Siempre odié la música, recuerdo mi último año que la tuve impartida en el instituto. Tenía una profesora remilgada y un poco clasista que no se extendía mucho a la hora de hablar y de explicar, algo muy malo para la docencia y una clase repleta de adolescentes . Lo más que hizo fue enseñarnos a tocar un triángulo y la flauta (instrumento que se toca seimpre pero no se sabe para qué) pero no nos habló de música o sobre esos instrumentos. Nos mandaba trabajos de varios artistas, sobre todo de Mozart, durante varios años fue así . Sabía todo de Mozart, Mozart niño prodigio, su familia , donde nació, su vida... Pero no nos enseñaban su música o su pasión hacia ella. Recuerdo que me daba pereza ir a clase de música, en mi mente adolescente lo veía una pérdida de tiempo. Después, con el paso de los años, aprendí a tocar la guitarra solo, era autodidacta para aprender acordes y fui a mi ritmo y enfocado a lo que me gustaba, y eso si me consiguió envolver. Entonces comprendí que no odiaba la música, si no la percepción tan vaga y distorsionada que una profesora cansada de su oficio me daba de ella. Hace poco, navegando por internet, volví a toparme con Mozart, hablaban de que escondía un misterio que aún no se había resuelto, y es que nunca utilizó la nota Si bemol. Entonces caí que la vida viene según la tonalidad que tú le quieras dar, y no la que te impongan o te digan que es. Me pasó siempre, incluso en el amor. Hasta que en mi vida apareció una melodía preciosa en Si bemol.
Más allá de las tinieblas existió un hombre Conocido por el fracaso de sus delirios, Gritaba, hacia y nunca pensaba Tenía una extensa mirada, plana y mojada Escrutaba ideas sencillas y muy inhumanas Luchaba frente a otros y nunca regresaba Afilaba su espada matando sueños y esperanzas Surcaba siempre entre vinos y p*tas Un día cualquiera murió Y lo llamaron dios.
Aunque me caiga cien veces, mil veces,... me levantaré, tengo la fuerza de los caídos que no se levantaron, ellos secreta y discretamente me la dieron.
Aunque cuando caiga, haya fuerzas que se aprovechen, y empujen hacia abajo, que me pisen, besaré el suelo, rezaré, y me levantaré, como si nada hubiera pasado sin desdén.
No me sentiré cansado ni dolorido, simplemente más sabio y más flexible, tendrán que buscar nuevas argucias para tirarme, porque mi memoria absorbe y aprende.
Y sino me levanto,.. , pasaré mi fuerza a otro, que empuje más fuerte y con mayor sapiencia, al fin y al cabo, de un modo u otro..., Me levantaré.
Renace el espíritu, acompañado de fe y de esperanza Aparee la vacuna y del cuerpo, la salud de su confianza Darle gracias a Dios, con bendiciones y alabanzas Se acercan buenos tiempos de alegrías y añoranzas
Después de un largo año, cargado de muerte y toda clase de vicisitudes Año de nostalgias, de duelos, de llantos, de carros mortuorios y ataúdes Año de gritos lastimeros, que estremece el alma y al cuerpo sacudes Año fatídico, que encerró y enclaustró a las gentes y a las multitudes Año en que no se perdió la confianza, ni el amor, ni las gratitudes Año en que la mente y el cerebro, sigue intacta y llena de plenitudes
Dios le dio al hombre la sapiencia y su infinita inteligencia Le dio coraje, valor, amor, persistencia y resistencia Le dio paciencia, investigación y la mente clara por excelencia Ya inventó y creo la tan anhelada vacuna, con la ayuda de la divina providencia Todos esperan ser inoculados, con rapidez y con gritos de urgencia Que retorne la vida cotidiana, con alegría y voces amables de complacencia
Se acerca el final de mortal virus y su atroz pandemia se estará acabando Pronto cesará el caos y los miedos estarán con cautela pasando El covid19 pasará a la historia, pero sus cenizas se seguirán en los camposantos dejando Sus llantos y quejidos con sus ecos, se seguirán a lo lejos escuchando Quedarán derramadas lágrimas de seres queridos y por siempre los estarán recordando
El tiempo pasa y traerá nuevos gozos, nuevas alegrías cargadas de felicidades Las gentes despertarán de esta atroz pesadilla, que azotó sin piedad en las oscuridades Volverán los saludos, los abrazos, allanando reencuentros y voluntades El sol nos iluminará y estrechará más nuestras amistades Los rayos de la luna nos arroparán de amor y de idilios por cantidades Vendrán nuevos trabajos, nuevos amores, llenos de oportunidades Se escuchará de nuevo las sonrisas, desterrando caos y soledades Ya vacunados vendrá la calma, la tranquilidad y nuevas novedades Cesarán los miedos, los horrores y las ansiedades Darle gracias a Dios por cuidarnos, protegernos y bendecirnos con sus bondades Vendrán nuevos tiempos colmados de amores, pasiones y otras comodidades
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga diciembre 19-2020
Tiempos que pasan, sorteando toda clase de vendavales De amores e ilusiones, desde el inicio originales Novias eternas, que ocultan amarguras en sus oscuridades Penumbras que acechan, ocultando emoción de voluntades Novias eternas, que el miedo las acorrala en sus seguridades Pierden la noción del tiempo al perder sus libertades Novias eternas, que eluden los pánicos de las soledades No se sienten del todo seguras, acrecentando debilidades Novias eternas, vacilantes en el fragor de sus intimidades El nido de la emoción se enfría, el ego de sus vanidades Esperando que la situación cambie, amainando las tempestades
Novia eterna, sin premura para la convivencia Se llena la mente de conflictos, eludiendo la providencia Sueña con el día de la boda, con ardores y vehemencia No desea que el amor se pierda y derrumbe su decadencia Pesadillas que quitan sueños, de letargos de somnolencia Desea estrecharlo y entregarle su cuerpo a su complacencia
Novia eterna del ayer y de hoy, hasta que el sol en el infinito despierte Novia de siempre, de amores añejos con risas se divierte Pierden el sentido de la vida, que los años pasan y advierten Esperando que el novio la lleve al nido de la suerte Como la abeja lleva la miel a la colmena, vuela y en dulce se convierte
Novia eterna, como guardián que vigila a radiar los corazones Pendiente del amor y sus nobles relaciones Se has tomado el vino, rompiendo la copa que arde en sensaciones Novia eterna, que dejas enmohecido el vestido blanco de las pasiones El roer de las zapatillas, el caminar de sus preocupaciones
Novia eterna, que se entrega a los amores furtivos y placenteros No quiere obligaciones, ni ataduras, ni barrotes de prisioneros Como barca que zarpa del puerto, sin timonel ni barquero Como labios, que aspiran humos de cigarrillos, sin cenizas, ni ceniceros
Novia eterna, que despliegas pasiones en noches de amanecidos Sueños de quimera, de anhelos sublimes en el horizonte permanecidos Amores rancios y envejecidos, que su corazón rechaza de solteros y maridos Novia eterna, que navega en aguas de mares y ríos desconocidos De ilusiones y espejismos, de amores y emociones, proseguidos De guerras y luchas sin armas, de espíritus combatidos
Novia eterna, que tiene al pretendiente en un sopor profundo Con su vestido blanco deshilachado y de olores nauseabundos Lo tiene cautivo de andares, de soledades de vagabundo Novia eterna, de amores en retirada, de pretendientes meditabundos Novia eterna, que apaga el pabilo de aquel solitario, que quedó taciturno y moribundo “Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga – septiembre 28-2020
Hay un lugar en mi corazón… este es grande y noble para abrigarte…
No creo que te sea extraño… después de tantos años siendo vecinos expresarte mis motivos y sentimientos…. que llevo por dentro.
Si nunca te manifesté estos de una manera tan directa aunque indirectamente se que los has notado, fue por el respeto y admiración que te he tenido…
Hoy la vida me da otra oportunidad de volver a enamorar, amar y tener una pareja, para hónrala, sin ninguna barrera y colocar estos sentimiento en su lugar de privilegio, este no tiene si no un nombre… TU MUJER.
Se que te produce incertidumbre escuchar o leer estas líneas, pero la vida continua….
Que no se venda el respeto, ni se compren las conciencias, no se vulnere el derecho, ni se compren las sentencias.
Que no se compre la vida, no se venda la vergüenza, que no sea la dignidad, mera moneda de cambio, ni se sacrifiquen vidas, en aras de un bien mayor, por muy grandioso que sea, no se venda al por mayor, ni el valor ni la decencia.
Alto y claro habla el amor, sin cortapisas ni reglas, sin razones superpuestas, sin frenos que le contengan. Alto y claro habla el dolor, que de ser cruel no reniega, y habla sin pausa la voz, de las mentes verdaderas, que alto y claro se expresan.
No se venda la salud, que cuide al pobre y al necio, sin importar el color, de la piel de quien se enferma. Que no se compre la prisa, ni la ignorancia se venda, ni se aplaste al inferior, porque carezca de hacienda, no se abuse del menor.
La voz cascada se aleja, de tanto sufrir la afrenta, piernas y manos atadas, y amordazada quien piensa. Que los cuerpos no se vendan, como valiosas prebendas, que no se arrebate el Sol, al inocente que encierran. Que las carnes no se graben, con hierros de propiedad.
No se levanten fronteras, ni se apropie la maldad, de quienes buscan hogar, ni reine el odio y la ofensa, no se ampute la verdad, ni la libertad sea rea, de quien el poder ostenta, ni la dignidad sea presa, al albur de los demás.
Alto y claro se denuncie, el abuso y el maltrato, y sea el amor el retrato, de cada instante vivido, que no se venda al amigo, ni se pisotee al caído, que no hay un ser inferior, por su color ni su oficio, que amar no sea un sacrificio.
Ni se venden ni se compran, los derechos adquiridos.
No olvides estoy casi imperfecto y el mar que sacude mi horizonte se enreda en la triste pena y cae estrepitosa sobre la tarde que sonríe como si todo el fin comenzara.
Yo lo se es tan solo el comienzo la tierra y mis raíces aumenta la tempestad que mi mente expande y riego una mirada al fondo del verde que dibuja su cuadro de vida y muerte resignación, resurrección espejo de mis alas que vuelan al mundo que siempre he soñado.
La Tierra grita furiosa, ante el castigo infringido, nadie escucha su lamento, en sus quehaceres sumidos, no quieren oír sus gritos, que de las entrañas nacen, priman más las letanías, que son cantos de sirenas, que ciegan mente y sentidos.
Violentas voces se alzan, de rencor profundo llenas, no admiten palabras sabias, ni otras razones sinceras, el odio anida en sus ojos, que miran de otra manera, suenan aires de venganza, en sus perdidas cabezas.
Muchas mentes se aglutinan, para buscar cauces nuevos, necesarios argumentos, que conformen una idea, que despeje las conciencias, que rompa la vida errática, que aliente las mentes presas, en recurrentes nostalgias.
No hay lágrimas que soltar, ni suficientes los ríos, de sollozos en las ciénagas, el hedor provoca nauseas, que a los más sabios infectan, son palabras sincopadas, que reclaman metas nuevas, que en un grito se revelan.
El cielo rompe a llorar, lagrimas grises y negras, mira desde su atalaya, y no puede contener, el torrente de sus lágrimas. Se acerca el amanecer, por fin llega la alborada, desprendiendo gotas mágicas.
Un atisbo de esperanza, en duermevelas se escapa, bajo una luz cenital, observa al mundo, que brama, sumido en la cruel vorágine, que el mismo mundo creara, descabezados los sabios, de mentes privilegiadas, como posesos sonámbulos.
La Tierra a gritos reclama, mentes sabias de templanza, respeto a raudales quiere, más valor, menos palabras, más amor propio y conciencias, que asuman sus propias fallas, que se conciencie al retoño, sea ley la palabra dada.
Con desespero nos grita, la Tierra seca, agostada, desde las grietas profundas; Que sea el amor la palabra.