Poemas surrealistas : Baivel baladí |
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BAIVEL...BALADÍ Se quejan las empuñaduras espadas del pintor. Del placer de los párpados del seno adolorido. Al tomar el aire puro tabaco de hoguera, partículas desnudas de los brazos pálidos, fueron solo sueños...Al ver suplicante túnel, de la paja con lujo del circo un guiño, un guiñapo, llamadas, cortinas rasgadas, palabras, sótanos del subterráneo, frágil. Enloquecida. Y fluctuante noche. Los despojos contemplan. Las marionetas repartiendo. Los cálculos de las carrozas retorcidos. Toda el agua limpia lo atestigua congelada, en los carriles heridos metales y tijeras, retenidos, al pensar, agarrotados horrores, por lentejuelas y plomos en calles solas, seis veces un pico, añejo, al molino del vaho, con la lengua, increíble, de las bellotas piñones, apuñaladas, llanuras, luceros, carbonizados, con la médula desprendida de la bobina, carruaje. Aproximación. Abismal aurora. En los panteones de pájaros. En los pantanos al golpe fácil. En los impresos imperceptiblemente. Espía del sueño una criatura extraña. La corbata del amable manco. El violín del blanco gorro. La morada macabra del fémur. ¡Seda qué huele a hule!. Ímpetu gentil qué brota. ¡De la tierra frente serena!. ¡Del concierto trombón fiel!. Jadeantes Umbrales De madreperla Resbalando Los Regalos Dulces Sueños. Al órgano del monasterio vértebras. ¡Con el mentón de halcón y lana!. Cándidos. Velos del lirio. Un abril manso y tibio. Trepidando los tobillos de cera. Al Frescor Tembloroso...¡Pálido!. ¡Mezcla osamentas qué crujen!. Despojando De Cartón Las bardas y las chozas imaginarias. Un Nuevo ¡Honor desconocido!. ¡Sonajero del nadie!. ¡Títeres del velamen!. En los yugos. Del horizonte. ¡Huidizos lobos. Del baivel!. ¡Tan baladí, como el más!. Se quejan las empuñaduras espadas del pintor. Del placer de los párpados del seno adolorido. Al tomar el aire puro tabaco de hoguera, partículas desnudas de los brazos pálidos, fueron solo sueños...Al ver suplicante túnel, de la paja con lujo del circo un guiño, un guiñapo, llamadas, cortinas rasgadas, palabras, sótanos del subterráneo, frágil. Enloquecida. Y fluctuante noche. Los despojos contemplan. Las marionetas repartiendo. Los cálculos de las carrozas retorcidos. Toda el agua limpia lo atestigua congelada, en los carriles heridos metales y tijeras, retenidos, al pensar, agarrotados horrores, por lentejuelas y plomos en calles solas, seis veces un pico, añejo, al molino del vaho, con la lengua, increíble, de las bellotas piñones, apuñaladas, llanuras, luceros, carbonizados, con la médula desprendida de la bobina, carruaje. Aproximación. Abismal aurora. En los panteones de pájaros. En los pantanos al golpe fácil. En los impresos imperceptiblemente. Espía del sueño una criatura extraña. ....La corbata del amable manco. .......El violín del blanco gorro. ....La morada macabra del fémur. .......¡Seda qué huele a hule!. ....Ímpetu gentil qué brota. ¡De la tierra frente serena!. ¡Del concierto trombón fiel!. Jadeantes Umbrales De madreperla Resbalando Los Regalos Dulces Sueños..... Al órgano del monasterio vértebras ¡Con el mentón de halcón y lana! En Los Cándidos Velos del lirio. Un abril manso y tibio. Trepidando los tobillos de cera. Al Frescor Tembloroso...¡Pálido!. ¡Mezcla osamentas qué crujen!. Despojando De Cartón Las bardas y las chozas imaginarias. Un Nuevo ¡Honor desconocido!. ¡Sonajero del nadie!. Alimento De Los ¡Títeres del velamen!. En los yugos. Del horizonte. ¡Huidizos lobos... Del baivel!. Tan baladí, como el más!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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