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“Que su voz nos ofrendara . . .”
Falleció Alejandro Algara, ojalá me equivocara, se murió, nos abandona, su ser melodías no entona.
Apesadumbrado Apolo el Dios ha quedado solo, la música no se escucha la vida perdió una lucha.
Los cenzontles, los jilgueros, los pájaros agoreros, han cerrado su piquito su pecho se hizo chiquito.
El gremio de los tenores, él fue, al fin, de los mejores, también acalla garganta está de luto, no canta.
Pues la pena los embarga, la jornada será larga de silencio sepulcral sin movimiento orquestal.
Hay tristeza y amargura, una negra partitura cubre ataúd del cantor, hay rezos, llanto, dolor.
Mortaja lúgubre nota, la copla ha quedado rota feneció Alejandro Algara en el cielo sigue a Lara.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 18 de abril del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Toca en el cielo, Edaín, a Dios . . . tócale sin fin.”
La música está de luto, las notas, hoy, no dan fruto, por la ausencia de Edaín el llanto brota sin fin.
Cuerdas de su fiel guitarra están flojas, cosa rara, extrañan las diestras manos, aquellos dedos hermanos.
Por la tonada perdida “pirekua” está dolorida, ritmo queda entristecido, el “pireri” ha fenecido.
Guarda silencio la Orquesta, sin él subirá la cuesta, hay que seguir el camino aunque duro sea el destino.
Santa Fe de La Laguna tendrá una noche sin luna, como en arrullo del alma olas mecerán la calma.
Penas que se lleva el viento, la resignación . . . al tiempo, se ausentó el talento diestro del joven músico, maestro.
La muerte es un laberinto, llegar a lugar distinto, separarse de los vivos buscando otros objetivos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda A la memoria del joven músico Edaín Ramos Pérez (QEPD) . . . Santa Fe de la Laguna, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 16 de abril del 2017 Reg. SEP. Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Tengo poco que decir, por eso, no debo mentir, no fui su hermano, su amigo, pero eso sí . . . fui testigo.
De su entierro doloroso, juventud cayendo a un pozo, culpa de la enfermedad, pa´ fallecer no hay edad.
En este mundo fue Isidro como un árbol, como un cedro, yo diría como un poliedro, en su memoria me pierdo.
Miré como le lloraron, su tumba de llanto ahogaron, el cielo se puso gris, de la existencia desliz.
Muchas lágrimas por “Chilo”, ¿qué es la vida sino un hilo que se rompe?, eterna muerte, mortales amen la suerte.
De estar vivos, ¡qué paisaje! morirse no es sólo un viaje, ni ataúd vistoso traje, tierra, gusanos, que ultraje.
Vi palada tras palada sumergiéndolo en la nada, polvo que llegó a los ojos, iris cansados . . . muy rojos.
El sentimiento brotó, el alma se alborotó, se pone china mi piel, adiós al “Chilo” más fiel.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Pátzcuaro, Apúpato, San Pedrito, Huecorio, Michoacán, México, a 18 de marzo del 2012 Dedicado al joven Isidro Becerra (QEPD) Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Las despedidas, siempre son difíciles, inesperadas, otras angustiosas, otras… ojalá no se dieran; ésta es una despedida, entre líneas... porque ese virus terrible, entre las intromisiones aciagas, se deslizó, justo ahora, que la primavera llegaba y todos esperamos el reverdecer, florecer, el milagro del recambio y ni tu nombre: “Milagros”, ayudó a que te fueras fugaz, como tormenta, como la noche al alba.
Con tus tiernos versos, queda tu sonrisa, tus ojos resplandeciendo, de esperanza, como faros en puerto seguro, como vigía, quedan tus sueños cual vuelo de mujer… inundando todo, impregnando todo, todo, ¿sabes?, acá siguen las lluvias, duras, si peligrosas, pero limpiadoras, refrescantes, las rosas tendrán ese sello y más color, ya mismo, en que se abrirán como tu poesía, para acariciar el alma como bálsamo vital.
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Poeta
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“Lágrima: El triste producto de mi padecer.”
Al escribir estas líneas una lágrima brotó espontánea con pesar, gran lástima, por más que intenté no la pude contener, élla fue el triste producto de mi padecer.
Amor, tú eres el principal de mis motivos, sin ti . . . corazón ya no tiene latidos, ahora sé lo que es estar solo a la deriva cual náufrago sin retorno, sin partida.
Aciagamente me perdiste la confianza, propios errores me dejan sin esperanza te he suplicado por Dios que me perdones, que reconozcas que también tengo dones.
Mas, no das una positiva respuesta, así con esta cruz subiré la cuesta; creí que tu querer no se acabaría jamás y hoy, que pena, sin esfuerzo lo dejas sin más.
Siento algo muy raro atorado entre pecho el ser para siempre ha quedado desecho, esta vida, en fin, carece de sentido para mi desgracia . . . ¡ha muerto cupido!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., . . . el día en que, por mi culpa, la perdí. Reg. SEP Indautor No. 03-2011-0909133538000-14
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Poeta
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Como siempre Ya me va siendo costumbre, Que solo las magnolias Me despidan al salir.
Caminar por el jardín Y tirar alguna rosa marchita, Señal inequívoca también De que el amor se está marchitando.
¿Dónde están los gitanos aquellos Que nos auguraron un eterno amor? ¡Que al compás de violines y guitarras Cantaron, danzaron y de fiesta nos llenaron!
Son diez años apenas… Cuales si fueran diez días para mí. Ya no tengo quién me prepare el café Al levantarme, tú sigues durmiendo.
Ya es primavera, sin embargo, Las violetas y jazmines no sonríen más, Siento llegar el frío del adiós En las blancas sonrisas de los nenúfares.
Me levanté temprano, no quise molestarte, Pero te he dejado flores frescas Para que te hablen de mi.
Ojalá te alegren la mañana Gardenias y azucenas, Que corté hoy, Para ti. Delalma 7/01/2021
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Poeta
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Luchaste cuanto quisiste, con tesón, quebraste hasta las expectativas de aquellos artefactos que hace la ciencia e impusiste tu férrea pasión por vivir, no te permitiste siquiera perder conciencia de lo esencial, las memorias y la familia.
Por sobre cada ataque a tu organismo, te hiciste fuerte en nuevas metas y sueños, como regresar a casa, por ejemplo, esa fortaleza sencilla, que se levanta en la ternura y el consuelo que derrocha, una sonrisa, un abrazo… los te quiero.
Y cuando la mansión blanca se hizo casa, allí también encontraste la música, los recuerdos, los versos y algunos cuentos, para seguir tejiendo las historias propias y ganarle la batalla a cada día y su noche, para despertar a pesar del aislamiento… a buscar en la puerta las siluetas queridas.
No siempre llegamos y cuando fue posible, las despedidas se volvieron tortuosas, ¿Cómo despegar tus manos de las mías, cómo perderme de tu mirada anhelante y cómo ofrecer un incierto hasta mañana? ¿Cómo hacer para volver a repetir los sonidos del saxo en “Noche no te vayas”, aunque, se desboquen suspiros y llanto?
De tanta dura despedida, combates cruentos, se sumaron las trabas del virus; te visitamos tanto como nos permitieron, con más dolor en los adioses, por los cambios que tus facciones acusaban y la incertidumbre galopando cada alba…
Temía por la noche, esa que cansa y… no permite expectar qué sombra acecha y superaste hasta la última noche; partiste casi con el sol en su cénit y la algarabía de un año nuevo, te fuiste, no entre tubos, casi derrotado, maniatado, te fuiste cuando así lo creíste oportuno, libre, sonriendo, saludando un nuevo día; vuela muy alto padre… vuela muy alto…
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Poeta
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Al amparo gemebundo de la noche Tachonado de recuerdos vehementes, En la solitaria y angustiante soledad Mi corazón te busca, Entre los sueños Que aun danzan petulantes, Febriles, en mi mente
¡Y alzo mi voz! (Reclamando al horizonte Una culpa que no tiene), Señalando con mi índice el camino, El rumbo, Por el cual ante mis ojos vi perderse, La silueta de un amor interrumpido.
¡No encuentro paz, consuelo no hallo Para calmar éste dolor atormentado! Cuyas huellas no se borran, Se acrecientan, Con el paso de los años y el peso de la vida Que pasa llevándose la savia de mi cuerpo, Y deja solo ramas secas, sin olor, sin amor.
Delalma 30/12/2020
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“Perro fiel muy empeñoso . . .”
Se nos murió El Perezoso perro fiel el más famoso de Pátzcuaro, San Pedrito, ¡Dios mío ya lo necesito!
Se nos murió El Perezoso leal guardián, asaz juicioso, de Apúpato Desarrollo Ecoturístico, no es “rollo”.
Se nos murió El Perezoso digno can precioso, hermoso, ¿quién acudirá a mi encuentro a mi llegada a tal centro?
Se nos murió El Perezoso mi mustio chucho empeñoso de andar, recorrer de pastos, siguiendo huellas y rastros.
Se nos murió El Perezoso tuso tenaz afectuoso, recibí sus empalagos, sus cariños, sus halagos.
Se nos murió El Perezoso digo estos versos lloroso, pues gocé su compañía en esa campiña tan mía.
Se nos murió El Perezoso servicial ser luminoso, tuve noches de fortuna de sentir con él la luna.
Se nos murió El Perezoso vigilante harto amistoso, ¿quién cuidará los terrenos, quién velará nuestros sueños?
Se nos murió El Perezoso este trance es doloroso, fue un animal muy querido extrañaré su ladrido.
Se nos murió El Perezoso mi subalterno enjundioso, ha de andar, allá, en los cielos recorriendo otros senderos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Desarrollo Ecoturístico “Apúpato”, Pátzcuaro, Huecorio, Michoacán de Ocampo, México, a 19 de noviembre del 2017 Dedicado al Señor Ing. Saul Morales Hernández Registro SEP Indautor No. (en trámite)
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¿Podrás ver la foto en mi recámara cuando pasada la madrugada ya no exista alma en mí?
No escucharás más huecas voces ni ojos caídos, sufridos, sin sentido tristeza amarga, ¿eje de la incompatibilidad?
No temas lo que entiendes que no entiendo, ni preguntes ecos eternos, explosivos y evasivos que no hombre vivo ha podido ya explicar
Yo estaré allá en la eternidad, ambigüedad, mi error fatal ¿inexpresividad o poca intensidad? Falta excelsa de bondad
¿Es el fin de cierto amargo o es humano el mal vibrar? Como en un rompecabezas, todo llega a su final.
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