Poemas surrealistas : Hipocampos derramados |
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HiPoCaMpOs DeRrAmAdOs
La calle. Cruza callada. La casa. La fuente. ¡Lágrima!. Derramando. Hipocampos. En la cólera de la solitaria noche. La telúrica derrota, palidece, palidece. La ultrajante vejación, elogio y alabanza. ¡Hay qué matar piedras para vivir!. El grito temeroso del pescado. Al asalto de rayos huracanados. La vía, la calle, cruzada. Sí, lo sabes. Ahora seguro y mañana hipocampo. Derramado. En la calle. Cruz del día siguiente. Rojo sangre. Luz extinta. Sin aliento. Hipocampo derramado. Y al día siguiente solo fúnebre, el año era pasajero de guitarras. ¡Galería de infantería, vapor estático!. Ocaso. La cizaña. Latiendo uvas avellanas. ¡Vidrios!. Lirios lindos, corceles mortecinos. ¡Cristal!. Lenguas. Muertos. Tumbas. ¡Delfines ahulando yertos huertos!. En El Vientre Del Candado. ¡Derramados, derramados hipocampos!. Más De cerca. ¡Toda pipa respiraba!. Toneladas infantiles y disculpas. ¡Grumos, grumos!. Grumos de gusanos. Bandoleros a torrentes Lentos cálices amargos. !En cada vena!. Bajo Cada Reptil essccamoso. ¡Sombras conchas y fracaso ennnvejecido!. ¡Derramados hipocampos!. En la noche. De la solitaria. ¡Cólera volcánica!. En la pálida. Memoria del pelícano. En la calle. Azulada del molusco. ¡En la noche y en el día!. Infestado Con Los Hipocampos sepulcrales derramados. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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