Frases y pensamientos : PARA TODAS LAS ABUELAS |
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Cuando miramos un niño en su cuna, sereno durmiendo su sueño, sin pensar en nada, no pensamos, que años más tarde, otro dormir lo espera, o insomnios no dejaran que, cerrar los ojos y descansar su mente. Cuando miramos un niño en el regazo de su madre tomando su leche, no pensamos, que años más tarde no tenga dinero para comprarlo. La cuna, seguro o será para la basura, o quedara en el trastero, olvidada. El regazo y el pecho que ha alimentado el niño, secará y colgado sin vida quedará. Todo tiene principio, casi siempre lleno de alegría, cuando un nuevo ser viene al mundo, pero no sabemos si tendrá sitio. Por mucho pobre que sea su madre, siente amor, nunca dudas ni arrepentimiento, por su hijo. Años más tarde, todo es distinto, normal, no se acuerdan de nada y toman por seguro que la Madre es obligada para siempre, a tomar cuenta de ellos. Sin pensar lo son, mismo que sean mal tratadas y ignoradas, ellas están siempre pendientes, listas para sacrificarse, por los hijos. Alguien que conozco, anda con la nieta a sus espaldas, en una mochila, para poder hacer la comida, con mas dos sobrinos uno de dos años otro de cinco, gritando y haciendo trastadas, a su alrededor. Se levanta temprano, se marcha a casa de la hija y allí queda día tras día. ¿Tendrá compensación por su sacrificio? Lo dudo, mejor sería jubilada como el marido, gozar de la vida un poco. Otra, dejó de trabajar para tomar cuenta de la nieta, otra anda de invierno de cogiendo fríos para, quedar en casa del hijo, haciendo lo mismo. Cuando creados estén y la abuela, no pueda andar, por tener algo, seguro que ninguno de estos nietos, dejaran de salir con sus amigos, por ella. Y los hijos, dirán” mi madre está un poco pachocha por la edad” Esto lo veo todos los días. Conocí una Señora, que fue atropellada y la dejaran en la carretera. El conductor escapó. Dos hijos tenia, estaban bien en la vida, ella ha quedado con un pie y parte de una pierna llena de alambres, vivía en una casa, por llamarla así, húmeda, aislada, sin nadie con ella. No sabía escribir ni leer, aun hoy me pregunto cómo hacia para tomar las medicinas, yo no hice todo lo que podía, pues como tenía hijos, podrían más tarde, ser incomodada, por lo tanto, llevaba bolsas con comida, mantas para la cama, ropa, la iba a buscar, pasaba la tarde en mi casa, le dejaba dinero, pero todo esto no secaban sus lagrimas de llorar, por el abandono que sus hijos le daban. Señora buena y dulce, hasta fue asaltada al llegar a casa, los hijos tenían habitaciones libres, pero nunca la llevaran para sus casas. Pregunto, ¿valió la pena todo lo que ha sacrificado por ellos? ¿Andando kilómetros a vender pescado de puerta en puerta? Más tarde enfermó de la pierna, hasta que la tuvieran que amputar, pero allí ha quedado en su casa, humada, que tenía agua por bajo, en callejón casi sin luz, hasta que murió. ¡Cuánta voluntad tuve de traerla para mi casa! Mi marido aun era vivo y no tenía por su parte ninguna objeción. Me recuerdo mucho de ella, la iba a visitar, conocí a uno de sus hijos, traje y corbata, la madre, en una cama prestada, por la seguridad social, allí estaba. Son retazos de mi vida, hechos de otras vidas, son verdades, son el destino, de quien solo vive para sus hijos, ni todos son iguales, los hay que todo dejan por su Madre, lo sé y quedo feliz, muy feliz, lástima que ni todos sean así. Todo esto me vino al pensamiento, mientras estuve en cama, por un catarro. Me acordé del frio de aquella casa, ¡de tanta cosa! Yo hasta dos cuartos ice para los empleados de la finca, mientras mi Padre se fue a España. Tenían casa pero vino un hermano, enfermo y me fui al pinar, mandé derrumbar un pino enorme y entre ellos y un ayudante, quedó una maravilla. Cuando mi Padre vino, solo me comentó, “tú eres un peligro, de cada vez que me marcho haces treinta por una línea” y no se enfadó. Mis recuerdos, ¡cuantos! Quizá pudiera hacer un poco más por otros. Pero lo hice por alguien que me está pagando tan mal, que dudo si debía o no, haberlo hecho. Nascimos, la piel va estirando mientras crecemos, lástima que el corazon se transforme en piedra, que tanto lastiman. A las Abuelas, mis oraciones piden para ellas, que tengan siempre amor y cariño, lo merecen ya que son Madres dos veces. Dios las bendiga. Oporto, 25 de Noviembre de 2011 Carminha Nieves |
Poeta
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Muchas gentes hay que viven en soledad, sin siquiera una mirada de los hijos por quien dieron su vida, más cuando ya no les sirven, las abanadonan, y no solo se ven mujeres, tambien hombres viejos, abuelitos abandonados a su suerte. Buen escrito para reflexionar y dar gracias por tener una casa y comida y personas que nos quieren a nuestro alrededor. Saludos amiga, un abrazo y un beso. Claudia Alhelí Castillo
Si, a los abuelos pasa lo mismo, pero hoy solo hablé de las abuelas, muchas aun tiene cicatrizes en los pechos de amamentar los hijos. Me entiendes?Un poco mas sacrificadas. Que todo te vaya bien y adelante.
Estoy un poco acatarrada, pero mejor que ayer.
Un beso y mi amistad sincera.
Carminha