Inhalo el fragante aroma del alelí
exquisita fragancia, tiene el olor de tu piel.
¡Esencia de las flores frescas, todas me huelen a ti!
Me deleita el sabor de tus besos salpicados por la miel.

El dulce de tu tierna mirada el alma atraviesa
y como un tierno rayo de luz me acaricia.
Estremece a un corazón que sumido en el amor empieza
a trazar el sendero mítico, a solazar tus delicias.

Tu mata de pelo atrapa mis manos en sus encantos,
sedoso terciopelo de oro negro desparramas locura.
Siento la suavidad entre los dedos ¡y lo arrullo tanto!
Reposo mis labios sobre tu cuello respirando dulzura.

Una emanación de rayos destellan tus ojos,
zafiros de añil, luceros embrujados, reflejos de amor.
Deliciosa placidez mitigando la sed del deseo y los antojos,
torrente de afecto, abrigas el alma con inocente calor.

Es tu cuerpo certeza clara de manifiesta belleza,
radiante, hermosa hembra, de mis sueños la quimera.
De las flores el primor, realizada delicadeza,
cándida hada, hechizas mi vida por vez primera.

Julio Medina
12 de octubre del 2011