuego jugando unas flamas entre palabra y sentido, relato seguido ligero, con la musicalidad corriendo sorpresas en la risa entrecortada de una lágrima furtiva de la muerte honda de los ángeles apenas la brasa vencida en la fina resonancia sin trayectoria, como esa vez después de cenar un plato de nuevas letras delgadas, y esquivas, con versos alegres escondidos en la rima perdida, porque se arrimó al rincón erecto bajándose las letras después de las cortinas sigilosas suspirando, al amor encontrado, en unos minutos olvidados, en ese poema. ¡Sí, ése que fue!. El poema que nadie había leído con calma, y cuidado, y por eso sufría atrapado entre las hojas del otoño lector, que a su vez era amigo de nadie, y creía según había imaginado al palacio emocionado, más allá de la botella ocupada, por la mítica ciudad enamorada, en la creación del mundo bajo el ombligo, abertura vaporosa, lluvia de cantos ligados en el transcurso que se fundó sobre la esperanza, donde el tiempo puede ser abolido lentamente, y de nuevo instaurado al fondo de otro sueño en él...
¡Sí, el poema dicho que inmaculado no es absolutamente necesario por ahora!... Así dijeron con ronco acento en la banda enardecida de amor, muerte, dolor, anhelos del espejismo al descubierto como una mágica bebida de papel entintado con esmero, pintando al pecho su vuelo, cada vez que las cosechas están comprometidas, consumido el pasado con desigual relieve, como prueba la primavera cada verano, la suerte que condenan los otoños al pensar con los inviernos, el trance peregrino, de la fiel memoria que fragante humea tanto los grises como verdes y azulados.
Y contaron según dicen, los que oyeron la hoja, hablando en las nubes del polvo que lo cubrieron, un océano de poetas ilusionados en leerse sus espejos, latiendo sus penas curadas, sus sueños hilando al viento, que les respira los días bajo los zapatos que desandan los caminos equivocados, y reparan puentes rotos, labios tiernos dulces jugos en la miel de mariposas rosadas por la tinta que las hace apasionadas, estrofas inquietas esperando ser.
Amadas en aquel momento que lucha por expresar la flor que arranca el suelo, y siembra nubes en los pétalos de carne espigando de una manera natural. Y permanente en el espacio sagrado de los versos que no necesitan ser escritos, por ser más que una vida inaccesible en la existencia laberíntica del año, de los innúmeros meses del desconsuelo sepultado de las campanas del emblema fecundo de los recuerdos.
Matiz de sangre y de oro centellea plegarias de lenguas, ignotas, eclipsadas al prestar su lumbre, de vivos ojos, y de tersa frente como la veleidad del viento narra. Los recuerdos que cuentan uno a uno, los que dicen haberlo oído, al olvidadizo nadie, ese nadie aventurero, que bien puede estar en cualquier parte, y que se sabe bien que sí lo vio, y cuidadosamente leyó, junto al otoño su amigo, y que también dijo que fue un poema que palpita infinitos poetas, que derrama palabras miles, y desconocidas veces inesperadas, pero sobre todo en cada una de sus letras por escribirse, como cataratas de poetas y nubes poetisas, amores, dolores, cantos, llantos, zarandeando infinitas veces al olvido por donde se fue poema a poema en su esencia inmortal.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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REALISMO MORTAL Poly, un apodo pequeño para nombrar a un inmenso artista, un ignoto y superlativo actor de teatro, que está pagando con su libertad, ese realismo mágico que tenía para convertir cualquier ficción en realidad. Poly se apoderaba de la sensibilidad de los espectadores, los hipnotizaba, los atrapaba de tal manera, que su personaje trascendía el escenario para transformar la personalidad del espectador. Sin embargo nadie lo conoce... solo un puñado de íntimos amigos lo recuerda. Su carrera fue muy breve y su historia fue silenciada para ocultar, uno de los, y por qué no, el más aberrantes castigo que haya sufrido un hombre por su virtuosismo actoral. Poly, está preso, quizá termine su vida en la cárcel, por el delito de ser un ARTISTA, si, con mayúscula. Porqué la máxima expresión del arte, en cualquier disciplina, es un peligro social, cuando la obra se transmuta al hombre. Esa condena es un escarmiento, que una sociedad mercantilizada con la justicia a su servicio, nos hace tronar a aquellos, que de una u otra forma pretendemos que nuestra obra, se transforme en inmortal. Por eso, por no correr el mismo destino, dejé de escribir cuentos de terror, para dedicarme al humor, que no es mi género, pero me salvaguarda, de que puedan condenarme por atentado al lector. Pienso que, dicho lo dicho, debo relatar los sucesos que justifican este prologo. Ante todo, que estos no sucedieron en un escenario, bueno sí, todo transcurre en un escenario, pero no teatral en este caso. Fue en el escenario de la vida., en Villa Ortuzar, donde vivía María, la novia de Poly, que decía ser de Belgrano, porque no le sonaba bien el nombre de su barrio, ella era muy cheta.. El caso es que María, vivía sola en un departamento de un segundo piso, con una ventana que lindaba con una terraza vecina. No voy a describir los encantos de María, que los tenía en cantidad y calidad exagerada. El caso es que comenzó a sentir como que alguien la estaba observando, que confirmó cuando vió, a través de la ventana, la mirada de un hombre que la fisgoneaba. El temor se convirtió en terror, y este en paranoia, cuando yo, enterado de los hechos, le hice una inocente broma telefónica: :-“ Te voa coger, te voa violar…” Le dije, con acento paraguayo. Ella huyó despavorida a la casa de un vecino, sin darme tiempo a identificarme y festejar la ocurrencia. María se lo transmitió a Poly, y este se instaló en el departamento para sorprender al vuoyeurista. No pasó mucho tiempo, hasta que una noche, los ojos de ambos se cruzaron, el intruso salió de escena y Poly tras él a la terraza…Ante la posibilidad que se escapara, Poly, poseso de su personaje, recurrió instintivamente a sus dotes:.-.-“Pará. Pará o tiro, hijo de puta! ...” Gritó, mientras le apuntaba con el índice de su mano derecha cerrada, simulando un revolver.. Se escucharon dos disparos.- “ pam…pam…” Y el hombre cayó…Alguien llamó a la policía. .-“ Tropezó.” Justificó Poly. .-“ Está muerto”. Certifícó un agente. En la mano de Poly no se encontraron rastros de pólvora, ni en la espalda de la víctima orificios de bala. Varias veces se reconstruyó la escena del crimen. La autopsia reveló que había muerto por un infarto, provocado por el pánico. Poly fue acusado de la muerte y condenado, por ser encontrarlo culpable del crimen, con premeditación y alevosía profesional, fuera del ámbito habilitado.- “ El actor es un arma cargada de sugestión”… Sentenció el Juez, plagiando Celaya.
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Aventado...
Ha estado en todas partes. Su mirada se ha grabado en toda superficie, demasiado en algunas, y en otras poco. Como a veces muchas dulces y delicadas pupilas lo saben... Con frecuencia corre hacia su muerte, huracanado, y sin contorno, indefinibles son sus variaciones o sus derivados, pero no es el mismo en todas partes... De repente reprende a las tormentas con la frente fatigada del firme empeño en su visión tenaz... Nadie sabe desde cuando está presente, y qué pueda hablarse de las condiciones previas imposibles de llenar, y la misma dificultad vuelve a repetirse desprovista de las más exóticas explicaciones en la pendiente natural del momento ignorado, acostumbrado a guardar el vaivén que detiene los extremos del breve aliento...
Ante todo, es un servicio de limpia, benéfico o no, según la fuerza remontando el curso de los siglos que tratan de comprender lo qué hace su unidad al desprenderse de los espejismos transitorios del barro... ¡Oh, si!. Ese barro alentado que arde al soñar . Ese barro del sagrado aire insuflado que tiene una gran cantidad de desecho. Siendo constantemente autor de la desgracia escrupulosa de los alientos provisionales ajenos, y al arbitrio de los errores ordinarios. Incontables veces se detuvo en un extremo del agua al fondo del fuego, y en el herido hierro que acaricia la luna al fondo de una estrella nueva.
Desde su situación ha visto innumerables seres, construcciones, valles, montañas, civilizaciones, aves, pastizales, selvas, ovejas, dinosaurios, aviones, cohetes, hongos radioactivos, y el mismo sol le imita en su corteza explosiva... Al verlo, se puede salir a abrirle la puerta o correr asustado a ocultarse según sea el caso... Él no sabe cuando uno estuvo ausente dando a nadie la mano en un adiós, o pasar de largo en los intransferibles zapatos qué arañan ceremoniosos cualquier funeral por un buen sueldo digerido en abejas tricolores de espinas purpúreas.
Nadie sabe de dónde viene ni a dónde va, y que hay infames gusanos que dicen atraparlo con una red que cultivan su camino con la lengua desdichada de los túneles hambrientos del poder de las monedas con el horror del cereal por el suelo liso al darle lecciones a las ratas... El tiempo nada le ha cambiado, y a diferencia de los infinitos dioses ignorados u olvidados, él no tiene sombra... Ni derriba el tiempo, ni pide plegarias, ama el plumaje de los buenos hábitos, vuela sin alas o tiene un alba musical en los gránulos azules del cielo qué no lo apresa...
Pero.... Sólo desconoce una cosa de sí... Desde cuándo habita ahí y porqué... Ha sido... ¿Porqué ha sido?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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CRONICA DE LAS CHARLAS DE CAFE
Cuando estoy entrando al café, me encuentro con el Beto, que salía. .- Hola. Me dice... Como de lástima. Me sonó raro, porque es muy efusivo, exageradamente aveces cuando saluda como si hiciera años que no te ve. .- Te vas, Beto ?...pregunté estupidámente. En otro momento me hubiera contestado: No boludo, no ves que estoy entrando...Pero no, lo que dijo fue... .- Si, me tengo que levantar temprano, y vos sería mejor que hagas lo mismo, si no querés amargarte la noche. .- Pará loco, qué te pasa ?... .- A mi nada, solo es un consejo... y me dejó como un poste, siguiendo su camino. Cada día más loco pensé y entré. En las mesas del fondo, como de costumbre, estaban los "inteletuales", la barra de los lunes. No sé si te acordás, pero nos llamaban así porque los temas de conversación giraban alrededor de un presuntuoso análisis del comportamiento humano, donde no tenían lugar los comentarios chabacanos, las chanzas, ni el futbol . Donde se respetaba el uso de la palabra y las opiniones más disparatadas, siempre y cuando las mismas se manifestaran dentro del encuadre que nos caracterizaba. Mirando al bulto noté que eran más que los habituales los que participaban de una animada charla. .- Buenas a todos y todas !... Fue mi saludo clásico. Alguién, creo que fue Cachila, dijó.- "Isa !..." Se hizó silencio, nadie me miró, solo un.- " Buenas ", desganado, que me pegó en las bolas y siguieron en la suya, como si yo fuera un vendedor de ballenitas. Si hubieran sido otros, "el quinteto de los giles" por ejemplo, les pegaba unos coscorrones en la cabeza y aflojaban. Pero Cachila, el Rengo, Chirola, Codeguín y el Pulpo, me desorientaron. Aparte recordé lo que me dijo el Beto.... Tomé una silla para sentarme en un hueco entre Chirola y Codeguín. los muy turros arrimaron las suyas y quedé en segunda fila. La conversación pretendía girar en el remanido tema de los códigos, pero sonaba forzada. Demasiadas alusiones a los traidores, a los que la van de amigos, a los que muestran la hilacha, me hicieron presumir qu eran indirectas que me involucraban. Así que para hacerla corta los increpé. Qué les pasa conmigo, manga de boludos ?...Si tienen algo que decirme, no chicanéen y hablen como hombres, o me voy a la mierda !... .- Y a vos quién te habla ?... . -Qué, tenés cola de paja ?... . -Ah, mirá que nos vamos a poner a llorar porque te vayas ? . -Quién te invitó, a vos ?... Las respuestas agraviantes salieron de todos lados, hasta de los agregados, que no eran habitués. .-Bueno, hagansé una enema colectiva, yo pago. .-Paren, Paren...intervino Cachila, golpeando la mesa. Y dirigiendosé a mi: .- Y vos sentate. .-Actuemos con la seriedad que el caso amerita. Yo pienso que todo reo tiene derecho a saber por qué se lo juzga, de qué se lo acusa ý a conocer la sentencia. .-Muy bien Su Señoría !...Dijo uno de los advenedizos. .-Silencio en la sala...Continuó Cachila.- Todo acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario.¿El acusado tiene algo que decir ?... .- Soy inocente, señor Juez, pero no se de qué se trata... .- Perdón, no se le han leído los cargos. Se lo acusa de haber roto los códigos de la Hermandad del Quinteto de los Lunes, divulgando el contenido de los debates de la mesa. De haberles dado difusión mediante un relato a través de un medio radial y el periódico del barrio. .- Se lo acusa de botón !... .- Chusma !... .- Traidor !... .- Lanata !... Vociferaron los contertulios. .-Qué se vaya !... .-Qué truene el escarmiento !... .-Justicia, Justicia, justicia !... .-Silencio o hago desalojar la sala... Dijo Usía, golpeando la mesa con una botella.- El jurado tiene su veredicto ?... .- Culpable. Culpable. Culpable.Culpable. Sentenciaron. levantando sus manos con el pulgar hacia abajo. , Escuchado el veredicto del jurado, el tribunal lo declara culpable y lo condena al destierro de este café y la expulsión de la Hermandad...¿ Tiene algo que agregar ?... .- Si, que se pueden ir todos a la puta que los parió !...Me levante indignado, y encaré para la puerta. Cuando estaba saliendo, escuché las carcajadas y el vozarrón del Pulpo. ._ Vení boludo... Como entraste gil !...Hacé un libro, así quedamos en la historia. Y me despidieron con aplausos.
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CONCURSO : "Yo quiero cenar con Neco" MENÚ FRANCES
huevos harina leche azúcar sal y agua, por supuesto
Es todo lo que tengo. Está lloviendo, son las dos de la tarde, y tengo hambre. Aunque enfrente desafiante la tormenta, no encontraré un almacén abierto, porque a esta hora, en Alsina, y hasta las diecisiete, todos se fueron a dormir la siesta. Mas no he de privarme de mi almuerzo, con mucho menos que esto el Jesucristo, pudo dar de comer a los hambrientos. Y aunque yo no poseo sus poderes, como soy un experto cocinero, puedo brindarme un menú completo. Haré un pan al vapor, agua y harina y una pizca de sal. Aprovechando el agua hirviendo, en que se harán los "oeufs a la coque".. El plato de fiambre está resuelto y sigo con los huevos, de plato principal dos huevos fritos, ah, pero cómo ?... Si no tengo aceite...Pues hago "oeufs pochés", y los presento, sobre tostadas "croustillant" de pan fresco, "Haute cuisine française", y ya que estamos, de postre..."crêpes brûlées au rhum avec créme-Saint honoré", en los que mezclo, huevos, harina, leche y azúcar, que es todo lo que tengo." Pour ce déliceux banquet...Bon appétit, garçon Necó". Casi, casi, pensándolo bien, esté sería un menú para una cena romántica, con velas, champagne y musique musette, por supuesto con una invitada que de el perfil, no con una mina que coma mortadela, tendría que ser una como la mujer de Caniggia, bueno ustedes me entienden, la Nany, creo que se llama, no ?...Claro que es una tilinga insoportable, pero estoy hablando de comer, por lo demás no da el target. ( hablando de tilingos, acabo de poner una palabra tilinga). Pero continuo...Cuando se me ocurrió esto, cheqée la agenda y encontré varias potenciales invitadas, pero las deseché por dos razones, la primera por temor a un sí de compromiso, que no es intención, (que es mucho más pretenciosa), o por un rechazo, que comenzaría con un, "te agradezco mucho... me gustaría pero...Al que mi ombligo no está preparado. Por lo cual pienso, que lo mejor sería llamar a un casting, o a un concurso: " Yo quiero cenar con Neco y sus consecuencias". Para mayores de 18, sin limite de edad, para no parecer dicriminatorio, pero aclarando que se privilegiarán las menores de 40. En el que las participantes ameriten sus pretensiones, ateniéndose a las bases del mismo. PD. en caso que no les guste el menú propuesto, pueden traerse la vianda o pedir un delivery a su cargo. El anfitrión es el que hay. Fecha de cierre: 12/10/2013 . Entrega de Premio: A convenir
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La semilla (CUENTO)
POR : Alfie el Brujo
Toda ella era una conclusión anhelada, con las manos flotantes casi en conexión con Andrómeda, su boca sensual tampoco rechazaba lo infinito, adornada con un cabello oscuro que lejos de aconsejarme venerar el luto me traía a la mente los más apasionados días de Julio; la piel, tímidamente tostada de reflejos cetrinos, como la gente de mar, causaba escalofríos porque naturalmente, amigo mío, estas personas nacen febriles. Yo que siempre voy caminando semejante a los poliomielíticos con sendas herrumbres, movimientos inseguros de ánimos amarillos; no pude más que adorarle en cuanto fingió un poco de atención en mis melancolías ¡ah, porque haz de saber que todas se disfrazan!, empero cuando un día de los días de ese mes inmundo me aproximé a tientas, sólo auxiliados mis ojos, que son deleitosos, por el rayo de la luna filtrado tras la magra cortina de aquel hotel de proscritos, y examiné los suyos; un brillo inusual en el dúo me hizo estremecer de horror pues uno de los globos oculares era de cristal fino, ¡sí, no haz leído mal camarada! un lucero por completo de vidrio; pensé en huir, te confieso, así nomas de buenas a primeras, pero extraños son los movimientos de los sedientos, de los más escasos como yo que contrario a eso me lancé sobre ella llenándole de besos para después concentrarme en lengüetear la pieza falsa, un coraje me inundó súbitamente y con fruición succioné cuanto pude sin atender a las “nuevas” negativas. Fue tanto, hermano, que el ojo terminó por abdicar, lo paladeé en mi boca y observé la cuenca seca, aviste mi oportunidad: me acerqué y lo roí hasta provocar la fuga de un líquido de emanaciones corruptas y trabajé un agujero donde le coloqué una semilla de mandrágora; gran amiga de las tinieblas. Ya sangraba un poco, reajusté el globito y mira que me pareció un poco chabacano, la desaté, le dije mi nombre, que no está tampoco de despreciarse, y me marché.
No he vuelto a verla, pero tampoco es que esté con ánimos de recibirle saltando, que sepas que soy complejo, y detesto más a las tuertas que la cerveza caliente.
Recuerdo que lloraba…pero no estoy seguro.
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Pequeño Cuento Comunista. Tercera Versión.
Francisco Ruiz y Jacinto Pérez ganan lo mismo, tienen los dos un sueldo de 800 euros. Durante diez años Francisco ha estado comprando periódicamente videos en un Centro Comercial de su ciudad, mientras que Jacinto Pérez se ha gastado el mismo dinero en Marihuana. La casa de Francisco Ruiz, al tener tantos videos, todos ordenaditos, parece la de un rico. La casa de Jacinto Pérez, en cambio, parece una cochiquera llena de mugre y piojos. Resulta que las casas de ambos personajes están muy deterioradas por el tiempo por lo cual tanto Francisco Ruiz como Jacinto Pérez deciden pedir un crédito al ayuntamiento para reparar los tejados. Los servicios sociales del ayuntamiento, regentado por comunistas, deciden visitar ambas casas. Cuando visitan la casa de Francisco Ruiz ven que parece la casa de un rico. Y se niegan a darle el crédito porque suponen que Francisco tiene dinero. En cambio cuando los servicios sociales visitan la casa de Jacinto Pérez ven que es una cochiquera e inmediatamente deciden concederle el crédito. Con el paso del Invierno las goteras caen sobre el salón de la casa de Francisco Ruiz. Una gotera cae sobre el aparato de video de Francisco Ruiz y al ir a enchufarlo Francisco Ruiz se electrocuta y se muere. En cambio Jacinto Pérez es superfeliz con toda su casa nueva recién rehabilitada y sigue fumando Marihuana. Además como Francisco Ruiz no deja herederos los servicios sociales comunistas deciden dar sus videos a Jacinto Pérez. A Francisco Ruiz lo entierran en un botijo porque no tenía dinero ni para la tumba. Y Jacinto Pérez se queda con una casa nueva, La Marihuana, y los Videos, y además aclamado como el mejor ciudadano del barrio. Un ciudadano modélico comunista. ................................................................. Francisco Antonio Ruiz Caballero. Puto comunismo de mierda, hacen daño hasta cuando hacen las cosas bien. Hoy están los hijos de puta jodiendo al Betis de mala manera, pero en tercera, en segunda, o en primera, Bético hasta que me muera.
JOSE LUIS MORENO. LOS ROJOS VAN A POR JOSE LUIS MORENO, El ventrilocuo. LOS ROJOS DE MIERDA, ASESINANDO COMO SIEMPRE, QUE ES LO UNICO QUE SABEN HACER, ASESINAR. AHORA VUELVEN A ENTRAR EN EL CHALET DE JOSE LUIS MORENO Y LE QUIEREN VOLVER A DAR LA PALIZA QUE LE DIERON AL POBRE HOMBRE PARA QUITARLE LOS MILLONES. COMO LAS RATAS DE CLOACA, LOS COMUNISTAS SON COMO LAS RATAS DE CLOACA. ...................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. HAN PEDIDO LA IMPUTACION DE JOSE LUIS MORENO EN EL CASO BARCENAS. LOS ROJOS ASQUEROSOS, SON RATAS DE CLOACA, SON RATAS ASQUEROSAS COMO LAS QUE ENTRARON EN EL CHALET DE NOCHE Y LE DIERON LA PALIZA. AHORA VUELVEN A ENTRAR PERO CON LA MALA LECHE DE LOS ABOGADOS. QUÉ COSA MÁS IMPUDICA DE HIJOS DE PUTA COMUNISTAS ASQUEROSOS. CUANTO MAS CONOZCO A LOS COMUNISTAS MAS ASCO ME DAN. QUE DESVERGUENZA. EL DIA QUE ENTRE UN ROJO EN MI CASA LE ECHO VENENO EN LA COMIDA.
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DESCONTADO (Pseudoanticuento)
__¡Largo de aquí, cuento infeliz!. La tristeza en maceta ya se siente jardín. Bien sabemos que carga el mar, con las pestañas en las alas, y las noches frente al espejo quebrado. Y a lo lejos está el cielo que cuelga como el milagroso ungüento... Más las espadas blandas son ante las cósmicas entrañas hurañas como las noches sin marido, en la luna enloquecida con el fervor espumoso del piélago ligero. ¡Ah, cuento sin principio, historia inexistente, fraude vil a conveniencia!
___¡Ondas ingenuas que entre sus muecas perece!. Sí, sí, mira con atención: Allá está la luna montando la tarde, y recorriendo tardía la calle curiosa, por no haber aceptado el sombrero ofendido, empecinado en agacharse contando las estériles monedas con sus íntimos gusanos. ¿Y lo cuentas ficticio?. ___ No, solo es una oferta. Real fantasía para los incautos... ¡Oh, albergue pobre de la gris materia!. Pálido recuerdo perdido poco a poco, en la urna helada de los bolsillo ajenos. __Pienso, me dices, aunque lo dude con frecuencia... Que quizá sea el momento donde se sienten cercanas las fronteras del silencio que tratan de recoger todo el contacto preocupado por el cambio... Por la ciencia desnuda con sus metálicas veredas, en la humana estupidez que con ironía se regenera, y fabrica la insigne inocencia huyendo.
___ No lo cuentes con calma!... Me dicen los silencios y las sombras que nada sé de ellos, que nada es igual de peor en la mínima falsedad transformada en elixir veleidoso de lo verosímil sólo... ¡Qué no lo cuente quitándole!. Ni ofertado.
Las gotas en la tormenta se elevan con el sol que se expresa desamparado en luz, suplicante, y en la danza ritual de los gestos. ¿Qué estoy diciendo?. Dices callando. ¿Acaso que he dicho algo?. Y sobre todo, bajo esas figuras. En los claros muros que murmuran, sin duda, y sólo a veces durante unos instantes en los nidos de nieve que vuelan bajo el hielo con virginal rubor en las ánforas de arcilla del aliento que se tiende acariciando lo que no se cuenta, lo que se quita de verdad, lo que se confunde con gracia y se enreda sutilmente.
___ ¿Qué tipo de vida hace la escena mortal del abuso más lleno de armonía?. ___Me dicen que digo, que la libertad de matar al débil y engañar a los ilusos, en la razón incólume del engendro sin freno que se agita porque nadie lo quiere... Y que sólo nadie debería contarlo, quitándole poco a poco la esencia que le evidencie en la maceta que se ha creído jardín. Pienso, casi creo sentirlo, porque escucho que en la lejanía lo dicen las montañas en la opaca quietud donde duermen los campos de rodillas en la penumbra incierta que decora las ventanas abiertas.
No obstante, en este cuento, y no contando con mi ausencia momentánea que hace bien a las cosas ya dichas, y que parecen iguales para que podamos distinguirlas en cuanto están lejos los subterráneos urgentes, y que del sudor un trozo se derrumbe como un sueño que se seca en las pasiones cotidianas, prolongadas y perennes. __Dices sobre todo cuando duermes y no sueñas, y lo callas destejiendo los silencios en el ramaje sonoro de los anónimos... ¡Un simple pórtico de las puertas falsas realmente colosales en el abismo de los rumores inventados en la impúdica certeza! .
Hacía frío bajo la frente cálida de una vigilia pescadora de linternas. Y pensó: ¡Tal vez es mejor no contarlo!. Desdecirlo con desdén y desdoro, desdoblarlo hasta hacerlo repugnante, como se pugna por descuajar la más mínima razón que esté en desacuerdo... Se sentó, hizo un gesto que viajaba en un agujero angosto excavando cuatro horas en el techo y luchaba a sus espaldas el terreno con la palidez de los obscuros fulgores.
Al final se fue feliz, soñando no haber dormido, tan despierto como la razón del último siglo. Y muchos supieron que estuvo ahí nadie, como siempre, obligado a no decir nada. ¡Y fue el mismo nadie de siempre!. El que calla cuando la ausencia lo escucha y el que habla en la presencia de la nada.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Dragones.
Dioses, sedme propicios para que no se ría de mi nadie. En una selva esmeralda, rodeado de libélulas azules, entre colibríes de fuego naranja e hibiscos de ensangrentadas corolas corre libre el Dragón Verde. Su mirada es profunda y enigmática como un atardecer junto a las pirámides. En cada uña de sus piés verdes hay un crisoberilo turquesa, y sus colmillos de oro devoran bueyes negros y tigres de pupila soberbia. Le acompañan libélulas azules, sus escamas de oro verde, irisadas, brillan en el atardecer entre los flamboyanes rojos y entre las acacias amarillas, y cuando vomita su profundo rencor de fuego salobre suenan tambores de guerra, marciales y estrepitosos, que despiertan las aldeas dormidas. Tiene el corazón verde de cristal y topacios y dicen que quien se lo arranca y se lo come vive diez mil años sobre la tierra. Los negros rabiosos le persiguen y le arrojan flechas envenenadas porque se ha comido vivo un niño recién nacido en el mismo momento del parto, pero él no teme a los negros porque su llamarada es inmortal. Conoce por su nombre a un Dragón azul. Un Dragón azul duerme en una cueva de oro apresado por un gigante que murió hace mil años. Tiene los ojos violetas y un aliento terrorífico. Sueña con otros dragones azules que habitan praderas de margaritas, que juegan y corren libres y se persiguen jocosos sobre la hierba, y vomitan un fuego terrible que incendia las salvajes hondonadas, son feroces animales de durísimas e irisadas escamas, sus uñas rompen caparazones de tortugas de carey, y sus corazones de oro curan la lepra al que se los come, por eso los cazan los guerreros de Persia con flechas y con lanzas y dicen que San Jorge cazó uno tan bello que los ángeles del cielo sintieron envidia de su cadáver herido y lo arrojaron al mar. En la cara oculta de la Luna, ajeno al mirar de los astrónomos, hay un Dragón de plata pura que juguetea entre los selénicos heliotropos. Brilla como el acero, como el aluminio, como la nieve, como la plata, y sus ojos son rojos como dos carbones encendidos. Está siempre rodeado de mariposas negras. Mariposas de la Luna, negras y brillantes como espejos, que adornan su manso andar de buey magnífico. Es una dragón y una pantera soberbia, vomita un fuego blanco, que hiela como la nieve, y es avaricioso. Guarda un tesoro de diamantes en una de las cuevas de la Luna, y tiene siete dragoncitos de plata, sus pequeños cachorros, que asustan terroríficos a los selenitas. Los Selenitas tienen una escultura de él gigante, a la que arrojan ofrendas de sangre y delante de la cual hacen dantescas orgías. Y es enemigo a muerte de las hormigas, que han prometido devorarlo en un juramento sagrado. En el sol, rabiando de fuego e ira, hay un Dragón colosal de oro puro, que vomita un fuego rojo como la sangre, y que vive entre tremendas llamaradas. Sangran sus fauces un fuego tan terrible que deja ciego a quien lo mira. Los habitantes de Sirio han jurado cazarlo, porque su piel sana las quemaduras. Es brutal, elefantiásico, deshonesto, taimado, y visceral, y arde de ira en cuanto se le provoca. Soberbio se acompaña de demonios de fuego de ojos verdes, y tiene más de un millón de años de vida. Hay un Dragón Transparente en el Palacio de Jade del Rey de Siam. Habita los salones inmensos de ese palacio. Catedral y laberinto. Vomita un fuego de cristal por la boca. Lo aman los campesinos que van a pedir justicia al Rey. Todos se arrodillan ante su majestad menos él, que impávido y casi invisible observa las audiencias del monarca. Es el protector del reino. Y el rey le tiene miedo. Es pavoroso pues se introduce en los sueños de la gente y mata. Conoce donde están enterrados todos los asesinados por violencia. Y es el primer arma en la batalla cuando el soberano se dirige a la guerra. Dicen que no tiene corazón y que por eso es inmortal. Más allá de donde muere el arcoiris hay un Pais de Hombres de mirada azul que cazan Dragones violetas. Que cazan dragones rosas. Son los Dragones fucsias, terribles asesinos, ostentosos mastodontes de ira coagulada, pétreos y fuertes, rotundos como encinas, y hermosos como joyas, de su sangre derramada se obtiene una ambrosía deliciosa, tan dulce y tan salada que hace olvidar todos los manjares de la tierra. Matan y destrozan las casas de los hombres, tienen la mirada terrible como la muerte, son viciosos, venenosos, lascivos, crueles, cuando torturan a un hombre lo hacen con paciencia, no desesperan en el tormento, saben desgarrar la piel y las entrañas, y su fuego es negro. En mi jardín del Oeste, entre los lirios zigomorfos, los hibiscos naranjas, y los pensamientos violetas, oculto entre los zarzales de las rosas, tengo un Dragoncito negro que echa chispas eléctricas. Está cargado de electricidad como los conmutadores, y es cariñoso, y fiel, y bonito. Y me acompaña a todos lados. Mueve la colita cada vez que me ve. Bebe de una fuente de ámbar puro y es agradecido y todo ternura. Echa chispas de electricidad como un alternador de Tesla. Y no sabe nada del mundo y sus maldades. Sería la misma imagen de mi alma si no la hubiese vendido hace mucho a los diablos. ........................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. Matando el Tiempo la madrugada de un Lunes. Espero que los Dioses me hayan sido propicios.
Dragones Pequeñitos en mi Jardín.
En mi jardín tengo siete dragones pequeñitos. Los veo jugar entre ellos a echarse fuego. Se echan fuego y se queman levemente y luego Saltan, y se persiguen, y dan volteretas, y se muerden las alas.
Son unos dragones muy bonitos. Uno es azul irisado y brilla al sol. Otro es verde, como un escarabajo. Otro es fucsia. Otro de plata, y hay uno que es transparente. Hay uno que es enteramente de oro. Y echa un fuego muy rojo por la boca.
El transparente es surrealista y mágico, y echa fuego transparente, Vomita un fuego transparente que quema como el orujo de uva. Y hay uno negro que se recubre de electricidad.
Las tapias de mi jardín son muy altas para que nadie me los robe. Beben de una fuente un agua muy fría que está llena de libélulas. Surgieron todos de mi corazón apasionado. ............................................................................ Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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