Poemas de reflexíon : Conmistión consabida |
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CONMISTIÓN CONSABIDA La mezquina espada enfila Rimas extrañas Allá Dónde tiritaba de alegría un hielo De Ventanas arrugadas, clavos y escaleras. Consabida conmistión. Quebrando. Al silencio abandonado. Al pie de la imponente montaña. Quebrando. El pespunte petigris Decía: Es práctico, cuando las cadenas desesperen. Es completo, cuando el atardecer vuelve por la mañana. Es único, cuando el amanecer queda en la noche. En La obscuridad la luz camina. ¡Mejor!. Y es, lo que impulsa a llegar donde nadie llegó. Y es, del caminar las sandalias del lago soñado. Por eso. Esa tarde, dibujó al libro, libre, de la opresiva mañana. Y la tranquilidad del sillón, un carbón. Consabida turbonada. Conmistión de guardafangos. Encima de los más profundos trueques. Y obvención anticipada. De los húmedos humos. Recónditos. Una pesadilla colorada. Conmistión. Por los torpes colores limitados. Decía. La claridad trasciende lenta. La urdimbre hirsuta inexorable. Decía. En cada inicio se ofrece. Un espacio. Un bloque de múltiples rúbricas. Ante los cambios. Por las descaminadas dimensiones. Consabida. En la dosificada confusión. Conmistión. En la pausada dispersión. Lo inmundo De miserables millones Y Millonarios unos cuantos Serpenteantes Como Se expresa el ácido osario. ¡Alquitrán y alacrán!. Aún apenas. ¡Escucha, interpreta y emite!. En pedazos impávidos De Cibernética vanguardia. De Sintácticos amasijos. Conmistión. Al cerrar la noche. Consabida. Al abrir el día. Donde Los acantilados acallan Y Al ahervorarse los suspiros. ¡Consabidos!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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