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Será que soy sincero? Claro que sí Porque soy del uno al nueve!
Será que eres sincera? Claro que sí En tus senos no resbalo!
No me acuerdo si a cuerdo enloquecí con mi hablar tan rebuscado o si cuerdo ya no soy mas concuerdo que con cuerdo y sin locura me agarró la sabrosura de querer que el lecho sea nuestra única morada.
Demorada llegas siempre de morada falda luces y las luces no se apagan cuando brilla claro el sol.
En el lecho yo te espero!
No es el hecho!
No es helecho? Es rosal? O tal vez algodonal? O quizás berenjenal...
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Poeta
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Quien me ha querido sabe que soy un pegoste, como una garrapata. Si, como garrapata porque cuando te vas de mi lado, mi cabeza se va contigo
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Poeta
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Ruleteando por la calle con mi carro verde agua me bacilo este paisaje de catiras y morenas me disfruto el panorama de mulatas y de negras ruleteando por las calles de Caracas dominguera.
Esta noche caraqueña una jeva bien bonita coquetea con mi carro y me pide la colita. Y enseguida toca y toca y no deja de tocar jurungandome el tablero, la guantera y el pedal.
-No jurungues mi carrito que se pone veraneado no te quejes si lueguito te jurunga de otro lado.-
-No te entiendo corazón, ¿qué me dices vida mía? -El letrero en la guantera te lo explica sin tapujos-:
"no se aceptan vírgenes, si usted lo es podemos solucionarlo"
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Poeta
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Un resuelve que te mata, el de Paco Pacotilla el que te marca la milla cuando le pides tu plata.
Un resuelve peligroso el del chamo malandreado que te vende lo robado y se pira el muy ocioso.
Un resuelve fantasioso el del pana camionero si el problema es el dinero se resuelve muy sabroso.
Un resuelve verdadero el que presta un servidor diga cuál es su dolor qué resuelvo con esmero.
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Poeta
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Delante de mi la autopista sin más vehículos que el mío el pie se afinca, el acelerador cede y la música country excita mi piel Ciento veinte, ciento cincuenta ciento ochenta, y una vital y excesiva descarga de adrenalina, se drena en mis venas
Más rápido, más rápido, más rápido estoy solo, parezco dueño de la carretera, qué sensación de poder ¡qué delicia y qué placer!
Más rápido...
Epitafio Falleció cristianamente en un accidente de tránsito.
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Poeta
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Ella es muy bonita, preciosa más bien y es tan cariñosa que evoca al edén.
Me lame la cara, me lame los brazos, restriega su cuerpo en suave vaivén y así me acaricia todito mi ser, la muy descarada, alegre, jocosa, fluvial, deliciosa, linda y apreciada.
Se acuesta en mi pecho mirándome fijo, me guiña los ojos oliendo mi piel, y cuando camina mueve su trasero como una modelo: la muy condenada lo hace tan bien.
Por eso la quiero, la abrazo, acaricio, la mezo en mis brazos, negrita, mimada y algo migrada: mi gata Pelusa, es hermosa es muy fiel.
Los engañé hasta el final ¿no?, jeje
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Poeta
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EL VINO.
El vino, elixir tunante que aparente llegas a ser tranquilizante, y solo disfrazas con farsa abrumante logrando que al día siguiente nadie quiera recordarte, quedando con el ánimo extenuante, ¡oh!, vino perverso con un dejá vú, arrepentido, que a ti, vino endulzante, el timorato terminará por adorarte por su decisión y convicción delirante, ¡oh!, vino, como no reverenciarte si se te toma para todo bien, impulsando los sentimientos y los instintos escondidos también, dejando los complejos en el fondo de una copa, ¡oh! vino, elixir tunante que en la barra de alguna taberna cantante alguien estará recordando a un viejo amor, y al calor del vino y entre sollozos cantarle a los recuerdos sacando al fin, su reprimido arte.
Mónica Lourdes Avilés Sánchez Derechos de Indautor País México.
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Poeta
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UN ABANICO NEGRO
Poseo un abanico negro de encaje fino que me ha llegado desde Madrid, un abanico negro bordado con hilo áureo de seda pura, cuando lo extiendo un rico aroma brota de él, del pasadizo que va a mi alcoba se oyen pisadas y chismes sandios, son las parleras que se creen castas esas santurronas que se cubren todas con mantillas blancas, se golpean el pecho y van pregonando que duermen solas, es mi abanico negro de encaje fino que me refresca en mis noches acaloradas, y las exiguas mujeres, que pasan por mis ventanas tocan los cristales desesperadas, dicen ver sombras en los fractales que lujuriosas bailan atormentadas, ellas me observan todas las noches principalmente de luna llena, me nombran zorra y cortesana pero yo, sin escuchar más nada, me visto de holanes y organza negra danzo para alegrar mi vida escarpada, abanico negro de encaje fino tú me das brisa cuando te agito en mis madrugadas, ¿pero habéis conocido a un hombre mejor? que el abanico negro de encaje fino el me comprende sin cuestionarme, disfruto tanto de su cortejo cuando escucha mis versos, cuando con cada movimiento ahuyenta las sombras de la melancolía, mi abanico negro de encaje fino el ha cubierto con pétalos de rosas rojas, todo mi cuerpo, todos mis sueños, toda mi vida. Mónica Lourdes Avilés Sánchez Derechos Indautor País México.
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Poeta
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Levei as minhas letras A dançar na corda mamba Não se equilibraram, caíram Ficaram a dançar o Samba.
O t partiu o traço O ç perdeu a cedilha o q apanhou um cagaço o u partiu a bilha.
O X em i se transformou O z em traço de união O o na pista rolou E o m saltava no chão.
Chegou um especialista Pôs letra em baixo letra em cima Era um verdadeira artista E de tudo ele fez uma rima.
A. da fonseca
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Poeta
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.[img width=500]http://www.cantinhodarosy.com/wp-content/uploads/2016/01/Eu-inundo-quando.gif[/img]
un gemido, pasos lentos en la cama, Espere a que me
aprossimo, con lay volupia en sus brazos y beso ese pecho fragante.
profundo mirar, siento en mi ser la llama del deseo creciendo como el fuego.
dos cálices, vino blanco entre las piernas Qué más queremos.
palomitas de maíz, vino y caviar
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Poeta
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