Nuestras almas son indestructibles, son más fuertes que el acero, pues pueden estar sin derretirse en el más intenso fuego, nuestras almas no pueden ser engañadas y aun en la noche más oscura brillan; y ahora es mi alma lo único que me mantiene aguantando en este lugar, a pesar de que sé que muchos se sienten como yo, que no soy el único que se siente embrujado desde dentro; aun así es solo mi alma la que me dice que debo ser fuerte, que si se trata de luchar por mis sueños nada es demasiado y solo lográndolos puedo decir que fue suficiente; es solo mi alma la que me da la fuerza necesaria para pasar cualquier forma de alguna forma y es de mi alma que nace la cura para esta maldición que cargo en mi interior; es en mi alma en donde encuentro la motivación cuando me siento abatido, y es de los valores que encuentro arraigados en ella que puedo estar tan lejos como estoy de ser un criminal; si, aprendí a dividir mi lado del mal del lado angelical y así controlarlo para hacer de mi sonrisa algo más que una fachada sino una realidad; es mi alma la que me libera del parasito, la que me permite sentirme cada día más humano, que me hace sentir único y que da sentido a cada poema que escribo, a cada palabra que digo, a cada acción que realizo, a cada sentimiento que siento y es gracias a ella que en este momento soy capaz de escribir lo que pienso, y compartirlo sin pensar que podría sonar tonto, pues de mi nació y no tengo porque arrepentirme de ello…
