Ya son varios meses de que yo te ruego, mis ansias a veces parecen de fuego.
El alma no piensa, no entiende razones, solo busca intensa vivir de pasiones.
En cuestión de amores si no hay atadura, si faltan candores, se pierde cordura.
Corazón no amado llega a la locura desilusionado pacta una conjura.
Pues quiere tenerte la turbada mente al sentirse inerte se vuelve demente.
Domina la hormona, pierde la conciencia mi vida perdona toda mi insistencia.
Buscaré en el lago que te haga un hechizo la magia de un mago, pues, tu ser preciso.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Lago de Pátzcuaro, Estado de Michoacán de Ocampo, México, a 05 de febrero . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Una rosa solitaria de gran esplendor ha crecido en mi jardín En su delicada anatomía presenta formas perfectas que deleitan mi mirar Rosa solitaria que en sus pétalos quedó atrapado el color del magestuoso sol Rosa solitaria de belleza excepcional Que engalana con su forma la belleza terrenal Rosa solitaria en su fragancia excepcional lleva el mensaje de la pasión celestial Rosa solitaria que adorna mi jardín y hace brotar la pasión De donde brotan los sueños EnriqueCanchola 2021 01
Ojos que se humedecen, inyectadas pupilas, pestañas mariposas son redes que deshilas, tejida en un chinchorro se apresa una tragedia, Janitzio se sorprende por mi alma que te asedia.
Tormenta, lluvia negra, cual nube se adivina, bañado en propias aguas de espuma blanquecina me queda poco tiempo, llegué tarde a tu vida, mas, tengo la esperanza mi ser en ti se anida.
Sin brújula naufrago, el vigor ya fracasa, te pido que me salves ven pronto en tu barcaza flotante, cariñosa, con cadencia de amor tus remos multipliquen las ondas del candor.
Soy el pescado blanco que agónico se queja, acuoso ser plateado que nadando se aleja, ¿seré por siempre, yo, con toda mi entereza p’urhépecha de estirpe, fiel linaje de alteza?
Sueño con un estanque pausado y redimido con aquellos paisajes que recobren sentido, que emerjan de sus entrañas lindas primaveras, que ecología y naturaleza sean verdaderas.
¡Qué mi llanto colme la inmensidad del lago, qué mis lágrimas tristes sean salado empalago!; han muerto atardeceres fugaces que fluyeron ocasos palpitantes de brisas que se fueron.
Temprana oscuridad frágil tenue espesura, deseo besar tus labios la miel de su dulzura, tal vez alguna noche vagando en la ribera comprenderá la luna a este ser que te espera.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México . . . Reg. SEP Indautor No. 03-2016-070109301200-14
Tú sabes dónde buscarme, Tú sabes cómo encontrarme, Ven y róbame nuevamente el corazón Y haz de mi alma tu tibio cobertor.
Pronto dejarás de ser El ardiente sol de verano, Que aunque ahora, aún quema la piel, Se pierde anodino en el atardecer…
Ven y descansa tus alegrías y pesares Sobre el mar inmenso de mi pecho, Te estaré esperando para contener, Tus ardientes rayos en mi cuerpo anochecido.
Ven y rodea mi cuello con tus brazos Para escuchar cantar al violín, al chelo Uniendo voces con el arpa y la guitarra, Oirás tu nombre, en grata melodía.
Amarnos, será perdonarnos Y brillarás eternamente, Con tu carita de luna llena, En el cielo de mi amor.
RECUERDOS De tu risa infantil casi religiosa y de tu pelo ensortijado Que se enredaba cariñosamente entre mis dedos, Guardo en mi memoria toda la pasión vivida En los estrechos pasillos de vueltas y vueltas, Donde el exiguo espacio deja pasar el tiempo tembloroso Iluminando con luces palpitantes lípidos recuerdos pasionales. De tu sonrisa ilusionada de aquellas primaveras, Cuando mi amor envuelto entre suspiros te miraba, Remirando los volúmenes encantos que tu cuerpo exhibía Y con ello mi mente construía, fantásticas ilusiones Que iban mis anhelos hambrientos construyendo. Extasiado transcurrían mis tiempos qué movían Mi obsesión de tenerte entre mis brazos, esos brazos Que te llenaron de caricias y que en cada movimiento te perdían. Recuerdo esos tus labios que barrieron mi cuerpo sin reproches En cada jornada de la vida, ya fuera de día o de noche. Recuerdo tu boca que afanosa el hambre bebía De mis labios el licor ardiente que lentamente moría. Aún quedan en mi piel los tatuajes de tus labios de fuego Que escaldó mi incertidumbre y mi dolencia. Guardo en mi memoria los suspiros del amor Que con sus alas de misterio volaban en el cielo de la noche Para desaparecer donde se curva el tiempo Y la noche se vuelve día cuando aparece el sol iluminando Los recuerdos de nuestra mística pasión vivida. 23122020ECMDR
Cabello largo negro, sedoso, tu amor tiene algo muy caprichoso.
Es bello marco para tu cara cual cielo zarco en mañana clara.
Un terciopelo para mis manos que dá desvelo a quereres vanos.
Luce sereno sobre tus hombros, yo, por ti peno, mi alma en escombros.
No tiene broches, moños ni adorno, solo las noches de su contorno.
Huele a fragancia de frescas rosas, te da elegancia, la de las Diosas.
Tu cabellera llega a cintura, toca cadera, linda figura.
Tienes por sello mata de pelo, en tu cabello tierno recelo.
Tenme confianza teje una trenza dame esperanza de dicha inmensa.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 09 de octubre del 2010 Dedicado a la belleza p’urhépecha, Srita. Estrella Catalina López Gabriel Reg. SEP Indautor No. 03-2010-102913333100-14
“¡Ay, que bonitas manchitas, si no me amas me marchitas!”
Son míos los lindos lunares por cierto crepusculares negros, color obsidiana, de una primorosa dama.
Todos éllos son redondos de sentimientos muy hondos, son pintitas, cual joyel, pintaditas con pincel.
Como oscuro moscatel que le adornan bien la piel andan cerca de sus labios me dan ganas de besarlos.
Coquetos en la mejilla, situados en la barbilla, son reflejos de la luna en mujer como ninguna.
Aquel pegado a los ojos es dueño de mis antojos, el de arriba de la ceja el corazón lo festeja.
Son de un influjo benigno, signos de su rostro digno, el misterio los envuelve ni la magia los disuelve.
Sus embrujos son tan castos, ¡lindo enigma de esos astros!; yo, quisiera interpretar, fantasear, poder soñar.
Profetizar por su forma la señal que los conforma, ver en éllos el futuro para hacerles un conjuro.
Augurar feliz destino que un hechizo sea su sino, adivinar buena suerte ojalá que mi alma acierte.
Y si es en vano el intento no hay encono me contento, lunares son esas pecas que, si las tienes, . . . no pecas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Santiago de Querétaro, Estado de Querétaro, México, a 26 de mayo del 2010 Reg. SEP Indautor No. 03-2012-030612580800-14