Textos : FUMAR |
|
|---|---|
|
salí algún día a caminar, con una de esas compañias que parecen ángeles del cielo, caminamos tanto y hablamos de cosas inimaginables, cosas tan agradables para aquel que se acercara a escuchar, llegamos a nuestro lugar de destino sin saber yo que detras mio como una fiera lastimarian mi ser con las mas repugnantes palabras con los mas soeces golpes que yo pudiera recibir de un ser amado...
desde ese día mitigando mi desgracia de caer en vacio mi alma se oscureció de manera tan fuerte que mis actos de nobleza cayeron en olvido, fume, fume, hasta perder la cabeza, fume y fume y me lleve hasta al ser que mas reza, fume y fume y me perdí en las tristezas, y deje de escribir por que no era tan cuerda... y me envicie cada día mas y mas... y seguía perdiendo la cabeza... me forme una nube tan extensa y química que me olvide de mi misma... algún día, algún día, así como ese día en que se me derrumbo como naipe mi vida y mi alegría, pude ser yo consciente de que había perdido a mi vida entre el humo que recorría las calles de la muerte con pasión, algo tan negro recorrió mi mente y sin darme cuenta dije con tristeza yo he fumado, yo he fumado, ¡hasta donde he llegado!, y sintió mi alma tristeza por que sin darme cuenta la había envenenado. y llore con desconsuelo, y busque al fantasma que aliviaría a mi razón y feliz la encontré en el lecho de la compasión con palabras de ensueño que liberaron mi corazón... la nube química pútrida que forme a mi alrededor se alejo y la transformo, tan solo por que mire al cielo o por que sin darme cuenta choque con el amor... me hice tan sensible tan ligera que hoy por hoy vivo para contar el por que fumar envenena el corazón |
Poeta
|
Los comentarios son propiedad del autor. No somos responsables de su contenido.
fumar no solo es perjudicial a la salud además daña el alma, saludos
no solo has envenenado el corazón sino tu cuerpo y aquellos que supuestamente amas, los fumadores pasivos.
La cortina de humo poco a poco se hace densa y antes de que podamos darnos cuenta se convierte en una jaula que nos atrapa y poco a poco nos envenena, poco a poco nos roba el aliento ese humo que se lleva el viento pero en nuestro interior nos lo quedamos, y sin embargo a veces sientes que libera, a veces deleita, a veces es la caricia del olvido que insta a reflexionar, y aun yo fumo, más no soy esclavo del humo, soy un transeúnte que enciende un cigarrillo de manera infrecuente, y que aun no se lamenta el ser tan imprudente