Poemas : Dos aves negras |
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Silencio,
sombras de nada, una pesadilla indistinguible, como una mueca del destino se corporizan los fantasmas y nuestras cicatrices nos recuerdan un pasado real, sueño una gestación, periplo de voces y de truenos, y en un espejo de azabache y plata se yerguen nuestras siluetas frágiles como la pluma, y brota la nostalgia con la lluvia en su lenguaje, cuando todavía canta mi negro corazón, me encuentro en los brazos en los que quisiera perderme, sin una mirada que reemplace una historia, y aunque nos haga cosquillas el roce del amor, el amor sabe de esperas y fragancias, y del canto de las aves que te arrullan sin ser vistas, somos dos aves negras, oscura nostalgia interminable, venimos del destino que nos propuso la vida de nuestro propio destino en este minuto estéril, y aún así me digo, deseo tu sombra, oscura como mi alma, como la verdad del silencio, y el silencio de una mentira, no es verdad que se estrangulen los colores de los sueños, si, es veraz nuestro negro sabor inocultable cuando ocultas tu palabra, somos una letra postergada, una hoja en blanco, como cuando te escurres con tu vuelo entre mis sueños de agua, errantes, siderales, tanto negro día habita nuestros cuerpos y tanta noche imaginada, tanta muerta oración, que fallece al instante tanto amor inmaculado, una negra remembranza sin ataduras ni pulsadas emociones, trepa desde mi estómago que retorna de un negro mar, no desnudes los pliegues de tu cuerpo, negra ave, desnuda tu alma pura para que puramente logre hacerle el amor sin profanar lo solemne, mientras, mi oscuro cadáver espumoso ubicará sus restos y su sangre en este infierno sórdido, y el héroe que creí ser acabará por diluirse en su negra esperanza. Jorge Rosso |
Poeta
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sombrío poema, saludos