Mis ojos se mojaron
del llanto de tristeza,
tus lágrimas hablaron
palabras con franqueza.

¡Nostalgia desesperada
si nunca más volviera,
a encontrarte apasionada
desnudándote en la rivera!

La quimera aluza el paisaje
en las fábulas del sueño,
dichoso en este paraje
adonde tu imagen diseño.

Con esa franqueza afable,
pero al final firme y cruel,
das sensación de notable
ausencia en el amor aquel.

Sufriendo estoy humedecido.
¡Qué adentro duele el pesar!
Por no estar has decidido
sin darme tiempo a pensar.

Resignado a la tristeza
de un corazón libertino,
abrumado de altiveza,
perdido viajo al destino.

Mi pañuelo flota encharcado
indagando al tiempo olvido,
para secar las nostalgias
de ese pasado aludido.

Julio Medina
17 de diciembre de 2011