|
Escalar una montaña o llegar hasta donde de pueda y bajarla contentos El pico esta brindado Decidir seguir o bajar en cada paso Decldo subir Un precipio esta a tus pies Doy unos pasos Pero me quedo agarrada de pies y manos Sin donde asirme en el siguiente paso Griro y uno cruza el muro para lenantrame Yo le grito no Nos caeremos juntos Grito sujetarle desde dentro del muro los pies, No puedo desde aqui asi angustiado responde Dos jovenes cruzan el muro y me agarran los brazos Alzandome un poco El me agarra desde los hombros y tira elevandone Cruzo el muro a volandas Dentro en la cima me halló Me abrazo con fuerza y nos besamos Los demás aplauden y la felicidad cubre el dia Pues gracias a todos ha sido posible que acabase en alegria El encuetro del amor en la cima de la vida
21/03/2021 ©Dikia
|
Poeta
|
|
Juan Machete
Cuenta la historia rural de mitos y leyendas, de anécdotas hermosas De esas que el susurro las lleva y el tiempo las guarda en forma misteriosa Que el aire arrastra sus espantos, en forma siniestra y dolorosa De horrores y temores, de miedos, que acechan de soledades asombrosas
Cuenta la historia que, en los llanos orientales, vivió un hombre ambicioso Apodado Juan Machete, tirano, despiadado y codicioso Llevando al cinto un machete largo, como su estatura cortante y muy filoso Flaco y mal vestido, de harapos sucios, apestoso y oloroso Recorría valles y llanuras con su familia, de avatares dolorosos Por donde iba dejaba rastros siniestros, horripilantes y temerosos
Una noche oscura de rayos y centellas, de truenos en la inmensa llanura De relámpagos y lluvias, que estremecían la vegetación y su frondosa espesura Juan, en medio de su soledad, blandiendo su enorme machete hasta la empuñadura Desesperado por su situación que lo embargaba, con su temible amargura Se apeó de su caballo, tirando de su soberbia la armadura El cielo se iluminaba, reflejando en el llano, la sombra de su lánguida figura de su estatura Gritando a todo pulmón, satanás, satanás, satanás, el clamor de su desventura Y un fuerte estruendo, cargado de truenos y rayos, iluminó el andar de su cabalgadura Pálido y tembloroso, no podía creer lo que tenía al frente, de su loca chifladura El mismísimo lucifer, criatura del mal, con una capa negra de llamas hirvientes de su armadura Le propuso un trato, que corrió por el llano, del chisme, que las gentes aún hoy murmuran
Hizo un pacto maléfico con el demonio, a cambio de poder y riquezas Entregándole la familia, mujer e hijos y el cúmulo de sus horribles tristezas Su alma y su cuerpo, por haciendas y ganados con sus alambradas y fortalezas Y el diablo le entregó tierras y llanuras, morichales, llenos de aves y animales, el colorido de sus bellezas
El pacto diabólico era monstruoso, terrorífico, de exclamaciones palpitantes Juan cogió un sapo y una gallina, vendándoles los ojos con un oloroso turbante Y los enterró vivos, en la noche del viernes santo, en forma miserable y escalofriante En la soledad de la llanura, se escucharon alaridos y gritos espeluznantes y agonizantes Gritando a los cuatro vientos, lucifer, lucifer, lucifer, con rabia de poderes triunfantes Y el diablo le contestó “pacto hecho, hasta el día que yo decida” y una llamarada de fuego se esfumó en forma ondulante
A Juan Machete, le llegó una racha de buena suerte, sin dar explicaciones Adquirió haciendas y ganados, el fervor naciente de sus admiraciones Prosperaba asombrosamente, siendo el mandamás, sin ley, ni discusiones Fortunas y riquezas, aceleraban murmuraciones del pueblo, pidiendo claridad para sus confesiones Juan Machete, se volvió tirano y despiadado, usurpando otras tierras, haciéndolas suyas, en sus posesiones Sacando a sus propietarios a latigazos, en sus cabalgaduras, sin lágrimas, ni compasiones
Una noche iluminada de luna llena, se escuchó en sus haciendas un escalofriante bramido Un toro gigante y enorme, nunca antes visto, ni por allí existido De color negro azabache de cascos y cachos blancos, de su imponente fortaleza, vestido Juan Machete no le dio importancia al inmenso toro y pensó que se había extraviado y perdido Duró un tiempo en sus llanuras, era el padrón, que el diablo de regalo, le había ofrecido Era codiciado en los alrededores, de las ganaderías el único preferido
El mismísimo lucifer, le envió una cuadrilla de peones raros y misteriosos Comandados por un tal Constantinoplo, de soberbias, altanero, cascarrabias y furioso Hicieron de las tierras del llano, corriera sangre y lágrimas de llantos dolorosos Juan Machete se sentía el hombre mas ansioso, temeroso y de fortunas asombroso Con su poder y riquezas, compraba conciencias de alardes asquerosos No aceptaba órdenes, porque llevaba por delante, la maldición de lucifer, de semblante tenebroso
Un día menos pensado, Juan Machete, empezó a sentir miedos y temores Presentía que se le acaba el tiempo y lo azotaba el sudor de sus calores Tenía que entregarle cuentas al rey de las tinieblas, de sus adefesios y horrores Empezó a sentir tristeza por su alma, presa de lucifer y sus engendros cazadores Los peones se desaparecieron como por encanto y todos sus lugartenientes y trabajadores Quedó solo en medio de la inmensidad del llano, sin protectores y salvadores Se oscureció en un santiamén y se apagaron sus brillantes y falsos esplendores Todo lo que creció como espuma, se fue disolviendo, como la pesadilla de los soñadores Todo lo pactado tiene su tiempo y su plazo y la señal de sus amenazadores A Juan Machete, le ha llegado la hora de pagar a sus horribles inquisidores El verano y las sequías, secaron los morichales, la belleza de la naturaleza y sus fulgores El ganado se murió, otros saltaron las cercas, la alambrada y los sufrimientos de sus dolores Las flores y jardines se marchitaron, sólo quedaron a la deriva, la podredumbre de sus apestosos olores Las mansiones se deterioraron y se cayeron, sólo quedaron en pie, las paredes de sus horripilantes horrores
Solitario cansado y ojeroso, con su machete al cinto, huyo despavorido y desesperado Se internó en el bosque y allí en una cueva oscura, por lucifer era esperado Llevó a cuestas sus cofres y tesoros y dineros, entre malezas caminado Un voraz incendio, devoró su formidable fortaleza, de anhelos buscado Arrepentido del pacto con el demonio, la llanura lo devoró sin llantos y por nadie preguntado Convertido en una bola de fuego, pagó su deuda con el maligno, de alaridos sin pena gritados
Cuenta la historia entre sus mitos y leyendas, de relatos rurales asombrosas Que las gentes de los llanos ven a Juan Machete, en forma espantosa Como una bola de fuego hirviente, con su machete en lo alto, blandiéndolo en forma temblorosa Se le presenta a todos aquellos, que quieran desenterrar sus tesoros, de guacas y dineros misteriosas Sachándolos a planazos calientes y marcándolos en las noches oscuras y tenebrosas Con el diablo no se negocia, ni se hacen pactos, a cambio de riquezas y de alardes majestuosas
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga marzo 16-2021
|
Poeta
|
|
Que te besé hace poco, sí, que quiero más, sí… que traes en tu piel y boca, un infinito de delicias por explorar y disfrutar, sí también, es que besarte es mi adicción, la sed loca… aquella, de la que habla un anónimo: “que solo puede saciar otra boca que tenga la misma sed”.
Hay un algo de hálito divino, de vida, que hallo en tus besos, tu boca, tu piel, que me urge sentir, que necesito, como al oxígeno, como mi sangre y es que, en esta comunión de bocas, nuestras almas se funden en una sola llamarada de luz, de ilusiones, de esperanza, de nuevos sueños.
Deja que te bese y que en cada beso atesore, algo de tu ternura, de tu calidez, de tu pasión, que recorrer a besos tu piel, descubra siempre, oasis desconocidos, con fuentes inagotables de tremores, placer, demencia por más besos, deja que intente contar lo que está más allá de ese conjunto exquisito de tus labios y boca… pero antes, inspira mis líneas con un beso más.
|
Poeta
|
|
Quiero pescar alondras con mis versos
buscando de alcanzar siempre la orilla
mientras camino silencioso por las calles
otro día pasa, otra lágrima cae
La música en el viento paseaba
la tarde aquella, en que te vi partir
y pasaran los días, pasaran los años
pero olvidarme de tí, nunca lo haré
Fui poeta hambriento de hermosura
jugando con la vida y con el tiempo
y quise jugar con las hermosas
en un triste juego en que lo perdí todo
Cansado por el peso de los ojos
en mis ojos expresando soledad
recuerdo las palabras que decías
soy mucha mujer, no me engañes jamás
Como tiembla la gota de la lluvia
al deslizarse, a través del ventanal
así tiembla mi alma al no tenerte
y sabiéndome culpable, lloro yo
Recordando los años que volaron
vagando por las calles tristemente
luchando contra un viento sin destino
luchando sin luchar, no lucho ya
He perdido en la batalla del olvido
por tantas noches que quedaron no olvidadas
la suerte me marcó con crueles trazos
más no he de maldecir a quién me quiso
En el triste carrusel de la vida
me perdí entre el vino y las mujeres
y aquella esposa que abnegada me esperaba
contaba las horas, para que regresara yo
Una tarde al regresar, ella no estaba
solo una escueta mesa en la mesita
sigue aquel camino que escogiste
pero olvidaté de cuanto te quise yo
|
Poeta
|
|
Ser tu prisionero y esclavo
Ser el esclavo de tu hermoso corazón Ser tu prisionero, atado a la cama, a tu morada y a tu habitación Ser el siervo, que te sirva sin pedir ninguna explicación Sumiso al vaivén de tu cuerpo y a tu íntegra disposición Ser tu esclavo, que te llene de amor, de sexo y de satisfacción Obediente y el único vasallo, que te arrope en los ardientes de tu desesperación Ser el plebeyo, que cumpla a cabalidad con la misión de tu confesión Estar sometido a tu cuerpo, que arde en llamas sin compasión Ser tu recluso y tu carcelero, la explosión de tu excitación
Deseo ser el esclavo, que te cubra en las oscuridades Estar sometido a las pasiones de tus ardientes necesidades Humilde y obediente, que calme las debilidades de tus curiosidades Ser el presidiario, que cuide los inviernos y los fríos de tus soledades Dejarse doblegar del aire, el huracán de tus velocidades El manso curandero, que cure y alivie tus penas y enfermedades Deseo ser el esclavo, que desprenda las enaguas de tus intimidades
El esclavo que derrita la miel, que desprenden tus abultados volcanes Estar encadenado a los jardines, a las rosas y a tus tulipanes Ser el esclavo dócil, que espante los holgazanes y don juanes El sumiso, que te cuide de las picaduras de arañas y alacranes
El esclavo que se adentre en el espíritu de tus bellos pensamientos Ser tu prisionero, que arrebate la emoción y la pasión de tus alientos Ser el pecho y el hombro, que seque las lágrimas de tus sufrimientos La trinchera, que esconda y apacigüe las ansias de tus remordimientos Ser el humilde vasallo, que aguante los gemidos y los gritos de tus lamentos El siervo que rompa los harapos, que cuelgan de tus estremecimientos El esclavo obediente, que aguante y resista las iras de tus temperamentos
Quisiera ser tu esclavo, que prenda candela a la fogosidad de tus ardientes calores Ser sometido a la pasión y al ímpetu furtivo de tus quereres y amores Ser el esclavo de tu sexo, que arde en llamaradas de tus interiores El plebeyo doblegado a la lujuria de tus excitaciones encantadores Ser tu esclavo, que te lleve al éxtasis y veas el paraíso de tus placeres conmovedores Ser tu siervo dócil, mujer, el sueño acariciado, la pesadilla de soñadores
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga febrero 18-2021
|
Poeta
|
|
Tan real que los caminos se han iluminado bajo algo que no se pero vive en mi y no descansa tanto como la hierba que cubre mi jardín el insecto silvestre y la luna dorada tanto como sentirme libre en la naturaleza de los ojos.
|
Poeta
|
|
Como el viento en las tardes de nuestras montañas, invadiendo hasta el alma con su penetrante frío, que evoca y convoca al refugio… cálido, acogedor, de la casa, de lo amado, de la fortaleza que no cae, así me han llegado, las noticias que me dicen de ti, a ramalazos, como recia lluvia, en la puesta del sol…
Como candente brasa, que funde el más fiero acero, he sentido derretirse desde mi memoria y el alma, cada pizca de control, de cordura, de coherencia… y no puedo más que sucumbir en total indefensión, al resplandor arrullador e inquietante de tus ojos, esos hermosos y profundos ojos en que me pierdo…
Cómo no reconstruir desde tu sonrisa y alegría, la fuerza y valía que atesora cada detalle amado, las avenidas resplandeciendo enlazado a tu mano, el tiempo mismo, transcurriendo como debiera, lento, muy lento, para esculpir en mi esencia, cada rasgo y expresiones tuyas y absorber como sediento colibrí, todo el néctar derramándose desde tu exquisita boca…
Los giros impasibles de sol por medio, con el paisaje, cambiaron muchas cosas, menos las montañas y el frío, de la energía derrochada en los años púberes, hoy, con vehemencia y todas las ilusiones sonrío, suspiro y te vuelvo a amar, intensa e irresponsablemente… sin reservas, sin temor alguno, con infinito fervor...
Lo que la vida interrumpió, el universo lo encontró, reverdecen en mi alma mariposas y suspiros, la luna, está llena y suspira conmigo, tanto que le hable de ti, como la primavera, que se adelantó y florece rosales, para formar un arco iris con ellas que me lleve hasta ti, ¡mi Cielo!, bendito espacio, que tanto buscaron mis alas y lo surcarán, contagiadas por la fiebre icariana, para explorar más vida en tu cosmos y ojos… Cielo mío…
|
Poeta
|
|
Día internacional de la mujer
Mujer aguerrida y hermosa luchadora Valiente de alma y espíritu, de aires encantadora Mujer osada e intrépida, berraca y trabajadora Con su cuerpo bello, placentero y apasionado, que enamora Mujer fuerte y audaz, de su presa ágil, de manos suaves cazadora De pasiones y amores, que en un santiamén devoras Se le mide a todo, con sus bendiciones de ángel salvadora Mujer sincera y verdadera, de lágrimas y llantos conmovedora De luchas por metas inalcanzables, de sueños de anhelos soñadora Prodigio de Dios, que en su cuerpo la vida con amor elabora Guerrera y batalladora, siempre sale airosa y la única vencedora Se ve amenazada y maltratada por sus sueños, que añora
Con su grito de emancipación, pidiendo con sangre sus libertades Igualdad de derechos para sus trabajos, sus espacios y necesidades Mujer que pide salir del ostracismo y de las temibles oscuridades Valerse por si misma y con su sudor, suplir sus necesidades Más de ciento cincuenta años de luchas, sacrificios, para alcanzar sus felicidades Ha valido la pena sus lágrimas derramadas, sus muertes, sacrificios por alcanzar sus oportunidades Qué sean reconocidos en igualdades, por las sociedades Mujer que pide igualdad de género, sin sacar a la luz sus miedos y debilidades Derechos de igualdad de justicia, que ameritan sus nobles dignidades Desterrar la violencia contra la mujer, que aflige sus necesidades Acabar con el acoso sexual, que arrastran la violencia de sus intimidades Maltrato de cuerpo y mente, que huye en medio de sus soledades Reconocer su valentía en el papel clave de la historia, con sus verdades Generación de igualdad y un futuro igualitario, con sus adelantos y realidades Salarios y oportunidades laborales iguales, con sus capacidades Políticas públicas, que garanticen la no repetición de la violencia, que arrastran miedos, caos y dificultades
Mujer preciosa, que con su cuerpo agita el grito de la revolución Eres un jardín florecido para el amor y la pasión Mujer delicada y atractiva, de sus bellos sueños lleva a la imaginación Eres un volcán, que emana lava hirviente, llena de vigor y satisfacción Con su triángulo hermoso, lleva al hombre a la perdición Con su caminar elegante y pausado, lleva al colapso a más de un enamorado Eres el centro de la vida, por siempre con amor recordado Sus gemidos apasionados, no tienen eco por nadie escuchados Mujer luchadora y valiente, sus sacrificios son arduos y demasiados Hoy y siempre se le rinde un atributo de venias y amores contemplado
Mujer placentera y encantadora, que hace vibrar al hombre sus corazones Compañía ideal agarrados de la mano, en todas las ocasiones Eres un manantial cristalino y transparente, llena de agradables sensaciones Eres del mar la espuma, que va y viene de la playa en amor terminas Eres el aire, que lleva el huracán desenfrenado, agitando emociones Eres de la montaña, el valle y el verdor resplandeciente de ilusiones Eres el rayo de la luna, que ilumina las noches de placer con sus fervientes misiones Eres la fragancia de la orquídea, llena de aromas y satisfacciones Ha valido la pena sus luchas, sus sudores, sus libertades, llenas de consideraciones Su emancipación lleva la sociedad, a reflexionar en la labor de sus acciones
Mujer primorosa, siempre luces brillante, encantadora y hermosa Mujer fantástica, con sus placeres brillas en lo alto grandiosa Mujer luchadora, con sus arduos trabajos de quejidos silenciosa Mujer aguerrida y valiente, de sus corajes se siente orgullosa Mujer soñadora, de sonrisa de semblante graciosa Mujer sincera y cordial, de valores extendidos valiosa Mujer guerrera y batalladora, de trincheras asombrosas Mujer gladiadora y emprendedora, de trabajos valerosa Mujer espontánea y efusiva, como mariposa vigorosa Mujer noble, de su vientre la vida amorosa y cariñosa Mujer osada e intrépida, que no le teme al tiempo siendo siempre dichosa Mujer, que Dios la puso en la vida, de quereres y emociones prodigiosa Gracias mujer placentera y encantadora, de pasiones ardientes fabulosa Gracias mujer, por dar con el hombre la vida, de amores grandiosa Mujer agradable, de saludos y abrazos, por siempre afectuosa Qué Dios la proteja y la guie de bendiciones y oraciones poderosas
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – marzo 08-2021
|
Poeta
|
|
Los faroles de los muertos
¡Y venían bajando lentamente los muertos! Traían entre sus esqueléticas manos, faroles calientes Antorchas que iluminaban las montañas y llenaban de miedo a los inocentes Se escuchaban alaridos y quejidos, de unos débiles y de otros valientes Cadáveres de ancianos, adultos, jóvenes y otros adolescentes Calaveras blancas, grises, marrones, negras, mostrando la dentadura como si estuvieran sonrientes Muertos que pasaron sin pena, ni gloria, para sociedades indiferentes Muertos andantes, sin lágrimas derramadas de aquellos ausentes Restos de finados, de sangres acumuladas por afluentes de sus torrentes ¡Y venían bajando lentamente los muertos!
Sus esqueléticas osamentas ondeaban sus faroles, acrecentando sus venganzas Cruzaban ríos y praderas, las tierras perdidas de sus añoranzas Pidiendo con sus iluminadas teas, justicia para sus abominables matanzas Sus ondeantes antorchas, bailaban al ritmo de sus creencias y alabanzas ¡Y venían bajando lentamente los muertos!
Restos de cadáveres, unos aniquilados y otros reventados Otros mutilados, destrozados, por nadie rezados, ni preguntados Muertos verdaderos y otros falsos, de inocentes de imaginaciones creados Esqueléticas figuras andantes, que el tiempo olvida y no son recordados Vidas que se apagaron entre la maleza y ahora son afanosamente buscados Muertos de fantasmas, de gritos sin ecos, sin distancias escuchados Finados buenos y otros malos que, al fin y al cabo, fueron silenciados Faroles incandescentes en las noches oscuras, de campos iluminados Sueños que se truncaron de metas y anhelos, de huidas marchados ¡Y venían bajando lentamente los muertos!
Se escuchaban alaridos escalofriantes, terroríficos y espantosos Las esqueléticas osamentas con sus faroles, se veían a lo lejos luminosos El ambiente se tornaba en lúgubre, tenebroso, siniestro y pavoroso Las montañas, valles y praderas, atemorizaban con sombras asombrosas Fantasmas sin espíritu y sin alma, de caminos tenebrosos Cadáveres de difuntos, marchitos de la sociedad, apestosos y horrorosos ¡Y venían bajando lentamente los muertos!
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga marzo 02-2021
|
Poeta
|
|
Quiero quitarte esa totura y ser tu cura, tu vacuna. Vencido escribo para vos,capaz es un poco explosivo Quiero ser tu negocio sucio porque con otra renuncio Quiero ser tu esperanza y tu confianza. Tambien quiero ser tu amor eterno porque sin ti no duermo. Quiero que seas mi luna, mi fuga y tambien mi vacuna Apuesta por mi puesta, capaz nos cuesta pero lo vamos a lograr Tambien quiero ser tu rival y tu perro leal. Y tambien quiero que sepas que El carusel nunca para de girar y si hasta por ti comi la arena pero quiero ver tus venas.
|
Poeta
|
|