Frases y pensamientos : UNA CASA EN MI PUEBLO |
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Hace frio, helado el viento, transparente el aire, las estrellas brillan, la luna como balón de jugar, parece que le dan pequeños toques y ella se va para cerca del mar. Toda la gente fumando, pues su respiración parece humo de cigarro. Bufandas rojas, y de mil colores, tapan las caras, son nuestras burkas, guantes, todos encogidos, así andamos, fuera de casa. Abrigos, que no calientan, mejor diciendo, son blusones, ¡la moda manda! Medias gruesas, minis pantalones, jerséis, cortos, tres dedos de carne sin cobertura en la cintura. Pero van felices, están a la moda. La otra cara, son las cafeterías, transformadas en salas de conciertos de variados timbres de toser. Los pañuelos andan en una rueda viva, saliendo y entrando en los bolsillos, después de acudir a la nariz. Por lo menos andan de botas, pero si no son los pantalones cortos y si mini falda, cuando se sientan me da la impresión, que se olvidaran de terminar de vestirse. Mas de mitad de las casas no tienen calefacción, si la tiene no la ponen a funcionar, el gas es caro, muí caro. Me confunde, no conseguía vivir temblando de frio, dentro y fuera. Me acordé de una casa, donde estuve en Noviembre, imagino la chimenea, llena de fuego, el perrito, delante en su cojín durmiendo, sus dueños, cenando y hablando. Cuando he entrado en la casa, su salón agradable, imaginé una tarjeta de Navidad, con la nieve cayendo y las ventanas iluminadas, con la luz media amarilla, no dije nada, ni he comentado, solo cuando estaba en el coche ya de salida para mi piso hablé con mi amigo sobre la dulce impresión, que traía de la casa, tan acogedora, donde hay cariño amor y paz. Gente buena, sencilla y que valen oro por su sabidora y de raíces, con historia, con pergaminos, tesoros que vienen de muy lejos y que no los afectan, en su delicadeza, para con todos. Generaciones distintas, antes, pasaban años, para cambiaren, hoy es casi instantáneo, cambian las costumbres, la moral, la educación, de un día para otro. Tengo pena, ¡se ha perdido tanta cosa! Me acuerdo cuando era joven, se que era un poco distinta de mis amigas, pero había respecto, educación, no forzada, pero cogida en casa, seguían el ejemplo de los mayores, ahora estos solo estorban.se refieren a los Padres “diciendo mis viejos” solo tienen algunos cincuenta años o menos. Es triste, muchos les llaman “fósiles”. Críos, sin empleo, compran pisos, vienen de las aldeas para la ciudad, los Padres, venden sus tierras y sus casas, para dar como entrada, vienen con los hijos a apartamientos, al fin de cinco años, estos los venden y los Padres quedan en la calle. ¡Sé de tantos! Así estamos, así vino la crisis, gastar más de lo que tenemos. Han regalado tanto los gobiernos, a algunos con lo que descontamos de nuestro trabajo, ahora dicen que no hay empleo, tampoco hay ganas de trabajar, solo un empleo y tener sueldo con poco trabajo. Ni todos son así, aun existe juventud, consciente, trabajadora, pero es poca, para tantos que viven sin serlo. Me lastima la demandada de gente que marcha a otros Países, como fue posible este descalabro en tan poco tiempo, no lo entiendo. Mi alrededor está incierto, parecemos que vagueamos, sin destino, por eso, me acuerdo de aquella casa, tan acogedora, en que los hijos trabajan, visitan a sus Padres y es todo tan calmo y sencillo, que transporto el mundo para ella. Mi agradecimiento es enorme por la acogida que me han regalado y a mi amigo, más el recuerdo inolvidable que se ha entrañado en mi corazon. Sin nombres, sin sitio, sin fecha, ellos saben si por casualidad leen estas líneas, que me refiero a mi pueblo a gente pura de corazon. Oporto, 12 de Enero de 2012 Carminha Nieves |
Poeta
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Que bello relato amiga, con tu descripción del lugar, puede uno imaginar claramente la chimenea, el perro en su cojín, la familia en la mesa y hasta el calor que se percibia en ese momento!!!
Así también se puede percibir el malestar con lo que sucede respecto al trabajo.
saludos, abrazos y besos, Dios te bendiga Carminha. Claudia Alhelí Castillo
Gracias, Amiga, es solo lo que siento, es poco, pero es cerdadero
Un fuerte abrazo,
Carminha