Poemas : Algo hirviente |
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Algo hirviente como el cielo apachurrado,
la vida de la araña gigante, el monte escalonado bajando, violeta, el anaranjado cielo, una cáscara incuestionable, la cabeza espiralizada donde se abre el espejo débil, atravezable del vientre vertical y las redecillas orquilladas, Frases cautivan las cenizas hembras, las cucharas solemnes en tibio derrame sensorial, casas en las yemas de cerreñas nubes, una plomiza desviación en el eje, las latas llenas y empaquetadas, muchas y compulsivas ideas las llenan, su lugar en la luna podría asemejarse al paréntesis discontinuo en el espacio tiempo, sostenimiento impactado que jadea, poco, oscuro, desanimoso, conectivo. Estómago del dado sorpresivo, sus eclosiuones reveladoras de fantasía iridiscente elevan su hueso de luz decisivo. El suave y desbaratado líquido anímico, la boca desconocida aulla, sus destancias tocan un semi contacto, sus planicies giratorias, el extremo seco donde hubo entregádose el naufragio, psicobiótica sinergia, la gimnasia polarizada. Tantas alejamientos dejan intentos afuera de su respiro seco y tembloroso. Luminiscencia acuática y voladora, la reja con olor a desuso, sus patas alargadas y casi esculpidas en sal y orina reciclada, su miramientos conocidos por la erupción bermellona del sol de la amapola, suben sus excepciones vitales, a la piel interior poseída por los caballos de helio. Boca a boca el corazón y la espora la hélice solar hacen trébol. Y llora el trecho luminoso, el fugaz y elástico partir deslumbrado. Ahora desnivelada lengua la pista extensa y curvada, los prometidos códigos alfabéticos para saber el empezar humano. Una peluca roja en las urgencias tan jalonadas en el retiemblo, fiebre branquial en el labio. |
Poeta
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